Se vistió con un vestido que había comprado en una tienda aquella tarde. Le llegaba más arriba de las rodillas y llevaba la espalda al aire. Cuando su padre lo viese, iba a desaprobarlo, aunque estaba segura de que Chris lo convencería, ya que era un pervertido y cuando estuviesen a solas, porque sabía que su familia la dejaría sola con Chris, este se aprovecharía para molestarla y tocarla.
Se dio una mirada rápida en el espejo, comprobando su pelo suelto y su maquillaje antes de salir de su habitación. Bajó las escaleras hacia la sala, era un fastidio tener que cenar con su familia y con Chris, pero si no lo hacía tendría que escuchar los sermones de sus padres y no estaba de humor para tratar con ellos.
Una vez estando en la sala, vio que Chris ya había llegado, estaba sentado solo en un sofá y hablaba con su padre, que tenía un vaso en la mano, supuso que sería brandi, su padre no bebía otra cosa que esa asquerosidad. Siguió mirando por la sala. Las gemelas y su madre estaban sentadas en los sofás. Cassie murmuró un improperio, los sofás estaban ocupados y solo estaba vacío al lado de Chris. ¿Acaso tenía que ir a sentarse con él? Bueno, que más daba.
—Buenas noches—dijo Cassadee haciéndose notar.
Su padre y Chris se volvieron hacia ella. Notó como el primero levantaba una ceja y ponía cara de desaprobación, el segundo solo sonrió con perversión y la miraba como si fuese a desvestirla. Cassie ignoró su mirada perversa y caminó hacia él, pero Chris se levantó y fue a su encuentro.
—Buenas noches, Cassadee—dijo Chris una vez frente a ella.
Inclinó la cabeza como si fuese a besarla, pero Cassie pudo alejarse a tiempo antes de que lo hiciera. Sabía que Chris solo estaba jugando, si hubiese querido besarla de verdad ya lo había hecho cuando estuvieron solos en la oficina de su padre. ¿Qué mierda? ¿Por qué estaba pensando en besos?
—Ni un besito ni nada—dijo Shanna bromeando a lo que Cassie le dirigió una mirada de furia.
—No seas torpe, aún no me he casado—le dijo Cassadee a su hermana.
Shanna le sacó la lengua.
—¿Y qué importa? No hay que casarse para dar un beso o me vas a decir que nunca has dado uno—preguntó ella y luego sonrió burlonamente—¿Ni siquiera a Kyle?—siguió la chica mortificando a Cassie.
Si, si había besado a Kyle, pero no compartiría eso con su hermana.
—¿Kyle?—preguntó Chris interesado. Genial, ahora tendría que decirle quien era Kyle, aunque algún día iba a conocerse.
Cassadee intentó matar a su hermana con la mirada por haber mencionado a Kyle, pero para su desgracia aquello no funcionó, Shanna se rio y Cassie se cruzó de brazos, huyendo de su mirada acusadora.
—Deja de fastidiarme—le dijo a Shanna.
—Ya basta, tenemos visita—les dijo Jeff a sus hijas. Se volvió hacia Chris—Discúlpala, con el tiempo cambiará.
—Eso espero—dijo Chris y le sonrió.
Cassie rodó los ojos, no iba a cambiar por nadie y menos por él. Así era mejor que se fuese acostumbrando. Oh, espera, no iba a casarse con él, así que de nada servía. Solo estaba allí para aparentar y así no tener que escuchar la boca de su padre. Suspiro y caminó hacía el sofá donde había estado sentado Chris, tomó asiento y Chris la imitó.
Chris se volvió a fundir en una conversación con su padre y Cassie solo jugaba con sus uñas, esperaba que apareciera rápido una de las empleadas diciéndole que la cena estaba lista y al parecer la llamo con la mente, porque Abby apareció en la sala.
—Ya está la cena—dijo el ama de llaves de la casa.
Cassie se levantó como un resorte. Mientras más rápido todo pasara mejor. Quería irse a su habitación ya. Se fueron al comedor a tomar la cena. Cassie lo único que deseaba era irse de allí rápido y que Chris se diese cuenta que casarse con ella era un error. También que su padre dejase de fastidiarla. Bueno… Soñar no costaba nada.
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Después de la cena. Se encontraban en la terraza de la casa de los McKay. Chris tenía una copa de vino en las manos y estaba apoyado sobre la barandilla mientras que Cassadee estaba sentada en un banco frente a él mirando el suelo. Se preguntó si tendría que convencerla de que se casara con él, pero de seguro su padre le había puesto las cartas sobre la mesa. Ella no se negaría a casarse con él, ya que era una chica caprichosa y no aguantaría vivir la vida a la que su padre la pondría a vivir si no aceptaba a casarse con él. Era pan comido.
—Deja de mirarme—murmuró entre dientes Cassadee.
Chris sonrió. Antes no estaba mirándola como ella pensaba, pero ahora que lo decía. Paseó la mirada por el cuerpo de Cassadee embutido en un vestido colorido de rayas. Tenía que admitir que el vestido le quedaba bien, la condenada tenía en donde agarrar. El vestido era tan corto que Chris creyó verle las bragas y era tan ajustado en la parte de los senos que dejaba ver porción de ellos. La chica se vestía para conquistar.
—Eres un pervertido—dijo Cassadee cruzándose de brazos cuando se dio cuenta de que no dejaba de mirar la parte delantera que sobresalía.
—Si te cruzas de brazos salen más—le dijo Chris comenzando a burlarse de ella.
Cassadee abrió la boca perpleja, pero la cerró, bajo los brazos y los dejó a los lados de su cuerpo. Aquellos pechos de seguro cabían en sus manos, se veían perfectos y se preguntó si serian suaves o si tendría los pezones del color que le gustaban.
—Tienes los pechos un poco grandes para tu edad, ¿qué copa eres?—preguntó un poco interesado, quería saber.
—A ti que mierda tiene que importarte—le espetó Cassadee echando chispas por los ojos.
Vaya, sí que se molestaba por una tontería, normalmente cuando preguntaba cosas así a las mujeres, estas se ponían todas ablativa sobre el tema y hasta se lo ofrecían, pero al parecer Cassadee no era como esas mujeres, aunque aparentaba serlo un poco. Quizás se había equivocado al elegirla.
—Son grandes para tus hombros—le dijo sin dejar de mirárselos. Mierda, se había convertido en un pervertido. Parecía uno de esos vejetes que no dejaban de ver a las chicas jóvenes, solo que no era un vejete.
—¡Me das asco!—expresó ella—Esas clases de cumplidos no les gustan a las chicas y menos a mí, no me agradan, son sucios y pervertidos. Y por si no lo sabes, odio mis pechos.
¿Qué los odiaba? Bueno, a él le gustaban, así que cuando se casaran, cuando él empezara a jugar con ellos Cassadee empezaría a amarlos. Él también iba a amarlos. Era un hombre de pechos.
—¿Por qué?—preguntó—No entiendo por qué los odias.
Ella se ruborizó y desvió la mirada.
—Soy copa C. Los chicos en el instituto se quedaban viendo mis pechos como pervertidos que son, me daban miedo. Siempre he odiado mis pechos por ser de ese tamaño—explicó ella encorvando su espalda.
«Así que es por eso que no le gustan sus pechos», pensó Chris tomando el último trago de la copa de vino.
—Yo no los veo de esa forma, no soy tan grandes—dijo echándole otra ojeada, quería verlos sin nada cubierto y tocarlos.
—Pero si acabas de decir—comenzó a decir Cassadee, pero Chris la interrumpió
—Dije para tus hombros. Son un poco grandes para tus hombros y para tu cuerpo, eres delgada, pero estos son perfectos para mis manos—dijo mirándose una mano, de seguro cabrían bien.
Ella lo miró sorprendida.
—No puedes negar que eres un hombre. Eres tan depravado.
Chris volvió a sonreír.
—Eso es lo que soy, pero créeme que normalmente no soy así. Creo que eres tú quien me vuelve un pervertido. Es normal que me gusten los pechos, al igual que a las mujeres le encantan los zapatos, las joyas y las ropas. A nosotros los hombres nos gustan los traseros, los senos, el sexo, los deportes, al menos eso es lo que a mí me gusta—dijo Chris.
Cassadee sonrió divertida.
—Creo que te olvidaste de algo más—dijo ella.
Chris arqueo las cejas.
—¿De qué?
—Te olvidaste del dinero.
Chris chasqueo los dedos dándole la razón.
—Sí. Eso es un bien esencial en esta vida. No haces nada si no tienes dinero, así que si, si me gusta. Y tus pechos entran en la lista por igual—dijo esto último volviendo a mirarla allí.
Ella entrecerró los ojos.
—Ya deja mis pechos tranquilos.
—Cuando nos casemos no tendrás que preocuparte por ellos. Yo me ocuparé de ellos, acariciándolos cada día, dándole un tratamiento único para que se sientan a apreciados—dijo Chris comenzando a imaginarse una buena escena en su cabeza, tanto así que empezó a calentarlo de sobremanera.
—¿Disculpa? ¿Quién te dijo que me iba a casar contigo? Porque estemos cenando juntos o porque estas en mi casa no significa que he aceptado casarme contigo, sigue siendo injusto obligar a una persona a casarse sin una razón concreta—dijo Cassadee—No me agrada la idea, y no me agradas tampoco.
Chris sonrió.
—Me pregunto si tengo cara de payasa—dijo ella que de seguro estaba hastiada de que él se estuviese burlando de ella. Bueno, ella no era una payasa, pero si era divertida y lo hacía reír.
—No, me pareces divertida.
—Claro—murmuró la chica poniendo los ojos en blanco.
Chris volvió a reír. En verdad que la chica era divertida. Seria toda una diversión casarse con ella. «Esto va a ser divertido», pensó Chris.
Cassadee miró con fastidio a Chris. Era un chicle en un zapato. Además de ser un pervertido, se burlaba de ella a cada rato que podía. Tenía ganas de golpearlo, pero se contuvo todo lo que pudo. Lo menos que quería era tener que escuchar la voz de su padre hablándole mierda. Quería estar tranquila hoy, iba a soportar a Chris por unas horas. Podía con esto.Miró como Chris dejaba la copa en el suelo y luego se acercaba a ella, inclinándose un poco. Cassie se echó hacia atrás mientras lo miraba con las cejas arqueadas. ¿Que estaba pensando aquel imbécil hacer?Cassie se sobresaltó cuando sintió una de sus manos en su mejilla. En serio qué estaba tratando Chris de hacer, ¿acaso iba a besarla? Cassie fijo su mirada en los labios de Chris, tenía debilidad por las sexys bocas y está definitivamente era una boca sexy. Tenía el labi
Unos días después…Cassadee estaba tirada encima de la cama, era un día de esos en los que uno estaba aburrido y no encontraba nada que hacer. Había husmeado en las redes sociales, hablado con algunos conocidos y, aun así, se sentía aburrida. Quizás debería leer algún libro. Aunque talvez podía irse de compras. Necesitaba ropa nueva.Se quitó los shorts y la franela que tenía puesta, cambiándolos por unos jeans ajustados y una blusa blanca. Se calzó los pies con unas botas negras y salió de su habitación a hurtadillas. Una vez fuera de la casa, se encontró con el chofer de su padre. Él era su amigo, siempre la ayudaba a escaparse de la casa.El hombre la dejó en el centro comercial y Cassie se dio la vida comprando cosas nuevas. Ya cuando llevaba más de 5 bolsas llena de ropa en los brazos, d
Tenía que ir a la casa de sus suegros a cenar aquella noche. Cassadee se vistió bien para la ocasión, la verdad era que le hubiese gustado vestirse para dar mala impresión, como siempre hacía, pero por alguna razón decidió ser decente. Además, no conocía a los padres de Chris y no sabía si eran malas personas como su hijo, así que había optado por unos jeans negros, una blusa de color blanco y unos zapatos negros planos. Algo simple, pero se sentía cómoda.Ahora estaba sobre su cama husmeando en las redes sociales mientras esperaba a que Chris viniese a buscarla. Un toque en la puerta le hizo dejar su móvil. Cuando fue a abrir, se encontró con su madre.—Chris esta abajo—dijo su madre quien la miró con las cejas arqueadas, estaba segura que era por su vestimenta, era muy raro verla con pantalones largos.Cassie asintió y se vo
La velada en casa de los Bryant fue cansina. Cassie se sentía muy cansada. Tratar de Chris era cansino y no podía ni imaginarse como seria si se casaba con él. Sentía su cuerpo ardiendo de deseo y solo había sido toqueteada un poco por él. ¿Qué pasaría cuando completaran el set?Tragó nerviosa. Estaba tan acalorada.Cassie soltó un suspiro mientras entraba en casa. Mientras se acercaba a subir las escaleras, su madre la interceptó. Parecía como si la mujer observara cada movimiento de ella, ¿acaso los estaba observando por la ventana o algo así?—¿Cómo te fue con los Bryant?—preguntó su madre con aspecto interesado.Ella se encogió de hombros. No podía decirle todo lo que había pasado en casa de los Bryant, eso era cosas personales de esas personas.—Bien—dijo Cassie. La velada no
Al día siguiente, era un martes sin nada que hacer. Los proyectos de su empresa estaban movilizándose y él no tenía ya que meter sus narices en ello, sus empleados se estaban encargando. Necesitaba salir de su oficina un rato, el tapiz de las paredes le estaba resultando cansino. Amaba trabajar, pero a veces esto se volvía tedioso. Necesitaba diversión, molestar a alguien. Sonrió. Ya tenía en mente a quien iba a molestar esa tarde con su presencia....Se miró en el espejo de su baño mientras se tocaba los labios. Había besado a muchos chicos, pero solo habían sido besos fríos, con Chris había sido diferente, sus labios habían sido suaves y deliciosos. Cuando se habían besado en el centro comercial, solo había sido jugando y no había sentido nada, pero ayer, se relamió los
La noche llegó y Cassie estaba lista para gozar. Se había colocado un vestido negro de un solo hombro y unos tacones. Se miraba en el espejo mientras intentaba hacer algo con su cabello, por el espejo vio como Hayley la miraba con cara de reprobación.—¿Qué?—le preguntó Cassie a su amiga.Esta negó con la cabeza y Cassie suspiro. No estaba mal vestida, estaba muy tapada, soltó una carcajada, y ella que había pensado en ponerse una minifalda y un top muy pequeño, pero para no tener que escuchar las quejas de Hayley se había puesto el vestido, pero como quiera Hayley tenía que desaprobar todo. ¿Qué diablos le pasaba?Ignorando a su amiga, siguió con su cabello, hasta que lo amarró en una coleta alta, se volvió a mirar en el espejo, no se había colocado mucho maquillaje porque no quería parecer una chica fácil, solo
Entró en el servicio de mujeres junto a Hayley, se acercó a un lavabo y se lavó las manos mientras por el espejo observaba a su amiga detrás de ella mirándola con una mirada no muy bonita.—¿Qué?—le preguntó Cassie a Hayley.Su amiga negó con la cabeza y luego se frotó la frente como si le doliese. Cassie le sonrió. Sabia porque estaba su amiga de esa manera, ella era un dolor de cabeza, sus locas acciones hacían que le diese dolor de cabeza a Hayley.—¿Por qué te fuiste a bailar con Kyle?—preguntó Hayley entonces.—¿Qué te pasa? Es mi amigo, yo puedo bailar con él.—Eso no era bailar, Cassie—le regañó Hayley como si fuese su madre—Estabas provocando a Kyle como si no tuvieses un prometido, que por cierto te vio.—Sabes que no me importa, ¿verd
Una semana después…La semana que había pasado había estado llena de tormentos para Cassadee. Su madre y la madre de Chris, seguían con los preparativos de la boda y aunque ella era la novia y tenía que supervisar todo, no deseaba nada de aquello. Solo quería estar tranquila y que el día de la boda la llamaran para que asistiese a esta. Actuaría en modo automático.Soltó un bufido. Hoy tenía que hacerse la prueba del vestido, tenía que ir a una tienda llena de vestidos de novias, con 3 mujeres frustradas con la boda, incluyendo a Hayley. El auto en el que iban las 4 se detuvo frente a la tienda. Su madre quien era que había estado manejado, se giró hacia ella que estaba sentada en el asiento trasero.—Cassie, quiero que te comportes—murmuró su madre.Ni que ella fuese una busca pleitos, aquello la cabre&oacu