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capitulo 5. situación en el coche

Era un cabezota, ¿Qué diablos intentaba hacer? ¿Por qué demonios quería llevársela a la fuerza?

—Abre la puerta, George.

El CEO observa la fiera mirada de Denise, ese día parecía especialmente enojada. lo llevo a preguntarse porque lo estaba. Sabía que llevársela a la fuerza no ayudaba en su relación, pero tampoco quería dejarla ir.

Luego baja la mirada hacia esos labios que ya había besado anteriormente, realmente le parecían tan apetitosos y provocativos, algo poseía esa mujer que le encantaba y lo motivaba a querer estar con ella en todo momento.

—¿Qué me estás viendo? —él no le responde, simplemente se limita a observarla fijamente.

Y en arrebato el joven CEO se abalanza sobre ella con toda la intensión de robarle un beso, y lo consigue ya que Denise no tiene escapatoria alguna.

La cabeza de la joven golpea levemente el cristal de la ventanilla justo cuando siente los labios de George posarse sobre su boca. Denise ensancha la mirada cuando aquel hombre profundiza el beso de un momento a otro.

Y sin que ella pudiera evitarlo responde al beso, era como automático, sentía como si conociera de hace muchos años a George. Esa extraña conexión que tenía para con él la abrumaba grandemente y la asustaba.

Por parte de George posa una de sus manos en la mejilla de ella y refuerza el beso de una manera lenta y apasionada, la otra mano termina deslizándola por la cintura de Denise para envolver aquella estrecha cintura.

El CEO acerca un poco más su cuerpo hacia el de él consiguiendo alejarla de la puerta del coche, Denise se encontraba un poco rígida, sin embargo, respondía a su beso y eso indicaba algo positivo entre ellos.

No le era indiferente…

Poco a poco fue alejando sus labios de los de ella al mismo tiempo que abre sus ojos, al separarse de Denise el CEO observa las mejillas sonrojadas de ella y siente un ardiente deseo de continuar besando sus labios.

Con los nudillos roza suavemente su mejilla y es cuando ella abre sus ojos para mirarlo.

—Te dije que no me volvieras a besar.

—Nunca prometí no hacerlo de nuevo —musita muy cerca de su boca—. Ahora vamos a tener esa cita, ¿de acuerdo?

Denise mira fijamente los ojos de George y luego sin ser para nada discreta visualiza esos labios que la besaron y de la nada le entraron unas tremendas ganas de volver a besarlo lo que la lleva a pensar en que diablos le estaba pasando.

Traga saliva en seco ya que siente que todo su cuerpo se encontraba en completo descontrol por la cercanía de ese hombre, en eso observa que George pone el coche en marcha y es cuando su corazón se acelera al máximo.

—No entiendo porque haces todo esto.

—Quiero salir contigo.

—¿Por qué razón?

Pero él no le responde y ella lo nota en seguida. Denise guarda silencio ya que la tensión se hace más presente dentro de ese coche.

George conduce su auto hasta un lugar bastante íntimo y alejados de todos, no necesitaba público en esos momentos… en cuanto apaga el coche mira a su lado para ver a una Denise bastante tensa.

—¿Dime que te pasa?

Ella mira por la ventana observando el hermoso paisaje, jamás había visitado ese lugar, pero realmente era hermoso. Era como especie de un mirador en el que se podía apreciar la ciudad.

—Este lugar es mucho más hermoso de noche.

—Si es lindo de día, no me imagino como es de noche.

—Podemos venir esta noche, si quieres.

Denise continúa mirando a través del cristal, ese día estaba cumpliendo años y la única persona que intentaba hacer de su día especial era el hijo del enemigo de su madre. Realmente le resultaba extraño que estuviera en un lugar así con George.

—Denise, ¿Qué te pasa?

—Nada, no me pasa nada —regresa la vista al frente —. ¿Qué haremos en este lugar?

—La verdad es que te traje aquí para que te calmaras un poco, estas muy enojada conmigo.

—Me has traído a la fuerza, ¿Qué esperabas? —voltea a verlo.

Sus miradas conectan en ese momento y el silencio se hizo presente entre ellos dos, pero no hacía falta hablar.

Tanto George como ella se acercaron por decisión propia y terminaron juntando sus labios en un beso lento, tan solo fue un roce de sus labios, pero eso basto para que sus cuerpos reaccionaran de inmediato.

El beso se hizo más intenso y apasionado y para ese momento ambos se olvidaron de donde estaban, George arrastro el cuerpo de Denise hacia él, la joven termino sentada a ahorcajadas sobre su regazo mientras que el beso se intensificaba.

Las manos de George se deslizaron por la espalda de Denise al mismo tiempo que apretaba su cuerpo contra el suyo propio. En se momento ella abre sus ojos y él también, se miran sin decir una sola palabra y luego vuelven a besarse fieramente.

Las traviesas manos de George descienden hasta alcanzar la curvatura del trasero de Denise y aprieta levemente sintiendo como ella pega un respingo. Sin embargo, él la sujeta con un poco más de fuerza impidiéndole que se le escapara.

—George, ¿Qué estamos haciendo?

—¡No lo sé! —el CEO la mira a los ojos —. Pero desde que te vi yo… —muerde sus labios impidiendo decir algo estúpido —. Tú me gustas, Denise—ella lo mira sin parpadear.

No estaba segura de creer en esas palabras, la verdad es que debido a la vida que ha llevado le cuesta creer y confiar en las personas, por su madre aprendió que el cariño es algo que no vale la pena tener.

Su mamá nunca fue tierna con ella ni mucho menos le dedico tiempo, la verdad es que no sabía cómo era el cariño de una persona a otra. Nunca lo recibió, y jamás aprendió a darlo. Y ahora ese hombre ante ella le decía que se sentía atraído, ¿Cómo debería actuar?

—No sabes lo que estás diciendo.

—Se muy bien lo que digo.

Parecía muy determinado con sus palabras, ¿era sincero? No lo podía saber, jamás había estado en esa situación con un hombre. Denise lleva la mirada hacia otro lado, pero George la hace mirarlo.

Los latidos de su corazón se aceleran llevándola a tragar saliva, segundos después George vuelve aproximar sus labios a los de ella para besarla una vez más y le resultó inútil resistirse, se dejó llevar por eso beso sintiendo que se derretía entre los brazos de ese hombre.

George olía muy bien y hasta sabía a gloria, era una experiencia nueva para ella. No podía decir que no la estuviera disfrutando porque estaría mintiendo.

El CEO vuelve a retomar los labios de Denise y para ese entonces sus manos fueron deslizándose por los muslos de esta, sus dedos traviesos se filtran por debajo de la tela de la prenda de ropa y con esto consigue elevar poco a poco la falda.

Entre aquellos besos oye un pequeño suspiro del que no estaba muy seguro de si era de temor o de deseo, sin embargo, no se detuvo puesto que Denise no se lo había pedido.

En cuanto logro subir por completo la falda de inmediato siente la tersa piel del trasero de Denise, aquella suavidad lo enloqueció por completo y termina por estrechar con brusquedad el cuerpo de ella contra él suyo.

Con aquel movimiento logra frotar su s3xo contra el vientre de ella y de manera inmediata se percata de que Denise abre los ojos abruptamente y es cuando se cuenta de lo que estaba pasando.

—George… —musita con voz muy baja.

Aunque se hubiera separado de él, sus ojos demostraban que deseaba más de lo que estaba sucediendo. El CEO toma ambas mejillas de Denise con sus manos para acercarla a su rostro una vez más y volver a besarla.

Aquel beso la hace olvidar el error que estaba permitiendo que ocurriera, pero como evitar los besos de George, era como que adictivo. Algo no estaba bien con ella, en su interior existía un remolido. Le resultaba confuso que accediera a la voluntad de George.

¿Acaso le gustaba?

¿Le gustaba su enemigo?

En ese momento recuerda las frías palabras de su madre, Denise abre los ojos mientras continúa besando a George, él mantenía los ojos cerrados dándole ventaja de que no la pillara mirándolo.

Pero de pronto Denise se aleja abruptamente de sus labios y se le queda mirando fijamente pensando en algo espantoso.

Ella debía enamorar a su enemigo, ¿pero que pasara si ella terminaba enamorada de él? Todo aquello era una venganza por parte de su madre, si ella se enamoraba de George todo estaría perdido.

—¿Qué pasa? ¿Te he hecho daño?

Denise observa las facciones de ese hombre y se da cuenta de que era tan atractivo y llamativo, era tan viril y tan… traga saliva en seguida al fijarse que sus pensamientos estaban tomando un camino demasiado peligroso.

Relame sus labios, debía recordar que no estaba allí para enamorarse de George, si no para conseguir parte de la fortuna de los Harper, si lograba eso estaba segura que conseguiría la aceptación de su madre.

Prefería mil veces el amor de su madre, que las falsas palabras de un Harper.

Viviana

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