Aquí estamos ya en una habitación, muertos de la risa por el susto que nos llevamos al encontrar a aquel hombre que tan solo se trataba del cuidador de la propiedad por donde andábamos caminando.—Nunca olvidaré tu cara de miedo. —Se burla Andy.—Y tú, estabas aterrado de que nos robaran al niño. —dije, acabando de reír.—Tenía miedo de que nos hicieran daño a los tres, pero más me preocupaba por ustedes dos. No sé qué haría si un día los llego a perder. —Confesó, ahora en modo serio.—Gracias por protegernos, es lo único que puedo decir. —Finalicé.Volviendo al tema de la carretera, Andy le mostró su tarjeta de identidad al hombre. Le ofreció dinero con tal de que no nos hiciera daño. El hombre entendió y de aquel carácter de mierda ya no había nada, se convirtió en un ser amable que hasta nos ofreció esta cabaña para que pasáramos la noche.—Mi esposa y yo, vivimos en aquella casa. —Nos señaló una cercana—, si necesitan comida o algo más, pueden ir. Yo estaré afuera vigilando, pero
Ya era media noche y yo aún no podía dormir, sentía un ambiente extraño dentro de esa habitación. Llevo años durmiendo sola y jamás había sentido algo como eso.—Andy, presiento que alguien nos observa, tengo miedo. —dije, esperando a que él estuviera despierto.—Es tu mente la que no te deja tranquila porque no me quieres. —Respondió el baboso.—No bromees en este caso, Andy, te digo que, ¡Ah!—Cariño, ¿qué fue eso?—Joder, he sentido que me han jalado de los pies, esto es horrible. Andy, abrázanos. —Supliqué en llanto volviéndome a acomodar en mi lugar.—Dame tu espacio, yo te abrazaré a ti y tú abrazarás al niño.Intercambiamos de lugar, y ya yo estaba temblando por el miedo. Jamás me había sucedido algo como esto, por suerte este idiota está conmigo, de lo contrario ya me hubiese dado un infarto.—Tranquila, mi amor, estoy contigo, te cuidaré mientras duermes. ¿Sabes? Creo que eso te pasa por rechazarme —¡Ah! ¡Qué rico me tocas, eso sí está mejor! —comentó de pronto.—¿De qué habl
Es día lunes y estamos de regreso en la ciudad listos para comenzar una nueva semana de trabajo. Hasta el momento, Brenda no sospecha nada sobre nosotros, ella se mostró preocupada por la salud del bebé y le hice saber que ya todo se había normalizado.—Cariño, será mejor si contratamos dos niñeras para que cuiden mucho mejor a nuestro hijo. —Propuso Andy, entrando en mi consultorio.—Tienes que tener cuidado en cómo me tratas, Andy. Te recuerdo que nadie sabe que estamos casados. Por cierto, ya va siendo tiempo de que comencemos con los trámites del divorcio.—Ash, me malea no poder gritar a los cuatro vientos que eres mi esposa.—No me ignores, te digo que busques un abogado para que nos ayude con el divorcio.—No me divorciaré de mi amada mujer.—Ya cállate. Trátame como tu asistente de cirugía.—Está bien, señorita hermosa.Puse los ojos en blanco y me crucé de brazos al ver lo necio que es este hombre del que, por desgracia, me enamoré profundamente.—Entonces, ¿cuento con tu apr
Estaba tan asustada que, cuando escuché la voz que llamaba a mi hijo, pegué un brinco. Es el imbécil de Andy que anda abaratando aquí y sacando mis buenos sustos y nervios.Decidí seguir mi camino y hacer como si hace unos segundos no haya estado cargándome de miedo.—Hola. —Saludé cuando me topé con él. —¿El hombre de la casa apenas viene llegando de la clínica? —Hablé tonterías para disimular mis nervios.—Hola, cariño. —Respondió, saludándome con un beso en la mejilla. —¡Cuánto deseo devorar esos labios! — susurró.No le dije nada, lo empujé y continué mi camino. No me gusta que él nos exponga tanto cuando le he pedido en muchas ocasiones que no actúe así cuando estamos en casa, bueno, en ningún lugar debería hacerlo porque él ya tiene su mujer con la que pasa las noches y esa es Brenda.Más tarde me fui a descansar. Creo que ya estaba a punto de dormir cuando escuché que la puerta de la habitación se abrió.—No puedes dormir sin mí, verdad, cariño. —Dije emocionada, sin abrir los
¿Para qué voy a negar que la imponente presencia de mi hermanastro me vuelve loca? Y más, cuando estamos encerrados en una misma habitación y cabe la posibilidad de que suceda cualquier cosa de la que luego me arrepentiré.—Mi linda hermanastra, ¿recuerdas que el día en que nos conocimos prometí que cuidaría de ti?Yo sonreí. En ese momento él me dijo que yo era una niña y como hermano mayor me mantendría vigilada para que ningún chico se acercara a mí y me rompiera el corazón.—Pensé que me odiarías por quitarte a tu padre. —Sonreí.—Quizá si no hubieses sido tan bella… tan malditamente sexi, te hubiera despreciado. Pero no, nunca imaginé que papá se casaría por segunda vez y me enamoraría de su hijastra. —apuntó.No sé en qué momento él se sentó en una esquina de la cama, pero allí estábamos riéndonos a carcajadas, recordando el pasado cuando huíamos de nuestros padres para darnos un beso y uno que otro arrimón.—Por tu culpa me volví adicto al sexo, he sufrido tanto tu ausencia com
Al amanecer, quería matar a Andy por despertarme a puros besos. Me rogó para que volviéramos a hacer el amor, pero en realidad yo estaba demasiado adolorida de mi vagina. Anoche nos dimos duro, como decimos popularmente, y ya no doy para otra ronda por este día.—Vete a tu habitación, el niño o las niñeras nos verán juntos y no nos conviene. —Pedí. El perezoso se quitó de encima de mí y ¡maldición! Se le ocurre mostrarse desnudo frente a este angelito.—¡Ten un poco de dignidad y cúbrete! —Exigí.—¿Por qué tendría que esconder mi cuerpo a la mujer que me lo ha besado por completo? —murmuró. Yo sentí mi rostro arder.—Tienes… tienes nuevos tatuajes. —Dije inconscientemente. Reconociendo algunos en sus brazos que anteriormente no los tenía.—Cada uno de los que me he hecho después de nuestra separación ha sido dedicado a ti. Solo observa con detenimiento. —Se acercó y señaló su pelvis. Me sentí nerviosa, ver directamente a ese parte de su cuerpo tan privada me hizo sentir excitada.—Te
Los días van pasando y delante de Brenda nosotros continuamos fingiendo ser solo un par de hermanastros que se respetan mucho como tal. En la clínica nos tratamos como médico y practicante, allá ni siquiera sospechan que estamos emparentados.Brenda está muy emocionada porque esta noche celebrará su supuesto aniversario con Andy. Estoy furiosa porque yo misma la ayudé a elegir el lugar, especialmente para parejas que se aman, así me lo pidió ella.—Cuñada, por favor, no le digas a tu hermano sobre esto. Quiero que sea una sorpresa, le encantará, estoy segura. —Dijo con emoción.—Brenda, me alegro de que tú y mi hermano se lleven bien, pero, ¿no crees que ya va siendo hora de que me den un sobrino? —comenté, tanteando el terreno.—Oh, sí. Eso le propondré a Andy esta noche, ya quiero ser la madre de su hijo.Yo sonreí con falsedad, ese imbécil me ha dicho que no tienen sexo y ahora esta sale con que buscarán un hijo. Ya no sé ni a quién creerle esta estupidez, lo mejor será que yo me h
Todos nos fuimos a la clínica, el horario de entrada es el mismo para los tres. Como siempre, quien va de copiloto al lado de mi marido es su amante Brenda, mientras que yo viajo en el asiento trasero y solo los observo o escucho hablar entre ellos. Casi nunca hablo durante el trayecto porque me hago la dormida.Cuando llegamos, ellos se entretuvieron para hablar de no sé qué asunto y yo aproveché a escapar. Toda la mañana estuvimos muy ocupados y no pudimos estar a solas Andy y yo, lo que me ayudó a que él no me interrogara.A la hora del almuerzo, él me envió comida, mucha comida demasiado deliciosa y en cuestión de minutos me lo devoré todo. Lástima que, con la misma intensidad con que los degusté, los devolví en el retrete.Justo cuando regresé a mi escritorio, llegó Brenda a restregarme en la cara que lo habían pasado de lo mejor en su aniversario y que, es probable que ya hayan encargado a su hijo.—En ese caso no puedo decir más que felicitaciones, espero funcione y me permitan