Inicio / Chick Lit / Amarte, no era parte del plan / Capítulo 2: las reinas no bajan la mirada
Capítulo 2: las reinas no bajan la mirada

Alexa, no podía creer que su amiga siempre termine teniendo la razón. Ya había pasado una hora y su novio falso, no daba señales de vida, llamaba al número del link y tampo le daban respuestas claras, era sin duda alguna una e****a. Después de ver como la gente iba entrando al salón y viéndose ella allí sola le produjo ansiedad. Ya se había puesto en pie para irse cuando con mala suerte su tacón pisó un extremo de la falda del vestido, casi termina cayendo si no fuera por los reflejos de un hombre que la atrapó a tiempo, cuando creyó qué caería cerró los ojos y al abrirlos notó que en el momento termino sujetándose de los fuertes y duros brasos del desconocido, que rápidamente soltó.

—¿Se encuentra bien? —Pregunto el tipo que sabrá Dios de donde salió, al ayudarla a tomar asiento, se la quedó viendo con ¿curiosidad?, observando su atuendo dedujo que es uno de los invitados.

—¿Que si me encuentro bien? Me estás jodiendo, un milagro es lo que necesito —luego tomo un poco de aire, porque sin pensarlo fue grosera— lo siento, y gracias por evitar que cayera.

—No se preocupe, ¿Puedo ayudarla?

—¿Alguna vez hizo una estupidez?, por intentar proteger su orgullo, si no lo hizo mejor no pregunte.

—Mentiría, si dijera que no, todos alguna vez hacemos tonterías, no se sienta mal, es algo que nos hace ser seres humanos.

—Me estafaron y lo peor es que me lo previnieron, no quise oir y Ahora me encuentro aquí, divagando como una estúpida.

—No hay necesidad de menospreciarse, uno nace para aprender, ¿que aburrido sería si ya nacieramos sabiendo que errores no debemos cometer? perdería el sentido vivir. ¿y porqué está aquí sola? y no disfrutando de la fiesta.

—Es una historia larga de contar, pero se la resumiré.

Se sentó a su lado, en unos banquillos que se encuentran en el lobby del salón. Y como si estuviera resumiendo un libro en cinco minutos, lo hizo contando parte de la historia, luego se sintió comprendida, o Talvez solo fue porque no le dio tiempo de decir nada.

—No se que decir, creo que podrías estar exagerando un poco, pero no te conozco nose que tanto sufriste, solo se que las reinas no bajan la mirada ni para atarse los zapatos, no te lamentes y da vuelta la pagina.

El silencio se hizo presente.

—Aunque si yo fuera tú, no me escucharía, no soy la persona correcta para decir que está bien o que está mal —dijo entonces— porque aquí como me ves estoy aún más loco que tú. Eh cometido cientos de errores, pero no me arrepiento de ningunos. Pero sabes —quedo unos segundos pensando y planeando algo mas—Si fuera tu, entraria, disfrutaría sin importar quién me este viendo, que vea que pedazo de mujer perdio. La vida es tuya, que importa lo que los demás piensen, eso no te define o ¿sí?

—Claro que no. Pero, lo que me hizo me dolió, y quiero que sienta un poco de ese dolor.

—Entonces haz eso, ya veras después si te sientes mejor. Si no te molesta ¿quieres que te acompañe? solo al entrar.

Antes de ingresar, Marcos recibe una llamada, alejandose de la entrada. Alexa quedo en la puerta observando, de un momento a otro sale Paulina, la homenajeada.

—Alexa, ¿que haces aquí sola? ¿dónde está el afortunado? —finge tan bien que hasta parece ser su amiga —Déjame adivinar, ya te abandono, ¡tan rápido! —cada palabra era veneno en sus labios.

A la distancia se encontraba Marcos observando como aquella rubia, de ojos azules suelta veneno a diestra y siniestra, como ya es de costumbre.

Veía como la otra muchacha ya comenzaba a sonreir, igual a como lo hace él cuando esta imaginando alguna travesura. "Qué sexi se ve"

—Qué bonito vestido—dice la rubia observando de arriba a abajo—aunque la mona vista de seda, mona se queda.

—Prefiero ser una mona, que una zorra y víbora como tú, porque no vas ahí dentro y disfrutas de tu show ridícula.

—Eso lo dices porque estás ardida, porque Daniel me prefirió a mí.

—Te perdiste la parte donde fui yo quien lo rechazo y está contigo por despecho, solo eres su premio de consolación.

Paulina se encontraba a una palabra de explotar del coraje, algo que nunca le ha gustado es que alguien que según ella no es de su altura, le responda. En su mundo solo existe una versión y es su versión.

—Amor —dice una voz de hombre.

Las dos mujeres giraron al oír la voz, y ambas quedaron sorprendidas al percatarse de quién se trataba.

—Era importante, perdón —dijo al posicionarse y pasar su brazo por la cintura de Alexa —¿Prima? ¿Que haces aquí? cuando debería estar adentro.—dice fingiendo sorpresa

—Marcos, ¿qué haces aquí y con ella? —dice poniendo énfasis en la última palabra, mientras fingía una sonrisa.

—Yo, busco a mi novia —dice con obviedad.

—¿Como que Alexa es tu novia? ¿desde cuando?

—Prima, prima. Mejor ve a cuidar a tu novio, sería irónico que te lo roben.

—De esto se va a enterar la Tía.

y salió echando humo por las orejas, pero lo disimulo bastante bien, o eso creía ella.

Al verla desaparecer dentro del salón, Alexa se liberó de los brazos de Marcos, viéndolo a los ojos.

—¿Por qué hizo eso?, no era necesario, yo podía con esa víbora.

—No me queda ninguna duda, pero quería ser partícipe, nunca me agradó su personalidad arrogante, me gusto que le hayas dicho sus verdades, si tienes suerte se desquita con el pobre del prometido.

No podía creer, que ese hombre tan diferente de aquella mujer, sean familia.

—Oye, ¿dijiste prima? ¿acaso ella es adoptada?

—Que yo sepa, no. ¿Por qué? Tan diferente somos.

—Mucho, pero dejando de lado eso, te lo agradezco, puedes seguir no quiero retrasarte, llamaré a mi amiga, será mejor.

—Esperaré aquí contigo, solo por si acaso, una de esas vuelve mi prima.

—No creo, se fue hecha una furia, no se querrá topar conmigo otra vez.

Los minutos pasaban y Alexa caminaba de un lado a otro esperando respuesta de su amiga, la ausente.

—Aló, Mariah donde estás, te estoy esperando, ¡que! Como que no llegaras, no, ya el plan no existe. Bueno Te cuento luego, está bien mejor me regreso.

—¿Qué paso? ¿Te vas?

—Sí, me estafaron, mi amiga no podrá venir y no pienso quedarme aquí para ser su burla, prefiero irme con mi dignidad intacta.

—¿Y por qué no sigues con tu plan?

—Ya no existe ese plan, además ¿dónde conseguiré un hombre sacado de un calendario que este dispuesto ha hacer esta locura?

—Y ¿yo?

—¿Tú?

—Si, No tengo nada que hacer y antes de ti pensé que esta fiesta sería aburrida, pero ahora siento que todos nos vamos a divertir.

—Pero, ¿y tú qué ganas?

—Nada, pero con el tiempo quién sabe.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo