Nathan y yo nos observamos por algunos segundos sin saber que decir sobre la todo lo que nos contó Kalet y solo hasta que el ojiazul me toma de la mano y me lleva hasta donde está aparcado su auto, subimos a él y nos ponemos en marcha, es que hablamos sobre lo ocurrido.—¿Tú sabías lo de Scarlett y Kalet?—No.—¿Pero cómo es posible que no lo sepas si Kalet es tu mejor amigo?—Porque después de que cumplí doce años, mi padre e Iris me mandaron a un internado a España, así que durante varios años perdí contacto con Kalet.—Vaya, no lo sabía —musito apenada.—Es lógico, cariño. Es algo que no te he contado, pero sí estuve fuera del país por algunos años, todo por capricho de Iris, tal vez creyó que en ese tiempo podría darle a mi padre otros hijos para así adueñarse de mi herencia, con lo que no contaba es que en realidad casi todo pertenecía a mi madre, la casa, la empresa, el dinero.—¿A tu madre? —inquiero sorprendida.—Sí, a mi madre. En realidad ella era dueña de la empresa, el set
Dando pequeños pasos, nos desnudamos por completo hasta llegar al filo de la cama, donde me recuesta con delicadeza casi como si me tratase de algo muy valioso y cruzando mis brazos sobre mi pecho al sentirme avergonzada de estar desnuda frente a él, lo veo darse la vuelta por algunos segundos, para después regresar junto a mí y mirarme con tal lujuria que mi respiración se acelera anticipándose a lo que está por suceder.—¡Eres realmente hermosa! —murmura, tomando uno de mis pies y besando mi empeine, hasta subir poco a poco por todo lo largo de mi pierna, sin dejar de adorar cada rincón de mi cuerpo.Cuando su boca se detiene en el interior de mi muslo, un pequeño gemido escapa de mi boca, al sentir como su cálido aliento choca con mi intimidad y viéndolo reír desde su posición, siento como mis mejillas se sonrojan.—No te desesperes cariño, te aseguro que esta noche será inolvidable para ambos —dicho esto, al igual que con mi otra pierna, sus labios se esmeran en dejar sutiles beso
Nathan Estiro mis brazos con la intención de enredarlos en la cintura de Giselle, pegarla a mi cuerpo y aspirar ese delicioso aroma que emana de ella e incluso si tengo la oportunidad de volver a hacerle el amor, no obstante cuando siento las mantas frías como una clara señal de que se ha levantado desde hace tiempo, abro los ojos de golpe y comienzo a buscarla con la mirada.—¿Giselle? —la llamo conteniendo un bostezo y debido a que no obtengo respuesta de su parte, me pongo de pie y decido buscarla en el baño.Pensando que tal vez ha decidido tomar una ducha y con la idea de acompañarla, abro la puerta para sorprenderla, pero mi desilusión es tal cuando tampoco la encuentro aquí.Me dirijo al clóset donde es posible qué se encuentre eligiendo que ropa usar, pero tampoco está ahí y sintiéndome un poco decepcionado de que se haya levantado sin mí, tomo una ducha.Cuando bajo al comedor, solo veo a Iris y rodando mis ojos ante la espeluznante idea de tomar mi desayuno con ella, regres
Días después—Ya está casi todo listo para el evento de mañana —me recuerda Scarlett, entregándome el primer perfume que lanzaremos de Giselle. Lo tomo entre mis manos y después de observarlo meticulosamente, sonrío.—En verdad hicieron un gran trabajo —halago a los hombres frente a mí.—Qué bueno que le gustó, porque su esposa ha estado insistiendo en que le mostremos como es que quedará, pero como usted nos lo pidió le dijimos que tardaría más de lo acordado debido a que el empaque que solicitó es un poco más complicado de elaborar y nos parece que creyó todo —se explica uno de ellos.—No se preocupen después de que el viernes por la noche hagamos oficial el lanzamiento, ya no tendrán que mentirle a mi esposa. Pueden retirarse.Ambos hombres asienten y me dejan a solas con mi asistente.—Por favor, Scarlett baja por mi esposa. Necesito hablar con las dos.—En un momento regreso, jefe.Guardo con mucho cuidado el perfume de Giselle y al cabo de unos minutos mi esposa entra a mi ofici
¡¡Hola mis hermosas lectoras!! Como algunas de ustedes saben, las últimas semanas han sido bastante complicadas para mí y es algo que se ha notado en mis actualizaciones. Las que tienen tiempo leyéndome saben que siempre actualizó día tras día e incluso muchas veces hago mini maratones, sin embargo, hace unas semanas mi papá sufrió un ACV y si bien es cierto que ha mejorado un poco, también el cansancio me está sobrepasando. Como entenderán la mayor parte de mi tiempo se la dedico a él y a mi trabajo, dejando un poco de lado la escritura algo que me apasiona, pero que también requiere de tiempo y esfuerzo, además de que ustedes merecen capítulos de calidad, bien desarrollados y no solo escritos con la intención de cumplir. Es por ello que hago este anuncio más oficial, las actualizaciones dejarán de ser diarias. Agradezco su comprensión.
—¿Por qué no me dijiste que pertenecían a tu madre? —inquiere Giselle en cuanto subimos a la camioneta.—Porque sabía que si te lo decía me dirías que no podrías usarlas —respondo de inmediato y evitando que se quite la pulsera—. Deseo que sean tuyas, cariño; además, estoy seguro de que si mi madre te hubiese conocido no dudaría en regalártelas. Así que por favor úsalas, ¿de acuerdo? —le pido, sujetándola de la barbilla y dejando un pequeño beso en su mejilla.—Está bien —accede después de algunos segundos.Después de varios minutos de silencio, en los cuales ambos le lanzamos discretas miradas a Kalet, quien últimamente está más callado, deslizo mi mano en la pierna desnuda de Giselle y justo cuando estoy por subirla un poco más, me gano un pequeño manotazo de su parte.—¿Eso por qué fue, cariño? —me quejo, sobando mi mano.—Sé lo que pretendes —rebate, colocando su bolso en su pierna para evitar que la vuelva a tocar.—Lo siento, cariño, pero no lo puedo evitar. Ese vestido se te ve
Días después—¿Estás segura de que es una buena idea? —cuestiono a Giselle no muy convencido de lo que haremos.—No, pero es lo único que se me ocurre.—Perfecto, si Kalet sale herido tendrás que recompensármelo —le advierto.—¿Y por qué a ti? —se queja chasqueando la lengua.—Porque yo soy su jefe y me afectará no tenerlo a mi lado —veo como frunce el ceño y cruzando sus brazos sobre su pecho me mira con severidad—. Le llamaré a Scarlett —musito, tomando mi teléfono antes de que mi esposa comience a discutir.—¿Le puedo ayudar en algo, jefe? —inquiere la rubia del otro lado.—Sí, necesito que vengas a mi oficina, es un poco urgente —corto, lo llamada—. Espero no tener dos bajas en mis empleados.—¡Nathan! No seas tan pesimista, ellos necesitan hablar y estoy segura de que una vez solos lo harán con calma.Cuando le permito pasar a Scarlett, Giselle guarda silencio y poniendo en práctica lo que acordamos, miro a mi asistente con una media sonrisa.—¿Qué desea jefe?—Tengo un viaje de
NathanDías despuésComo cada día llego a mi piso y por extraño que parezca mi asistente no se encuentra en su lugar, no obstante cuando veo un enorme arreglo de rosas y lirios en su escritorio, le lanzo una mirada rápida a Kalet, quien por su parte mira esperanzado el hermoso detalle que dejó para ella.—¿Sabes a dónde han ido a parar esas flores en los últimos días? —inquiero sin la intención de hacerlo sentir mal.—Lo sé, a la basura, pero no me desanimo, por lo menos ya no me mira con odio como antes.—Querrás decir con tanto odio —lo corrijo.—Como sea, pero ya no me mira tan feo y eso es un gran avance, además de que ahora que sabe toda la verdad espero que con paciencia logré perdonarme.—Ahora entiendo por qué prestaste tanta atención a la cátedra que nos dio, de cómo conquistar a Giselle —comento, entrando a mi oficina y revisando todos los documentos que debo de leer, además de las juntas que tengo por delante.—Me dio algunas ideas que pondré en práctica y así, seguramente