Como el capítulo antrior fue corto subo el capítulo 18, Espero que les guste, nos leemos mañana. Chao, los amo!
Al salir del edificio, me encuentro en un lugar desconocido. ¿Dónde estoy? Miro el edificio: está hecho de piedras lisas de color azul y blanco. En el techo, hay figuras que forman la historia de la alianza y también su insignia.—¿De verdad estamos donde se creó la alianza? —le pregunto a Max, mirando el hermoso y detallado techo.—No, dicen que esto no le llega al lugar donde se forma la alianza entre las razas. Pero por desgracia, ese lugar se encuentra en las afueras de las cinco naciones, hasta fuera de nuestro continente —me explica Max, mirando también el edificio.Aparto la mirada para encontrarme con fuentes por todo el lugar. El agua azul se mueve de forma elegante en estas. Es un lugar enorme, blanco y azul. Camino tocando las enormes columnas que lo decoran.—¿Por qué me sigues? —le pregunto a Max, que me mira con el ceño fruncido.—No creas que me estás cayendo mejor, González —sonríe ante su contestación. Observo cómo muerde su lengua, aguantando las ganas de decir algo—.
—Arco... —susurro el nombre del cachorro de la madre naturaleza, esperando que el viento se lo lleve.Siento cómo nos detenemos, lo que me hace acomodarme mejor en el asiento. Quiero dormir más, eso es lo único que pido. Últimamente no he dormido nada bien y, cuando logro tener un sueño tranquilo, me tengo que levantar.—Iris, despierta, ya llegamos —me avisa Jafet con un leve movimiento en mi hombro. Me levanto alarmada. —Tranquila, solo te dormiste.Rayos, olvidé que estaba junto a los chicos. Miro alrededor y reconozco el lugar. Estamos cerca de la escuela de los lobos. Parece que la sala de la alianza está bastante lejos de aquí, ya que el cielo está decorado por las estrellas.—¿Quién es Arco? —pregunta Max de repente, logrando que me despierte por completo y dé un pequeño salto al escuchar ese nombre.—No lo sé... —le contesto sin mirarlo a los ojos, incómoda por la mirada de los tres chicos presentes. —¡¿Qué?! —pregunto ya algo enojada por sus miradas curiosas.El mitad vampiro
Después de pasar esos minutos con mis compañeros, decidieron organizar una carrera entre el vampiro y el licántropo. Yo, la chica que está agotada hasta el alma, tengo que conducir. ¡Es totalmente injusto! Estaciono el auto frente a mi casa.—No puede ser —expreso sin poder creer lo que veo.Jafet está sentado en las escaleras de mi casa con dos helados en la mano. ¿Cómo es posible? Mi estómago ruge al notar la presencia del helado. Por lo menos me trajo algo a cambio por conducir su auto.—Espero que eso sea para mí —le advierto, mostrándole sus llaves.—Si te sientas y te portas bien, sí —contesta, enseñando el helado de chocolate.Hacemos un trueque: las llaves por el helado. Me siento a su lado y miramos las estrellas. Noto el silencio que emana la casa donde los híbridos mataron a una familia. Estoy segura de que pronto vendrá una familia nueva.Las naciones no tienen crecimiento de tierras, así que entre más se reproduce la gente, menos espacio hay para construir casas. Hay mucha
—¡No corras, querida! Solo te haré sopa —exclama la bruja que tenemos que atrapar mientras me persigue en su escoba.Diana, una bruja de clase 3, se volvió loca cuando la alfa central mató a su esposo, quien había sido convertido en híbrido. Desde entonces, se ha convertido en una psicópata que mata vampiros y licántropos. Vampiros porque fueron los que envenenaron a su esposo y licántropos porque lo asesinaron. Nosotros hemos tenido que limpiar las desastrosas consecuencias del ataque de los híbridos, atrapando a seres como Diana.Corro mientras la bruja hace que los árboles con sus raíces me persigan y traten de atraparme. Es como una película de terror… Paso por cuerpos de licántropos a los que ella ya les ha arrancado la cabeza, patas y todo lo que se pueden imaginar. Me resbalo por un bache debido a la lluvia de la tarde, haciendo que ruede cuesta abajo por la montaña. Siento cómo algo se clava en mi pantorrilla mientras sigo rodando hasta agarrar algo. Me quedo quieta, esperando
Observo los ojos muertos de mi bisabuela, toco con delicadeza su hocico y orejas. Ya ni mamá y ni Mía estarán conmigo... gotas de lágrimas bajan por mi rostro. Cada una que sale de mis ojos es para odiar el mundo que ella me enseñó. ¿En verdad vale la pena en forzarse tanto en la vida para esto? La luz de la Luna se debilita mientras el sol sale por el horizonte. Escucho como unas pisadas se acercan en donde me encuentro. No quiero mirar, soy demasiado cobarde. —Así que aquí estas... — dice por medio de la comunicación mental el ser dándome entender que es un licántropo. —Haz hecho que haga esto, solo tenías que dejar de esconderte donde estabas. —No... — contesto en un susurro negando varias veces. —Yo solo seguí lo que me dijo la alfa. —Pues haz hecho que la alfa muera y que yo tome su posición. — comenta con autoridad. Abro mis ojos encontrándome con el techo de mi cuarto sin ninguna emoción, he tenido tantas pesadillas que ya no me producen nada. Por eso od
Escucho pisadas afuera en el monte y me levanto de la cama para dejar colgando el collar en la ventana. Observo cómo las aves salen volando de los árboles, y siento cómo mi cuerpo se pone a la defensiva. Busco la razón por la cual las aves han salido de esa manera. Escucho pisadas de cuatro patas y trato de olfatear para detectar algún peligro. Un aullido de licántropo me sorprende, pero me relajo al notar que no es un híbrido.—Un lobo blanco… —murmuro, describiendo lo que sale del monte, mirándome fijamente.El lobo blanco se dirige hacia la puerta trasera de mi casa. Bajo al primer piso y en silencio camino hacia la puerta trasera. Tomo un b**e de mis hermanos y espero a que el lobo se acerque para golpearlo. Uno, dos y…, cuento en mi mente. Salgo y le doy al lobo con todas mis fuerzas, con los ojos cerrados.—¡Sal de aquí, maldito lobo blanco! —grito, golpeando varias veces hasta escuchar cómo se queja.—¡Ay, Iris! —escucho una voz quejándose. —¡Ya basta, soy tu prima!Abro los ojo
Me levanto de la cama para dejar colgando el collar en la ventana. Observo como las aves salen volando de los árboles del monte. Escucho un aullido que se acerca y me pongo alerta. —Por favor que no sean híbridos otra vez. — comento mirando mejor por la ventana. —Un lobo blanco... El lobo blanco corre por el monte y se dirige hacia la puerta trasera de mi casa. Bajo al primer piso y en silencio camino hacia la puerta que está en la parte trasera. Tomo un b**e de mis hermanos y espero a que el lobo se acerque a la puerta para darle. Uno, dos y... salgo dándole al lobo a todo dar con los ojos cerrados. —¡Sal de aquí maldito lobo blanco! — grito cerrando mis ojos, dándole con todas mis fuerzas varias veces al intruso hasta escuchar cómo se queja. —Ay, Iris. — escucho como se queja. —¡Ya basta, soy tu prima! — abro mis ojos y veo como Killa trata de protegerse de mis batazos. Me detengo y le sonrió riendo con inocencia. Escondo el b**e detrás de mí como si eso fuera l
Me dan un puño en el estómago. M****a, todo esto por tomar en cuenta los consejos de mis padres y hermanos. Rechacé tomar clases para sacar a "mi loba" en el sur, ya que cuando me gradué voy a estar tiempo demás ahí. Ya saben cosas de padres de que no quieren que sus hijos dejen el nido. —Vamos sácalo. — manda mi maestra gruñéndome dándome otro puño. Escupo sangre, respiro con dificultad y niego logrando que la maestra caiga al suelo derrotada. Observo el salón en el que estamos y creo que sigue intacto desde hace siglos. Hay cadenas de plata, instrumento para tortura y otras cosas. La sala es oscura, solo la mayoría de luz entra por la ventana que esta sobre me cabeza. —Tres días. — susurro dándome cuenta que no hemos descansado en tres días. Todos las alfas, menos Anastasia, estan encantado con el grupo de Max, Jafet y yo. Es lo mejor que han hecho en siglos, somos el grupo más eficiente dentro de las cinco naciones. Pero dentro de todo lo bueno hay algo malo