Eliza
No tuvo una infancia sencilla, desde muy pequeña aprendió a ser fuerte y no solo cuidar de sí, sino también de su hermana, dos años menor que ella.
A su padre le gustaba apostar y cuando perdía, se ponía violento con quien se atravesará en su camino, algo que ocasionó que en muchas oportunidades se metiera en graves problemas con hombres muy peligrosos, a pesar de que su mamá intentaba razonar con él, no hubo manera de que recapacitara y buscara ayuda.
Un buen día llegó a casa bastante mal, no solo había tomado sino que también se había drogado, estaba violento, lo que causó gran temor en su madre y les pidió que se encerrara junto con su hermana en la habitación, lo siguiente que recuerda es una fuerte discusión y un gran golpe, después de eso la sirena de la policía, una vecina que era amiga de su mamá las encontró encerradas en el cuarto, las llevó hasta su casa hasta que el día siguiente una señora qué, trabaja en el departamento de protección al menor, fue por ellas llevándolas a una casa de acogida, donde crecieron y vivieron, hasta ser mayor de edad.
Desde entonces su sueño siempre ha sido pertenecer a la policía y poder defender a mujeres y a niños de hombres como su padre o incluso más peligrosos, Su hermana nunca estuvo de acuerdo con ello, pero al ver su empeño y determinación, la apoyó, al igual que su mejor amiga Oriana, ambas han estado allí para ella en todo momento.
—Eliza, por favor ven conmigo —le pide el jefe de la policía pasando por su lado.
Se sobresalta en su puesto al escucharlo pasar, sacándola de golpe de sus recuerdos. Traga grueso, nunca es bueno cuando llama a alguien a su oficina.
—Voy señor —responde nerviosa acomodándose su uniforme.
En los últimos meses ha habido mucho recorte de personal debido al poco ingreso que tiene el departamento, espera no ser una de las despedidas.
—Para nadie es un secreto los recortes de personal que han habido en los últimos meses, pero al evaluar tu desempeño junto con los supervisores, hemos llegado a la conclusión de que mereces estar en un sitio más adecuado a tus habilidades —comienza hablar en cuanto ella se sienta frente a él.
—Señor, sé qué a veces resuelvo los casos de una manera poco profesional y que eso me ha acarreado muchos problemas, pero puede estar seguro de que sin importar que, me seguiré esforzando por ser la mejor —su corazón late con rapidez, empezando a sudar frío.
—No me interrumpas que no he terminado —deja caer su mano abierta en el escrito haciéndola sobresaltar—. Debido a tu buen desempeño y como tú misma dices, tus métodos son poco convencionales para resolver casos, pero efectivos. Hemos decidido que lo mejor para ti es que trabajes en el departamento de criminología del CICPC como investigadora, en Caracas te están esperando para que a partir de mañana empieces a liderar un grupo de investigación.
—¿En serio señor? ¿no está bromeando conmigo? —no puede creer lo que está escuchando. Es un sueño hecho realidad.
—Nunca haría algo como eso, así que vaya a recoger sus cosas que mañana a las siete de la mañana la esperan en su nueva oficina, y por favor, acate las órdenes y cumpla con su deber siguiendo las leyes —le ordena, sabiendo lo difícil que le resulta hacerlo.
—Sí señor, eso haré, le prometo que cumpliré, no sé arrepentirá —de la emoción dejó caer al suelo un portaretrato que tiene sobre su escritorio, haciendo que el vidrio se rompa.
—Ya me arrepentí —resopla por lo bajo negando lentamente.
Se va rápidamente antes de que cambie de parecer. Camina al área del cafetín para buscar unas cajas vacías para meter sus cosas. Algunos de sus compañeros la ven con lastimas, otros confundido, ya que no entienden como el hecho de que la hayan mandado a empacar sus cosas la tenga tan feliz, pero como todos son una cuerda de envidiosos, no les dice absolutamente nada de lo que el jefe le dijo, no va a permitir que nada ni nadie arruine está fabulosa noticia.
Con todas sus cosas empacadas, sale de la estación de policía donde hasta hace unos minutos trabajaba, sube a su pequeño carrito para ir a casa, mientras conduce, llama a su hermana y amiga para pedirles que vayan a casa lo antes posible, que tiene una noticia importante que darles. Sin entrar en detalles, pese a que le incitan en que les dé una pista.
Al llegar a casa, deja sus cosas sobre la mesa y se va a la habitación a cambiarse y a darse una ducha mientras que espera a las chicas. Prepara algo rápido para comer con ellas y le manda un mensaje a Emily, su hermana, para que le haga el favor de comprar una botella de Glacial para celebrar su nuevo cargo.
Está terminando de preparar la salsa y de tostar unos panes, cuando escucha a su hermana y amiga entrando a la casa, haciendo escándalo llamándola, exigiendo saber inmediatamente lo que sucede.
—¿Estás cocinando? Algo muy importante tuvo que haber pasado para que te motivará a cocinar, deja el misterio y cuéntanos ¿qué pasó? —su amiga la hace girar y la observa atenta.
—Ya no soy una simple policía, ahora tienen ante ustedes a un agente especial del Cuerpo de Investigación Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) —suelta la noticia sin poder contenerse ni un segundo más.
—Pues te felicito, por qué es lo que siempre has soñado a pesar de todo lo que te ha costado, lo lograste, pero ahora estoy mucho más asustada y nerviosa por ti, tu trabajo es un peligro enorme para tu vida, solo te pido que te cuides y no te hagas la heroína, no tienes nada que demostrarle a nadie —le pide su hermana nerviosa, imaginando los peores escenarios en donde su hermana se expondrá.
—Emily por favor, no empieces, alégrate por mí, porque tu hermana está logrando sus objetivos —le pide agarrando sus manos y haciendo puchero.
—Emily tiene razón, —interviene Oriana, nunca le ha gustado su carrera y ahora menos que estará de frente al peligro— Eliza, tu trabajo no es cualquier cosa, ahora vas a tratar con criminales de alto nivel y eso es algo muy peligroso, solo queremos que te cuides y que recuerdes que aquí tienes a dos hermanas qué no desean qué un oficial llegue a nuestra puerta avisandonos que algo grave te ha pasado.
—Se cuidarme, además de que estaré liderando a todo un equipo, técnicamente no seré yo la que esté al frente de los operativos, sino que contaré con una gran cantidad de hombres y mujeres que estarán al frente de la batalla mientras que los dirijo desde un lugar seguro —minimiza un poco su trabajo, evitandoles una angustia innecesaria. Para esto ha estado estudiando mucho y matándose en horas de prácticas.
—Hermanita, si no te conociera me creería todo ese cuento. Oriana y yo prometimos no juzgarte, sino apoyarte en todo momento de tu carrera y eso haremos —baja un poco la intensidad, al ver la angustia en la cara de Eliza, siempre le ha importado la ayuda que recibe de ellas.
Las tres se abrazan y en eso escuchan un fuerte relámpago que las hace sobresaltar, la luz se va y empieza a caer una fuerte lluvia, mientras Emily busca velas y encendedores, oriana y Eliza llevan a la sala las tostadas y demas cosas que habia preparado, desocupan la mesa pequeña de centro y lanzan los cojines alrededor de esta y a la luz de las velas comen y disfrutan un poco del momento. Les cuenta que trabajará a partir de mañana en Caracas y todo lo que esto significa, mientras que consigue en dónde quedarse allá, le tocará estar viajando, al menos no queda tan lejos, solo son cuarenta y cinco minutos de viaje aproximadamente.
Ninguna de las tres logran dormir. La fuerte lluvia las mantuvo en alerta durante toda la noche, incluso en algunas zonas se movilizó el cuerpo de bomberos en caso de deslaves. Las personas de esta ciudad tienen una fuerte cicatriz emocional por una desgracia ocurrida hace dos décadas atrás, que sigue muy viva en sus memorias.
Son las cinco de la mañana cuando la lluvia empieza a cesar, muchas personas fueron desalojadas de sus viviendas por seguridad y llevadas a zonas seguras. Por lo que el tránsito está algo pesado, las calles llenas de barro y escombros.Emily y Orina se quedaron en casa descansando mientras que Eliza se dirije en el carro a su nuevo puesto de trabajo, el camino está bastante dificultoso debido al barro y enormes piedras que quedaron atravesadas, en varios puestos tuvo que enseñar sus credenciales para que la dejaran seguir su camino.Lo que suele tomar cuarenta y cinco minutos para llegar, le terminó tomando hora y media. Menos mal salió con tiempo. Divisa a lo lejos su destino, suspirando aliviada, se dirige al estacionamiento y pegando una carrera entra al lugar.—Buenos días, soy Eliza Sánchez, vengo de la Guaira.Se presenta ante un hombre que está en la recepción del comando del CICPC, la ve de arriba abajo, ve algo en su computadora y luego con una sonrisa forzada le indica hacia
Adriano al fin logra concentrarse en su trabajo, poniendo las finanzas al dia, haciendo algunas reuniones con socios en el extranjero y en pocos minutos tendrá una reunión importante con un socio de Albania, el trato que más desea obtener, aunque será un gran reto para la compañía, pero qué le abriera las puertas de todas las formas posibles, es una oportunidad que no está dispuesto a dejar ir.Tocan la puerta y entra Mauro para entregarle el informe qué le ha pedido.—Hemos conseguido información sustanciosa de la jefa de investigación, Elisa Sanchez —le entrega un sobre con todo lo que logró recopilar durante el día, esperando que sea más que suficiente, ya que le ha ocasionado la demora en asuntos más importantes.—Muy bien, de esto me encargo en un rato, en un momento tengo una reunión con un nuevo socio ¿Cómo va el asunto de los cadáveres? —le pregunta recibiendo el sobre con la información.—Ya me dirijo hacia allá, en cuanto llegue al sitio le podre dar información precisa, me
Están entrando en la propiedad de la casa de su hermano. Estacionan frente a la casa y enseguida lo recibe una de las empleadas haciéndolo pasar hasta la sala mientras que ella se dirige en busca de su jefe.—¿Qué te trae por aquí? ¿Ha pasado algo?Su hermano baja las escaleras viéndolo preocupado. Adriano se le queda viendo, notando lo viejo que se ve, parece de cuarenta. Recuerda que su hermano pega duro por lo que decide omitir dicho comentario.—No, nada importante —se encoge de hombros con ese tono de voz de que me oculta algo que lo afecta— Cuéntame ¿Niño o niña? —Desvía el tema.—Niño, vamos a tener un niño —le cuenta emocionado por la noticia.—Ya tenemos el siguiente heredero al trono —suelta sin pensar, ganandose una mala mirada de su hermano.—Ni lo digas. Estoy que me voy con Kendra y mi hijo lejos de aquí, a dónde no puedan encontrarnos —resopla angustiado, ahora entiende a su padre y su constante preocupación por su futuro.—Es algo que no podrás evitar, será su decisión
En cuánto llegan al sitio donde han encontrado los cadáveres, ve que el personal de forense ya está en el lugar haciendo su trabajo al recoger los cuerpos y demás evidencia que los ayude con el caso.El barro y la cantidad de escombros que hay por todas partes será un gran problema para la investigación, se coloca unas botas especiales para evitar resbalar y lastimarse. Empieza asignar tareas a cada uno de los hombres, esperando que al dividir las tareas pueda tener mayor éxito.—David, pide a los de forenses que te den huellas digitales para comprarla con las que están en la base de datos que disponemos en el sistema —le pide, siendo lo más amable posible.—Enseguida —agarra sus cosas y se va con el jefe del equipo de forense.—Jose, anda con forestación y pregunta qué tanto han abarcado y cuánto terreno falta por revisar, quizás consigamos más cadáveres en la zona y realiza con ellos algún plan de acción para abarcar todo ese terreno lo más pronto posible, al parecer el dueño está u
Se dirigen nuevamente a su oficina para organizar todos los datos obtenidos mientras que esperan qué forense les envié el reporte de los cadáveres encontrados, algo que va a demorar un poco más de 24 horas.En cuánto llegan se acercan en la pizarra y empiezan a armar todos los datos encontrados en las preguntas y posibles sospechosos a la mafia en Turpial rojo del cual desconoce a su jefe y su modus operandi.—Si el turpial rojo está detrás de todo esto demos por cerrado el caso no hay manera de que logremos dar con ellos mi abuelo intentó perseguirlos y acabar con esa mafia cuándo empezó y lo único que consiguió con ello fue acabar muerto mi padre también lo intentó ya se retiró y nunca estuvo ni siquiera cerca de atraparlos así que pensar que nosotros sí lo vamos a lograr es tener un ego demasiado alto —dice David mostrándose poco entusiasta con todo aquello no cree posible que logran acercarse aunque sea un poco.—con todo respeto pero en la época de su abuelo e incluso la de su pa
Adriano despacha a todos sus hombres temprano, teniendo en mente una idea atractiva, desea comprobar por el mismo qué tan valiente es esa chica y hasta dónde llegan sus agallas, por lo que se prepara para salir.Adriano se sube a su Chevrolet Camaro en negro mate, es uno de sus favoritos. Se coloca sus lentes oscuros y se dirige a la estación donde se encuentra Eliza trabajando, estaciona al frente del lugar con mucha paciencia a esperar a que salga de su trabajo.Mientras que espera, revisa algunos mensajes, contesta algunos correos y cuando ve su carro salir, empieza a seguirla a una distancia prudencial, para que ella no sé percaté de que la está siguiendo.Cuando están entrando al túnel, él se acerca a ella dejándose ver y nota el cambio en su forma de conducir, al salir del túnel se coloca a su lado baja la ventanilla y logra ver que está un poco asustada, intentando descubrir quién es él. Algo en su forma de actuar le causa un poco de gracia y le es inevitable no dejar escapar
Se van juntos hacia el carro, llevando con él dos hombres más, como todo empresario cuidando su seguridad, al menos esa es la imagen qué se ha esforzado en mantener desde que asumió el cargo en la empresa como director ejecutivo.Llegan al lugar, los agentes lo reciben teniéndolo en gran estima, lo llevan enseguida a la oficina del jefe, donde por casualidad la consigue a ella hablando con Luis, al entrar a la oficina, nota que Eliza cierra la boca en el acto viéndolo sin ningún tipo de discreción. Sin poder evitarlo Adriano le sonríe de vuelta, disfrutando de la conmoción que ha tenido en ella.—Buenos días señor Adriano, qué gusto tenerlos por acá —Luis se acerca a él de inmediato.Eliza al ver la forma en la que su jefe trata al desconocido, frunce los labios, no entiende por que lo trata con tanta pleitesía, ni que fuera el gobernador.—Buenos días Luis, tenemos tiempo que no conversamos y me pareció justo dar una vuelta por acá. Es la primera vez que la veo ¿usted quién es? —se d
Después del susto de anoche, Eliza casi no pudo dormir, por lo que con una buena taza de café se va a su trabajo esperando que eso sea más que suficiente para mantenerse activa al menos durante la mañana.Pasa por forense cómo había quedado la noche anterior, esperando tener un poco más de suerte y que hayan descubierto quiénes son esas personas.—Buenos días, soy Eliza Sánchez del CICPC, vengo por los resultados de los cuerpos que fueron traídos ayer de la zona de deslave —muestra sus credenciales a la chica que está en recepción.—Buenos días detective, sígame la llevaré con la forense —se levanta de su puesto, guarda unas cosas y se acerca a ella mostrándole el camino.Le permite el acceso al lugar donde trabaja el forense con los cuerpos, pasan por un pasillo que le resulta bastante tenebroso, la luz blanca, los sonidos chirriantes, tal como sucede en las películas hace que su piel se erice al instante.—Es aquí —se detiene junto a unas puertas dobles señalando el lugar.Abre la p