No ha terminado de ingerir su desayuno junto a su progenitora, cuando entra Mauro a la estancia quedándose en la entrada por respecto a su madre, que nunca ha aceptado que hable de negocios mientras están comiendo.
Adriano procura terminar pronto, evitando dejar sola a su madre mientras aún tiene comida en el plato. Al acabar, aleja el plato y toma el resto de su café.
—Estaré en el despacho —le informa una vez que termina con su desayuno— si necesitas algo, avísale a uno de los chicos.
—Ve tranquilo hijo, tomaré un poco de sol en el jardín —le dice con una sonrisa, que no logra llegar a sus ojos.
Se puso de pie y camina hacia ella dejando un beso en su frente y se va con Mauro al despacho, por su semblante puede deducir que no le trae buenas noticias.
—¿Qué ha pasado ahora? —le pregunta apenas cierra la puerta.
—Dos cadáveres llegaron a una construcción que está más abajo, no llegaron a tiempo para recogerlos antes de que otros lo vieran, la policía metropolitana estaba llegando en ese momento, al parecer el caso lo van a pasar al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística —le informa la delicada situación.
—Con que una construcción —coloca la mano derecha en su barbilla dando pequeños golpecitos con su dedo índice—, averigua de quién es y que los chicos recorran todo el lugar en caso de que otro traidor allá salido con el deslave —ordena, sabiendo que ahora tiene trabajo que hacer.
Aunque maneja gran parte de la policía y tiene a unos cuantos en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) nunca falta el que se la da de correcto y justo, trayendo problemas innecesarios.
—Eso están haciendo antes de que lleguen los de investigación, el terreno afectado es grande y son pocos hombres —le explica, sabiendo que esto no es tarea sencilla para tan pocos hombres.
—No quiero excusas Mauro, quiero resultados —levanta la mirada hacia él— voy a llamar a nuestro informante para que empiece a trabajar, mientras te encargas de lo otro.
Mauro sale enseguida de la oficina, desde un teléfono desechable que saca del cajón, llama al informante que tiene en el CICPC.
—Buenos días Israel, espero que estés bien. Necesito tu colaboración ¿podrías venir a visitarme? —le suelta de una, esperando una respuesta afirmativa.
—Buenos días señor, imagino que es por la situación del deslave y los dos cuerpos encontrados —habla bajito, casi en susurros.
—Eso es correcto —siempre le ha agradado ese hombre, no tiene que estar explicando nada, está siempre al tanto de lo que ocurre.
—Verifico la información y voy para allá —le indica nervioso, aunque trata de ocultarlo.
Cuelga la llamada y mientras espera, se prepara para ir a la empresa de envíos que ha heredado de su padre, junto con su hermano. Al principio no era algo que le gustaba hacer demasiado, lo suyo es el otro negocio, el clandestino, eso si es trabajo. Aunque esta empresa es primordial para el funcionamiento de la otra, ya que es el modo de enmascarar los negocios turbios.
Mientras preparan el carro, se dirige al jardín a despedirse de su madre, que se encuentra podando el rosal. Es lo que le ha ayudado a sobrellevar la depresión, el enemigo que la ronda de cerca.
—Mamá, me voy a la empresa, hay trabajo importante que necesito encargarme —deja un beso en su frente.
—Mucho cuidado con la lluvia, regresa temprano —le pide con una tierna mirada.
Sale de la casa, sube a su carro y se dirige a la empresa. Debido a la lluvia, la vía está un poco congestionada, hay calles cerradas por lo que les toca tomar varios desvíos hasta que al fin llegan a su destino.
En cuanto entra al edificio, los empleados lo saludan, las mujeres lo ven como si quisiera comérselo, lejos de molestarlo, le divierte. Adriano es un hombre de un metro noventa, cabello negro, ojos café y tes blanca, por lo que lo hace muy llamativo a las chicas. Siempre ha disfrutado la atencion del sexo opuesto y más si estan dispuestas a pasar un buen rato.
En cuanto entra a su oficina, su secretaria le informa los pendientes del día y luego se pone a revisar las finanzas de la empresa. Debido al embarazo de Kendra y los otros negocios de Leonardo, casi no le da tiempo de ayudarlo con esto, por lo que tiene que lidiar solo con toda la responsabilidad.
Media hora después, tocan a la puerta haciendo que levante la vista de los documentos que tiene frente de él, entra Mauro.
—Señor, Israel ha llegado —le informa como es costumbre.
—Que pase, lo estoy esperando —detiene lo que está haciendo, colocando los documentos a un lado.
Mauro abre un poco más la puerta y por ella entra Israel, ve a todos lados con un poco de nervios aunque lo trate de ocultar, el miedo lo puedo oler a kilómetros de distancia. Es relativamente nuevo en su equipo de trabajo, espera que esos nervios se le pasen pronto, Adriano no suele tener paciencia con hombres miedoso.
—Pasa, no seas tímido, no muerdo —bromea con él para que libere un poco la tensión.
Mauro le indica dónde debe sentarse, este lo hace entregando un sobre, el cual abre enseguida.
—Ese es el equipo encargado de resolver esta investigación. La jefa a cargo es nueva, acaba de integrarse a la unidad de aquí de Caracas. No la conozco, pero sí se dé algo le comunicó enseguida —le informa lo poco que sabe sobre ella.
Revisa los expedientes de cada uno, el último es de Eliza González, la encargada de liderar la investigación, se queda enganchado con la foto de esta mujer, sus ojos son cristalinos, puros e inocentes ¿Qué hace una mujer como ella trabajando de esto? se pregunta intrigado, no por el hecho de que sea mujer sino por lo que esa chica es capaz de transmitir con su mirada.
—Gracias por tu colaboración una vez más.
Saca un sobre con dinero y se lo pasa a su informante. Este sale enseguida, despavorido.
—Envía una donación para los afectados del deslave, también averigua si los damnificados necesitan refugio y encargate de eso —le pide a Mauro, para que gestione las labores de caridad.
—Enseguida señor.
"Eliza Gonzalez ¿que hace una chica como tu en un lugar así? creo que tenemos que conocernos pronto".
La estrategia de la empresa es que esta sirva de camuflaje, justifique los ingresos y le permita tener una buena imagen ante la sociedad, por medio de ayudas humanitarias, políticas, entre otras. Tiene la suerte de haber heredado el carisma de su padre, por lo que le resulta sumamente fácil ganarse la confianza de las personas.
Vuelve a ver la foto de Eliza, sintiendo que algo desconocido se remueve en su interior, algo que nunca le había pasado y le resulta completamente desconocido, no le hace mucho caso, ignorando por completo el peligro que solo una foto le genera, sin saber que, tener a esa mujer frente a él sea un riesgo que lamentaría más adelante.
Mete la foto dentro del sobre, en un modo de enjaular lo que ha despertado, metiéndose nuevamente entre los papeles que consultaba antes de ser interrumpido por su informante. De a momentos su vista se desvía al lugar donde se encuentra oculta la foto, sintiéndose inquieto, una necesidad imperiosa de hacer algo al respecto.
Adriano no sabe que hasta el Peligro tiene su sabor, uno tan amargo como el café Robusta, que solo unos pocos quedan cuerdos después de probarlo, logrando adaptarse y hasta llegar a disfrutarlo ¿será ese el caso de Adriano Silva?
ElizaNo tuvo una infancia sencilla, desde muy pequeña aprendió a ser fuerte y no solo cuidar de sí, sino también de su hermana, dos años menor que ella.A su padre le gustaba apostar y cuando perdía, se ponía violento con quien se atravesará en su camino, algo que ocasionó que en muchas oportunidades se metiera en graves problemas con hombres muy peligrosos, a pesar de que su mamá intentaba razonar con él, no hubo manera de que recapacitara y buscara ayuda.Un buen día llegó a casa bastante mal, no solo había tomado sino que también se había drogado, estaba violento, lo que causó gran temor en su madre y les pidió que se encerrara junto con su hermana en la habitación, lo siguiente que recuerda es una fuerte discusión y un gran golpe, después de eso la sirena de la policía, una vecina que era amiga de su mamá las encontró encerradas en el cuarto, las llevó hasta su casa hasta que el día siguiente una señora qué, trabaja en el departamento de protección al menor, fue por ellas llevánd
Son las cinco de la mañana cuando la lluvia empieza a cesar, muchas personas fueron desalojadas de sus viviendas por seguridad y llevadas a zonas seguras. Por lo que el tránsito está algo pesado, las calles llenas de barro y escombros.Emily y Orina se quedaron en casa descansando mientras que Eliza se dirije en el carro a su nuevo puesto de trabajo, el camino está bastante dificultoso debido al barro y enormes piedras que quedaron atravesadas, en varios puestos tuvo que enseñar sus credenciales para que la dejaran seguir su camino.Lo que suele tomar cuarenta y cinco minutos para llegar, le terminó tomando hora y media. Menos mal salió con tiempo. Divisa a lo lejos su destino, suspirando aliviada, se dirige al estacionamiento y pegando una carrera entra al lugar.—Buenos días, soy Eliza Sánchez, vengo de la Guaira.Se presenta ante un hombre que está en la recepción del comando del CICPC, la ve de arriba abajo, ve algo en su computadora y luego con una sonrisa forzada le indica hacia
Adriano al fin logra concentrarse en su trabajo, poniendo las finanzas al dia, haciendo algunas reuniones con socios en el extranjero y en pocos minutos tendrá una reunión importante con un socio de Albania, el trato que más desea obtener, aunque será un gran reto para la compañía, pero qué le abriera las puertas de todas las formas posibles, es una oportunidad que no está dispuesto a dejar ir.Tocan la puerta y entra Mauro para entregarle el informe qué le ha pedido.—Hemos conseguido información sustanciosa de la jefa de investigación, Elisa Sanchez —le entrega un sobre con todo lo que logró recopilar durante el día, esperando que sea más que suficiente, ya que le ha ocasionado la demora en asuntos más importantes.—Muy bien, de esto me encargo en un rato, en un momento tengo una reunión con un nuevo socio ¿Cómo va el asunto de los cadáveres? —le pregunta recibiendo el sobre con la información.—Ya me dirijo hacia allá, en cuanto llegue al sitio le podre dar información precisa, me
Están entrando en la propiedad de la casa de su hermano. Estacionan frente a la casa y enseguida lo recibe una de las empleadas haciéndolo pasar hasta la sala mientras que ella se dirige en busca de su jefe.—¿Qué te trae por aquí? ¿Ha pasado algo?Su hermano baja las escaleras viéndolo preocupado. Adriano se le queda viendo, notando lo viejo que se ve, parece de cuarenta. Recuerda que su hermano pega duro por lo que decide omitir dicho comentario.—No, nada importante —se encoge de hombros con ese tono de voz de que me oculta algo que lo afecta— Cuéntame ¿Niño o niña? —Desvía el tema.—Niño, vamos a tener un niño —le cuenta emocionado por la noticia.—Ya tenemos el siguiente heredero al trono —suelta sin pensar, ganandose una mala mirada de su hermano.—Ni lo digas. Estoy que me voy con Kendra y mi hijo lejos de aquí, a dónde no puedan encontrarnos —resopla angustiado, ahora entiende a su padre y su constante preocupación por su futuro.—Es algo que no podrás evitar, será su decisión
En cuánto llegan al sitio donde han encontrado los cadáveres, ve que el personal de forense ya está en el lugar haciendo su trabajo al recoger los cuerpos y demás evidencia que los ayude con el caso.El barro y la cantidad de escombros que hay por todas partes será un gran problema para la investigación, se coloca unas botas especiales para evitar resbalar y lastimarse. Empieza asignar tareas a cada uno de los hombres, esperando que al dividir las tareas pueda tener mayor éxito.—David, pide a los de forenses que te den huellas digitales para comprarla con las que están en la base de datos que disponemos en el sistema —le pide, siendo lo más amable posible.—Enseguida —agarra sus cosas y se va con el jefe del equipo de forense.—Jose, anda con forestación y pregunta qué tanto han abarcado y cuánto terreno falta por revisar, quizás consigamos más cadáveres en la zona y realiza con ellos algún plan de acción para abarcar todo ese terreno lo más pronto posible, al parecer el dueño está u
Se dirigen nuevamente a su oficina para organizar todos los datos obtenidos mientras que esperan qué forense les envié el reporte de los cadáveres encontrados, algo que va a demorar un poco más de 24 horas.En cuánto llegan se acercan en la pizarra y empiezan a armar todos los datos encontrados en las preguntas y posibles sospechosos a la mafia en Turpial rojo del cual desconoce a su jefe y su modus operandi.—Si el turpial rojo está detrás de todo esto demos por cerrado el caso no hay manera de que logremos dar con ellos mi abuelo intentó perseguirlos y acabar con esa mafia cuándo empezó y lo único que consiguió con ello fue acabar muerto mi padre también lo intentó ya se retiró y nunca estuvo ni siquiera cerca de atraparlos así que pensar que nosotros sí lo vamos a lograr es tener un ego demasiado alto —dice David mostrándose poco entusiasta con todo aquello no cree posible que logran acercarse aunque sea un poco.—con todo respeto pero en la época de su abuelo e incluso la de su pa
Adriano despacha a todos sus hombres temprano, teniendo en mente una idea atractiva, desea comprobar por el mismo qué tan valiente es esa chica y hasta dónde llegan sus agallas, por lo que se prepara para salir.Adriano se sube a su Chevrolet Camaro en negro mate, es uno de sus favoritos. Se coloca sus lentes oscuros y se dirige a la estación donde se encuentra Eliza trabajando, estaciona al frente del lugar con mucha paciencia a esperar a que salga de su trabajo.Mientras que espera, revisa algunos mensajes, contesta algunos correos y cuando ve su carro salir, empieza a seguirla a una distancia prudencial, para que ella no sé percaté de que la está siguiendo.Cuando están entrando al túnel, él se acerca a ella dejándose ver y nota el cambio en su forma de conducir, al salir del túnel se coloca a su lado baja la ventanilla y logra ver que está un poco asustada, intentando descubrir quién es él. Algo en su forma de actuar le causa un poco de gracia y le es inevitable no dejar escapar
Se van juntos hacia el carro, llevando con él dos hombres más, como todo empresario cuidando su seguridad, al menos esa es la imagen qué se ha esforzado en mantener desde que asumió el cargo en la empresa como director ejecutivo.Llegan al lugar, los agentes lo reciben teniéndolo en gran estima, lo llevan enseguida a la oficina del jefe, donde por casualidad la consigue a ella hablando con Luis, al entrar a la oficina, nota que Eliza cierra la boca en el acto viéndolo sin ningún tipo de discreción. Sin poder evitarlo Adriano le sonríe de vuelta, disfrutando de la conmoción que ha tenido en ella.—Buenos días señor Adriano, qué gusto tenerlos por acá —Luis se acerca a él de inmediato.Eliza al ver la forma en la que su jefe trata al desconocido, frunce los labios, no entiende por que lo trata con tanta pleitesía, ni que fuera el gobernador.—Buenos días Luis, tenemos tiempo que no conversamos y me pareció justo dar una vuelta por acá. Es la primera vez que la veo ¿usted quién es? —se d