Cinco años más tarde…
Todo estaba listo. Cassie sonrió con felicidad mientras tomaba el bol lleno de nachos de la encimera y luego salía de la cocina hacia el patio trasero, en donde se celebraba la fiesta de cumpleaños de sus pequeños que hoy cumplían cinco años. Salió al patio repleto de niños y de adultos. Cassie se acercó a la gran mesa cubierta por un mantel blanco, en donde estaban el pastel de cumpleaños y algunos aperitivos, coloco el bol de nachos en la mesa. Se dio la vuelta y miro por el patio que estaba decorado de globos y lazos de colores.
Aunque podían darse una casa más grande, a ella le gustaba su hogar, era pequeña para algunos, pero grande para ella. Además, cabían perfectamente, incluso sobraba una habitación de las cuatro que tenía la casa, el salón y la cocina eran amplios. Era
*—Chris: Ser padre era algo grandioso.Nunca pensé que esto llegaría a pasarme, bueno, tampoco pensé que llegaría a casarme tan joven y con tal mujer.Una sonrisa se dibujó en mis labios.Al principio había creído que me libraría fácilmente, que cobraría mi venganza y adiós a todo, que dejaría a aquella chica a su libre merced, llorando quizás de pena por haberme perdido. ¡Que equivocación la mía! Yo no tenía en mente enamorarme de ella, no tenía en mente que me volviese adicto a su cuerpo, a sus besos y caricias, tampoco tenía en mente que tendría hijos con esa chica. No lo pensé, no lo planee, pero como a veces la gente dice, lo que no se planea a veces sale mejor y no me arrepiento para nada no haber planeado todo lo que me paso.Me pase una mano por la cara y mire el techo blan
Serie: Encontrando El AmorLibro 2: A Tu Lado..Luego que su amor no correspondido se casara e hiciera su vida, Robert Bryant se dijo que no podía seguir odiandose a sí mismo solo porque no podía tener a la mujer que amaba. Tenía que empezar a pensar positivamente de ahora en adelante, dejar de recordar a la mujer de su hermano y buscar una chica para enamorarse, pero ni bien pensó en buscar un nuevo amor, dos chicas completamente diferentes, lo abordaron buscando lo mismo que quería encontrar. Robert sabía que no podía tener a las dos y que debía escoger entre una de ellas, pero… ¿y si no escogía a la correcta?Brianna McKay llevaba mucho tiempo enamorada de aquel hombre y sabía que era imposible que aquel hombre la viese como una mujer. Robert Bryant, qui
*—Cassie:Una adolescente que vivía al máximo se encontraba con los audífonos puestos, tarareando al ritmo de la música que salía del reproductor mientras cantaba a todo pulmón.Sobre su cama, Cassadee McKay bailaba con entusiasmo, ignorando cualquier preocupación. Cada giro y salto desentonado la hacía sentir más libre, aunque en el fondo esperaba que nadie la descubriera; la última vez había roto los resortes de su cama anterior por hacer lo mismo.La canción terminó justo cuando unos golpes resonaron en la puerta de su habitación.—¡Cassadee! —llamó una voz femenina desde fuera, acompañada de insistentes golpes.Cassadee, apodada dulcemente como Cassie, se quitó los audífonos cuando volvió a escuchar su nombre y los golpes en la puerta una vez más.—¡Voy! —respondió Cassie con fastidio, bajándose de la cama de un salto y lanzando su reproductor de música junto con los audífonos hacía la cama.Al abrir la puerta, se encontró cara a cara con Abby, el ama de llaves de la familia
*—Cassie:—Maldición —gruñó Cassie, entrando con paso firme al edificio de la empresa familiar.Miró su reloj: estaba a tiempo, pero su incomodidad era palpable. La ropa que llevaba, elegida por su madre, era la causa de su irritación. La falda negra, ajustada y pasada de moda, le llegaba justo por debajo de las rodillas, mientras que la blusa blanca de mangas largas parecía un uniforme de oficinista de otra época. Para rematar, estaba obligada a usar tacones, una tortura para alguien que prefería sandalias o zapatillas. Cassie se sentía como una jirafa en equilibrio precario.Frente al ascensor, se miró de reojo en la superficie metálica de las puertas. Su cabello castaño recogido en un moño estaba, como de costumbre, en completo desorden. Intentó arreglárselo con frustración, pero terminó empeorándolo.—¿Por qué tarda tanto esta cosa? —murmuró entre dientes, tamborileando los dedos contra su bolso.Al no encontrar nada más en qué ocupar su mente, miró a su alrededor. Había pas
*—Cassie:Unos días después, Cassie estaba en el centro comercial con sus mejores amigas. Les había contado todo por teléfono, y ellas, las únicas que realmente comprendían su dolor, eran con las que podía hablar sin sentirse juzgada.Su familia, especialmente su padre, había sido tan injusto con ella. Recordaba claramente lo que sucedió cuando fue a verlo a su oficina. Había sido el más cruel de todos. Sabía que había sido una hija difícil, pero eso no justificaba que él la empujara a un matrimonio con un desconocido, mucho menos con alguien tan arrogante y detestable como Christopher Bryant.Se sentía devastada. Había aprendido a tolerar las constantes peleas con su padre, sus malos humores y su odio palpable, pero nunca pensó que él llegaría tan lejos solo para castigarla. En su mente solo rondaba una pregunta: ¿Por qué ella? ¿Por qué no elegía a alguna de las gemelas? Brianna o Shanna, sus hermanas mayores, serían felices casándose con ese tipo.«Bueno, no es que tampoco est
Se vistió con un vestido que había comprado en una tienda aquella tarde. Le llegaba más arriba de las rodillas y llevaba la espalda al aire. Cuando su padre lo viese, iba a desaprobarlo, aunque estaba segura de que Chris lo convencería, ya que era un pervertido y cuando estuviesen a solas, porque sabía que su familia la dejaría sola con Chris, este se aprovecharía para molestarla y tocarla.Se dio una mirada rápida en el espejo, comprobando su pelo suelto y su maquillaje antes de salir de su habitación. Bajó las escaleras hacia la sala, era un fastidio tener que cenar con su familia y con Chris, pero si no lo hacía tendría que escuchar los sermones de sus padres y no estaba de humor para tratar con ellos.Una vez estando en la sala, vio que Chris ya había llegado, estaba sentado solo en un sofá y hablaba con su padre, que tenía un vaso en la mano, supuso que sería brandi, su padre no bebía otra cosa que esa asquerosidad. Siguió mirando por la sala. Las gemelas y su madre estaban sentad
Cassadee miró con fastidio a Chris. Era un chicle en un zapato. Además de ser un pervertido, se burlaba de ella a cada rato que podía. Tenía ganas de golpearlo, pero se contuvo todo lo que pudo. Lo menos que quería era tener que escuchar la voz de su padre hablándole m****a. Quería estar tranquila hoy, iba a soportar a Chris por unas horas. Podía con esto.Miró como Chris dejaba la copa en el suelo y luego se acercaba a ella, inclinándose un poco. Cassie se echó hacia atrás mientras lo miraba con las cejas arqueadas. ¿Que estaba pensando aquel imbécil hacer?Cassie se sobresaltó cuando sintió una de sus manos en su mejilla. En serio qué estaba tratando Chris de hacer, ¿acaso iba a besarla? Cassie fijo su mirada en los labios de Chris, tenía debilidad por las sexys bocas y está definitivamente era una boca sexy. Tenía el labio inferior un poco más relleno que el superior y m****a, tenía que admitir que tenía ganas de tirar de él con sus dientes.Chris bajo la cabeza, acercando su boca a
Unos días después…Cassadee estaba tirada encima de la cama, era un día de esos en los que uno estaba aburrido y no encontraba nada que hacer. Había husmeado en las redes sociales, hablado con algunos conocidos y, aun así, se sentía aburrida. Quizás debería leer algún libro. Aunque talvez podía irse de compras. Necesitaba ropa nueva.Se quitó los shorts y la franela que tenía puesta, cambiándolos por unos jeans ajustados y una blusa blanca. Se calzó los pies con unas botas negras y salió de su habitación a hurtadillas. Una vez fuera de la casa, se encontró con el chofer de su padre. Él era su amigo, siempre la ayudaba a escaparse de la casa.El hombre la dejó en el centro comercial y Cassie se dio la vida comprando cosas nuevas. Ya cuando llevaba más de 5 bolsas llena de ropa en los brazos, decidió pararse a comer algo. Además de que sus brazos estaban algo cansados por el peso de las bolsas.Entró en un café y se acercó a una mesa. Tomó asiento y dejó las bolsas en el suelo. Una camar