Pasó toda la tarde en su habitación meditando sobre Thomas.
¿He olvidado realmente a Thomas ?. . . eso no importa, estoy casada con un hombre maravilloso, que es mil veces más responsable que Thomas. Roy, no se merece que yo esté pensando en otro hombre, él es demasiado bueno. . . ¿Por qué Carol tuvo que abrir esta herida?. . .¿ por qué reabrir este capítulo, el cual yo daba por concluido – gimió con desconsuelo- ¿ qué voy a hacer? . . .no hay nada que hacer, Roy es mi esposo y yo lo quiero. . . pero no lo amas Sarah. . . el amor no te ha dejado nada bueno Sarah, solo dolor y sufrimientos, no te quiero en mi vida Thomas, te quiero lejos de mí – se tranquilizó inhalando y exhalando.
-Hola cariño – dijo llegando a ella, inclinándose y besando el femenino cuello - ¿sucede algo?, te noto muy tensa.
-Estoy algo preocupada – explicó colocándose de pie, él la rodeó con sus fuertes brazos.
-¿Y qué es lo que te preocupa?
-Nathasha – dijo llanamente
-¿Le sucede algo? – demandó saber.
-No, Roy - le colocó una mano sobre la mejilla- es solo que. . . le di permiso de dormir fuera.
-¡¿Qué?!. . . ¿Que tú has hecho qué? , ¿por qué lo hiciste, Sarah?, debiste consultarme antes, ¿dónde está mi hija?
-Tranquilo querido, está con los Adams. Lucía la invitó a dormir, ya hablé con Rachel, todo esta en órden. La llevarán al colegio mañana y yo la buscaré por la tarde.
-Entonces no tienes de que preocuparte, mi amor. Rachel y Frank, son muy responsables, la niña estará bien, y nosotros – la atrajo hacía él y estrechó su pequeña cintura, su cuerpo no daba muestra de ser una mujer que hubiese dado a luz, le acarició el cuello con los labios- aprovecharemos esta noche para los dos. Hoy serás solo mía – Sarah ríe y corresponde al exigente beso que empieza su esposo. Sabía sin lugar a dudas, que esa noche harían el amor y ella no podría negarse.
-Estoy de acuerdo, pero antes. . . la cena.
-¿Por qué esperar tanto? – dijo gimiendo de frustración.
-Si has esperado todo el día cariño, podrás esperar un par de horas.
- << Si esperaste lo mucho, espera lo poco>>
-¡Exacto! – concedió sonriendo- yo iré a asearme para la cena.
-¿Y si tomamos una ducha juntos? – sonrió con picardía.
-No. No querido, si nos duchamos juntos, no habrá cena. Te conozco – le tocó la punta de la nariz y él sonrió.
Después de ducharse, bajaron a la cena <<Algo vacía>> pensó Sarah, realmente le hacía mucha falta su hija. Estar sin ella era como si le arrancaran un pedazo del corazón. Durante toda la cena Roy no ocultó su deseo de hacerle el amor y aunque Sarah trató de evitarlo, él no desistió.
-Querida, el lunes es tu cumpleaños, ¿qué quieres que hagamos para celebrar? – preguntó emocionado.
-Lo lamento Roy pero, durante el día debo ir a la oficina. Por la tarde me encantaría compartir un pastel entre nosotros, invitaré a Carol, la nana y el servicio, eso será suficiente para mí.
-¡Eso no es suficiente, Sarah!, quiero celebrar tu cumpleaños y no quiero que vayas a la oficina.
-Lo siento Roy, no podré complacerte- él suspiró resignado.
-De acuerdo - sonrió algo triste, por lo cual Sarah se sintió culpable. Durante la cena ella aceptó varias copas, buscando un poco de valor en el alcohol, no es que fuese difícil dejarse amar por Roy, pero justamente aquel día, después de haber hablado de Thomas. . . era realmente difícil.
Al llegar a la alcoba, no podía evitar lo que era inminente, y aunque su cuerpo siempre respondía a las caricias de Roy, sabía que su corazón nunca le pertenecería, se aferró a él como un salvavidas, él era una salida a su dolor, y aunque era egoísta, y ella lo sabía, nada podía hacer al respecto.
-Cada día te amo más, Sarah- ella le besó, evitando así dar una respuesta- te amo, me alegra que seas mía, que seas mi amante, mi esposa, mi apoyo, me alegra que estemos juntos para siempre.
Lo miró. Sus profundos ojos azules, se parecían mucho a los de Thom, y eso la había atormentado desde el principio. Quiso llorar, pero se contuvo, sabía que no debía hacerlo. <<Juntos para siempre>> aquella frase pesaba mucho para ella, Thomas la había usado.
-Te quiero Roy, te quiero tanto - dijo dándole un fuerte abrazo.
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Abrió los ojos lentamente, eran las seis de la mañana. Se encontró estrechada contra el cuerpo de su esposo, siempre le había comprendido, aunque al principio era muy difícil; el recuerdo de Thomas le atormentaba. Roymer supo ganarse su afecto, su cariño y comprensión, pero por más que lo intentaba, no había logrado meterse en su corazón y eso le hacía sentir culpable. Culpable por no quererle como se lo merecía, culpable porque Thom le había abandonado, se merecía que lo odiara, pero no podía. No le odiaba.
Se tomó unos minutos para admirar a su esposo; tenia facciones dulces, sus ojos eran de un increíble tono azul, cabello castaño que ahora caía despeinado sobre su frente, una boca generosa, músculos bien torneados, un pecho amplio que la hacía sentir segura, era varonil y muy atractivo. tenía solo treinta y tres años, debería sentirse muy afortunada, ¡claro que se sentía afortunada, él era lo que toda mujer desea!.
-Roy. . . Roy. . .- decidió despertarle
-Mmmm – dijo aún adormilado.
-Es hora de levantarse, cariño – como respuesta, él la estrechó más fuerte.
-Aún no, Sarah. Quiero quedarme contigo querida.
-Es día de trabajo Roy, debo atender algunos casos que requieren ser agilizados.
-¿No pueden esperar? – gimió con frustración – me quiero quedar en cama con mi esposa ¡Por Dios!, ¿es mucho pedir?
-Lo siento, cariño. – dijo bajando la mirada, él respondió con un largo suspiro, la tomó del mentón y la obligó a mirarlo.
-¿Un día de playa? – preguntó con una amplia sonrisa.
-¿Mañana?
-Si mi amor, Thasha, Tú y yo. ¿Qué dices?
-Por supuesto – sonrió- un día en la playa nos vendría bien.
-Listo, ahora. . . a la ducha – le besó el cuello.
-Pero. . .
-Sin peros señora, ¿cree que después de una noche tan maravillosa, me iré al trabajo así?, ¿sin más?. Dame los buenos días como es debido. – Sarah se colocó sobre él, los ojos de Roy brillaron por el contacto de sus senos oprimidos contra su pecho, a ella le gustaba poder complacerlo. Era lo mínimo que podría hacer por él. . le sonrió y luego lo besó.
- A ver, querido. . . ¡dónde desea los buenos días?, decida pronto. ¿ Ducha o cama?
-Mmmm. . . Exquisita propuesta, que te parece . . .¿Cama. . . y luego ducha?
-Sus deseos son órdenes, mi señor.
-Amaneció usted muy complaciente hoy – dijo riendo- bendigo incansablemente el día en que accediste a ser mi esposa.
-¿Me quieres, Roy? – preguntó con voz temblorosa.
-¿Aún lo dudas? ¡Es que no es suficientemente claro que estoy loco por ti?, ¿ qué te amo?, ¿ qué te adoro? . . . te amo más que a nada en el mundo.
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-¡Papi, papi! – gritaba Nathasha mientras salía a recibir a su padre, Sarah les observaba desde la puerta,<< Roymer es el mejor padre del mundo>>
-Hola, mi pequeña – la estrechó fuertemente - ¿ cómo estuvo la aventura de anoche?
-Maravillosa, papito. . . Lucía y yo la pasamos muy bien – los ojos de la pequeña se abrieron enormes cargados de emoción- y antes de irnos a la cama- le susurró al oído- comimos pastel – Roy rió alegremente y le susurró al oído.
-Será mejor que no le digamos nada a mami, porque si no, nos va a regañar – Sarah se acercó sigilosamente.
-A ver. . .¿ qué traman?
-Nada, mami – respondió con mirada inocente.
-¿Nada? – preguntó sonriendo.
-Hemos creado un complot para conquistar al mundo – intervino Roymer sonriendo, tratando de sacar de apuros a su adorada hija, susurró algo ininteligible luego alzó a su hija y la colocó sobre sus hombros, dedicó a Sarah una de sus sonrisas inocentes que tanta nostalgia le producían.
-Espero que me dejen fuera de sus planes.
-¡No! – aseguró Thasha – tú serás la carnada, mami- Roy y Thasha rieron alegremente, mientras que Sarah abrió mucho sus ojos.
-Vaya, digno papel el que me corresponde – intervino Sarah tratando de tomar una actitud ofendida.
-Vamos querida, es un papel muy importante – le aseguró Roy entre risas.
-Seguro – Alzó una de sus rubias cejas, en señal de que no estaba muy segura.
-¡Y luego, conquistaremos marte! – todos estallaron en risas.
-Ese maravilloso plan merece un premio hija.
-¿Cuál, papito? – quiso saber – dime papi, ¿ a dónde vamos?- preguntó sin ocultar su emoción
-¡Vamos a la playa! – le gritó a lo que la pequeña aplaudió
-¡Vamos a la playa, vamos a la playa!
-Hoy dormiremos temprano- dijo Sarah conmovida por la relación entre padre e hija – mañana saldremos a primera hora.
Thasaha se quejó por la hora en que salieron y luego se quedó dormida en el asiento trasero del coche, pasaron un día maravilloso de juegos, fotos, buena comida y mucha diversión. Había sido un día de playa estupendo. Roy estuvo a punto de abalanzarse y golpear a todos los hombres que lanzaban miradas lascivas hacia su mujer, Sarah le había dicho:
-Tranquilo querido, vinimos a disfrutar - y luego de eso habían tenido un día de playa maravilloso.
El domingo se quedaron en cama hasta tarde, yacían uno junto al otro, hasta que Roy intervino rompiendo el silencio.
-Sarah, ¿ No crees que ya es tiempo de darle un hermanito a Thasha? – los ojos de Sarah se abrieron como dos grandes pozos verdes. Se sentó en la cama y miró fijamente a su marido.
-No lo creo – dijo con voz tensa.
-Pero, mi amor. . . llevamos ocho años casados, ya es hora de otro bebé- sonrió
-No estoy preparada. . . no Roy, no.
-¿Por qué? – dijo como niño malcriado- podrías suspender las pastillas y trabajando un poco - la miró pícaramente- podrías darme el gusto de quedar embarazada.
-No Roy, estoy trabajando mucho, tengo infinidades de casos. No tengo tiempo para un bebé.
-Sarah. . .
-Ser madre me absorbe por completo, me gusta entregarme a cuidar del bebé, lo sabes. Lo viviste con Nathasha. ¡ Por Dios Roy!, ahora soy abogada, estoy en una etapa importante de mi carrera. No puedo volver a ser madre, o por lo menos no por ahora.
-Pero. . . ¡Yo quiero un bebé! – estaba realmente enfadado.
-Lamento sinceramente que no me puedas entender Roymer, pero no voy a quedar embarazada y tampoco pienso discutirlo
El lunes por la mañana, todo en la casa la habían felicitado por su cumpleaños. Después de una matutina celebración se fue al trabajo, donde también fue recibida con un pastel, era pasado el mediodía cuando Julia; su secretaria entró en su oficina, produciendo que ella levantara la mirada de un testamento que estaba analizando.-Dime, Julia.-Lamento haber entrado sin anunciarme, pero el interlocutor parece estar dañado, no da tono.-Llama al técnico- dijo ansiosa por regresar a su trabajo.-Seguro. . . no hubiera querido interrumpirte pero, afuera esta un señor que insiste en verte.-¿Qué quiere?-Verte – dio encogiéndose de hombros-¿Para qué? – preguntó comenzando a sentir enojo, por el tiempo perdido.-Ni idea Sarah. No lo sé.-¿Tiene cita? – preguntó casi gruñendo.-No - aseguró inquieta ante el cambio de humor de su jefa.-¿Cuál es su nombre? – frunció el ceño.-No lo dijo. De hecho no ha dicho casi nada,
Thomas tomó asiento, al Sarah entender que no lograría persuadirlo, suspiró resignada.-¿Algo de beber?-Un wisky estaría muy bien – Sarah se acercó al interlocutor y recordó que estaba dañado, caminó hasta el umbral de la puerta y llamó a su secretaría, la cual entró casi de inmediato.-Julia, por favor, trae un wisky para el señor, y un jerez para mí- Julia le miró completamente extrañada. Sarah nunca bebía en la oficina.-Si, señora.-Carlos traerá a Nathasha, como el interlocutor no sirve, hazle pasar de inmediato.-De acuerdo, señora- y sin más que agregar se marchó-Nathasha, es un lindo nombre – dijo Thom, cuando volvían a estar solos- siempre pensé que tus hijos serían los míos, es lamentable que el destino se haya encargado de qu
Luego de una pequeña celebración, junto con los amigos más cercanos, su hija, su esposo y el servicio. Había visto que Nathasha estaba muy intranquila, ya era tarde así que la llevó a dormir, se duchó. Al salir del cuarto de baño notó que Roy no estaba, así que cuando él entró a la habitación ya Sarah estaba lista para ir a la cama, estaba realmente agotada, había sido un día. . .¡qué día! Pensó, su cuerpo reclamaba descanso, Roy la estrechó y le depositó un fuerte beso en los labios, besó con delicadeza su cuello, inevitablemente se estremeció, Sarah pudo descifrar que Roy tenía deseos aquella noche, pretendía hacerla suya y evidentemente no tenía excusas para negarse. Se apartó y la miró directamente a los ojos.-Tengo un regalo para ti.-¿Otro?-Sí – fue a la mesa de noche y trajo en sus manos un estuche largo de terciopelo negro – ábrelo.-¿Qué es? – trató de fingir emoción, pero en lo único que podía pensar era en el regreso de Thom, lo cual la hacía sen
-¡Thom!-Hola, preciosa- traía un ramo gigantesco con muchos globos y dos cajas de chocolate, Sarah se puso en pie.-Viniste a verme, Thom.-Claro que sí, princesa. . . te traje chocolates.-¿¡Chocolates?! - dijo la pequeña extasiada.-Sí, pero no podrás comerlos por ahora – la pequeña hizo un puchero, Thom ubicó el arreglo floral y los chocolates de la pequeña. – Estos son para ti, Sarah – le tendió una caja de chocolates, ella le miró sorprendida, no sólo porque le trajera su golosina favorita, sino porque recordara cuales eran sus favoritos, eso la conmovió a lo sumo.-Muchas gracias.-Espero todavía te gusten.-Hasta el día en el que muera – le respondió con una tímida sonrisa.-Thom, Thom. . .me operaron de una tripa – intervino la niña. Ambos se giraron hacia ella sonriendo.-No es una tripa Thasha, se llama apéndice. – dijo su madre sonriéndole.-¡A ver!. . . ¿dónde fue esa operación, preciosa? – la niña
Solo había pasado una hora desde que Thom se marchara, cuándo un llamado a la puerta la sacó de la conversación con su hija.-¡Adelante! – esta vez fue Raymer quien apareció en el umbral de la puerta con un osos gigante que impedía ver su rostro, puso una voz muy aguda y dijo:-Hola, he venido en busca de la princesa más hermosa, en busca de la mujer de mis sueños. . .¡en busca de mi novia!- Sarah dejo escapar una sonora carcajada. Su cuñado era un hombre increíble, constantemente dejaba en claro el amor tan enorme que sentía por su sobrina, la llenaba de regalos pero sobretodo de atenciones y tiempo. . . Tiempo, el mejor bien que se puede obsequiar, tiene mucho valor porque no cualquiera regala algo que jamás podrá recuperar.-Creo que se ha equivocado de habitación, o que busca a mi mami, porque yo no tengo novio. . . estoy muy chica- dijo la niña frunciendo el ceño.-Oh sí. . . es a ti a quien busco, tú eres mi princesitita, la princesa más chiquita de mi
-Es una cadena hermosa- le decía Ray a la niña cuando ella volvió a su habitación, el corazón de Sarah se detuvo. De acuerdo, se obligó a recordar cómo respirar, ya que sintió cómo el oxígeno dejaba de llegar a su cerebro.-Gracias, tío Ray. . . fue un regalo de Thom, un amigo de mi mami- dijo con inocencia, sin imaginarse todo lo que desataría con aquellas palabras.-¿Thom?- preguntó él con la mirada ceñuda, mientras miraba a Sarah y ella sentía que se ruborizada violentamente. Ray lo sabía todo, él era una especie de confidente, era su mejor amigo, quién le daba consejos, quien la reprendía, quién la hacía pisar tierra. . . Ray era su cómplice- ¿Thom, es quién yo creo, Sarah?-Si- asintió avergonzada y tratando de controlar su respiración levemente agitada- lo es, cariño.-Tenemos que conversar- dijo muy serio Raymer y ella asintió.-Lo sé, a penas tengamos un tiempo te lo contaré. . . te lo prometo.-Y yo te tomo la promesa- le dijo mientras la
Tres días después de la operación, ya Thasha estaba en casa y todos estaban felices de tenerla de vuelta. Raymer, decidió quedarse a pasar un tiempo con ellos y evidentemente Nathasha estaba más feliz que nunca ¿ quién lo diría?, una apendicitis la llevó a recuperar a su adorado tío. La cena se llevó a cabo en silencio, hasta que Roymer decidió hablar.-Tengo una noticia muy importante que darles.-¿Qué sucede hermano?-Tengo que salir a un viaje de negocios, debo viajar a Rusia, tendremos una reunión con su presidente.-¿Te vas, papi? – preguntó la niña triste.-Si cariño, pero intentaré volver pronto- le aseguró mientras le dedicaba una hermosa sonrisa.-¿Me traerás regalos?- le preguntó con una enorme sonrisa en sus labios- en Rusia deben haber cosas bonitas que puedas traerme.-Por supuesto que sí, princesa. Te traeré muchísimos regalos- la miró con adoración.-¿No dices nada, cuñada?- preguntó Raymer.-Me he qued
ATENCIÓN LECTORAS**ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS PARA ADULTOS, CON ESPECIFICACIONES SEXUALES, EN CONSECUENCIA SE RECOMIENDA LA LECTURA SOLO A MAYORES DE EDAD!!**********************************************************************************************Sarah estaba enfrascada estudiando el divorcio del matrimonio Rembber, estaba analizando las posibilidades de la distribución de los bienes pertenecientes a la sociedad conyugal, tomando en cuenta que tenían tres hijos, la causa de éste divorcio era, que el marido había fallado a su esposa de más de veinte años, con una chica mucho más joven que él. El timbre sonó y ella se sobresaltó pensando <<¿quién podrá ser?>>, decidió ignorar el llamado, pero el timbre volvió a sonar. El apartamento no era para nada grande pero s