Las semanas transcurrían muy apresuradas, ya había pasado un mes y medio desde la última vez que había estado con Thom, él la había llamado en varias ocasiones para ver a la niña, siempre la mandaba con Carol para evitar verle, Roymer no estaba a gusto con la situación y se quejaba constantemente, pero Sarah lo enfrentaba y cuando se trataba de Thasha, ella siempre salía ganando. Eran las seis de la tarde cuando el teléfono residencial comenzó a timbrar y Sarah se apresuró a contestarlo.
-¿Bueno?
-¿Sarah?
-Si Thomas, ¿cómo estás?
-Yo bien dentro de lo posible, ¿y tú?
-Estoy, que es lo importante. El resto ya es ganancia.
-Sarah, yo te. . .
-¿Qué se te ofrece? – lo cortó, tragándose las lágrimas que pugnaban por salir. Él suspiró cansado y dijo.
-Quiero ver a mi hija, mañana pienso llevarla al parque, además se acerca su cumpleaños y quiero organizar su regalo, tenemos que ponernos de acuerdo para el festejo, pienso estar presente aunqu
A la mañana siguiente, después de despedirse de Raymer y Thasha, se encaminaron a la montaña. Allá era todo tan extraño.Roymer se mostraba dulce y tierno, luego volvía a ser frio y cruel, la cabaña donde se alojaron era realmente hermosa, de haber sido otras las circunstancias, podría haber sido un viaje memorable. Sarah quería morirse, su vida era un verdadero infierno, y si no se echaba al abandono, era solamente porque tenía una hija por quien velar.Durante aquella noche Roymer la tomó dos veces y ella no hizo el más mínimo intento por detenerle.La primera vez entró en ella dejándola sin aliento, fue un cuerpo partícipe por exigencias de su marido. Pero un cuerpo que no sentía más que dolor al ser poseído. Se aferró con fuerza a la espalda de su marido, en busca de un ancla al dolor, le rodeó la cintura y cuándo él lo exigió, gimió su nombre.Cuando él tembló y se derramó en su interior, no pudo menos que agradecer porque hubiese acabado.La segun
Carol se encargó de llevar a Thasha, así que Sarah estaba desocupada, se disponía a marcharse a su casa, anhelaba una ducha caliente y una buena taza de té. Necesitaba relajarse un poco, su vida se estaba volviendo en pura tensión, peleas y estrés, sentía que todo aquello comenzaba a pasarle factura, no estaba bien emocionalmente. Se sentía tan deprimida como nunca lo había estado en la vida.Se mantenía en pie única y exclusivamente por su hija, por ella seguía levantándose cada mañana, pero de a poco de BA quedando sin ánimos, sin fuerzas.Su teléfono celular comenzó a timbrar, Sarah se sobresaltó, lo tomó y miró la pantalla. . . era Thom. . .su corazón se aceleró con fuerza, golpeando violentamente contra su pecho.-¡Hola Thom!- lo saludo con el pulso acelerado, cómo siempre le pasaba cuando hablaba con él.-¿Cómo estás, Sarah?- le preguntó con cariño.-Bien. . .
Al día siguiente se sentía feliz, había hecho el amor con el único hombre que amaba, rogaba a Dios que la perdonara por faltar a sus votos matrimoniales, por no cumplir con las promesas que había hecho frente al altar, pero el amor que sentía por Thom, era más fuerte que ella y más fuerte que su fuerza de voluntad.Era una adultera, lo sabía y realmente le pesaba, la crianza y la educación que su familia le dió, contradecía por completo sus acciones pero, no le habían enseñado también que el amor todo lo podía, todo lo perdonaba, rogaba a ese Dios amoroso que entendiera su difícil situación, que por su inmenso amor comprendiera sus sentimientos y no sé sintiera decepcionado de ella.No era fácil fallar a su formación pero, tampoco era fácil dejar de lado su corazón.- Estás hermosa, mi amor- le dijo Thomas abrazándola y besándola fuertemente mientras la sostenía por la cintura.-Todo es gracias a ti, es tu amo
Abrió los ojos lentamente y la luz de la habitación la afectó visualmente, produciendo que los cerrara rápidamente, con calma volvió a abrirlos hasta poder ajustarlos a la luz de la habitación. En ese momento la puerta de aquella habitación se abrió dándole paso a una figura alta e imponente.-T. . .Thom.-Aquí estoy, mi amor. . .¿cómo te sientes?-Me duele mucho la cabeza, ¿por qué estoy aquí?, ¿qué sucedió?-¿No lo recuerdas, Sarah?, tuvieron un accidente.-¿Acciden. . .?- las imágenes pasaron por su mente como una vieja película, y sintió que un terror indescriptible se apoderaba de ella.-¿Dónde está Thasha? ¿y Roymer?. . . ¿cómo están?. . . Thomas, ¿cómo está mi hija?-Thasha. . .-¡Dímelo!- exigió saber gritando- ¡dímelo de una vez!-Tanto Roymer, como Thasha, están. . . muy, muy graves, Sarah ellos podrían morir en cualquier momento- dijo incapaz de evitar que su voz se quebrara.Sarah se quedó paralizada y lo miró s
Dos horas más tardes Sarah y Thomas entraban a la habitación donde se encontraba su hija.Sarah ahogó un sollozo al entrar a la habitación, Thom la tomó por la cintura, sus padres insistieron en entrar con ellos, pero en vista de que solo permitieron la entrada de dos personas, Sarah alegó que lo mejor era que entrara Thom, a fin y al cabo él era su padre.No estuvo tan fácil, Ronald; su padre insistía en entrar él, pero Ana; su esposa se lo impidió.Sarah, sintió como si su alma hubiese abandonado el cuerpo que habitaba, al ver a su hija allí dormida, terriblemente golpeada y conectada a tantos aparatos, sin poder evitarlo lagrimas resbalaron de sus ojos y su garganta emitía extraños sonidos al intentar contener los sollozos.-¡Oh mi pequeña!- acarició su frente y luego su carita llena de golpes- despierta mi niña, por favor-lloró- te lo suplico, tienes que luchar por tu vida, porque yo no sé vivir sin ti-gimió- estoy aquí, esperando por ti
El funeral se llevó a cabo al día siguiente, ella hubiese querido algo sencillo y muy íntimo, pero fue imposible, ya que como Roymer era un político reconocido, importantes figuras del país, llegaron a despedir su cuerpo, hasta el presidente estuvo presente.Sarah, miró la fuerte figura de Roymer dentro del frío ataúd y lloró amargamente, a pesar de todo lo que él había hecho en los últimos meses, verlo allí tan pálido, su piel había perdido todo el color, aquello la afectaba muchísimo, recordó lo bueno que había vivido con él, recordó cuando la cortejaba, cuando le pidió ser su esposa, cuando la acariciaba por las noches y la apretaba contra su pecho, cuando ella se sentía triste y él le ofrecía su hombro para llorar, como la besaba con amor y adoración, como sus ojos reflejaban luz violeta cuando le hacia el amor- lloró amargamente porque a pesar de todo con él había sido feliz durante siete años, recordó lo buen padre que había sido para Thasha y no pudo evitar sollozar, la
Un par de meses después dieron de alta a Nathasha, cuando aquello sucedió, fue recibida en casa con una gran fiesta en la que también estuvieron sus abuelos y a pesar de las circunstancias estaba muy contenta de que sus padres hubiesen decidido quedarse un tiempo con ella.Raymer sufrió muchísimo la muerte de su gemelo, el mismo sentía que desde aquel día viviría incompleto, había perdido una parte importante de él, y todos los días que le quedara de vida extrañaría a aquel que era la mitad de su ser. Se sentía abatido pues Roymer era su único familiar y ahora sin él se sentía devastado, pero agradecía a Dios poder tener a Carol, que se había convertido en un pilar fundamental en su vida.Decidió quedarse con su cuñada, su sobrina y la mujer que amaba, y el día que decidiera marcharse nuevamente con Carol como su esposa, se iría seguro de que esas dos mujeres tan importantes en su vida, quedaban bajo el fiel cuidado de Thomas, él cuidaría muy bien de ellas.D
Un año más tarde, Sarah caminaba hacia el altar con la melodía de la marcha nupcial, sin poder evitarlo lágrimas de felicidad corrieron por sus mejillas. ¿Se podía ser más feliz?. . . Aquello era lo que siempre había soñado.Carol junto a Raymer eran sus felices padrinos, así como ellos lo habían sido casi un año atrás, hacia casi un mes habían descubierto que pronto serían padres y estaban rebosantes de felicidad.Se alegraba mucho por ellos, se merecían una felicidad plena y maravillosa, rodeados de niños adorables, se amaban mucho, se podía ver en sus ojos.Ver al hombre que amaba esperándola en el altar para hacerla su esposa, era el sueño había tenido desde el preciso instante que se conocieran, imaginarse una vida juntos, llenos de una inmensa dicha, viviendo a plenitud su amor. Eso era lo que quería, eso era lo que merecían.Nathasha llevaba las alianzas que se entregarían en señal de aquel pacto de unión y fi