Minutos más tarde.

¡Tatianna Lavrov no podía creer lo que estaba sucediendo!

Ella se encontraba en el jardín trasero de la mansión junto a Vladimir, ambos uno al lado del otro, posando de mala gana para ese fotógrafo que ese hombre rubio llevó.

—¡No, no está bien, no está nada bien! — decía el fotógrafo molesto—. Se ven incómodos, tensos, lucen distantes y se ve muy forzado, ¡quiero chispa, química, amor!, que parezca que son lo más importante para el otro.

Explicaba el hombre seriamente acercándose a ellos y pidiéndoles que se peguen más al lado del otro.

De modo que Tatianna y Vladimir quedaron en un abrazo bastante íntimo.

—¡Vamos bien!, ¡ahora quiero que se vean a los ojos con amor! —pidió el fotógrafo.

—Hazlo bien, no quiero seguir aquí contigo, desgraciada —dijo Vladimir con un tono frío de voz.

—¿Y crees que yo sí contigo?, tampoco lo hacías bien antes, imbécil.

Vladimir en ese momento, movió sus manos a la cintura de Tatianna y acercó su rostro a centímetros del de ella.

—Mírame con amor, como si yo fuera tu querido amante, Alexei~ —sonrió él burlista.

—¡JA!, en ese caso, piensa en mí como si fuera tu adorada ex prometida, Kristy~ —dijo ella con rapidez para en cuestión de segundos besar a Vladimir antes de que él reaccionara molesto por su comentario.

¡Él se sorprendió!

¡No esperó ese beso de esa mujer que tanto odiaba!

Sin embargo, cerró los ojos para que se pueda tomar la fotografía.

—¡PERFECTO! ¡Salió magnífica!, una fotografía excelente~ —celebraba el fotógrafo—, ya pueden descansar.

Sin embargo… Aunque ese hombre dijo esas palabras notó que ellos aún no se separaban.

¡Tatianna lo intentó, pero Vladimir la aprisionó aún más al cuerpo de él!

Por supuesto, eso causó molestía en esa mujer de cabello castaño largo, que con su zapatilla de tacón pisó con fuerza el pie de ese hombre que tanto ella odiaba.

¡Dolió!

Pero… En venganza él la mordió y la alejó bruscamente de su lado.

—¡¡¡DESGRACIADO!!! —le gritó Tatianna que cayó sentada en el césped de ese jardín con su labio inferior sangrando.

Vladimir le dedicó una expresión altiva, viéndola como si ella fuera… Simplemente basura.

El alto hombre se dirigió hacia el fotógrafo.

Vladimir apoyó su mano sobre el hombro de ese señor y le susurró:

—Sabes qué tienes que hacer con esas fotografías. Cuento contigo.

—Por supuesto, señor Korovin, lo sé —habló el hombre seriamente.

Después de que ese fotógrafo dijera eso, el alto hombre rubio comenzó a dirigirse al interior de la mansión.

Tatianna que ya se había levantado del suelo, salió corriendo hacia Vladimir levantando incómodamente con sus manos la falda de ese pomposo vestido de novia.

—¡¡¡ESPERA!!!, ¡¿acaso piensas dejarme en esta mansión encerrada?! —gritó ella furiosa.

Él detuvo sus pasos y volvió a ver hacia atrás.

—Sí —le respondió con aburrimiento a Tatianna—. Aquí tienes suficientes escoltas y es una mansión segura, no caerás en las manos de enemigos, solo no se te ocurra hacer nada estúpido.

Tatianna frunció el ceño, sabía que era inútil exigir más o esperar un poco de libertad de parte de ese hombre.

¡No había ni una sola pizca de confianza entre ellos dos!

Vladimir continuó caminando, pero solo dió unos cuantos pasos más, para después detenerse y ver de reojo a Tatianna.

—Por cierto. Volveré en dos días, para ese entonces tienes que darme información que valga la pena mantenerte con vida. Si te niegas, comenzará tu infierno.

—¿Infierno? —sonrió Tatianna de mala gana—, ¡mi infierno comenzó cuando nos reencontramos después de tres años!

—Entonces, se pondrá peor para ti~

Después de decir eso, finalmente ese hombre vestido de tonalidades negras se marchó.

Tatianna suspiró arrepentida de venderse así.

¡¿Qué diablos decía el contrato que firmó con ese hombre?!

¡NUNCA DEBIÓ CREER EN ESE MALDITO!

¡No tenía ni idea de a qué la ató ese hombre corrupto!

"Necesito recuperar mis pertenencias, mis armas, mi cartera, mis documentos…"

¡Tras ese pensamiento ella reaccionó poniéndose pálida!

¡Habia perdido algo muy importante!

Tatianna guío su mano hacia su cuello…

¡¡¡NO ESTABA!!!

El collar con un colgante de una rosa púrpura que le obsequió su mejor amiga, Kristy Nekrásov en Los Ángeles hace tres años…

"¡TENGO QUE RECUPERARLO!"

"¡Él debe tenerlo!"

Pensó Tatianna, corriendo a toda prisa tras de ese hombre que se había ido minutos atrás.

Sin embargo los guardaespaldas le bloquearon el paso antes de llegar a la puerta principal de la mansión.

—¡DÉJENME IR! ¡HAY ALGO QUE TENGO QUE DECIRLE!

No importa cuánto ella lo pidió, no la dejaron.

Intentó forcejear pero era inútil, su cuerpo estaba muy débil.

Ella recordó cuando Vladimir le dijo que le inyectaron algo y ella no estaría bien hasta en dos días.

"Tengo que tener ese collar de nuevo en mis manos… Significa mucho para mí y para la organización…"

Pensó Tatianna cabizbaja.

…..

En las afueras de la mansión, Vladimir iba en el sillón de pasajeros del vehículo oscuro y uno de sus guardaespaldas iba conduciendo por él.

El hombre sacó del bolsillo de su elegante gabardina, ese collar con una preciosa rosa de color púrpura.

Él lo veía con detenida atención.

Vladimir recordó que en el pasado se lo vio puesto a su ex prometida, Kristy Nekrásov, Antes de que ella cancelara el compromiso rompiéndole el corazón a él.

"¿Por qué esa mujer tenía algo como esto…?"

"¿Kristy se lo obsequió o simplemente lo robó como un recuerdo?"

"Creo que es más la segunda opción… Me quedaré con el como un recuerdo de ella"

Pensó Vladimir recordando a esa bella mujer que tanto amó hace tres años atrás, pero que desgraciadamente nunca lo correspondió con sinceridad.

•••••••••••

Un día más tarde.

En la oficina de "Mikhail Nekrásov" como se hacía llamar Alexei Kéldysh.

El hombre caminaba de un lado a otro furioso, palabras de maldiciones salían de su boca una tras de otra, mientras en su mano sostenía una copa con alcohol.

"¡He enviado a tantas personas a buscarla y no han dado con la m*****a de Tatianna!"

Pensó ese hombre de cabello oscuro perfectamente peinado hacia atrás.

"¿Realmente huyó? ¿Qué tan lejos se fue? ¿Salió de país?"

"¿Y si fue secuestrada?"

"¿Me traicionó o no…?, ¿es culpable o víctima?"

Pensaba él, ahora tomando todo el líquido en su copa como si fuera agua, para seguidamente dejarla sobre su escritorio.

Clac~

En ese momento, la puerta de esa oficina se abrió e ingresó uno de sus subordinados.

—Señor… Tenga, esta es una revista que leo con frecuencia y… No va a creer lo que ví —decía el hombre impactado, pasándole la revista a su jefe.

Mikhail la tomó en sus manos y vió la foto de Tatianna vestida de novia besando apasionadamente a Vladimir.

<< La boda privada del multimillonario CEO Korovin, cuya riqueza ha crecido exponencialmente en los últimos años.

¿Quién es la misteriosa mujer que robó el corazón de ese ex soltero cotizado? >>