Capítulo 414
Días después, esa sensación se intensificaba cada vez más. Normalmente, Daniel se reservaba al menos un día a la semana para correr por la noche. En una ocasión, Lucía escuchó ruidos en el pasillo y cuando abrió la puerta, descubrió que el hombre ya había regresado a casa.

Eso no era todo. Cada mes, Daniel generalmente se dejaba uno o dos días de descanso, pero Lucía nunca lo había visto salir de su casa. En otra ocasión, justo cuando abrió la puerta, alcanzó a ver una pequeña abertura en la entrada de enfrente, como si alguien hubiera escuchado el ruido y se hubiera escondido rápidamente.

Lucía estaba en shock. Realmente confundida. Comenzó a preguntarse cuándo lo había ofendido. Por más que lo pensaba, no encontraba explicación alguna. Si no fuera porque no podía verlo, Lucía incluso habría querido preguntarle directamente qué era lo que lo hacía esconderse de esa manera.

Mientras tanto, Daniel, al escuchar los pasos cada vez más suaves de la joven, calculó el tiempo y se acercó a la
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