ANDYVamos en el auto de camino a un hospital. Estamos un poco alejados y llegar a mi clínica sería mucho tiempo, además ella suplió que no quería ser vista en ese estado por sus excompañeros de trabajo.Hice una llamada falsa en donde le decía a mi abogado que comenzara con los trámites para el divorcio. Tenía que hacerle creer a ella que estaba cumpliendo con la palabra que le prometí y que me separaría de Raquel.—Dentro de una semana estaré listo para que nos casemos. —Le dije y ella sonrió. Tomó mi mano con fuerza y comenzó a delirar mencionando un lugar. Yo tenía el teléfono en mi mano y de inmediato anoté esa dirección donde supuestamente se encontraba mi suegra.Dejé a Brenda en el hospital y envié a que comprobaran si en aquella dirección se encontraba nuestro objetivo. Mientras tanto, yo no me podía separar de ella porque pudo haber sido palabras sin sentido que salieron de su boca en su estado de fiebre.La policía ya está en el hospital esperando a que Brenda se recupere
Después de pensar que ya había perdido toda esperanza de llevármela por las buenas, mi maldita suegra hasta me hizo entrar en su lujosa vivienda. Tenía curiosidad de cómo había hecho para adquirir este bien inmueble, así que, mientras ella se fue a cambiar de ropa a su habitación, yo comencé a husmear por toda la casa donde tenía alcance.Me topé con un escritorio en un salón casi en abandono. Sentí curiosidad, de inmediato me acerqué y abrí la primera gaveta. En ella se encontraban varios documentos, pero uno de ellos me llamó la atención: el recibo por la compra de un arma de fuego que casualmente coincidía con el mes en el que mi padre murió supuestamente por su propia mano.Lo guardé dentro de mi camisa y continué buscando. Encontré un arma de fuego, similar a la que se encontró en la escena donde perdió la vida mi padre. Me asusté mucho porque aquella del pasado las autoridades la recogieron y se quedaron con ella y ahora aparece en la casa de la que fue mi madrastra.No toqué el
Mi suegra hablaba y hablaba sin parar. Era como si desde siempre nos hayamos conectado de maravilla y ahora estamos sosteniendo una plática natural.—¿Por qué odias a tu hija? —pregunté.—¡Ja, ja, ja! Hasta ahora mencionas a esa maldita perra. —Respondió. Ahora su semblante había cambiado y parecía una malvada bruja sin sentimientos. Mientras que yo a cada segundo me ponía más mal.—Por su culpa, su padre me abandonó. Luego, al casarse contigo, mi hija sería millonaria porque tú serías el heredero. Ella no merece riquezas, ella no merece ser feliz, todo debió ser mío. Yo soy la que he sufrido toda la vida y gracias a mí te conoció, de lo contrario seguiría siendo una más del montón.Esa mujer comenzó a destilar su veneno nuevamente, pero yo no podía articular palabra y defenderme porque mi cuerpo no respondía, mi voz no salía y un dolor en mi garganta subía desde mi estómago, era como fuego que quemaba y destruía todo a su paso.—¿Sabes qué, mi querido yerno? Te voy a confesar algo mu
Andy no se ha despertado de un coma inducido, el cual lo mantiene estable en su clínica. Estar sin él es muy difícil porque yo no tengo otro familiar a quien acudir y siempre he quedado con el miedo de que a mi hijo le pase algo si lo dejo con las niñeras.A diario voy a visitarlo y le hablo de cómo han sido estos dos meses sin él. El doctor dijo que el veneno que mi malvada madre le dio fue muy fuerte y que esa dosis pudo haberlo enviado al cementerio si no hubiese recibido atención a tiempo.Además, el cuchillo le rozó una esquina del hígado y se le está haciendo reconstrucción. Por tal razón, fue mejor la inducción para mejorar el resultado.Este día haré el chequeo prenatal de rutina. Me toca ir sola, pues no confío en nadie. Agradezco que los hombres de seguridad siguen siendo fieles a Andy y me solucionan cualquier pendiente que falte.—Doctora Raquel, lamento mucho lo que está atravesando el doctor Villafranca. —Dijo el ginecólogo.—Muy pronto estará de nuevo con nosotros. —Le
Saber que para mi madre solo he sido un fracaso desde que mi padre nos abandonó no es nada fácil de admitir. Aunque, ahora ella se ha ganado la lotería al casarse con un hombre multimillonario al que es obvio que solo quiere por su dinero.Mi ahora padrastro tiene un hijo que es un par de años mayor que mí, y aunque no lo conozco, tengo miedo de que no me acepte en su círculo familiar y nos acuse a mi madre y a mí de ser unas oportunistas.—Raquel, ahora que eres mi hija, quiero que conozcas a mi hijo. Esta noche vendrá a nuestra casa a cenar. —Me informó mi padrastro.—Está bien, señor. —Acepté, con nervios, al saber que por fin conoceré a su famoso hijo, al que tanto elogia que le va muy bien con sus estudios en el extranjero.—Recuerda que él es tu hermano mayor desde que tu madre y yo nos casamos y debes de respetarlo como tal. No quiero que en algún momento los rumores digan que mis hijos han cometido el pecado de enredarse entre las sábanas. —Me advirtió en modo de broma.—No se
Esta mañana Andy se levantó muy temprano y lo primero que hizo fue preguntar por mí. Lo sé porque justo en ese momento yo me estaba acercando a la mesa y lo escuché, me puse nerviosa con la mirada de reproche que su padre le dio. Mi madre al verme llegar me tomó del brazo amablemente y me pidió que la acompañara, claro que ella finge hablarme con palabras bonitas delante de estos millonarios.Allá donde nadie nos escuchaba me advirtió de que me anduviera con cuidado y que no le diera motivos de disgusto a su esposo millonario.—Si esta vez pierdo a este hombre, te juro que te irá mucho peor de lo que ya has vivido. —Me amenazó.—Mamá, has visto que su novia está en casa. ¿Cómo te atreves a pensar que yo voy a seducir a mi hermanastro? Además…—¿Sucede algo? Nos interrumpió Andy— Mi padre me envía a decirles que el desayuno se está enfriando. —agregó antes de que una de las dos le contestara.—¿Qué te ha dicho tu madre? La he notado molesta. —Interroga después de que ella se alejó. —¿T
La lluvia cae con fuerza y hace estremecer las paredes de la casa con aquellas ráfagas de truenos que pareciera que el cielo se está quebrando en pedazos. Andy me llamó para que saliera a cenar, pero yo no lo hice. No he salido de mi habitación desde que volvimos y no sé si él está enfadado o preocupado porque a cada momento viene a mi puerta y pregunta si me encuentro bien.—Pequeña, si sientes miedo o tienes hambre, solo llama a mi teléfono y vendré corriendo a atenderte.—Estoy bien, no necesito nada. Ve a descansar, hermano mayor. —Digo, tratándolo con respeto, eso es lo que él quiere.Pasaron las horas y él no volvió a aparecer, seguro se durmió y se olvidó de mí. La lluvia no cesa, cada vez es más fuerte y temo que en esa casa que está cerca del bosque aparezca un oso hambriento o quizá una manada de lobos aullando. Me estremezco al pensar en ello y decido hacer lo impensable.Tomé mi teléfono y con la linterna encendida fui a la habitación de Andy, rogando que la puerta estuvi
Le supliqué a mi madre para que desistieran de esa estúpida decisión, pero ella se mantiene firme a su palabra y lo único que me resta es arrodillarme ante mi padrastro y rogarle que no me arruine la vida siendo tan joven, mi sueño es ser una cirujana y más ahora que tengo el apoyo de Andy para cuando no le entienda a algo él ha dicho estar dispuesto a colaborar.Decidí no comentarle a mi hermanastro sobre lo que nuestros padres están planeando hacer en contra de mi voluntad, no quiero que él se preocupe por mí cuando ya tiene suficiente dolor de cabeza con su pasantía en el hospital.Esa tarde, cuando llegó, me llevaba chocolates, los dejó en el suelo a un lado de mi puerta y yo, como ya sabía que eso sucedería, estaba pendiente para tomarlos antes de que mi madre o su esposo los viera.—Entraré en tu habitación esta noche. Extraño el delicioso aroma de mi mujer, necesito una dosis de tus besos para calmar mis malestares. —Dice un mensaje de texto—. Yo sonrío embobada, también lo ext