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Capítulo 2 - El adiós

Después de esa firma se levantó como una dama es mas como una reina, les dio la mano a los abogados y también a Jonathan, por ahí dicen “lo cortes no quita lo valiente” y con una sonrisa con ese lápiz labial rojo dijo —Mucha suerte, ojala ahora puedas ser feliz y encontrar en alguien mas lo que en algún momento pensamos sería juntos, aunque ambos sabemos que tú ya la encontraste —aunque dentro de ella sintiera que el mundo se caía a pedazos con cada palabra que salía de su boca.

Sabía dentro de ella que él no esperaba verla fuerte y controlada, recordaba que en su última conversación se dijeron cosas que los hirieron a los dos pero ahora debía continuar su vida aunque reconocía sentir tristeza de verlo así, percibía también el dolor de su parte como si por un instante no hubiese querido firmar pero ya todo estaba dicho esa firma de “Si… Acepto” ya estaba sobre el papel, era hora de retomar sus proyectos de hecho Amy renovó su certificación como agente de ventas de propiedades y después de esta firma partiría a su primer día de trabajo, vestida así con este traje rojo, tacones y ese lápiz de labios se despidió de todos y justo cuando llegó a su carro escuchó su nombre —¡Amy!… por favor espera, podemos hablar.

Se detuvo sin querer mirar porque girar sería volver al pasado y no quería, pero decidió responder —Dime ¿De qué más podríamos hablar nosotros? ¿No es esto lo que querías?, según recuerdo tu libertad para compartirla con esa chica que casi podría ser tu hija que te podría dar lo que yo nunca pude.

Jonathan sólo bajó la mirada, podía ver que había seguido con lo del divorcio no porque lo quisiera sino porque ya lo había comenzado —Estás muy linda —respondió él.

—Gracias, creo que este tiempo aprendí muchas cosas y quererme fue una de esas —respondió tratando de ser fuerte, aunque por dentro su corazón me decía otra cosa.

—En cambio yo… aprendí a extrañar muchas cosas —respondió él, sin poder ocultar el dolor.

Si al guna vez quiso verlo así motivada por la rabia Dios sabe que ahora se arrepentía —De corazón… cuídate y espero que seas feliz que encuentres lo que yo no pude darte —respondió sin poder volver a verlo directo a los ojos porque sabía bien que le podían traicionar las emociones y ya era tarde para eso.

—¿Me aceptas un café?, me gustaría que habláramos.

—Lo siento no puedo… voy a mi primer día de trabajo, de hecho quedé de estar ahí en menos de una hora ya que llega un cliente.

—¿Volverás a trabajar?

—Claro que sí, la vida sigue, aunque desde hace un rato también comencé a trabajar en mi blog de decoración y ya tengo auspiciadores y mas de cien mil seguidores.

—No lo puedo creer, tal vez era yo quien te impedía brillar.

—La verdad es que la única culpable de que eso pasara fui yo, tal vez sino lo hubiese permitido hubieses visto a la mujer que ahora vez parada frente a ti y no hubieses buscado a alguien afuera.

—Que ciego fui al no darme cuenta de que…

—Adiós Jonathan, te deseo lo mejor en tu nueva vida.

Después de eso abrió su carro y se subió no sin antes decirle —En dos semanas tendré todo desocupado y yo misma me haré cargo de la venta de la casa apenas todo se concrete te llamo para que arreglemos lo del dinero —esa fue su fría y rápida manera de escapar porque en realidad eso era lo que necesitaba hacer o de lo contrario…

Ese era el frio acuerdo al que llegaron según el juez vender todo y dividirse el dinero por partes iguales, de hecho Amy tenía pensado hacer una venta de garaje no quería ni siquiera los recuerdos de su vida juntos  para empezar de cero debía borrar todo lo que pudiera de ese pasado y sin mirar atrás se subió al carro y se fue, en otro momento tal vez se hubiese detenido y se hubiese bajado a abrazarlo y decirle que lo amaba que lucharan juntos por ese amor pero ahora simplemente no le veía el sentido y debía reconocer que le dolía  y más de lo que esperó, aunque no sabía porque motivo escuché decir “yo aun te amo” pero de seguro era sólo su imaginación tal vez un oculto deseo de su corazón que queriendo aun jugar sucio con ella buscaba ese amor que algún día se prometieron cuando ambos dijeron “Si…Acepto”

***

Jonathan se quedó solo en la calle por unos minutos viendo como Amy tomaba su camino sin ya mirar atrás.

—¿Qué vas a hacer ahora? —escuchó de pronto la voz de su abogado Esteban quien también es su mejor amigo —¿Le dijiste la verdad?, es importante que ella lo sepa.

—No pude decirle nada, no es justo para ella por favor prepara los documentos quiero que todas mis pertenecías queden a nombre de Amy.  

—¿Por qué le hiciste creer toda esa mentira del engaño?

—Porque prefiero que me odie a que me vea morir.

—Amigo por favor debe haber alguna opción.

—No es tan fácil, si supieras lo difícil que fue llegar hasta aquí hoy después de la última quimio.

—Amy es una buena mujer te hubiese apoyado en todo y creo que incluso ahora aun lo haría.

—Ese es el problema que yo no quiero su lástima no es justo para ninguno de los dos.

—¿Qué vas a hacer ahora?, ¿sabe ahora que tu incluso compraste las oficinas donde ella trabajará?

—Ella no sabe nada y quiero que todo siga así hasta el último día.

—¿Por qué mejor no tratas de sanarte y reconquistarla?

Jonathan sólo sonrió y dijo —Esa es la idea, sólo espero que me pueda perdonar si algún día sabe toda la verdad, pero sino lo consigo quiero darle todo lo necesario para que este bien y protegerla de mi familia.

—Aun no estoy de acuerdo con lo que haces, Amy no se sentirá bien que la sacaste de tu vida a propósito para que no estuviera a tu lado cuando más lo necesitabas.

—La amo demasiado para que este junto a un hombre que no la puede hacer feliz porque se está muriendo, aunque te prometo que estoy haciendo todo para doblarle la mano al destino.

Durante mas de un año Jonathan había vivido con la sombra de un cáncer a la próstata algo poco común en hombres de su edad y que cuando lo notó entendió muchas cosas que le sucedían, de manera casi oculta pasó por tratamientos haciéndole creer a Amy que eran viajes de negocios, intentó todo lo que pudo pero nada solucionaba lo que vivía, Amy ya había perdido a su padre por el mismo mal y recordaba el dolor que había sufrido su suegra que nada mas lo vio morir y ella no lo pudo soportar y cayó en una profunda depresión que finalmente se la llevó de un ataque al corazón. Jonathan prefirió que Amy pensara que él tenía una amante y así dejarla, imaginó que si lo odiaba sería mejor que su dolor y su lástima al verlo partir aunque eso le dolía más de lo que nunca imaginó.

Hoy que estuvo frente a ella pensó en un momento detener todo decirle que la amaba como el primer día que jamás la engañó, que simplemente la dejó creer una historia que ella sola imaginó pero que después de pensarlo simplemente aceptó cuando tuvo que decidir si aceptar su odio o su dolor viéndolo morir ante sus ojos.

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