En cuanto Denise ingresa en su oficina se detiene en el acto al mirar a George sentado mientras tomaba café, el corazón de la joven comienza a palpitar frenéticamente. En eso ella se detiene a pensar en si aquel latido alocado se debía por las palabras de su madre o porque ella…
—¡Llegas tarde! ¿acostumbras a llegar tarde todo el tiempo a tu oficina?
—¿Qué demonios estás haciendo aquí? —emprende el camino hacia su escritorio mientras que el idiota de George le da la espalda—. No creo que tengamos nada de qué hablar, además tengo mucho tra…
—He venido para verte —Denise se detiene justo a espaldas de él —. Por eso he venido a tu oficina —la joven lo ve ponerse en pie cuestión que ocasiona su corazón no pare de latir—. ¿He hecho mal?
Denise nota como George la observa fijamente mientas que ella por dentro estaba muriendo de los nervios, sus piernas no iban a resistir mucho si continuaba en ese absurdo estado y todo por culpa de ese idiota.
¿Por qué demonios tenia que haber ido a su oficina?
—En efecto has hecho mal, no me interesa que…—pero recuerda la advertencia de su madre y lo que le había dicho acerca de acercarse a ese infeliz de Harper —¿Qué es lo que quieres? —termina por llegar a su silla al mismo tiempo que deja sus cosas sobre la mesa.
George observa a Denise fijamente, esa mañana se veía especialmente diferente, en su mirada notaba un destello extraño que no le agradaba mucho. Era como si estuviera triste, el CEO frunce el ceño debido a su inquietud.
—Quiero invitarte a salir, Denise —la joven alza la mirada para verlo fijamente a los ojos, parecía más que sorprendida por su petición.
—¿Para qué? —pregunta con nerviosismo.
—Quiero salir contigo.
El CEO introduce sus manos en los bolsillos mientras que le hace la propuesta a Denise, ella parecía algo nerviosa y dudosa, pero también existía algo más.
La joven se encontraba entre la espada y la pared, no deseaba salir con George Harper, pero tampoco estaba en posición de rechazarlo por muchos motivos, empezando por la sociedad que tenían y terminando por la estupidez que su madre le dijo.
Denise baja la mirada mirando la cantidad de documentos en la mesa de su escritorio, encima todo ese trabajo que tenia el cual no podía descuidar. Relame sus labios sintiendo como los fieros latidos de su corazón la agobian.
—¿Aceptas? —la voz de George la pone aún más nerviosa, ¿Qué le estaba pasando?
—Tengo mucho trabajo—responde, aun sabiendo que aquella respuesta iba en contra de lo que su madre deseaba.
George mira el escritorio notando que no parecía estar mintiendo, sin embargo, el deseaba salir con ella. Y la verdad es que no entendía por qué razón.
—He venido hasta aquí para invitarte a salir y me sales con que tienes mucho trabajo, yo también lo tengo, y aun así aquí estoy —las palabras de George eran tan significativas para ella que sintió ganas de llorar, pero no lo haría.
—Si te acepto la salida, ¿me dejaras en paz? —George frunce levemente el ceño, ¿Qué era aquel brillo en el borde de sus ojos?
Él la miro fijamente intentando entender lo que le estaba pasando, pero apenas y la conocía le resultaba difícil entender a Denise.
—¡Por ahora! —Denise lo mira con dudas, y aunque no quisiera debía hacerlo.
—Está bien.
—Entonces, ven conmigo —George le tiende la mano la cual ella observa como si fuese una serpiente venenosa.
—¡¿Ahora?!
—¿Y porque no? —la joven percibe aquella medio sonrisa en los labios de él que la hace sentirse confundida.
Denise mira hacia todos lados tratando de buscar una excusa para no salir en ese momento con él, pero no encontraba nada que le resultaba útil para escabullirse de ese compromiso.
—George, no puedo abandonar el trabajo y menos a esta hora de la mañana.
—Olvídate del trabajo por hoy —rodea la mesa para acercarse a ella —. Ven conmigo, Denise.
El CEO se aproxima tanto a ella que sus rodillas comienzan a flaquear, su pecho comenzó a subir y bajar con rapidez y los latidos de su corazón ya no eran para nada normales. Denise relame sus labios debido a la resequedad y nerviosismo.
Pero al final de todos aquellos inconvenientes por los que estaba atravesando ella termina asintiendo.
—Muy bien, entonces vamos —George la toma de la mano para sacarla de la oficina.
—¿A dónde vamos a ir?
—¿Te preocupa que te haga algo?
—¡No seas idiota!
George sonríe mientras que ambos caminan hacia la parte del estacionamiento, él lleva a Denise de la mano sintiéndola bastante nerviosa, estaba dispuesto a descubrir que le estaba sucediendo.
Aunque en su cabeza esperaba que aquella reacción se debiera a la cercanía que los dos tenían en ese momento.
—Espera, ¿nos iremos en tu coche? —Denise se libera de su mano para quedarse quieta donde estaba —. No pienso irme en tu coche.
—¿Qué tiene de malo?
—No me creas tan estúpida, no pretendo depender de ti para regresar a mi oficina. Y si no te da la gana de traerme de regreso, por supuesto que en taxi no pretendo regresarme.
—¡Ahh! Entonces, ¿tienes miedo de mí?
Ella traga saliva en seco ante su comentario, realmente ese hombre era desesperante y arrogante. No entendía como es que su madre quería obligarla a estar con él.
—Me iré en mi coche y te seguiré —responde a la vez que se da la vuelta para encaminarse hasta donde está su automóvil.
—¿Qué clase de cita es esta, Denise? —ella se detiene en seco al mismo tiempo que ensancha la mirada luego de sus palabras.
¨ ¿Cita? ¨
Se pregunta a si misma en su cabeza, ¿Cuándo acordaron de que aquello era una m*****a cita?, nunca menciono algo parecido.
—Vienes en mi coche —su demanda la hizo darse la vuelta percibiendo una mirada burlona.
—Jédete George. No pienso ir en tu coche a ningún lado, y sácate de tu estúpida cabeza de que esto es una cita.
George ensancha la sonrisa de sus labios al notar que esa mujer estaba muy cabreada, la verdad es que la prefería en ese estado.
—Borra esa estúpida sonrisa de tus labios —se da la vuelta para regresar a la empresa —. Ni creas que voy a salir con un idiota como tú, y no me importa que seamos socios.
El CEO corre hacia ella justo cuando la ve alejarse a toda prisa, George la sujeta por la cintura con uno de sus brazos y termina por echarla hacia atrás.
—¿Qué carajos estás haciendo? —se queja, mientras que lucha por liberarse de sus brazos—. Has perdido la razón George, suéltame en este instante. No entiendes que no me interesa ir contigo a ningún lado.
—Ya has aceptado salir conmigo, ahora no te echaras para atrás solo por un capricho tuyo.
—¿Capricho?
George prácticamente arrastra el cuerpo de Denise hacia donde estaba su coche aparcado, desde luego que ella se la estaba poniendo bastante difícil. Pero era algo que podía controlar.
—¡Eres un perfecto idiota! —para ese momento George ya había introducido a Denise dentro de su coche a la fuerza, pero ella abre la puerta para salir huyendo y él vuelve a empujarla dentro hasta poner el seguro con sus llaves —. George sácame de aquí —grita mientras que lo ve darle la vuelta al coche.
—No deberías de gritar, no te favorece —le dice al subirse al coche.
—No voy a ir contigo a ningún lado, así que no te hagas muchas ilusiones —hace el gesto de abrir la puerta, pero siente el maldito seguro —. Quita el seguro —amenaza.
—¡No lo haré!
Ambos se sostiene la mirada mientras que el coche se mantiene encendido.
Era un cabezota, ¿Qué diablos intentaba hacer? ¿Por qué demonios quería llevársela a la fuerza?—Abre la puerta, George.El CEO observa la fiera mirada de Denise, ese día parecía especialmente enojada. lo llevo a preguntarse porque lo estaba. Sabía que llevársela a la fuerza no ayudaba en su relación, pero tampoco quería dejarla ir.Luego baja la mirada hacia esos labios que ya había besado anteriormente, realmente le parecían tan apetitosos y provocativos, algo poseía esa mujer que le encantaba y lo motivaba a querer estar con ella en todo momento.—¿Qué me estás viendo? —él no le responde, simplemente se limita a observarla fijamente.Y en arrebato el joven CEO se abalanza sobre ella con toda la intensión de robarle un beso, y lo consigue ya que Denise no tiene escapatoria alguna.La cabeza de la joven golpea levemente el cristal de la ventanilla justo cuando siente los labios de George posarse sobre su boca. Denise ensancha la mirada cuando aquel hombre profundiza el beso de un mome
Necesitaba continuar con el plan, sin embargo, no debía mirar a George con otros ojos más que los de odio. Su padre le jugo sucio a su madre, nunca le dio la parte que le correspondía legalmente puesto que el gran Phil Harper ya estaba prometido a otra mujer la cual ya tenía un hijo de él.Su madre nunca supero esa perdida, y con el poco dinero que pudo obtener de su separación fue que se levantó y creo su propio imperio de los negocios. Debía recordar aquello, los Harper solo eran sus enemigos y nada más que eso.Si se casaba con George era para despojarlo de su poder, aunque si pensaba bien las cosas, no estaría nada mal hacerse con el poder de su futuro esposo, ella misma tendría mucho más poder y de esa manera no sería la hija de un don nadie.A pesar de que el apellido de madre era prestigioso era evidente que no llevaba el de su padre, así que tendría que labrarse su camino así sea casándose con un Harper.—Creo que nos hemos excedido con todo esto —responde tan fríamente que si
—Estuviste ausente todo el día de hoy, ¿Dónde has estado? —Phil interroga a su hijo en mitad de cena.—Estuve ocupado, lo siento el tiempo se me fue volando —su madre lo mira curiosa.—Confiesa que te has escapado con tu novia todo el día—el CEO más joven levanta la mirada para ver a su entrometida hermana.—Ya es suficiente con ustedes dos —refuta la madre de estos —. Hijo tienes deberes que cumplir, eso ya lo sabes.—Y siempre los cumplo, madre.George se pone en pie, deja la servilleta sobre la mesa y se despide de su familia.—Estoy cansado, mañana estaré temprano en la empresa. Hasta mañana.—De acuerdo.Mientras que George toma el camino a la salida su madre lo ve fijamente, algo no estaba bien con su hijo, lo conocía bastante bien para sospechar que algo era diferente en él.—Tiene novia, de eso pueden estar seguros.—Ya basta Diana, deja a tu hermano en paz —objeta su padre.—Digo lo que veo, George tiene una novia.La joven se pone en pie también.—Y así como lo dejaron a él
—Si madre, está bien.—Muy bien, de este modo nuestros planes se adelantarán más rápido de lo que pensamos.Denise trata de mantenerse calmada, pero la realidad es que por dentro gritaba. No estaba de acuerdo con aquel plan de su madre, acostarse con George no era algo fácil para ella y menos cuando no sabía nada del sexo.Lo poco que hicieron en el coche la había dejado bastante desconcertada, por suerte tuvo la voluntad para detener esa locura. Pero ahora su madre deseaba que continuara con eso y ella no estaba segura de poder hacerlo.Aun no le había contado lo del fin de semana, tampoco estaba segura de hacerlo. Su madre era capaz de seguirla con tal de cerciorarse de que hiciera lo que le estaba pidiendo.—¿Tienes alguna cita con él en los próximos días? —Denise vuelve la vista a su ordenador.—No la tengo.—¿Te has rehusado?—No es así, él no me ha dicho nada.—Muy bien —dice poniéndose en pie —. Si te invita, ya sabes lo que debes hacer. Ahora me iré, tengo mucho que hacer.La
Después de aquel encuentro tan intimo entre George y ella, la joven regresa por la noche a casa, en ese momento que ingresa en la misma se pregunta si debe contarle a su madre lo que había hecho.Y no solo eso, también decirle sobre la salida del fin de semana.La joven camina hacia el comedor y para su sorpresa lo encuentra vacío, frunce el ceño puesto que esperaba encontrar a su madre en casa.—Buenas noches señorita —la saluda una de las sirvientas.—¿Dónde está mi madre?—Ella no ha llegado a casa todavía —Denise aprieta los labios —. ¿Le sirvo la cena o esperamos a la señora?—No, sirve de una vez. Dudo mucho que mi madre llegue temprano hoy.Decepcionada toma asiento mientras repasa sobre lo que ocurrió con George en su oficina, aún tenía gravada en su piel todo lo que le hizo ese hombre, lo que la lleva a pensar en sus palabras.“No pasara nada que tu no quieras que pase”Denise suelta el aliento, ¿debía aceptar salir con él?Por otro lado, lo mejor que podía hacer era quedarse
Sus miradas se conectan de una manera que ella piensa que dejar todo tirado justo en ese momento era una completa estupidez. Todo su cuerpo ardía en deseos por él, la joven muerde sus labios de mero deseo hacia él.—No quiero, no deseo que te detengas George —la respuesta de Denise provoco que George se inclinara hacia ella para besar sus labios con ternura.No demoro mucho para terminar de despojarla de sus prendas de ropa incluidas las de él, para cuando continúa besando sus labios, su cuerpo comienza hacerse paso entre los muslos de ella.George sujeta una de las rodillas de Denise al mismo tiempo que su pelvis choca contra el vientre de ella y es allí cuando la siente tensarse un poco. Sin embargo, ella no se retrae de sus palabras y ambos continúan.Habilidosamente el CEO consigue la entrada del s3xo de Denise y no tarda mucho en invadirlo, cuando se encuentra en la entrada siente que las uñas de ella se clavan en su espalda de manera agresiva.Le mira el rostro a Denise mientras
—¿Dónde crees que pueda estar? —Ciana le pregunta a su esposo al verse ellos dos solos sentados en la mesa del comedor.—Eso no nos debe de preocupar, George es un hombre y sabe bien lo que hace.—Siempre viene los sábados a comer con nosotros, ¿no te parece extraño que no esté aquí?—No, la verdad es que no me preocupa que no esté aquí —levanta la vista para ver a su esposa —. Entiende que George ya es un hombre que toma sus propias decisiones, hasta vive solo.Ciana asiente, sin embargo, tenía un mal presentimiento sobre las andanzas de su hijo. No entendía porque, pero sentía que él no estaba haciendo las cosas bien, sea lo que sea que estuviera haciendo.—Necesitas dejar de preocuparte, no ganas nada con ponerte en ese estado por el simple hecho de que tu hijo faltara al desayuno.—Algo no anda bien Phil, lo siento.El CEO observa a su esposa y niega internamente, entendía que su esposa era muy sobreprotectora, pero pensaba que no era para tanto ya que su hijo era lo suficientemen
Denise se pone en pie al mismo tiempo que afloja los nudos del vestido que lleva puesto, en cuanto separa la prenda en dos partes deja mostrar su cuerpo desnudo, rodea la mesa sin apartar la mirada hacia George.Camina con sensualidad hacia él hasta que se sube sobre su regazo a horcajadas, inmediatamente George envuelve su desnuda cintura manteniendo firmes sus ojos sobre los de ella.—Me parece buena idea dejar de hablar de nuestros padres —musita.Fue Denise quien se aproxima a sus labios para besar su boca de manera apasionada, envuelve su cuello con sus brazos y estrecha su cuerpo desnudo contra el de George quien aprieta sus nalgas al sentir que ella estrecha su cuerpo desnudo contra él suyo.—Denise—musita contra sus labios mientras que aprieta sus nalgas con un poco más de fuerza.—Shh…Ella vuelve a besar sus labios al mismo tiempo que comienza a frotar su s3xo contra la ingle de George. El CEO deja de besarla para bajar la mirada hacia sus s3nos, ella inclina la cabeza hacia