*—Cassie:
Unos días después, Cassadee estaba en el centro comercial con sus mejores amigas.
Les había hablado por teléfono sobre lo que había pasado. Sus amigas eran las únicas con las que podía hablar y que ellas pudiesen comprender su dolor, ya que su familia era muy injusta con ella. Recordó lo que pasó cuando fue a ver a su padre a su oficina, su padre había sido el más injusto con ella, sabía que había sido mal hija, pero aquello no era una razón para que él hiciera esas cosas, proponerla al matrimonio con una persona totalmente desconocida, además, el tipo en si no le agradaba para nada, nunca había conocido a una persona tan odiosa y difícil de tratar, demasiado arrogante para su gusto.
Se sentía triste, se había acostumbrado a las riñas de su padre, a su mal humor y a su odio, pero nunca pensó que él llegaría a esos extremos con tal de castigarla. Se preguntó por qué no escogía a algunas de las gemelas para que se casara con ese engreído, ellas estarían gustosas de casarse con aquel imbécil.
«Vamos Cassie, tienes que admitir que, aunque sea un imbécil se ve demasiado bien», dijo una vocecita en lo fondo de su cabeza. Lo admitía, pero que importaba. Ella no iba a casarse con él y punto. Haría todo lo que estuviera en sus manos para escaparse de aquel compromiso. Espera. Su padre la había amenazado. ¿Cómo podría vivir así de la forma que él había dicho? Eso era muy cruel. Su vida estaba hecha de una forma, no podía cambiar tan rápidamente.
Movió la cabeza y se volvió a hacer la misma pregunta que se había estado haciendo desde que su compromiso salió a relucir. ¿Por qué quería casarse con ella? Ella no parecía el tipo de chica con el que un hombre como Chris podía casarse. Quizás era por otra cosa, además, su padre la estaba obligando a hacerlo.
—Cassie está haciendo miradas raras otra vez, Holly—murmuró una de sus amigas, Hayley, echándose el largo cabello rubio hacia atrás—Deja las caras, Cassie.
—Odio mi vida—dijo Cassie apoyando la cabeza en la mesa.
—Vamos Cassie—dijo su Hayley mirándola con sus brillantes ojos azules—Vele el lado positivo, no tendrás que salir con chicos para encontrar a tu hombre ideal, ya tienes uno. Además, es muy guapo—murmuró sonriendo.
—Hayley, mírale tú también el lado positivo—murmuró Cassie levantó la cabeza—Si sigues fastidiándome y animándome a que me case con ese cretino, te golpeare y tendrás que buscar un cirujano para que te arregle la cara y así dejarás de verte tan fea.
Su amiga abrió la boca sorprendida por el insulto.
—¡Oye! —dijo su amiga haciendo pucheros—¡No soy fea!
—¡Fea! —exclamó Cassie jugando con ella.
—¡Tonta! —dijo Hayley siguiéndole el juego.
—Ya no empiecen—dijo Holly pasándose una mano por el largo negro cabello—Cassadee, perdona que me entrometa, pero no puedes huir de tu destino, si tu destino es casarte con él, no puedes cambiarlo.
Cassadee frunció el ceño. Prefería cuando Holly estaba tranquila y sin comentar nada, no cuando la chica se entrometía. No estaba feliz y su consejo le había enfadado un poco.
—Sabes que no me importa, ¿verdad? Tu consejo se ha ido al retrete de mi cerebro—le dijo a Holly y esta puso los ojos en blanco—Yo sí puedo cambiar mi destino y no creo que mi destino sea casarme con Chris.
—Pero si con Kyle, ¿no? —contrarrestó Holly.
Cassie se ruborizó con tan solo la mención del nombre de su amor. Kyle era otro de sus mejores amigos, además, era el chico del que llevaba enamorada por mucho tiempo. No se imaginaba su vida si se llegaba a casar con Chris, estaría lejos de Kyle y su amor, porque el que siempre soñaba ser correspondido, se iría a boulevard de los sueños rotos.
—Gracias, Holly, eres de muy buena ayuda—le dijo Cassie a la chica.
Holly sonrió y le apuntó con el dedo.
—No huyas de él, es lo único que te digo.
—Eres tan seca, dices eso porque nunca te has enamorado de verdad—le dijo a Holly que puso una mirada triste y miró hacia otro lado. Sabía que la había herido, pero ahora mismo no tenía pensamientos coherentes en su mente. Soltó un suspiro—Pensé que me iban a apoyar a huir de “Mi destino” pero solo hacen que me aliente a casarme con él, ¿qué les pasa a ustedes?
—Es que es guapo—murmuró Hayley con los ojos brillosos.
—Solo te fijas en el físico, Hayley, ni siquiera lo conoces en persona, es malo y pervertido, un maldito cretino, grosero, arrogante y si sigo no terminare nunca—dijo Cassadee recordando los defectos que había visto del tipo.
—¿Tan mal te cayó? —preguntó Holly volviendo a mirarla otra vez, la expresión de antes se había ido.
—Sí, es un pesado—le contestó Cassie—Me pregunto para qué quiere casarse conmigo, no es que no sea fea, pero no soy tan bonita tampoco—les dijo a sus amigas quienes asintieron—Soy una chica simplona, además, él es un hombre que puede tener a cualquier mujer, incluidas supermodelos. Esto es muy raro.
Hayley se encogió de hombros.
—Tal vez quería casarse y no encontró una chica adecuada y de buena familia. Sabes cómo son los hombres ricos, las apariencias es lo que más le preocupan después del dinero. Imagínate que se case con una stripper, no me lo imaginaria lo que harían los medios, son crueles a veces.
—Eso no me importa. Una stripper puede ser útil para él, se ve que solo quiere tener relaciones con las mujeres que le pasen por delante. Conocí a su secretaria o lo que sea que sea, pero me pareció que tenían una relación, no relación, si no como si estuviese acostándose con ella y la muchacha siente algo por él, pero como Chris es hombre ya saben lo que pasa—les dijo a sus amigas.
—¿Acaso estás celosa? —preguntó Hayley con una sonrisa burlona.
Cassie fulminó a su amiga con la mirada.
—No tengo porque, él no me interesa—dijo y se levantó de la mesa, tomando sus bolsas apiladas sobre el suelo.
—¿Ya te vas? —preguntó Hayley.
—Sí, tengo que llegar temprano a casa para alistarme. Mi padre está planificando una cena, para que el cretino ese y yo nos “conozcamos mejor” como si no tuviese bastante de él ya.
—Suerte con la cena—dijo Holly despidiéndose de ella.
—¡Buena suerte y llévate de lo que te dijimos! —le gritó Hayley mientras Cassie se alejaba de ellas.
No se iba a llevar nada. Iba a hacer todo lo posible para no tener que casarse con Christopher Bryant.
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*—Chris:
Por muchas veces que lo hizo en el pasado, se dijo que esta sería la última vez.
Se encontraba con una mujer de cabello rojo encima de él, estaba hecho polvo por la actividad reciente. Karina a veces se excedía cuando tenía el control. Chris la tumbó a su lado, haciendo que ella refunfuñara. Se levantó de la cama y comenzó a vestirse ante la mirada fija de Karina.
—Ya no podemos hacer esto—dijo Chris terminando de ponerse los pantalones. Miró a Karina, ella arqueó sus finas cejas ante lo que él dijo.
—¿Por qué? —preguntó Karina poniéndose de lado sobre la cama.
—Tú sabes muy porque ya no podemos—le dijo mientras se colocaba la camisa. Tenía que irse a su piso ya, hoy tenía que asistir a una cena “importante”.
—Lo sé, Chris. ¿Acaso es necesario casarte con esa mocosa? —preguntó Karina sentándose, sus generosos senos se balancearon ante la acción—¡Es solo una niñita!
—Eso me dije yo mismo cuando la vi, pero tengo que hacerlo y que no se hable más—le dijo cuando vio que ella iba a replicar otra vez.
Karina guardó silencio y lo observó atentamente. Cuando Chris terminó de vestirse se giró hacia ella mientras observaba su reloj, no tenía mucho tiempo, pero tenía que ducharse en su piso y quitarse aquella ropa.
—Ya nos veremos—dijo acercándose a la puerta, habían estado en una habitación de un hotel parte de la tarde.
—De acuerdo, pero llámame cuando termines—dijo Karina bajando de la cama y caminando hacia él. Le pasó los brazos por el cuello y le dio un rápido beso en los labios—¿Ok?
—Si es que me acuerdo—dijo Chris abriendo la puerta. Escuchó un gruñido de la mujer y sonrió.
Salió de la habitación y bajo en el ascensor hacia el aparcamiento, se montó en su coche. Puso marcha hasta su piso. Tenía que arreglarse para la cena. Jefferson lo había llamado esta tarde para informarle que tenía que ir a su casa a cenar, algo que le pareció a Chris muy estúpido, pero iba a ir de todos modos, ya que quería ver a Cassadee y molestarla un poco. Su móvil empezó a sonar. Aprovechó que el siguiente semáforo se puso en luz roja para contestar, era uno de sus mejores amigos, Seth Culler.
—¿Qué quieres? —le preguntó, su amigo llamaba siempre para querer algo.
—Hola Chris—escuchó la voz de su amigo del otro lado de la línea—¿Adivina qué? ¡Ya he llegado! ¿Vas a venir a verme?
¿Ir a verlo? Ni que Seth fuese su amante.
Se frotó la mano contra la frente y ahogó una maldición. Había estado aquellos días feliz de la vida, su amigo, que era un demasiado molesto, se había ido de viaje por un mes y al parecer había regresado. ¿Por qué tuvo que contestar? Seth fastidiaba tanto. Debió primero pensarlo antes de contestar, cuando hablaba con Seth duraba horas porque su amigo no se callaba.
—¡Chris! ¡Chris! ¡Chris! —lo llamó Seth como un niño pidiendo dulces, cosa que no era.
—Seth, estoy cansado ahora mismo, llama otro día—le dijo.
—Claro como no lo vas a estar. Estas con Karina, ¿verdad? —preguntó Seth adivinando.
Chris sonrió, su amigo tenía un sexto sentido, no estaba con Karina en ese momento, pero si había estado.
—No tengo tiempo de hablar contigo, tengo un asunto pendiente—le dijo a Seth.
—Chris como amigo que soy, creo que deberías dejar de andar con Karina—dijo Seth como siempre decía cada vez que mencionaban a Karina—Es una chica muy promiscua y además de eso, ella puede arruinar tu imagen.
—No empieces—murmuró Chris frotándose un poco más la frente, empezaba a dolerle la cabeza.
—Debes de pensar bien las cosas.
—No debe de importarte con quien me acueste, Seth—le espetó. Esto no le incumbía a su amigo.
—Estás en tus días, ¿verdad? —preguntó Seth con un tono divertido—¿Es por eso que estás tan gruñón?
Chris se rio. Él no estaba gruñón. Deseó teletransportarse y caer en el lugar donde estaba Seth, hacerlo callar con un puño.
—Tengo que colgar, tengo un asunto ahora, como te dije—le volvió a decir.
—De acuerdo, voy a dejarte, pero llámame para que quedemos—digo Seth.
—Sí, si, como digas—dijo Chris aburrido. Ya será luego.
—Bien, te esperare.
Chris murmuró un improperio y le colgó.
Su amigo era como una urraca, un chicle en un zapato. Molestoso, pegajoso, fastidioso.
Arrancó el auto cuando el semáforo cambió a verde.
Unos minutos después, llegó a su piso y entró a su cuarto, tenía que arreglarse para la cena.
Se vistió con un vestido que había comprado en una tienda aquella tarde. Le llegaba más arriba de las rodillas y llevaba la espalda al aire. Cuando su padre lo viese, iba a desaprobarlo, aunque estaba segura de que Chris lo convencería, ya que era un pervertido y cuando estuviesen a solas, porque sabía que su familia la dejaría sola con Chris, este se aprovecharía para molestarla y tocarla.Se dio una mirada rápida en el espejo, comprobando su pelo suelto y su maquillaje antes de salir de su habitación. Bajó las escaleras hacia la sala, era un fastidio tener que cenar con su familia y con Chris, pero si no lo hacía tendría que escuchar los sermones de sus padres y no estaba de humor para tratar con ellos.Una vez estando en la sala, vio que Chris ya había llegado, estaba sentado solo en un sofá y hablaba con su padre, que tenía un vaso en la mano, supuso que ser&iac
Cassadee miró con fastidio a Chris. Era un chicle en un zapato. Además de ser un pervertido, se burlaba de ella a cada rato que podía. Tenía ganas de golpearlo, pero se contuvo todo lo que pudo. Lo menos que quería era tener que escuchar la voz de su padre hablándole mierda. Quería estar tranquila hoy, iba a soportar a Chris por unas horas. Podía con esto.Miró como Chris dejaba la copa en el suelo y luego se acercaba a ella, inclinándose un poco. Cassie se echó hacia atrás mientras lo miraba con las cejas arqueadas. ¿Que estaba pensando aquel imbécil hacer?Cassie se sobresaltó cuando sintió una de sus manos en su mejilla. En serio qué estaba tratando Chris de hacer, ¿acaso iba a besarla? Cassie fijo su mirada en los labios de Chris, tenía debilidad por las sexys bocas y está definitivamente era una boca sexy. Tenía el labi
Unos días después…Cassadee estaba tirada encima de la cama, era un día de esos en los que uno estaba aburrido y no encontraba nada que hacer. Había husmeado en las redes sociales, hablado con algunos conocidos y, aun así, se sentía aburrida. Quizás debería leer algún libro. Aunque talvez podía irse de compras. Necesitaba ropa nueva.Se quitó los shorts y la franela que tenía puesta, cambiándolos por unos jeans ajustados y una blusa blanca. Se calzó los pies con unas botas negras y salió de su habitación a hurtadillas. Una vez fuera de la casa, se encontró con el chofer de su padre. Él era su amigo, siempre la ayudaba a escaparse de la casa.El hombre la dejó en el centro comercial y Cassie se dio la vida comprando cosas nuevas. Ya cuando llevaba más de 5 bolsas llena de ropa en los brazos, d
Tenía que ir a la casa de sus suegros a cenar aquella noche. Cassadee se vistió bien para la ocasión, la verdad era que le hubiese gustado vestirse para dar mala impresión, como siempre hacía, pero por alguna razón decidió ser decente. Además, no conocía a los padres de Chris y no sabía si eran malas personas como su hijo, así que había optado por unos jeans negros, una blusa de color blanco y unos zapatos negros planos. Algo simple, pero se sentía cómoda.Ahora estaba sobre su cama husmeando en las redes sociales mientras esperaba a que Chris viniese a buscarla. Un toque en la puerta le hizo dejar su móvil. Cuando fue a abrir, se encontró con su madre.—Chris esta abajo—dijo su madre quien la miró con las cejas arqueadas, estaba segura que era por su vestimenta, era muy raro verla con pantalones largos.Cassie asintió y se vo
La velada en casa de los Bryant fue cansina. Cassie se sentía muy cansada. Tratar de Chris era cansino y no podía ni imaginarse como seria si se casaba con él. Sentía su cuerpo ardiendo de deseo y solo había sido toqueteada un poco por él. ¿Qué pasaría cuando completaran el set?Tragó nerviosa. Estaba tan acalorada.Cassie soltó un suspiro mientras entraba en casa. Mientras se acercaba a subir las escaleras, su madre la interceptó. Parecía como si la mujer observara cada movimiento de ella, ¿acaso los estaba observando por la ventana o algo así?—¿Cómo te fue con los Bryant?—preguntó su madre con aspecto interesado.Ella se encogió de hombros. No podía decirle todo lo que había pasado en casa de los Bryant, eso era cosas personales de esas personas.—Bien—dijo Cassie. La velada no
Al día siguiente, era un martes sin nada que hacer. Los proyectos de su empresa estaban movilizándose y él no tenía ya que meter sus narices en ello, sus empleados se estaban encargando. Necesitaba salir de su oficina un rato, el tapiz de las paredes le estaba resultando cansino. Amaba trabajar, pero a veces esto se volvía tedioso. Necesitaba diversión, molestar a alguien. Sonrió. Ya tenía en mente a quien iba a molestar esa tarde con su presencia....Se miró en el espejo de su baño mientras se tocaba los labios. Había besado a muchos chicos, pero solo habían sido besos fríos, con Chris había sido diferente, sus labios habían sido suaves y deliciosos. Cuando se habían besado en el centro comercial, solo había sido jugando y no había sentido nada, pero ayer, se relamió los
La noche llegó y Cassie estaba lista para gozar. Se había colocado un vestido negro de un solo hombro y unos tacones. Se miraba en el espejo mientras intentaba hacer algo con su cabello, por el espejo vio como Hayley la miraba con cara de reprobación.—¿Qué?—le preguntó Cassie a su amiga.Esta negó con la cabeza y Cassie suspiro. No estaba mal vestida, estaba muy tapada, soltó una carcajada, y ella que había pensado en ponerse una minifalda y un top muy pequeño, pero para no tener que escuchar las quejas de Hayley se había puesto el vestido, pero como quiera Hayley tenía que desaprobar todo. ¿Qué diablos le pasaba?Ignorando a su amiga, siguió con su cabello, hasta que lo amarró en una coleta alta, se volvió a mirar en el espejo, no se había colocado mucho maquillaje porque no quería parecer una chica fácil, solo
Entró en el servicio de mujeres junto a Hayley, se acercó a un lavabo y se lavó las manos mientras por el espejo observaba a su amiga detrás de ella mirándola con una mirada no muy bonita.—¿Qué?—le preguntó Cassie a Hayley.Su amiga negó con la cabeza y luego se frotó la frente como si le doliese. Cassie le sonrió. Sabia porque estaba su amiga de esa manera, ella era un dolor de cabeza, sus locas acciones hacían que le diese dolor de cabeza a Hayley.—¿Por qué te fuiste a bailar con Kyle?—preguntó Hayley entonces.—¿Qué te pasa? Es mi amigo, yo puedo bailar con él.—Eso no era bailar, Cassie—le regañó Hayley como si fuese su madre—Estabas provocando a Kyle como si no tuvieses un prometido, que por cierto te vio.—Sabes que no me importa, ¿verd