El instituto.
Es una de las etapas más importantes de la vida. Donde pasamos por cosas buenas y por otras no tan buenas. Donde descubrimos el amor y la verdadera amistad, donde reímos y también lloramos, donde blah, blah, blah y blah.
— Esto es aburrido, mamá. — me quejé entregándole el libro de autoayuda y motivación que me había prestado.
— Es... inspirador, hijo — dijo con una sonrisa.
— Me inspira a dormir. Tengo que irme, se me hace tarde.
— Adiós, bebé.
Besé su mejilla y corrí a mi camioneta.
Una de las cosas que más amaba en mi vida.
Era un Jeep, Cherokee Liberty, plateado con unos rines y neumáticos nuevos que había mandado a cambiar la semana pasada.
Una belleza.
Entré y conduje hacia el instituto.
Lo que me hizo recordar el libro de mi madre. Siempre me leía una de las frases de sus aburridos libros y aunque nunca lo admitiría, siempre me servían. Pero había una de ellas que siempre recordaría.
Ésta me la había dicho mi abuelo antes de irme y mi madre me la recordaba: "Disfruta la vida".
Oh, sin duda lo haría.
Oh, por cierto, me llamo Adam y estaré contando la historia de cómo disfruto mi vida.
(***)
— Podemos cambiar a Davis de la defensa y colocarlo como mediocampista, es bueno con los pases largos — dije.
— No, mi fuerte es la defensa. — respondió Richard Davis.
— Necesitamos fortalecer el equipo — dijo Nathan antes de que cubrieran sus ojos por detrás.
— ¿Quién soy? — dijo su novia haciendo que todos rodáramos los ojos.
Mucha cursilería.
Hablaron y se besaron.
— Hey, tórtolos, todavía estamos aquí — dije.
Amélie, la novia de mi mejor amigo, Nathan y mi mejor amiga también rió mientras se sonrojaba y nos saluda.
Pero yo sólo veía a la chica de melena rizada y rubia que se acercaba a nosotros.
— Hola, Chloe — la saludé.
— Hola, Nathan — me ignoró y comenzó a hablar con Amélie.
Sonreí.
— Te ves guapísima — le dije.
— Lo sé — batió sus pestañas.
Les explico.
En este instituto hay cuatro chicos populares. El primero, Nathanael Petit, mejor conocido como Nathan y llamado mejor amigo por mí; es el capitán del equipo de fútbol. Segunda, Amélie Jussieu, mi mejor amiga desde que llegué a Francia y capitana del equipo de porristas, novia de Nathan. Tercera, Chloe Allard, mejor amiga de Amélie y la chica más odiosa y guapa que conozco. Y por último y por eso el más importante, mi persona, Adam Martínez, guapo, gracioso, extrovertido, guapo, positivo, guapo y latino, señoras y señores soy muy guapo y humilde.
Mi vida básicamente es de partido en partido, de fiesta en fiesta y de chica en chica. Y no me quejo, sólo siento que me falta algo más.
Nos dirigimos a nuestra primera clase, historia.
Me senté junto a Chloe.
— Hey, Chloe, ¿quieres salir a comer algo hoy?
— ¿Yo? ¿Contigo? — me miró con desagrado — Paso.
— Sabes que no me podrás rechazar siempre. Un día admitirás que te encanto.
— Pues te estaría mintiendo — ella se encogió de hombros.
— Eres cruel.
— Gracias, Adam — sonrió.
Conocía a Chloe desde hace muchos años y era la única chica que me rechazaba, por eso tengo una meta personal y es lograr que Chloe Allard admita que yo le gusto.
No podía aceptar ser rechazado.
— Hey, Lily — llamé a una morena que estaba sentada frente a mí — ¿Quieres cenar en mi casa conmigo está noche?
Ella abrió mucho los ojos sorprendida, pero después me guiñó un ojo y sonrió.
— Por supuesto.
Así sí.
Una chica de unos veintitrés tal vez un poco más entró al aula y se colocó frente a toda la clase.
Era guapa.
— Buenos días, chicos, mi nombre es Lauren Lassarre y soy su nueva profesora de historia.
Blah, blah, blah...cambiarlos de compañero.
¿Qué?
No, no, no, tengo que estar sentado junto a Chloe o mi plan para conquistarla no funcionará.
— Pero eso no tiene nada que ver con historia — dije tratando de convencer a la profesora.
— Lo sé, pero quiero que se conozcan más y que convivan más entre ustedes.
Rodé los ojos.
Absurdo.
Amélie también protestó pero la guapa profesora dijo que no.
Después la profesora comenzó a asignar los nuevos puestos.
A Chloe la sentó junto a una chica gótica.
— No me extrañes — le guiñé un ojo antes de que ella rodara los suyos y me ignorara.
Seguí sin prestar atención hasta que dijeron mi nombre.
Giré hacia mi alrededor y vi cómo una chica se levantaba y se sentaba en una esquina.
Supuse que ella era mi nueva compañera así que me levanté y me senté junto a ella.
Nos había tocado justo al final, junto a la ventana.
La chica estaba leyendo un libro de ciencia que ocultaba por completo su rostro. Además de que usaba un suéter negro con unos pantalones grises que ocultaban su cuerpo.
— Hola — le sonreí aunque no me veía — Me llamo Adam.
Se encogió más en el libro y no respondió.
— Veo que no hablas mucho — dije.
Tampoco respondió.
— ¿Eres tímida? Porque déjame decirte que no muerdo, bueno, si muerdo pero sólo la comida. Como la pizza, o la hamburguesa, o el pollo frito. Ya me dio hambre — hablé más conmigo mismo.
Sus hombros se movieron haciéndome ver que se reía silenciosamente.
Pero no respondió.
Genial, mi compañera es muda.
La clase continuó como cualquier clase, aburrida.
Yo estuve jugando Subway Surfers en mi celular durante toda la clase.
Y mi habladora compañera escribía en su cuaderno, cubriendo su rostro con su cabello.
Cuando la campana sonó ella fue la primera en levantarse y casi salir corriendo del salón.
Reí y me levanté también.
No recogí mis cosas ya que no había sacado ninguna. Y al tomar mi bolso noté que ella había dejado su iPod en su asiento.
¿Cenicienta?
Lo tomé y salí rápidamente.
La busqué con la mirada hasta que encontré a una pequeña chica vestida de negro y gris que metía unos libros en su casillero.
— ¡Hey... — no sabía su nombre — tú!
Ella giró y al verme se cubrió más con sus libros.
— Esto estaba en tu asiento, supongo que es tuyo.
Le tendí el iPod y ella lo tomó rápidamente.
Asintió o eso creo dándome las gracias, o eso creo.
— De nada — le sonreí.
Me di la vuelta dispuesto a irme, pero luego giré para agregar una cosa más.
— Por cierto, no seas tan tímida. Recuerda que no muerdo, a no ser que seas una hamburguesa — bromeé.
Escuché una leve risa y sus libros se resbalaron un poco dejando ver sus ojos.
Unos hermosos ojos cafés.
Ojos cafés.No eran azules, ni verdes, ni grises. Sólo eran unos simples ojos cafés; pero los más hermosos que había visto en mi vida.¿Por qué pensaba en eso? Yo nunca me había fijado en los ojos de una chica. Debería estar pensando en fiestas o cualquier otra cosa.— Hey, hermano, ¿qué pasa? — me preguntó Nathan golpeando mi hombro — Nunca habías estado más de cinco minutos sin contar un chiste.— Sabía que en el fondo amabas mis chistes — comenté.— Muy en el fondo.Estábamos caminando por los pasillos.La campana sonó indicando que debíamos entrar a nuestra siguiente clase.Entramos y v
NARRA ADELE¿Por qué? ¿Por qué?Tengo años tratando de ser invisible en este instituto y no quiero llamar la atención justo en el último año.Y para ayudarme a no llamar la atención me pusieron a Adam Martínez, uno de los chicos más populares como compañero.Prefiero a mi antiguo compañero Lucas que casi ni hablaba y parecía que odiara a todo el resto del universo.Y justo por Chloe, esa rubia hueca no me caía nada bien.Recuerdo la única vez que habíamo
El timbre sonó indicando que se habían acabado las clases por hoy.Corrí hacia el estacionamiento.Estaba emocionado por ver a la chica tímida. Ella me agradaba.En el camino me tropecé con Chloe.— Lo siento — digo sujetándola de los brazos para que no cayera.— Siempre tan despistado — dijo rodando los ojos.Ella acomodó su rubio y rizado cabello dejándolo caer sobre su hombro.¡Qué guapa!<
Fui al depósito que era una habitación grande donde guardábamos desde comida hasta herramientas.Tomé el botiquín de primeros auxilios y me dirigí a mi habitación, pero a mitad de camino regresé a la cocina, tomé un bote grande de helado de chocolate y subí.Cuando estaba llegando a mi habitación escuché una dulce y baja voz cantando una canción de Fall Out Boy.Su voz era hermosísima, como la de un ángel. Nunca antes había escuchado una voz como la de ella.— Hey.Di un respingo y vi a Christopher, mi primo hermano, caminar hasta ponerse frente a mí.— ¿Quién es? — me preguntó señalando a la puerta de mi habitación.&nbs
— ¡Yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo, tener contigo una noche loca! ¡Y besar tu boca! — canté en español a todo pulmón por los pasillos del instituto de camino a la cafetería.— ¡Martínez! ¡Silencio! — me reprendió el director que pasaba por el pasillo también.El director es un anciano de unos 50 años, lo suficientemente viejo para llamarlo fósil. Tan amargado que su rostro está completamente lleno de arrugas por siempre tener el ceño fruncido. Pero a pesar de todo era un buen hombre, lo conocía muy bien por tantas veces que había ido a su oficina de dirección y por todas las reuniones familiares. El director es mi tío, o mi tiastro o como se le diga al hermano mayor de mi padrastro. Tal vez esa era la razón por la cual no me habían expulsado
— ¿No vamos, Ady? — pregunté apareciendo detrás de ella haciendo que pegara un gritito del susto.— Deja de asustarme — dijo molesta — Y no me llames Ady.Le abrí la puerta del copiloto para que entrara a la camioneta y yo entré después de ella.— ¿Por qué? Deberíamos ser amigos, ¿no? Ya que serás mi novia — dije tranquilo encendiendo mi auto.Adele que estaba tomando un té frío comenzó a toser de la impresión.Comencé a conducir a su casa.— ¿Qué? ¿Tu novia? ¿Qué te fumaste?— Cocaína, pero eso no tiene nada que ver — bromeé — Mi madre dice que quiere que seas mi novia y mi mamá no aprueba a cualquiera. Si t
- Y-yo... E... B-bueno... Tenemos que terminar de acomodar todo ésto - dijo Adele tomando un libro titulado "Dame un beso", lo soltó de inmediato.Reí.- Claro.Terminamos de acomodar su biblioteca sin decir una palabra y me senté en un pequeño sofá azul. Adele se sentó en su cama lo más lejos de mí.Sonreí.- No haz dado tu primer beso - comenté.- ¿Yo? Claro que si - dijo moviendo inquieta su pierna derecha.- Claro que no.- Claro que si.- Te has puesto demasiado nerviosa o nunca has dado un beso o yo te pongo nerviosa - comenté - O tal vez son las dos.Adele se quedó callada.- Yo... sólo no he conseguido a la persona correcta - dijo
¿Qué es la felicidad?¿Es lo que siente un niño cuando recibe su obsequio de navidad?¿O cuándo la persona que te gusta dice que también le gustas?¿O es cuándo estás con tus amigos disfrutando de la vida?¿O cuándo estás en soledad, comiendo, viendo una película o escuchando música?Tal vez es cuando obtienes tu primera paga en tu primer buen trabajo.O sólo cuando obtienes una buena calificación en aquel examen por el que tanto estudiaste