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Amor o Venganza
Amor o Venganza
Por: Viviana
capitulo 1. negocios

Denise observa como Phil Harper revisa cuidadosamente los documentos que ella le toco revisar la noche anterior hasta desvelarse y todo por culpa del maldito de George Harper. La joven aprieta la mandíbula al sentir como ese patán de George la miraba como idiota.

—No veo nada inusual en este pedido señorita Versini —Phil levanta la vista para ver la expresión tensa de la joven —. Todo parece estar en orden.

“Y como no va a estar en orden y el patán que tiene como hijo me obligo a revisarla”

—Por supuesto, todo tiene que estar en orden.

—No hay razón para no hacer negocios con su compañía.

—Eso le complacerá a mi madre.

Phil medio sonríe, piensa que quizás esa chica era muy joven para llevar las riendas de la empresa de Mónica, pero esa mujer era capaz de todo para que todo el mundo trabajase para ella.

—Sí, seguro que sí. George, ¿ya has revisado estos documentos?

—Claro padre, detenidamente —responde mirando a Denise fijamente, el joven se encontraba detrás de su padre.

—Muy bien, me parece bien entonces…—Denise y él se miran a los fijamente y fue como si ambos recordaran ese beso.

Bueno ella lo mantenía muy presente, porque luego de propinarle una cachetada a George le exigió que no volviera hacer una asquerosidad como esa. Desde allí el CEO se mostró frío con ella y la obligo a cambiar la lista que su madre le impuso por la verdadera.

Aquello no la iba a complacer, pero si quería hacer negocios con esa gente debía aceptar todo. George Harper estaba muy al pendiente de los negocios de su padre, nada se le pasaba por alto.

—La señorita Denise ha sido muy amable en compartirlo conmigo antes de mostrártelo a ti, cuando lo vi me pareció que estaba perfecto —ella tensa la mandíbula, ese sujeto estaba acabando con su m*****a paciencia.

—Sí, está perfecto y todo esta legal con su compañía —dice tomando un bolígrafo lo que entusiasmo a Denise, cuando ella ve que Phil firma el papel sonríe internamente.

En cuanto termina le pasa el documento a su hijo en vez de a ella cosa que la hace fruncir el ceño.

—Ahora te entenderás con mi hijo George, él estará a cargo de este negocio. Y si su firma no está en ese documento entonces los negocios no serán válidos.

—¿Qué está diciendo? Mi madre me dijo que los asuntos serán enteramente con usted.

—Mi hijo es el dueño del 40% de mi empresa, por ende, he hecho importante su firma en cualquier documento.

Denise se queda estupefacta ante la noticia, su madre no sabía nada de eso, de hecho, nadie estaba al tanto de que George era el dueño de casi toda la empresa.

La joven parpadea reiteradas veces al darse cuenta del gran problema en el que se estaba involucrando con ese Harper de m****a.

—Bueno, si gusta podemos pasar a mi oficina señorita Denise —ella aprieta las piernas ante la petición de George, era un impertinente de lo peor.

Denise le sonríe a medias y se pone en pie, luego baja la mirada hacia Phil y le tiende la mano.

—Es un placer hacer negocios con usted señor Harper —George observa ese apretón de mano y frunce el ceño.

—Igualmente—Phil le sonríe amablemente a Denise.

La joven se da la vuelta para dirigirse hasta la salida sin siquiera observar a George, el CEO más joven la sigue manteniendo su postura. En cuantos ambos abandonan la oficina de Phil es cuando Denise se atreve a mirarlo de nuevo.

—¿Dónde vamos a firmar?

—Por aquí…

Ella lo sigue sintiendo que por dentro que se estaba rebajando ante ese patán, pero que otra opción tenía. Necesitaba completar esos negocios o le iba a ir muy mal con su madre, de por sí que tuvo que modificar la m*****a lista a gusto de los Harper.

Eso sí que le iba a causar muchos problemas, Denise niega internamente, no necesitaba preocuparse por eso en esos momentos. Por ahora solo debía terminar con aquel negocio o mejor dicho empezar.

Ambos llegan a la oficina de George y aquella era aún más impresionante que la de su padre, era evidente que les iba muy bien a esa familia. Ingresa en la misma buscando tomar asiento de inmediato.

—Me gustaría que termináramos esto de una vez por todas, tengo asuntos que resolver en mi oficina.

—¡Claro! —George se sienta, abre la carpeta y le tiende un bolígrafo a la vez que le ofrece los documentos —. Firma…

Ella duda un segundo, pero luego toma el bolígrafo y firma rápidamente. Al levantar la vista se da cuenta de que George la miraba fijamente, de inmediato siente que su corazón se acelera.

George toma el bolígrafo y también firma los documentos.

—Te haré llegar una copia de estos documentos.

—Muchas gracias —dice ella poniéndose en pie y George hace lo propio.

—¿Qué te parece si celebramos esto? —Denise sonríe con burla.

—Ni muerta celebro nada contigo.

—¿A si? —George introduce sus manos en los bolsillos—. ¿Acaso estás pensando en el beso que te di anoche?

Su impertinencia era agotadora para ella.

—No te basto con la cachetada que te di, ¿quieres otra? —gira su cuerpo para dirigirse a la salida, pero de la nada la figura de George le interrumpe el camino.

—Entonces, ¿no aceptas?

—Desde luego que no, no sé de dónde sacas que yo iría a celebrar contigo —sigue respondiendo en forma de burla.

—¿Y porque no?

—Porque los Harper para mí no valen nada.

Su contesta provoco que George se llenara de ira, esa chica sí que era una contestona. Aprieta la mandíbula al mismo tiempo que da un paso decidió hacia ella pudiendo percibir que Denise retrocede notándola algo intimidada.

Los ojos de George se entrecierran un poco debido a ese hecho, ¿causaba algún efecto en ella?

—Eso piensas de nosotros entonces…—responde dando algunos pasos más hacia ella.

—Por supuesto —Denise sabía que jugaba con el diablo en persona, y aquella situación con George la hace tragar saliva al mismo tiempo que retrocede debido al espacio que ese patán le ofrece —. Me haces perder el tiempo, Harper.

—¿Eso crees?

El trasero de Denise choca contra el escritorio de George, la joven posiciona ambas manos sobre la mesa para mantener el equilibrio, sin embargo, le estaba costando un poco debido a la extrema cercanía de ese hombre.

—Eres un idiota, y estoy segura que lo sabes muy bien —a pesar de su miedo lo enfrenta.

—¡Puede ser!

George acaba con el poco espacio que existe entre ellos dos, posiciona ambas manos junto a las Denise y acerca su rostro tanto al de ella que hasta puede sentir la respiración de esa mujer.

—Ni se te ocurra cometer una estupidez, porque te juro que…

Pero ni logra terminar de soltar su amenaza cuando George se apodera de sus labios de una manera bastante feroz.

Por parte de Denise forcejea lo mejor que puede para intentar alejarlo, pero no le resulta y solo consigue que él envuelva su cintura con unos de sus brazos reforzando aquel beso. Tan rápido como la unión de su bocas tomo fuerzas, George se mete en medio de los muslos de Denise.

Para ese momento ella ya no le era tan indiferente a sus besos y termina por abrir un poco más sus piernas para él, el CEO envuelve su cuerpo con ambos brazos y estrechando su cuerpo con fuerza.

El beso se tornó más violento y caliente y para ese entonces George comenzó a deslizar sus manos hacia los senos de Denise y en ese instante ella reacciono y lo separo de inmediato. Denise se baja de la mesa y abofetea a George con bastante violencia.

—¡Eres un maldito! No te atrevas a besarme de nuevo Harper, porque para la próxima paso el coche por encima de tu inútil cuerpo.

La chica toma su cartera pasando a un lado de él, abandona la oficina de George lanzando la puerta de un portazo.

El CEO se queda suavizando su mejilla mientras que recuerda ese beso, luego desliza los dedos de su pómulo hasta sus labios los cuales saborea.

—¡Sí que es una fiera! —sonríe de medio lado.

[…]

—Ese maldito hijo de puta como se atreve a besarme, ¿Qué demonios se cree ese imbécil? —Denise farfulla mientras que sube a su coche —. Es un animal, como un salvaje actúa el desgraciado.

Enciende el coche echa una furia, pero antes de ponerlo en marcha recuerda ese violento beso en su oficina, Denise parpadea reiteradas veces al darse cuenta de que ella le respondió al maldito beso.

Toca sus labios y frunce el ceño.

—¿Por qué le respondí a ese beso? ¿Qué diablos me paso? —musita.

Era extraño en ella que hubiera permitido una cosa como esa y menos viniendo de un Harper, Denise niega.

—No se puede volver a repetir, no se lo pienso permitir. Si cree que se burlara de mi está muy equivocado ese idiota.

En eso su teléfono comienza a sonar sacándola de sus cavilaciones, Denise reacciona y busca con desespero el aparato hasta encontrarlo.

—Hola madre.

—¿Han firmado ya?

—Si.

—¿Tienes la copia? —Denise traga saliva.

—Me la harán llegar por la tarde a la oficina.

—Bien, te espero en la oficina, ven ahora mismo.

Su madre le cuelga la llamada sin siquiera despedirse de ella, Denise mira el teléfono y luego muerde sus labios. No le esperaban cosas buenas con su madre de eso estaba completamente segura.

Suelta el aliento contenido y pone el coche en marcha…

para las que leyeron el esposo de mi jefa, aqui esta el libro II, espero que les guste un beso para todas mis amores.

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