¿Será bueno para Amy seguir rodeada de tantos recuerdos?
Amy hizo la llamada para ponerse de acuerdo con el vendedor del edificio que Keith quería comprar y arreglar la fecha del cierre mientras él disimuladamente le tomaba una fotografía con su teléfono para después enviársela con un mensaje a Liz “Te quiero coger vestida y peinada así esta noche en mi departamento” en menos de un minuto recibió la respuesta que esperaba “Será como tú quieras” leyó el mensaje mientras esbozaba una sonrisa. Aunque Liz aún no se reponía de todo lo vivido la noche anterior ya que como nunca Keith la hizo suya esa noche no sólo hubo deseo y pasión sino más que cualquier otra cosa podía sentir su rabia, sus pechos aún estaban adoloridos por la forma en la que los mordió de hecho hasta un par de moretones tenía, pero nada importaba él la necesitaba nuevamente esa noche. Liz simplemente estaba dispuesta a ser suya una vez más y todo lo que él quisiera, quería tener un hijo suyo sin importar el precio que debía pagar, en qué momento y por qué se enamoró de
Ese café junto a Keith fue extraño por primera vez Amy se sentía realmente fuera de su zona de confort, y después de hablar un rato de cosas sin mayor importancia él finalmente le hizo la propuesta de auspiciar su blog además de pedirle que escribiera también para el periódico y la revista, tal vez algo pequeño cada semana, incluso le ofreció una oficina en ese nuevo edificio que ahora tendría, era claro que quería tenerla cerca y por más que Amy trató de evadir el tema no le quedó otra que aceptar pensando que así podría volver a su trabajo.Amy se sentía muy incómoda en el club, por mucho tiempo Jonathan y ella solían ir a ese lugar y ahora la veían acompañada de otro hombre, le costaba creer que era una mujer libre y que nadie debería hablar de ella al fin y al cabo él se fue de la casa, él le pidió el divorcio, él la cambió por una mujer más joven, era como si en su mente y en su corazón estuviera convenciéndose de que nadie debería pensar mal de ella por estar sola con otro hombr
Cuando Keith llegó a su departamento caminaba en esa inmensa pero fría sala de un lado para otro parecía un león enjaulado tomó el citófono y grito —¡¡Estoy esperando a alguien y no quiero que nadie me moleste!! —se preparó un trago de whisky sin hielo ya que necesitaba algo fuerte que se tomó de un solo sorbo como si de eso dependiera su supervivencia. Sólo habían pasado unos diez minutos cuando decidió llenar su vaso nuevamente, sonó el timbre abrió la puerta y vio a Liz parada frente a él mientras sostenía ese vaso de licor, la miró de pies a cabeza como queriendo convencerse de que ella era Amy esta vez vestida bastante similar a la foto incluso se había incluso arreglado el cabello de la misma manera se veía tan parecida que cualquiera diría que podrían ser hermanas. Keith sólo la vio, la tomó del cuello y la acorraló contra de la pared, la besó con fuerza dejando en ella ese sabor a licor que llevaba en su boca mezclado con rabia, de inmediato le puso su mano entre las pier
Al día siguiente tanto Amy como Jason apenas podían con el dolor de cabeza, la perfecta sala de esa casa quedó hecha un desastre con una botella de tequila casi vacía, restos de pizza y dos cajas de helado a medias totalmente derretido así que como pudieron comenzaron su día. Amy debió llamar al trabajo y avisar que llegaría un poco más tarde, agradeciendo que no tenía citado a nadie durante la mañana, después de varias pastillas para el dolor de cabeza cuatro cafés y una buena sopa de pollo que ordenaron a un restaurante para que se las entregara en la casa ambos estaban listos o al menos eso trataban. Después de darle una copia de la llave a Jason y se fue a la oficina y en el camino lo dejó en el hotel para que recogiera sus cosas, Tosha y Cathy no paraban de mirarla, la vieron irse primero con Keith después volver con Jason y al día siguiente llegar con una cara como si hubiera estado despierta toda la noche y aunque el dolor de cabeza aún estaba no dejaba de reírse sola con las
Keith se acercó a Amy muy tranquilo, aunque por dentro sentía rabia y celos y sus primeras palabras al verla despedirse de Esteban tan amistosamente fueron —Perdón no sabía que estabas ocupada. —No en realidad justo ahora me iba a dedicar a buscar ideas para lo de tu proyecto toma asiento por favor de hecho mi amigo Jason es decorador de interiores y ha trabajado para algunas compañías en Italia en cosas muy similares a lo que buscas y me ha dado algunas ideas incluso él me puede ayudar ya que se estará quedando conmigo un tiempo —respondió Amy sin darle ni la más mínima importancia a la forma en la que Keith reaccionó. —¿Tu amigo el del restaurante? —dijo Keith un poco enojado ya que en sus planes estaba el pasar tiempo a solas con Amy, pero debió guardarse cualquier pensamiento que tuviera en ese momento. —Si, es más debe estar por llegar ya que quedó de pasar por mí —y recordando su regalo —¿Te gustaría una frutilla? —preguntó —La verdad es que ya van dos días reci
Los días pasaron Amy y Jason trabajaron juntos buscando ideas y supervisando con los contratistas en lo que serían las oficinas para el periódico y la revista, por su parte cada mañana de alguna forma Keith buscaba la manera de conseguir una fotografía de Amy y se la enviaba a Liz quien hacia todo lo que podía por parecerse lo más posible a esa mujer de quien sólo conocía su nombre y que debía pretender ser ella cada noche por una o dos horas cuando mucho, donde no podía decir ni una sola palabra sólo complacer a Keith en todo lo que él quisiera. Liz había checado sus fechas y deseaba con todo su ser quedar embarazada de ese hombre, aunque no entendía el por qué, era frio prácticamente un tempano de hielo en sus emociones, sólo la quería para tener sexo y satisfacer esa necesidad, pero al no ser Amy la que estaba en su lugar era incluso agresivo, muchas veces hasta con rabia que se podía sentir con sólo mirarlo a los ojos. En los últimos días Liz veía moretones en sus pechos y en su
Los días pasaron y Keith siguió llamando a Liz, pero, aunque ella cada vez se sentía peor física y emocionalmente por más que lo quisiera él sólo tenía que enviarle una foto de Amy y ella simplemente haría lo que fuera necesario para complacerlo…. ese día no fue la excepción y debió salir al mall en busca de un vestido color turquesa que sabía de antemano quedaría tirado en unos segundos y que sólo serviría para que Keith imaginara una vez más que ella era esa tal Amy de la cual sólo sabía su nombre y su imagen a través de unas fotografías. Caminó por varias tiendas y justo cuando estaba a punto de darse por vencida pudo reconocer a la mujer de la foto caminando del brazo de un hombre relativamente joven mientras reían, Liz decidió olvidar el vestido por unos minutos tal vez sería mucho mejor si pudiera conocerla… por más de una hora los siguió por cada tienda del mall, aunque ninguna de esas compras veía que eran de cosas para ella hasta que vio como ambos se sentaban en un café a co
Cuando Keith abrió la puerta y vio a Liz parada frente a él luciendo ese vestido turquesa con el maquillaje y el peinado perfecto como lo haría Amy y con una mirada inocente que estuvo preparando por un buen rato él simplemente no pudo evitar morderse el labio y darle una mirada llena de lujuria, esta vez Liz había sobrepasado las expectativas, tomó su mano y caminó con ella hacia la sala porque, aunque se parecieran mucho él sabía bien que esa no era Amy y no la llevaría a su cama, pero debía reconocer que no le desagradaba lo que veía. Se detuvo frente a ella en el medio de esa lujosa y enorme habitación donde esas últimas noches la había hecho suya mientras se saboreaba los labios como preparándose para disfrutar de la cena, puso música romántica y al son de una canción de Frank Sinatra la abrazó y comenzaron a bailar mientras apretaba con fuerza a Liz sus manos recorrían su espalda, pero no tardaron mucho en clavarse en sus nalgas y apretarlas como si quisiera romperlas, pero c