Dos meses después…
Ya había pasado por esto, pero los mismos nervios de aquella vez estaban ahí y era peor. Estaba más nerviosa que antes. Cassie abrió la boca y soltó el aire, inhaló y exhaló varias veces, intentando calmarse. Fracaso.
Movió la cabeza y se miró en el espejo. Tenía un nuevo vestido de novia que ella misma había comprado con sus ahorros. Era algo simple, pero en cuanto lo había visto se había enamorado de él. Era de un solo hombro y ajustado en los pechos, que le estaban empezando a crecer más, tenía la falda lisa y esta llegaba hasta el suelo.
Se alejó del espejo de cuerpo entero y tomó asiento en un sofá. Suspiro y se llevó las manos al vientre que empezaba a notarse más de lo normal. Tenía una revisión la semana que entraba y quería saber ya si estaba emba
Dos meses después…Dejó el canasto de ropa sucia en el suelo mientras se acercaba a la lavadora y abría la portezuela. Comenzó a depositar la ropa sucia dentro de la máquina de lavar hasta que estuvo al tope, luego buscó el detergente y dejó una buena cantidad en un pequeño compartimiento. Cerró la portezuela y maniobro con los botones, era ya un experto en esto. La máquina empezó a funcionar y Chris se pasó la mano por la frente mientras soltaba un sonoro suspiro.Esto era algo tedioso, se dijo mientras salía del área de lavado de su hermosa casa y se adentraba en la cocina, acercándose a la estufa.Su oficio como ama de llaves de su esposa había comenzado hace dos meses. Cuando llegaron de su segunda luna de miel, Cassie le había dicho que ella quería se quedara en casa siempre y que le ayudaría con los quehaceres
Cinco años más tarde…Todo estaba listo. Cassie sonrió con felicidad mientras tomaba el bol lleno de nachos de la encimera y luego salía de la cocina hacia el patio trasero, en donde se celebraba la fiesta de cumpleaños de sus pequeños que hoy cumplían cinco años. Salió al patio repleto de niños y de adultos. Cassie se acercó a la gran mesa cubierta por un mantel blanco, en donde estaban el pastel de cumpleaños y algunos aperitivos, coloco el bol de nachos en la mesa. Se dio la vuelta y miro por el patio que estaba decorado de globos y lazos de colores.Aunque podían darse una casa más grande, a ella le gustaba su hogar, era pequeña para algunos, pero grande para ella. Además, cabían perfectamente, incluso sobraba una habitación de las cuatro que tenía la casa, el salón y la cocina eran amplios. Era
*—Chris: Ser padre era algo grandioso.Nunca pensé que esto llegaría a pasarme, bueno, tampoco pensé que llegaría a casarme tan joven y con tal mujer.Una sonrisa se dibujó en mis labios.Al principio había creído que me libraría fácilmente, que cobraría mi venganza y adiós a todo, que dejaría a aquella chica a su libre merced, llorando quizás de pena por haberme perdido. ¡Que equivocación la mía! Yo no tenía en mente enamorarme de ella, no tenía en mente que me volviese adicto a su cuerpo, a sus besos y caricias, tampoco tenía en mente que tendría hijos con esa chica. No lo pensé, no lo planee, pero como a veces la gente dice, lo que no se planea a veces sale mejor y no me arrepiento para nada no haber planeado todo lo que me paso.Me pase una mano por la cara y mire el techo blan
Serie: Encontrando El AmorLibro 2: A Tu Lado..Luego que su amor no correspondido se casara e hiciera su vida, Robert Bryant se dijo que no podía seguir odiandose a sí mismo solo porque no podía tener a la mujer que amaba. Tenía que empezar a pensar positivamente de ahora en adelante, dejar de recordar a la mujer de su hermano y buscar una chica para enamorarse, pero ni bien pensó en buscar un nuevo amor, dos chicas completamente diferentes, lo abordaron buscando lo mismo que quería encontrar. Robert sabía que no podía tener a las dos y que debía escoger entre una de ellas, pero… ¿y si no escogía a la correcta?Brianna McKay llevaba mucho tiempo enamorada de aquel hombre y sabía que era imposible que aquel hombre la viese como una mujer. Robert Bryant, qui
*—Cassie:Se encontraba con los cascos de los audífonos de su reproductor de música puestos mientras cantaba en voz alta la canción que este reproducía. Bailaba con un poco de ritmo sobre su cama y esperaba que sus padres no la vieran, ya que había dañado su antigua cama por hacer lo mismo. La canción tomó ese momento para terminarse y al mismo tiempo, escuchó como tocaban su puerta.—Cassadee —llamaron su nombre desde fuera al mismo tiempo que tocaban la puerta—. Cassadee.Cassadee McKay bajó de la cama y caminó hacia la puerta, la abrió encontrándose con el ama de llaves de su familia. La mujer la miró con las cejas arqueadas y la chica le sonrió.—¿Qué pasa, Abby? —preguntó Cassadee quitándose los cascos de los audífonos y deteniendo el reproductor.&mdash
*—Cassie:—Maldición —maldijo Cassadee mientras entraba en el edificio donde estaba la empresa de su familia.Miró su reloj, había llegado a la hora acordada, no iba atrasada, lo único que le molestaba era como estaba vestida. Su madre había insistido en que se vistiera como si ella fuese a una entrevista de trabajo. Bajo la mirada, mirando la falda negra por debajo de las rodillas que llevaba y la blusa de manga larga de color blanca, no le gustaba esa ropa, pero su madre la había obligado a que se vistiera así y que también se pusiera tacones para que se viese más formal. A ella no le gustaban mucho los tacones, era alta y con ellos parecía una jirafa. La mayor parte del tiempo usaba sandalias, zapatillas de deporte o botas de tacón bajo, pero los tacones eran otra cosa, era demasiado alta para usarlos, además, eran incómodos.Se detuvo
*—Cassie: Unos días después, Cassadee estaba en el centro comercial con sus mejores amigas. Les había hablado por teléfono sobre lo que había pasado. Sus amigas eran las únicas con las que podía hablar y que ellas pudiesen comprender su dolor, ya que su familia era muy injusta con ella. Recordó lo que pasó cuando fue a ver a su padre a su oficina, su padre había sido el más injusto con ella, sabía que había sido mal hija, pero aquello no era una razón para que él hiciera esas cosas, proponerla al matrimonio con una persona totalmente desconocida, además, el tipo en si no le agradaba para nada, nunca había conocido a una persona tan odiosa y difícil de tratar, demasiado arrogante para su gusto. Se sentía triste, se había acostumbrado a las riñas de su padre, a su mal humor y a su odio, pero nunca pensó que él llegaría a esos extremos con tal de castigarla. Se preguntó por qué no escogía a algunas de las gemelas para que se casara con ese engre
Se vistió con un vestido que había comprado en una tienda aquella tarde. Le llegaba más arriba de las rodillas y llevaba la espalda al aire. Cuando su padre lo viese, iba a desaprobarlo, aunque estaba segura de que Chris lo convencería, ya que era un pervertido y cuando estuviesen a solas, porque sabía que su familia la dejaría sola con Chris, este se aprovecharía para molestarla y tocarla.Se dio una mirada rápida en el espejo, comprobando su pelo suelto y su maquillaje antes de salir de su habitación. Bajó las escaleras hacia la sala, era un fastidio tener que cenar con su familia y con Chris, pero si no lo hacía tendría que escuchar los sermones de sus padres y no estaba de humor para tratar con ellos.Una vez estando en la sala, vio que Chris ya había llegado, estaba sentado solo en un sofá y hablaba con su padre, que tenía un vaso en la mano, supuso que ser&iac