Andy no se ha despertado de un coma inducido, el cual lo mantiene estable en su clínica. Estar sin él es muy difícil porque yo no tengo otro familiar a quien acudir y siempre he quedado con el miedo de que a mi hijo le pase algo si lo dejo con las niñeras.A diario voy a visitarlo y le hablo de cómo han sido estos dos meses sin él. El doctor dijo que el veneno que mi malvada madre le dio fue muy fuerte y que esa dosis pudo haberlo enviado al cementerio si no hubiese recibido atención a tiempo.Además, el cuchillo le rozó una esquina del hígado y se le está haciendo reconstrucción. Por tal razón, fue mejor la inducción para mejorar el resultado.Este día haré el chequeo prenatal de rutina. Me toca ir sola, pues no confío en nadie. Agradezco que los hombres de seguridad siguen siendo fieles a Andy y me solucionan cualquier pendiente que falte.—Doctora Raquel, lamento mucho lo que está atravesando el doctor Villafranca. —Dijo el ginecólogo.—Muy pronto estará de nuevo con nosotros. —Le
Saber que para mi madre solo he sido un fracaso desde que mi padre nos abandonó no es nada fácil de admitir. Aunque, ahora ella se ha ganado la lotería al casarse con un hombre multimillonario al que es obvio que solo quiere por su dinero.Mi ahora padrastro tiene un hijo que es un par de años mayor que mí, y aunque no lo conozco, tengo miedo de que no me acepte en su círculo familiar y nos acuse a mi madre y a mí de ser unas oportunistas.—Raquel, ahora que eres mi hija, quiero que conozcas a mi hijo. Esta noche vendrá a nuestra casa a cenar. —Me informó mi padrastro.—Está bien, señor. —Acepté, con nervios, al saber que por fin conoceré a su famoso hijo, al que tanto elogia que le va muy bien con sus estudios en el extranjero.—Recuerda que él es tu hermano mayor desde que tu madre y yo nos casamos y debes de respetarlo como tal. No quiero que en algún momento los rumores digan que mis hijos han cometido el pecado de enredarse entre las sábanas. —Me advirtió en modo de broma.—No se
Esta mañana Andy se levantó muy temprano y lo primero que hizo fue preguntar por mí. Lo sé porque justo en ese momento yo me estaba acercando a la mesa y lo escuché, me puse nerviosa con la mirada de reproche que su padre le dio. Mi madre al verme llegar me tomó del brazo amablemente y me pidió que la acompañara, claro que ella finge hablarme con palabras bonitas delante de estos millonarios.Allá donde nadie nos escuchaba me advirtió de que me anduviera con cuidado y que no le diera motivos de disgusto a su esposo millonario.—Si esta vez pierdo a este hombre, te juro que te irá mucho peor de lo que ya has vivido. —Me amenazó.—Mamá, has visto que su novia está en casa. ¿Cómo te atreves a pensar que yo voy a seducir a mi hermanastro? Además…—¿Sucede algo? Nos interrumpió Andy— Mi padre me envía a decirles que el desayuno se está enfriando. —agregó antes de que una de las dos le contestara.—¿Qué te ha dicho tu madre? La he notado molesta. —Interroga después de que ella se alejó. —¿T
La lluvia cae con fuerza y hace estremecer las paredes de la casa con aquellas ráfagas de truenos que pareciera que el cielo se está quebrando en pedazos. Andy me llamó para que saliera a cenar, pero yo no lo hice. No he salido de mi habitación desde que volvimos y no sé si él está enfadado o preocupado porque a cada momento viene a mi puerta y pregunta si me encuentro bien.—Pequeña, si sientes miedo o tienes hambre, solo llama a mi teléfono y vendré corriendo a atenderte.—Estoy bien, no necesito nada. Ve a descansar, hermano mayor. —Digo, tratándolo con respeto, eso es lo que él quiere.Pasaron las horas y él no volvió a aparecer, seguro se durmió y se olvidó de mí. La lluvia no cesa, cada vez es más fuerte y temo que en esa casa que está cerca del bosque aparezca un oso hambriento o quizá una manada de lobos aullando. Me estremezco al pensar en ello y decido hacer lo impensable.Tomé mi teléfono y con la linterna encendida fui a la habitación de Andy, rogando que la puerta estuvi
Le supliqué a mi madre para que desistieran de esa estúpida decisión, pero ella se mantiene firme a su palabra y lo único que me resta es arrodillarme ante mi padrastro y rogarle que no me arruine la vida siendo tan joven, mi sueño es ser una cirujana y más ahora que tengo el apoyo de Andy para cuando no le entienda a algo él ha dicho estar dispuesto a colaborar.Decidí no comentarle a mi hermanastro sobre lo que nuestros padres están planeando hacer en contra de mi voluntad, no quiero que él se preocupe por mí cuando ya tiene suficiente dolor de cabeza con su pasantía en el hospital.Esa tarde, cuando llegó, me llevaba chocolates, los dejó en el suelo a un lado de mi puerta y yo, como ya sabía que eso sucedería, estaba pendiente para tomarlos antes de que mi madre o su esposo los viera.—Entraré en tu habitación esta noche. Extraño el delicioso aroma de mi mujer, necesito una dosis de tus besos para calmar mis malestares. —Dice un mensaje de texto—. Yo sonrío embobada, también lo ext
Sabía que Andy era un loco, pero no me imaginaba que su locura llegaría al extremo de pedirme que nos casáramos para que nuestros padres no volvieran a cometer el error de buscarme un esposo sin mi consentimiento.—¿Qué pasa, mi pequeña? Te has quedado muda. —Me dice, sacándome de mis pensamientos.—¿Y si nos estamos equivocando y cometemos el peor error de nuestras vidas? ¿No crees que es muy apresurado todo esto?—Raquel, si hay un nosotros no habrá equivocación. Pero, si tú no estás muy convencida, esperaremos hasta que vuelva del extranjero, solo que para entonces quizá ya tengas novio y te hayas olvidado de mí. —comentó, deteniendo el auto porque piensa que yo no lo quiero hacer.—Vamos a casarnos como lo tenías planeado. —Dije con firmeza y temor a que un día él se olvide de mí. —Me encanta esa locura que estamos haciendo y anhelo desde ya ver la cara de nuestros padres cuando llegue la hora de que se sepa la verdad.Finalmente, llegamos al registro civil y nos casamos. No sé de
Cuatro años más tarde…AndyHan pasado cuatro años desde la última vez que tuve noticias de Raquel. Cuando tuvimos aquella discusión en su universidad decidí dejarla atrás y enfocarme en lo que me importaba, mi carrera como médico cirujano.En aquella ocasión me presenté en su facultad porque quería hablar con el rector sobre ella y conocer sus notas, necesitaba asegurarme de que a mi esposa le estuviese yendo bien con el estudio para que se convirtiera en una de las mejores cirujanas de este país. Ese era su sueño y yo se lo cumpliría.Antes de entrar a la oficina donde ya me estaba esperando el rector, recibí nuevamente uno de aquellos tantos mensajes que me llegaban a diario en donde me decían que mi hermana se revolcaba con media universidad. En ese momento me enviaron una fotografía, supongo que la persona que lo hacía no me conocía y no estaba enterada de que yo estaba en el lugar.—Él es mi novio, tu hermanastra me lo está quitando. —Decía el mensaje— Mi sangre se alborotó, esc
Mis ojos no dejan de ver a ese hombre, es imposible olvidarme de él aunque lo intente, pero su mirada llena de odio me dice que él ya se ha olvidado de mí, de lo que un día hubo entre nosotros.Y no es que yo esté dispuesta a rogarle su amor o a reclamarle porqué me abandonó, eso jamás. Pero mis razones sí que las tengo para admitir que me siento demasiado contenta de que él haya regresado, esa es la mayor felicidad que he sentido en muchos años.—Señorita, si no está preparada para estar aquí, puede retirarse. —Me dijo con aquella voz gélida y sus ojos inyectados de odio se volvieron hacia mí. Me reconoce, sí, me reconoce y aún está molesto por el pasado. Pero cuando le dé la noticia que tanto he esperado por decirle sé que se pondrá muy feliz y me ayudará en todo lo que necesito.—Yo… yo estoy lista, doctor. —dije, al inicio titubeando para luego mostrarme fuerte y hacerle saber que su desprecio no me afecta.Estuvimos tres personas asistiéndolo, yo casi no hice nada porque él me ig