••••••••••Esa misma noche: —Pensé que ibas a traer a tu novia la enfermera con nosotros —comentó casualmente Tatianna, que iba en el asiento copiloto del automóvil de Vladimir. Los hermosos ojos azules claros de esa mujer se posaron en el hombre que iba conduciendo. Simplemente no podía asimilar la idea de que estaba casada con ese peligroso rubio. Veía el perfil altivo y serio de su ahora esposo, ese mismo que la ignoraba y apenas respondía algo de lo que ella preguntara. Tatianna exhaló, dándose por vencida a entablar una conversación. Sus ojos se posaron ahora en el anillo que llevaba puesto en su dedo anular izquierdo. "Se siente incómodo…" "Todo esto es demasiado molesto… Lo odio"Pensó ella para seguidamente ver de reojo hacia el sillón trasero del vehículo, donde iban dos guardaespaldas, unos que estaban ahí para vigilar a Tatianna. Al mínimo movimiento e intento de escape, ella sabía que partiría rumbo al más allá. Sin embargo, su cuerpo no se sentía en óptimas cond
…….Tres días más tarde. 2: 00 am. Un automóvil oscuro se detuvo frente a esa vieja fábrica abandonada, del vehículo un hombre de cabello rubio en corte militar, cuyos tatuajes sobresalían en su cuello, él bajó acomodándose su gabardina, esa fría madrugada. El hombre de veintinueve años comenzó a dirigirse al interior de esa fábrica mientras el viento fuerte y helado de esa noche otoñal se hacía presente. Él caminaba, los hombres armados que lo acompañaban seguían sus pasos, expectantes de los alrededores… Una vieja carretera cerca, en un sector distante a un pueblo rural, sin viviendas en los alrededores donde pudieran haber testigos molestando, nada más que árboles y las bodegas externas de esa vieja fábrica. Comenzó a escucharse el sonido de los otros automóviles, en el que viajaban las personas que acudirían a tal encuentro acordado. El hombre que llegó primero sacó uno de sus cigarrillos comenzando a fumar tranquilamente en el interior de esa fábrica abandonada. Sus ojos d
Una vez Tatianna tenía esa llave en su poder, corrió hacia donde estaba el vehículo oscuro. El sonido de unos motorizados se escuchó, unos que ingresaron al centro de ese piso bajo, en la fábrica abandonada. El humo ya se estaban disipando y uno de los motorizados dio un casco y sus llaves a Vladimir quien dejó tirada su gabardina y bufanda para seguidamente subir a la motocicleta. Tatianna que disparaba a algunos de los hombres que salieron ocultos por ese primer piso, corrió hasta Vladimir y subió con él. —¡¡Me dió una USB!! ¡¡Vámonos de aquí de inmediato!! —informó la mujer castaña que se aferró con su brazo izquierdo al dorso de su peligroso aliado, mientras que con su mano derecha seguía dando disparos hacia los enemigos que le iban saliendo. Ambos se alejaban de esa fábrica y varios kilómetros por la carretera observaron que venía un automóvil en sentido contrario. Vladimir detuvo la motocicleta así como el chófer del vehículo que bajó y caminó a pasos rápidos hacia ese h
"Ni siquiera sé si Kravchenko logró sobrevivir o no a la gente de Vladimir" Pensó Tatianna cubriendo su rostro con su mano mientras se sentía abrumada. "Hace mucho tiempo…""Desde hace años no compartía tanto tiempo con el maldito de Vladimir" La mujer en ropa interior, cerró sus ojos y un recuerdo del pasado cruzó por su mente…Ese día cuando todo comenzó. Cuando su vida dió un cambio radical. ••••••••••Hace 13 años atrás: ••••••••••San Petersburgo, Rusia. La adolescente de cabello corto castaño ondulado lloraba mientras sostenía con sus manos temblorosas la maleta de su equipaje. —Se ha ido… Tu padre te ha vendido y ya no tienes a dónde más ir. El día que abandones la organización, será hecha un cadáver —habló el hombre maduro de cabello rubio ondulado y ojos verdes limón. Ese hombre llamado Gregori Nekrásov y fundador de tan peligrosa, corrupta y poderosa organización.Don Gregori se levantó de su fina silla tras el glamuroso escritorio. El hombre que en su mano sostení
Vladimir Korovin alzó una ceja viendo a Tatianna fríamente y seguidamente él se soltó bruscamente del agarre que ella ejercía en su brazo. —Lo que haga no es de tu m*ldita incumbencia —recalcó él. —¿Por qué? ¿Lo dice el contrato acaso? —dijo ella molesta—, ese MALDITO contrato que no me dejaste leer… —frunció el ceño ella. —Sí. Lo dice el puto contrato. ¡¡CLAN!!Sonó la puerta cuando él salió y la cerró de golpe. —¡DESGRACIADO, TE ODIO! —gritó Tatianna dándole una patada a la puerta cerrada— ¡AAAY MALDICIÓN, MI PIE! —exclamó ella al sentir dolor en su tobillo que no hace mucho se había golpeado. "Dijo que no me iba a encerrar de nuevo, si bien este lugar es más cercano a la capital, nuevamente me tiene de prisionera" Pensó Tatianna nada contenta. La mujer de cabello castaño ondulado comenzó a vestirse rápidamente, con intenciones de salir y no darse por vencida. "Quizá él vaya a reunirse con su amante, así como puede ir con su gente porque atraparon a Nikolay y si voy, ento
—Todos saben que eres mi esposa —exhaló Vladimir con molestia—, ¿dejarte ser una simple guardaespaldas?. No seas estúpida.Tatianna Lavrov frunció el ceño ante el insulto de ese maldito hombre. Ella que sostenía el celular de Vladimir en sus manos, volvió a ver a ese artículo en el móvil. "¿Todos saben que me casé con este desgraciado?" "¡Es el colmo! ¡Es mi fin! ¡Mikhail ahora me verá como la zorra traidora desde el inicio!" Pensó Tatianna con su rostro rojo del enojo. —¡¿Así que para esto eran las m*lditas fotografías de boda?!, ya decía yo que era muy extraño, debí suponerlo de ti, JAMÁS haces algo donde no ganas nada a cambio —exclamó ella furiosa. Tatianna comenzó a dirigirse a las escaleras rumbo a la segunda planta se esa elegante mansión. Ekaterina, que estaba a una distancia considerable, se sorprendió al ver la discusión que tenían esos dos… Pero sobre todo… Lo íntimos que eran. La mujer pelirroja sentía que cuando ellos hablaban había una impenetrable pared que er
Vladimir se dió cuenta que ella tenía razón. Con un puesto corriente en la empresa, sería demasiado extraño que Tatianna ande armada y podría alarmar a todos sus empleados. Sin embargo, ella como una guardaespaldas, podía andar libremente armada fingiendo que lo protegía a él, cuando era más para la propia seguridad de ella que era el objetivo de una de las organizaciones más peligrosas. "Aunque habrá vigilantes míos siempre detrás de ella por seguridad. No está mal que ella también pueda defenderse sola" "Después de todo… Así es esta niña"Pensó Vladimir de su esposa. —¿Me darás las llaves? —extendió su mano enguantada, Tatianna hacia su marido. Él que estaba pensativo mientras seguía fumando, metió su mano en el bolsillo de su pantalón y le dió la llave del automóvil a Tatianna. Ella sonrió y se dirigió al sector del conductor. —Vámonos, jefe~ Nuevamente esa incomodidad invadió a ese hombre rubio cuando escuchó a Tatianna llamarlo así. Tal como ella lo molestaba en el pasa
El hombre de cabello oscuro se acercó a Kristy y le devolvió su teléfono celular. —Si la señora Johnson me lo permite, yo seré el que la ayude, puede venir conmigo a mi oficina y contarme más del tema~ —sonrió emocionado, Yuri Miranova. Kristy asintió y se levantó de la elegante silla acolchada, aceptando la mano en ayuda que le ofreció Yuri. •••••••••••En ese mismo momento, en Moscú, Rusia, eran las 11: 00am del día siguiente a Los Ángeles. —No has dicho nada desde que llegaste cariño, ¿te encuentras bien? —preguntó Milena Smirnov, esposa de Alexei Kéldysh. Ese hombre que se encontraba al otro extremo de la mesa comedor, clavó una gélida mirada en su mujer. Milena se sorprendió y rápidamente inclinó su cabeza. —Perdón, no era mi intención meterme en tus asuntos, querido —se disculpó ella con un tono sumiso. Milena una mujer de cabello rubio lacio y grandes ojos de un tono verde bastante oscuro, era la hija de un millonario que tenían conexiones con la mafia de los Nekrásov d