George regresa la mirada hacia la ventana, sabía que ella era fuerte, pero igual temía por su esposa. Además, la extrañaba mucho, eran tres meses sin ella. Nunca imagino que estaría separado de Denise por tanto tiempo.—¿Cuánto tiempo debo esperar? Quiero estar con mi esposa, abrazarla, la quiero conmigo. Ella debe estar a mi lado.—Se que pronto la van a encontrar, estoy segura de eso hijo.Él también lo deseaba, no veía el día que el detective le dijera que finalmente la encontró. Es que cuando llegara ese día no perdería el tiempo en tonterías, viajaría inmediatamente para ir a buscarla.[…]—Buenos días, Lorena. Has llegado muy temprano, como todas las mañanas.—Me desperté y ya no pude dormir más.—Eres la única empleada que tengo que llega temprano para ayudarme, las demás siempre dan excusas.Ella le sonríe a su jefa mientras que ambas ingresan en la cafetería. Esa mañana era fría y lluviosa, muy poca gente se podía ver en la calle, y era bueno ya que el trabajo era escaso.—Po
Esa mañana Denise despertó un poco antes de su hora normal, la joven abre los ojos sintiéndose verdaderamente agotada. Era como si no hubiera dormido absolutamente nada, se sienta en la cama para luego ponerse en pie y dirigirse al diminuto cuarto del baño.En cuanto da algunos pasos hacia el mismo escucha que tocan la puerta de su apartamento que la hace detenerse en seco.Ella parpadea varias veces puesto que cree que aún seguía dormida, pero vuelve a oír los golpes en la puerta que la llevan a mirar hacia la misma. Frunce el ceño puesto que ella no conocía a nadie en ese lugar y mucho menos había hecho amistades.Se encamina hasta la puerta con pasos perezosos…—¿Quién es?George al escuchar la voz de su esposa ensancha los ojos, ¡era ella! No existía dudas, era su esposa, finalmente la había encontrado, no lo podía creer. Era ella, el CEO sonríe abiertamente al mismo tiempo que coloca la mano en la puerta.—Denise, soy George.La joven retrocede dos pasos en cuanto oye la voz de su
Regresar a la casa con George se sintió realmente bien, Denise estaba más que feliz por haber vuelto con su esposo y poder retomar su relación con él. Nunca espero que él la buscara para aclarar los problemas.Al menos ya no existía ningún secreto entre ellos dos y de ese modo podía comenzar una nueva vida al lado de su esposo y con su futuro hijo.Denise ya llevaba un par de días descansando en casa, el doctor le recomendó hacerlo ya que estaba un poco baja de peso y su cuerpo muy cansado. Así que George solo la malcriaba en casa.Esa mañana, su esposo salió de casa para ir a trabajar. Denise se queda en casa como lo estaba haciendo últimamente, la joven se dispuso a buscar algo para comer cuando escucha el timbre de la puerta.Se extraña puesto que George le dijo que dudaba mucho que su madre la visitara ese día, sin embargo, ella se encamina hasta la entrada y abre la puerta normalmente. Pero luego de hacerlo se percata de que había sido un terrible error.—¡Mónica!—¿Ya no soy madr
Denise observa como Phil Harper revisa cuidadosamente los documentos que ella le toco revisar la noche anterior hasta desvelarse y todo por culpa del maldito de George Harper. La joven aprieta la mandíbula al sentir como ese patán de George la miraba como idiota.—No veo nada inusual en este pedido señorita Versini —Phil levanta la vista para ver la expresión tensa de la joven —. Todo parece estar en orden.“Y como no va a estar en orden y el patán que tiene como hijo me obligo a revisarla”—Por supuesto, todo tiene que estar en orden.—No hay razón para no hacer negocios con su compañía.—Eso le complacerá a mi madre.Phil medio sonríe, piensa que quizás esa chica era muy joven para llevar las riendas de la empresa de Mónica, pero esa mujer era capaz de todo para que todo el mundo trabajase para ella.—Sí, seguro que sí. George, ¿ya has revisado estos documentos?—Claro padre, detenidamente —responde mirando a Denise fijamente, el joven se encontraba detrás de su padre.—Muy bien, me
Denise ingresa en su oficina encontrando a su madre sentada ante su escritorio, la joven se queda parada mientras que ambas se sostienen la mirada por un momento.—Entonces, ¿es un hecho?—En efecto —Mónica frunce un poco el ceño al observar una expresión sospechosa en su hija.—¿De verdad? —cuestiona.—Madre, he firmado hace un momento.Mónica se inclina hacia atrás mientras continúa observándola.—¿Cambiaste la lista no es así? —Denise se sorprende por la audacia de su madre —. Por supuesto que sí lo has hecho —la mujer niega al sentirse decepcionada de su hija.—Madre, no tuve opción. George es…—¡¿George?! —pregunta rápidamente al escuchar como tutea a su hija —. ¡George Harper!—Phil Harper y su hijo son muy astutos, no dejarían pasar por alto que la lista de coches estaba alterada, no creo que sea bueno que los subestimes madre.Ella sonríe de medio lado, luego se pone en pie para comenzar a caminar hacia su hija quien se le notaba nerviosa y algo angustiada.—Así que George Har
Al día siguiente Denise toma el desayuno en el comedor, sola como de costumbre. La joven mira sin un poco de ánimos el plato sobre la mesa pensando que su madre estaba tan vacía por dentro.En todos sus años de vida nunca la acompaño a tomar el desayuno o una cena, o recordar al menos que hoy era su cumpleaños. ¿A qué madre se le podía olvidar el día que su única hija nació?Frunce un poco el ceño mientras que trata de sostener las lágrimas, todos los años era la misma historia, o no estaba en casa o pasaba el día entero en su habitación. Era como si no la quisiera, como si la odiara.Nunca la recordó darle un abrazo o un beso, de eso se encargaban las nanas.Denise resopla sintiéndose verdaderamente triste.—Tan temprano por la mañana y ya suenas cansada —la voz de su madre la sobresalta llevándola a levantar la mirada, en ese instante su corazón se alebresta al mirar a Mónica sirviéndose una taza con café —. Para venir de ti es muy extraño que este resoplando a esta hora.—Buenos dí
En cuanto Denise ingresa en su oficina se detiene en el acto al mirar a George sentado mientras tomaba café, el corazón de la joven comienza a palpitar frenéticamente. En eso ella se detiene a pensar en si aquel latido alocado se debía por las palabras de su madre o porque ella…—¡Llegas tarde! ¿acostumbras a llegar tarde todo el tiempo a tu oficina?—¿Qué demonios estás haciendo aquí? —emprende el camino hacia su escritorio mientras que el idiota de George le da la espalda—. No creo que tengamos nada de qué hablar, además tengo mucho tra…—He venido para verte —Denise se detiene justo a espaldas de él —. Por eso he venido a tu oficina —la joven lo ve ponerse en pie cuestión que ocasiona su corazón no pare de latir—. ¿He hecho mal?Denise nota como George la observa fijamente mientas que ella por dentro estaba muriendo de los nervios, sus piernas no iban a resistir mucho si continuaba en ese absurdo estado y todo por culpa de ese idiota.¿Por qué demonios tenia que haber ido a su ofic
Era un cabezota, ¿Qué diablos intentaba hacer? ¿Por qué demonios quería llevársela a la fuerza?—Abre la puerta, George.El CEO observa la fiera mirada de Denise, ese día parecía especialmente enojada. lo llevo a preguntarse porque lo estaba. Sabía que llevársela a la fuerza no ayudaba en su relación, pero tampoco quería dejarla ir.Luego baja la mirada hacia esos labios que ya había besado anteriormente, realmente le parecían tan apetitosos y provocativos, algo poseía esa mujer que le encantaba y lo motivaba a querer estar con ella en todo momento.—¿Qué me estás viendo? —él no le responde, simplemente se limita a observarla fijamente.Y en arrebato el joven CEO se abalanza sobre ella con toda la intensión de robarle un beso, y lo consigue ya que Denise no tiene escapatoria alguna.La cabeza de la joven golpea levemente el cristal de la ventanilla justo cuando siente los labios de George posarse sobre su boca. Denise ensancha la mirada cuando aquel hombre profundiza el beso de un mome