Jonathan por su parte llegaba al médico acompañado de quien era su amigo y abogado.
—Me puedes decir ¿Qué estás haciendo? ¿Acaso te quieres morir sin antes luchar? —fueron las primeras palabras de Jeff, su médico —Te pedí que te cuidaras, que no hicieras esfuerzos y mucho menos que te sometieras a un estrés innecesario, eso no te va a ayudar.
—Lo sé y entiendo lo que me dices, pero hay cosas que necesito aclarar antes de que sea demasiado tarde —respondió Jonathan, aunque cansado en su corazón sabía que esta era su última esperanza y de no lograrlo Querida estar seguro de que Amy estuviera protegida en especial de su familia que nunca aceptó su relación y si el no lograba vencer ese cáncer se irían en contra de ella.
—Sabes bien que no estoy de acuerdo con lo que haces yo aparte de ser tu médico también soy uno de tus amigos y dudo que en algún momento Amy esté de acuerdo con todo esto.
—Es un riesgo que debo correr prefiero su odio y su desprecio a su lástima eso no lo podría soportar además tú me has hablado de una última opción y estoy dispuesto a luchar, si funciona entonces haré todo por reconquistarla, pero no quiero verla llorar por mi culpa viéndome morir.
—Está bien —dijo Jeff, mientras respiraba profundo como queriendo retomar fuerzas —pero que quede claro que no estoy de acuerdo ahora por favor quiero que hablemos de la inmunoterapia lo que hará que ayudemos a tu sistema inmunológico además cambiaremos totalmente tu dieta y buscaremos está vez cosas naturales, sé que esto es poco tradicional que te lo diga un médico, pero amigo ya casi no tenemos opciones lo importante es que te internemos en esa clínica lo antes posible y te aísles completamente de todo.
—Está bien voy a dejar todo firmado en una hora para que Esteban haga todo lo que le he pedido y salgo esta misma noche para Albany.
—Amigo yo no te dejaré solo en esto te lo prometo voy a estar en contacto con los médicos allá conozco a varios especialistas estaré incluso viajando a hacer yo mismo algunos chequeos, pero necesito que dejes de pensar en Amy por un tiempo y te preocupes de ti, aunque yo sé que a ella no le va a gustar nada que la sacaras de tu vida en este momento sólo espero que puedas recuperarte para volver a conquistarla.
—Que Dios te escuche, pero debo cubrir todas mis opciones no quiero que Amy sospeche nada hoy fue muy difícil todo, volver a verla tan linda no era algo que esperaba imagino que más de alguno hará lo que sea por conseguir su corazón.
—Ese mismo que estás dejando ir amigo —dijo Esteban mientras movía la cabeza en forma de negación —aun no estoy de acuerdo con lo que haces, pero mi deber como amigo es apoyarte.
Esteban y Jonathan salieron de la consulta médica para terminar con todos los papeles que Jonathan quería dejar a nombre de Amy, además le pidió que comprara la casa y que le pusiera como condición que ella debería vivir ahí por un año con la excusa de que el comprador no quiere que la casa este vacía y que hiciera eso lo antes posible Jonathan quería estar seguro de que Amy seguiría en ese hogar que un día construyeron juntos pensaba que entando rodada de sus recuerdos podría el mantenerse de alguna manera junto ella, después de eso Esteban lo llevaría a la clínica casi en el medio de la nada donde Jonathan haría un último intento por salvar su vida y volver a ser un hombre sano y fuerte para reconquistar el amor de Amy que sabía en esos momentos de seguro lo odiaba.
Cuando Amy y Jonathan se conocieron ella era una chica de pocos recursos pero que tenía muchos deseos de trabajar en cambio Jonathan era un joven hombre de negocios y mucho dinero que venía de una familia importante en el mundo de las finanzas, se enamoró perdidamente de ella pero Amy le pidió cuando se casaron que lo hicieran con separación de bienes para demostrarles a todos que ella no estaba con él por interés y lo único que Jonathan pudo hacer fue comprar una linda casa y ponerla a nombre de los dos, en un comienzo ella siguió trabajando y después de varios años decidieron comenzar una familia pero perdió el bebé que esperaba y se sintió culpable porque no había bajado su ritmo de trabajo después se quedó en la casa esperando el milagro de un nuevo bebé y al volver a sucederle lo mismo cayó en una fuerte depresión y aunque Jonathan estuvo a su lado para apoyarla no fue fácil en especial cuando comenzaron a culparse de lo sucedido, lentamente y casi sin darse cuenta comenzaron a distanciarse tal vez no por falta de amor sino por temor a que cuando estaban juntos no podían evitar el hacerse daño.
Con el tiempo Jonathan comenzó a sentir molestias que no eran normales para su edad y decidió ir al médico cuando se enteró de un cáncer a la próstata su mundo se derrumbó con menos de 40 años muy extraño a esa edad sintió en ese momento que era una sentencia de muerte y mucho más de los deseos de cumplir su sueño de ser padre y al mismo tiempo de no poder hacer realidad el sueño de Amy ni siquiera para una adopción como lo pensaron después de la última perdida.
Esa noche le llamó y le dijo que por negocios debía viajar de manera urgente, pero se fue a un hotel donde pasó la noche se preguntó una y otra vez ¿por qué a él? Sabía muy bien lo que Amy había sufrido viendo a su madre derrumbarse al ver a su padre morir del mismo mal.
Jonathan no tenía fuerzas no quería ni siquiera tocar a Amy sentía que no era justo para ella, por años antes de las perdidas eran ambos muy apasionados Jonathan sentía que al lado de Amy él era realmente muy feliz y buscaba siempre la forma para estar con ella cuando se conocieron ambos venían de relaciones que les había dejado mucho dolor pero lentamente primero como amigos fueron curando esas heridas hasta que una noche él le confesó lo que sentía y no necesitaron más que un beso para que pasara todo entre ellos era como si ese más de un año de conocerse hubiese desaparecido en un instante sentían que estaban hechos el uno para el otro y sólo tres meses después se casaron incluso en contra de la familia de Jonathan que pensaban que Amy no era de su nivel social pero nada importó, Jonathan y Amy viajaron a Las Vegas y se casaron casi en secreto sólo unos pocos invitados entre ellos los padres de Amy y sólo cuatro años después el padre de ella murió de un cáncer a la próstata a los pocos meses de la tristeza su esposa que no pudo soportar el verlo partir una tarde su corazón dejó de latir.
El día en el médico le dio el diagnostico a Jonathan no pudo evitar recordar el sufrimiento de su suegra y en su corazón pensaba en que no podía hacer sufrir a Amy de esa manera, ella ya había perdido a sus padres dos embarazos y perderlo ahora a él pensó no sería justo así que sin saber si eso era un acto de amor o cobardía creó la mentira de una amante y tras noches fuera de la casa para poder realizarse los tratamientos no fue difícil que Amy pensara que había otra mujer en su vida.
Amy por su parte pasaría las siguientes horas junto a Keith para que él pudiera conocer en persona los tres lugares que ella había preparado según las indicaciones que le había dado los días en que hablaron por teléfono, y aunque él trataba de usar todos sus métodos de conquista durante esas horas la verdad es que Amy simplemente no los notaba, en sus planes en esos momentos no estaba ser la mujer de nadie sino ser ella misma, libre y sin compromiso y tal vez esa situación producía un magnetismo especial para Keith, la mayoría de las mujeres sin importar la edad casi se le ofrecían y Amy en realidad estaba totalmente ajena a cualquier insinuación por muy obvia que esta pareciera ella sólo se dedicaba a hablar del lugar, el espacio de las oficinas y darle las ideas de como ese lugar podría funcionar, así fue como visitaron los tres edificios y había uno en especial que tenía solo 3 pisos un buen estacionamiento y además y como un almacén desocupado justo a la par donde podría instalar
Amy llenó los papeles de la oferta y después se despidió de las chicas y se fue junto a Keith quien en su mente ya estaba listo en la cama junto a ella. Llegaron a un hermoso y elegante restaurante francés era obvio que cuando Keith quería conquistar una mujer tenía su técnica, aunque no la usaba muy seguido por lo general se dejaba seducir, pero Amy tenía algo especial y no podía quitarle los ojos de encima no sabía bien todavía y no lograba entender que poder ejercía esa mujer sobre él, pero era claro que su indiferencia hacía que sus deseos aumentaran. En el restaurante Amy recordó alguna vez sus clases de francés y pudo ordenar sin ningún problema algo de la comida en el menú y como toda una dama hasta entregó el menú con un “Merci” —¿Hablas francés? —preguntó impresionado Keith. —Hablo un poco, aparte de inglés y el español obviamente —respondió Amy con toda tranquilidad como si fuera algo natural. —Creo que eres más interesante de lo que jamás imaginé… por favor quiero
Esa día antes de llevar a Jonathan a la clínica ambos pasaron a su oficina para firmar todos los documentos necesarios y proteger a Amy de su familia en caso de que eso fuera necesario, él sabía muy bien que tanto sus padres como su hermano jamás habían aprobado esa relación y harían de todo para quitarle su dinero si a él le llegara a pasar algo así que sin que nadie lo supiera hizo un testamento nombrando a Amy como la heredera universal de sus bienes, compró la oficina de propiedades donde ella comenzaba a trabajar con un nombre anónimo y puso a alguien al frente que solo estaría de manera ocasional, a pesar de su enfermedad había seguido cuidando los pasos de Amy en cada momento sólo que ella jamás lo supo, incluso habló con un conocido para que patrocinara su blog y ese fue el impulso para que Amy recibiera más ofertas. Ahora haría todo lo posible por recuperarse pero si no lo lograba sentía que sin importar lo que pasara ella estaría segura además que pensaba que para poder
Keith llegó a su departamento y miró alrededor ese lugar perfecto aunque frio pero elegante con una sala donde al parecer jamás se movía un cojín, con cuadros originales abstractos que decoraban las paredes como si se tratara de un museo contemporáneo, ese lugar que había sido tantas veces el testigo de sus noches de pasión con cada mujer que quiso y que había pensado toda la tarde que disfrutaría como siempre pero esta vez con Amy, desde que la vio no pudo evitar ese pensamiento, era perfecta para él, joven pero no una muchachita que lo usaría para sacarle dinero, culta, inteligente, muy guapa, profesional y lo mejor estaba sola justo desde esa mañana, tenía todas las cualidades que buscaba en una mujer, era simplemente perfecta con ella si podría presentarse en cualquier evento de sociedad y nadie diría de él que es un “Sugar Daddy” pero lo que la hacía diferente a cualquier otra mujer era que no había caído en sus insinuaciones y ahora no estaba en su cama y si bien tenía sus táctic
A la mañana siguiente como cada día Amy llegaba a su trabajo esta vez luciendo un hermoso traje dos piezas color azul, impecable de pies a cabeza y aunque las miradas de muchos se clavaban en ella, por alguna razón que no entendía esa libertad no le sabía a libertad sino más bien a soledad. Antes del divorcio, aunque separados aún era una mujer casada, ahora ya no y por más que trataba de pensar en que era lo que ambos querían algo en su corazón que no lograba entender le decía que eso no estaba bien. Por meses pensó en que su amor no existía y ahora no sabía cómo manejar esos sentimientos quería dejar de pensar y preocuparse sólo en ella, pero no sabía bien cuál sería su rumbo. Cada vez que se miraba al espejo sabía que ni siquiera podría tener un hijo después de su segunda perdida debió someterse a una operación que la dejaría marcada así para siempre de pronto recordaba el dolor y el vacío de no poderse realizar como madre. Durante esos días todo había sido tan extraño ambas vec
Amy hizo la llamada para ponerse de acuerdo con el vendedor del edificio que Keith quería comprar y arreglar la fecha del cierre mientras él disimuladamente le tomaba una fotografía con su teléfono para después enviársela con un mensaje a Liz “Te quiero coger vestida y peinada así esta noche en mi departamento” en menos de un minuto recibió la respuesta que esperaba “Será como tú quieras” leyó el mensaje mientras esbozaba una sonrisa. Aunque Liz aún no se reponía de todo lo vivido la noche anterior ya que como nunca Keith la hizo suya esa noche no sólo hubo deseo y pasión sino más que cualquier otra cosa podía sentir su rabia, sus pechos aún estaban adoloridos por la forma en la que los mordió de hecho hasta un par de moretones tenía, pero nada importaba él la necesitaba nuevamente esa noche. Liz simplemente estaba dispuesta a ser suya una vez más y todo lo que él quisiera, quería tener un hijo suyo sin importar el precio que debía pagar, en qué momento y por qué se enamoró de
Ese café junto a Keith fue extraño por primera vez Amy se sentía realmente fuera de su zona de confort, y después de hablar un rato de cosas sin mayor importancia él finalmente le hizo la propuesta de auspiciar su blog además de pedirle que escribiera también para el periódico y la revista, tal vez algo pequeño cada semana, incluso le ofreció una oficina en ese nuevo edificio que ahora tendría, era claro que quería tenerla cerca y por más que Amy trató de evadir el tema no le quedó otra que aceptar pensando que así podría volver a su trabajo.Amy se sentía muy incómoda en el club, por mucho tiempo Jonathan y ella solían ir a ese lugar y ahora la veían acompañada de otro hombre, le costaba creer que era una mujer libre y que nadie debería hablar de ella al fin y al cabo él se fue de la casa, él le pidió el divorcio, él la cambió por una mujer más joven, era como si en su mente y en su corazón estuviera convenciéndose de que nadie debería pensar mal de ella por estar sola con otro hombr
Cuando Keith llegó a su departamento caminaba en esa inmensa pero fría sala de un lado para otro parecía un león enjaulado tomó el citófono y grito —¡¡Estoy esperando a alguien y no quiero que nadie me moleste!! —se preparó un trago de whisky sin hielo ya que necesitaba algo fuerte que se tomó de un solo sorbo como si de eso dependiera su supervivencia. Sólo habían pasado unos diez minutos cuando decidió llenar su vaso nuevamente, sonó el timbre abrió la puerta y vio a Liz parada frente a él mientras sostenía ese vaso de licor, la miró de pies a cabeza como queriendo convencerse de que ella era Amy esta vez vestida bastante similar a la foto incluso se había incluso arreglado el cabello de la misma manera se veía tan parecida que cualquiera diría que podrían ser hermanas. Keith sólo la vio, la tomó del cuello y la acorraló contra de la pared, la besó con fuerza dejando en ella ese sabor a licor que llevaba en su boca mezclado con rabia, de inmediato le puso su mano entre las pier