Amy llenó los papeles de la oferta y después se despidió de las chicas y se fue junto a Keith quien en su mente ya estaba listo en la cama junto a ella. Llegaron a un hermoso y elegante restaurante francés era obvio que cuando Keith quería conquistar una mujer tenía su técnica, aunque no la usaba muy seguido por lo general se dejaba seducir, pero Amy tenía algo especial y no podía quitarle los ojos de encima no sabía bien todavía y no lograba entender que poder ejercía esa mujer sobre él, pero era claro que su indiferencia hacía que sus deseos aumentaran. En el restaurante Amy recordó alguna vez sus clases de francés y pudo ordenar sin ningún problema algo de la comida en el menú y como toda una dama hasta entregó el menú con un “Merci” —¿Hablas francés? —preguntó impresionado Keith. —Hablo un poco, aparte de inglés y el español obviamente —respondió Amy con toda tranquilidad como si fuera algo natural. —Creo que eres más interesante de lo que jamás imaginé… por favor quiero
Esa día antes de llevar a Jonathan a la clínica ambos pasaron a su oficina para firmar todos los documentos necesarios y proteger a Amy de su familia en caso de que eso fuera necesario, él sabía muy bien que tanto sus padres como su hermano jamás habían aprobado esa relación y harían de todo para quitarle su dinero si a él le llegara a pasar algo así que sin que nadie lo supiera hizo un testamento nombrando a Amy como la heredera universal de sus bienes, compró la oficina de propiedades donde ella comenzaba a trabajar con un nombre anónimo y puso a alguien al frente que solo estaría de manera ocasional, a pesar de su enfermedad había seguido cuidando los pasos de Amy en cada momento sólo que ella jamás lo supo, incluso habló con un conocido para que patrocinara su blog y ese fue el impulso para que Amy recibiera más ofertas. Ahora haría todo lo posible por recuperarse pero si no lo lograba sentía que sin importar lo que pasara ella estaría segura además que pensaba que para poder
Keith llegó a su departamento y miró alrededor ese lugar perfecto aunque frio pero elegante con una sala donde al parecer jamás se movía un cojín, con cuadros originales abstractos que decoraban las paredes como si se tratara de un museo contemporáneo, ese lugar que había sido tantas veces el testigo de sus noches de pasión con cada mujer que quiso y que había pensado toda la tarde que disfrutaría como siempre pero esta vez con Amy, desde que la vio no pudo evitar ese pensamiento, era perfecta para él, joven pero no una muchachita que lo usaría para sacarle dinero, culta, inteligente, muy guapa, profesional y lo mejor estaba sola justo desde esa mañana, tenía todas las cualidades que buscaba en una mujer, era simplemente perfecta con ella si podría presentarse en cualquier evento de sociedad y nadie diría de él que es un “Sugar Daddy” pero lo que la hacía diferente a cualquier otra mujer era que no había caído en sus insinuaciones y ahora no estaba en su cama y si bien tenía sus táctic
A la mañana siguiente como cada día Amy llegaba a su trabajo esta vez luciendo un hermoso traje dos piezas color azul, impecable de pies a cabeza y aunque las miradas de muchos se clavaban en ella, por alguna razón que no entendía esa libertad no le sabía a libertad sino más bien a soledad. Antes del divorcio, aunque separados aún era una mujer casada, ahora ya no y por más que trataba de pensar en que era lo que ambos querían algo en su corazón que no lograba entender le decía que eso no estaba bien. Por meses pensó en que su amor no existía y ahora no sabía cómo manejar esos sentimientos quería dejar de pensar y preocuparse sólo en ella, pero no sabía bien cuál sería su rumbo. Cada vez que se miraba al espejo sabía que ni siquiera podría tener un hijo después de su segunda perdida debió someterse a una operación que la dejaría marcada así para siempre de pronto recordaba el dolor y el vacío de no poderse realizar como madre. Durante esos días todo había sido tan extraño ambas vec
Amy hizo la llamada para ponerse de acuerdo con el vendedor del edificio que Keith quería comprar y arreglar la fecha del cierre mientras él disimuladamente le tomaba una fotografía con su teléfono para después enviársela con un mensaje a Liz “Te quiero coger vestida y peinada así esta noche en mi departamento” en menos de un minuto recibió la respuesta que esperaba “Será como tú quieras” leyó el mensaje mientras esbozaba una sonrisa. Aunque Liz aún no se reponía de todo lo vivido la noche anterior ya que como nunca Keith la hizo suya esa noche no sólo hubo deseo y pasión sino más que cualquier otra cosa podía sentir su rabia, sus pechos aún estaban adoloridos por la forma en la que los mordió de hecho hasta un par de moretones tenía, pero nada importaba él la necesitaba nuevamente esa noche. Liz simplemente estaba dispuesta a ser suya una vez más y todo lo que él quisiera, quería tener un hijo suyo sin importar el precio que debía pagar, en qué momento y por qué se enamoró de
Ese café junto a Keith fue extraño por primera vez Amy se sentía realmente fuera de su zona de confort, y después de hablar un rato de cosas sin mayor importancia él finalmente le hizo la propuesta de auspiciar su blog además de pedirle que escribiera también para el periódico y la revista, tal vez algo pequeño cada semana, incluso le ofreció una oficina en ese nuevo edificio que ahora tendría, era claro que quería tenerla cerca y por más que Amy trató de evadir el tema no le quedó otra que aceptar pensando que así podría volver a su trabajo.Amy se sentía muy incómoda en el club, por mucho tiempo Jonathan y ella solían ir a ese lugar y ahora la veían acompañada de otro hombre, le costaba creer que era una mujer libre y que nadie debería hablar de ella al fin y al cabo él se fue de la casa, él le pidió el divorcio, él la cambió por una mujer más joven, era como si en su mente y en su corazón estuviera convenciéndose de que nadie debería pensar mal de ella por estar sola con otro hombr
Cuando Keith llegó a su departamento caminaba en esa inmensa pero fría sala de un lado para otro parecía un león enjaulado tomó el citófono y grito —¡¡Estoy esperando a alguien y no quiero que nadie me moleste!! —se preparó un trago de whisky sin hielo ya que necesitaba algo fuerte que se tomó de un solo sorbo como si de eso dependiera su supervivencia. Sólo habían pasado unos diez minutos cuando decidió llenar su vaso nuevamente, sonó el timbre abrió la puerta y vio a Liz parada frente a él mientras sostenía ese vaso de licor, la miró de pies a cabeza como queriendo convencerse de que ella era Amy esta vez vestida bastante similar a la foto incluso se había incluso arreglado el cabello de la misma manera se veía tan parecida que cualquiera diría que podrían ser hermanas. Keith sólo la vio, la tomó del cuello y la acorraló contra de la pared, la besó con fuerza dejando en ella ese sabor a licor que llevaba en su boca mezclado con rabia, de inmediato le puso su mano entre las pier
Al día siguiente tanto Amy como Jason apenas podían con el dolor de cabeza, la perfecta sala de esa casa quedó hecha un desastre con una botella de tequila casi vacía, restos de pizza y dos cajas de helado a medias totalmente derretido así que como pudieron comenzaron su día. Amy debió llamar al trabajo y avisar que llegaría un poco más tarde, agradeciendo que no tenía citado a nadie durante la mañana, después de varias pastillas para el dolor de cabeza cuatro cafés y una buena sopa de pollo que ordenaron a un restaurante para que se las entregara en la casa ambos estaban listos o al menos eso trataban. Después de darle una copia de la llave a Jason y se fue a la oficina y en el camino lo dejó en el hotel para que recogiera sus cosas, Tosha y Cathy no paraban de mirarla, la vieron irse primero con Keith después volver con Jason y al día siguiente llegar con una cara como si hubiera estado despierta toda la noche y aunque el dolor de cabeza aún estaba no dejaba de reírse sola con las