—¡¡HIJA DE PERRA!! —gritó Mikhail furioso e intentó romper la revista en sus manos.

"¡Lo sabía!"

"¡Realmente me has traicionado con Vladimir aún sabiendo que es mi enemigo!"

"¿Lo hiciste por ese hecho en particular?, ¡parece que quieres ser destruida junto a ese desgraciado!"

Pensó el hombre de cabello oscuro perfectamente peinado hacia atrás, furioso.

Solo segundos después el poderoso hombre líder de esa peligrosa organización hizo lanzada la revista sobre su escritorio.

—¡Tendré que hacer una reunión! —exclamó Mikhail de mala gana volviendo a ver a su subordinado—. Avisa a los altos cargos, dentro de dos días a más tardar los quiero a todos reunidos.

—¿Reunión con los altos cargos? ¿Se va a presentar en persona, jefe? —preguntó el hombre curioso, ya que hasta ahora, Mikhail había estado en las sombras de la organización digiriendo con ayuda de Tatianna que era su cara pública.

Sin embargo, nadie sabía que ese hombre era el anterior miembro apodado A.K.

Un peligroso ex militar que manejaba algunos de los trabajos más sucios y bajos dentro de la organización.

Alguien a quien nadie veía con buenos ojos o confiaban plenamente en él, de ahí que Tatianna le haya sugerido ocultar su identidad y él tomara en cuenta esa opinión.

Confío en Tatianna.

Le dió poder en la organización y hasta la hizo su amante… Una con la que no quiso terminar aún cuando se casó, manteniendo a Tatianna en esa inmoral relación secreta.

Pero ahora…

¡Ella lo traicionó con ese enemigo al que Mikhail le robó la organización hace tres años!

Le dolió a ese mafioso.

Le enfureció mucho la traición de esa mujer.

—No tengo más elección —dijo Mikhail de mala gana—. Solo haz lo que te ordené.

••••••••••

En ese mismo momento, en Los Ángeles, USA.

1: 00 am de la madrugada.

Tiling~

El teléfono celular de Kristy Nekrásov hizo un ligero sonido.

La mujer que recién se había acostado a dormir, ni siquiera quiso prestar atención y se aferró al hombre que dormía profundamente a su lado y con el que estaba felizmente casada desde hace tres años atrás.

Sin embargo el móvil volvió a sonar y a ella le pareció extraño…

Desde que se había separado de su mejor amiga Tatianna con la que prácticamente creció desde adolescente, como si fuera su hermana.

Kristy jamás cambió de número o dejó su teléfono no disponible.

¡Ella no había tenido noticias en un buen tiempo sobre Tatianna y estaba preocupada!

Ella se sentó sobre la cama y revisó el móvil teniendo en cuenta la diferencia de horario, sabía que era de día en Rusia.

Observó que tenía unos correos desde una dirección con un extraño nombre ruso que no le era en lo absoluto familiar.

Cuando lo abrió, una fotografía de Tatianna y el ex prometido de ella, Vladimir, vestidos de novios besándose con tanta pasión.

¡Kristy abrió sus ojos de par en par sorprendida!

¡De inmediato supo que era falso! ¡Una mera actuación!

"¡Esto no puede ser posible!"

"¡¿Ellos casados?! ¡Pero se detestan a muerte!"

Kristy no entendía cómo su mejor amiga y ese hombre con el que ella estuvo comprometida en el pasado, ahora eran esposos.

Las manos de la mujer de cabello rubio ondulado temblaban y ella despertó al hombre a su lado.

—Nath mi amor, tienes que ver esto…

El magnate Nathaniel Johnson abrió sus ojos posando su mirada azul en su mujer alterada, sentada sobre la cama.

Kristy de inmediato explicó que le entregó hace tres años una carta y un collar importantes a Tatianna, pero cuando su esposo le preguntó detalles, ella dijo que no podía decirle ni siquiera a él.

—No tienes que preocuparte, Tatianna es una mujer capaz e inteligente y sabe que si está en peligro y nos contacta, vamos a ayudarla~ —sonrió Nathaniel calmando a su alterada esposa.

Kristy exhaló intentando calmarse y ser positiva.

Ella se volvió acostar en la cama siendo abrazada por su querido marido.

Sin embargo, esa sensación incómoda en su corazón no se desvaneció.

¡Ella tenía que hacer algo!

¡Tatianna podía estar en peligro!

••••••••••

Un día después.

El viento soplaba esa mañana nublada y bastante fresca de otoño.

En el territorio de la mansión donde tenían cautiva a Tatianna Lavrov, esa misma mujer corría por el bosque.

¡Corría sin detenerse, intentando huir!

Su respiración entre cortada, su cuerpo agotado, cojeaba de su pie izquierdo el cual se había herido.

—¡¡¡AAAAAAAHHHHH!!!

Gritó Tatianna cuando en ese instante uno de los guardaespaldas que le estaba haciendo persecución se le lanzó encima agarrándole con fuerza de los brazos.

La mujer intentó forcejear, pero a pesar de que ya habían pasado dos días, su cuerpo apenas venía recuperándose de lo que sea que le hayan inyectado.

El hombre esposó las muñecas de Tatianna y la amarró del torso inmovilizando sus brazos por completo.

Él ágilmente la subió a su hombro cargando a esa mujer de cabello castaño ondulado, como si fuera un costal.

—JAJAJA~ —comenzó a reír el hombre a carcajadas—, hoy fue un buen intento, pero es imposible que se escape señorita Lavrov~

…..

Cuando Tatianna fue regresada por la fuerza a la mansión.

La mucama se le acercó.

—¿Usted nunca aprende, verdad?, ya es su tercer intento de escapar. Tengo que informar al señor Korovin, recuerde que él regresa hoy.

—¡Vladimir está loco! ¡No me entiende!, no tengo tiempo para estas cosas. Necesito salir de aquí o me volveré loca —decía Tatianna frunciendo el ceño.

"Tengo que saber qué está sucediendo en la organización, necesito contactarme con uno de mis informantes"

Pensó Tatianna molesta.

Tatianna notó un movimiento desde la ventana en la habitación de ella.

Misma ventana que mostraba una vista a la entrada de esa mansión.

La mujer castaña se asomó observando que un automóvil se detuvo y viendo cómo ese hombre que la obligó a ser su esposa cuando eso no estaba en el acuerdo hablado, bajó del vehículo.

Los bellos ojos azules claros de Tatianna vieron con sorpresa que ese apuesto hombre rubio le abrió la puerta a una acompañante.

Una mujer vestida de enfermera… Pero no fue todo.

—¿Un niño? —susurró Tatianna al ver que también bajó un pequeño niño.

—Parece que ya llegó el jefe. Usted estará en problemas —sonrió burlista la mucama.

Tatianna hizo caso omiso a esa mujer.

Una incómoda sensación la invadió.

¡No quería ser el juguete oculto de nadie más!

¡Ya fue amante de Mikhail, no pensaba ser la otra de Vladimir!

—No sabía que Vladimir ya tenía mujer e hijo. Si ese es el caso, ¿por qué me obligó a casarme con él?