— ¡ADAM! — escuché que alguien me llamaba.
— ¡¿Quién me aclama?!
Ví a Lucas, el compañero de asiento de Amélie correr hacia mí.
Lucas rió.
— No te aclamo, pero si necesito tu ayuda.
— ¿Mi ayuda?
— Bueno, es un consejo.
— Oh, viniste con el mejor. Soy el psicólogo de mis amigos. Disculpa si no te llevo a mi consultorio pero tenías que haber programado una cita antes.
Lucas rió.
— Pues, discutí con Amélie.
— Oh, ¿por qué?
— Porque me enojé porque perdió su... florecita con el estúpido de Nathan.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué no dices nada? — preguntó Adele nerviosa. — ¿Decir algo? ¿Cómo quieres que diga algo luego de haber escuchado tu voz? Cualquier otro sonido luego de escucharte cantar se vuelve la cosa más espantosa del mundo. Eres, ehm t-tu voz es hermosa. Ady se sonrojó. — Gracias, Adam. — Estem... limpiemos, ¿si? — dije nervioso al ver que Adele no dejaba de morder su labio. — Claro — dijo ella viéndome confundida. Estuvimos mucho tiempo en la cafetería limpiando, pensé que no lo haría, debería estar practicando con el equipo de fútbol, pero quería estar cerca de Adele. No estábamos hablando, sólo escuchábamos la radio en el fondo, a veces yo cantaba alguna canción y Adele me veía sorprendida mientras yo le sonreía.
Entré a los vestidores y comencé a desvestirme para ponerme el uniforme.No había nadie más, hasta que vi entrar a una hermosa chica con una gran y rubia melena rizada.— ¿Qué haces aquí, Chloe? — pregunté — Este es el cambiador de hombres.Yo estaba sólo en bóxer cuando ella entró, pero no me incomodé. Mi cuerpo no era algo de lo que me avergonzara, ni un poco.Ella me miró de arriba a abajo y sonrió.— ¿Qué te pasa conmigo, Adam? — preguntó ella acercándose — Me ignoraste por completo hace unos segundos y ahora sólo estás con esa chica gótica.— Se llama Adele.— Eso no me importa — dijo acercándose cada vez más.Ella comenzó a acariciar mi torso para ir subiendo por el cuello y colocar sus manos en mi mejilla.Tomé fuerzas y me alejé.— No, Chloe. Estoy enojado contigo — le dije — ¿Cómo pudiste ser tan mala con Lucas?Ella rodó los ojos divertida.— ¿En serio vamos a discutir por el nerd? — preguntó volviendo a acercarse.— Si, vamos a discutir por eso — hablé alejándome un poco más
— Si les dicen: "Gracias por ser diferente a como imaginé" ¿Cómo lo toman? ¿Cómo algo bueno o algo malo? — pregunté en español a mi familia mientras almorzábamos.— Creo que es bueno — respondió mi madre — Dijo gracias, eso es bueno.— Yo creo que quien sea que lo haya dicho tenía una terrible imagen de ti antes — dijo Christopher, mi primo, encogiéndose de hombros.— ¿Quién te lo dijo? — preguntó Gregory.— Adele.— Oh, Adele — dijo mi madre sonriendo — Esa chica me cae muy bien.— ¿La que estaba cantando el otro día en tu habitación? — preguntó Chris.— Si — sonreí.— Quiero que ella sea mi nuera, hijo. Ella te ha cambiado. No has traído a ninguna otra chica desde que la conoces a ella.— Ay, ya vas a empezar — dije rodando los ojos divertido pero dándome cuenta de que mi madre decía algo muy cierto.— ¡Obedece a tu madre, Adam! ¡Hazla tu novia! — reí y me dirigí a mi habitación.***Toqué el timbre de la casa sintiéndome algo nervioso.Me estaba arriesgando un poco.La madre de Ade
Había muchas más personas de las que imaginé en esta fiesta.En cada rincón de la casa de Amélie habían personas que estaban desde peleando, bailando, riendo, llorando o besándose.Le di una sonrisa a Adele.— ¡Todo estará bien! — exclamé por encima de la música para que pudiera oírme.Vi a Amélie acercarse a nosotros.Se veía espectacular con un ajustado vestido azul.— ¡Adam! — saludó ella dándome dos besos en cada mejilla como era costumbre — ¡Viniste!— ¡Si! ¡Y traje a alguien! — dije sacando a Adele que se ocultaba detrás de mí.Amélie la miró sorprendida.— ¿Por qué la trajiste? ¡Ella es demasiado tímida para esta clase de fiestas!— ¡Quiero que se libere, se expanda, deje de ser tímida y conozca el mundo real!— Pues asegúrate de cuidarla porque aquí hay muchos chicos que no tienen tan buenas intenciones.Giré a verla.— Siempre la cuidaré.Amélie se acercó a ella.— ¡Hola, Adele!Adele le sonrió.— Hola, Amélie.— ¿Te está gustando la fiesta?— Pues a parte de la música que est
La estaba besando.¡Al fin estaba besando a Adele Castle!Ésto no se comparaba con ningún otro sentimiento.Adele correspondió el beso con timidez y recordé que nunca antes había dado uno.Sonreí.Soy su primer beso.Tomé sus mejillas con delicadeza. Le había dicho que sería un momento especial y tenía que cumplirlo. Ella colocó sus manos en mi cuello profundizando el beso. Yo acariciaba sus labios con ternura y pude sentir como ella sonreía durante el beso.Se separó un poco de mí y me miró con una sonrisa.Tenía el labial rojo ya corrido y su cabello algo despeinado.Se veía muy sexy.Tenía que ser delicado con ella, tenía...La tomé de la cintura con fuerza y la besé con fiereza.Ella no se negó y comenzó a acariciar mis brazos y espalda durante el beso.Profundicé el beso no queriendo separarme nunca de ella, ni de sus labios.Pero Adele se separó de mí dejándome ver sus sonrojadas mejillas.Soy un lobo, recordé.Pero había algo en Adele que me ataba a ella. Algo que no me permití
¡Auch!Sentí como mi brazo comenzaba a dolerme, pero el dolor físico más fuerte estaba en mi cabeza.Estaba en el suelo de la habitación de Mélie junto a la cama.— ¿Qué pasó? — pregunté agitado sin entender porqué estaba acá.— Te caíste, tonto — dijo Adele riendo.Lo último que recordaba de la noche anterior era que habíamos buscado un par de botellas de alcohol para olvidar lo que sucedió con Nathan y Chloe.Nathan y Chloe.Hice una mueca de dolor.— Necesito algo para este dolor de cabeza.Amélie me tendió unas aspirinas.— Oh, gracias.— ¿Qué hora es? — preguntó Lucas que estaba en la cama viendo el techo.Tomé mi celular y vi la hora.— Las 1:43 pm. — dije encogiéndome de hombros.— ¡¿QUÉ?! — exclamaron los tres martillando mis oídos.— Si, ¿cuál es él problema? — pregunté poniendo los brazos detrás de mi cabeza.— Se suponía que tenía que llegar temprano a casa — Adele me miró preocupada.Abrí mucho los ojos alarmado.Los suegros me matarán.— Yo tenía que ir a ver a mamá — dij
— Yo prefiero el hot dog, en serio es perfecto.— ¿Perfecto? — pregunté indignado — Perfecta es una hamburguesa con doble carne y tocino.Estábamos sentados en el centro comercial, ella disfrutaba de su perro caliente y yo de mi amada hamburguesa. Ambos esperábamos que Lucas y Amélie terminaran de comprar sus comidas.— Esos son tus gustos — Adele se encogió de hombros — Son terribles, pero son tuyos.— ¡Oye! No son terribles — hice un puchero.Ella rió.— Siempre lo han sido, Adam. Te doy un ejemplo: Chl... olvídalo.Iba a decir su nombre pero se detuvo, seguramente por lástima.— Dilo — hablé — Di Chloe, di que fui un tonto por enamorarme de ella.— No fuiste un tonto, Adam — Adele se acercó a mí y tomó mi mano tomándome por sorpresa — El corazón no elige. No eres culpable de enamorarte de alguien, eres valiente.Sonreí.— Aunque ella es una... — siguió diciendo pero se interrumpió.— ¡Dilo! — reí al ver cómo era tímida hasta para insultar — Insúltala. Eso te liberará un poco.— Es
El instituto.Es una de las etapas más importantes de la vida. Donde pasamos por cosas buenas y por otras no tan buenas. Donde descubrimos el amor y la verdadera amistad, donde reímos y también lloramos, donde blah, blah, blah y blah.— Esto es aburrido, mamá. — me quejé entregándole el libro de autoayuda y motivación que me había prestado.— Es... inspirador, hijo — dijo con una sonrisa.— Me inspira a dormir. Tengo que irme, se me hace tarde.— Adiós, bebé.Besé su mejilla y corrí a mi camioneta.Una de las cosas que más amaba en mi vida.Era un Jeep, Cherokee Liberty, plateado con unos rines y neumáticos nuevos que había mandado a cambiar la semana pasada.Una belleza.<