Me levanté tranquila y con la mente en blanco, pero no fue hasta que me terminé de bañar y comencé a vestirme que recordé que Kyan no solo pasaría por mí, sino que, también hablaría con mi madre. Entré en pánico, y ya no sabía si enfocarme en mi apariencia o en buscar la forma para avisarle a mi mamá sobre la visita. Me arreglé lo más rápido que pude y bajé. Mi mamá ya se encontraba cambiada y perfumada, preparando el desayuno. Besé su mejilla y la ayudé a servir los alimentos y de vez en cuando me descubría observándola.
—Ya fue suficiente, dime lo qué está pasando —exigió. No estaba molesta, sino que, creí percibirla intrigada hasta divertida. La miré sorprendida—, llevas ya varios días demasiado extraña, sin mencionar que has estado todo el rato mirándome. ¿Qué sucede? —preguntó al grano.—Kyan vendrá a recogerme para llevarme al trabajo, solo que antes desea…, deseamos hablar contigo —balbuceé demasiado rápido que, por un momento, temí que no me hubiese escuchDolía.Dolía como nunca pensé que volvería a doler.Escuché como Laila le explicaba cómo poder llegar e intercambiaban números. Y entre todas las posibilidades que había contemplado como un rechazo educado por su parte o un no tajante, eso que estaba pasando, jamás, se me cruzó por la cabeza. Eché el flequillo sobre mi rostro y me dispuse a tomar de mi bebida, tal vez eso me ayudaba a que el nudo que se había instalado en mi garganta desapareciera. Se marcharon varios minutos después, en donde yo pase a segundo plano, comí un tercio de mis papas francesas y la mitad de mi hamburguesa. Miré la hora disimuladamente en mi móvil y faltaban quince minutos para que mi tiempo de comida terminara. Y, en lugar de desear no separarme de él, deseé como nunca antes irme, desaparecer de su presencia. —Debo de irme ya… —dije luego de un largo silencio. Asintió con la cabeza, mostrándose estoico. —Vamos, entonces… —murmuró, haciendo amago de levantarse. Sin embargo, me apresuré a ponerme de pie e
Al día siguiente, como era mi día de descanso, me levanté un poco más tarde, hice toda mi rutina matutina y bajé a desayunar. Asimismo, me sentía decaída, pero con la mente un poco más clara. Saludé a mi madre quien estaba a punto de irse a su trabajo. —Buenos días cariño, ayer tu padre llamó ya tarde… —Su sola mención me sacó una sonrisa—…, viene este domingo. —Saberlo levantó mágicamente mi estado de ánimo y despejó mi mente, pues pase el desayuno planeando cómo lo recibiremos: haríamos su comida y postre favorito. Ya no aguantaba porque se llegara el día de verlo. Mi mamá se fue pocos minutos después, mientras yo me fui a la sala para terminar de desayunar, prendí la televisión y dejé una película animada. Cuando estaba a punto de terminarse, el timbre de la casa sonó. Gruñí frustrada, ¿quién molestaba tan temprano? No le di importancia a mi vestimenta haraposa, y arrastrando los pies fui a abrir la puerta. —¿Qué deseaba? —pregunté con voz molesta. Y, por millonésima vez, me qui
Yo fui hecha para ti;Moldeada para tu cuerpo,Creada para vivir en tus brazos,Yo te pertenezco desde el comienzo.Tú fuiste hecho mí;Para soñar sobre tu pecho,Para perderme en tus labiosY respirar de tu aliento.Aun si no estás conmigo;A pesar de estar lejos,Y hasta el final de nuestras vidas,Yo te pertenezco.***Nota de autora: Muchas gracias por continuar la novela hasta este momento! Todo va a comenzar a avanzar... así que prepárate 😏 porque lo mejor está por venir.Siganme en mis redes sociales para mayor contenido:IG: @therinne_ Los qui♡
El día de la presentación y firma de libros finalmente llegó; y con ella la tienda era un caos, había tanto que hacer, pero nos faltaban manos para poder atender todo de la mejor forma y a tiempo. En fin, cuando el evento comenzó había más de setenta personas en el interior de la tienda y otras más a las afueras, donde teníamos un par de pantallas para que no se perdieran nada de lo que adentro pasaba. Mi jefa dio las palabras de apertura y luego el escritor pasó a hablar acerca de sus libros más conocidos y vendidos, así como, del más reciente que había publicado. Keith llegó pocos minutos después que la presentación diera inicio, se sentó donde le había reservado. Y mientras todo eso sucedía, yo me encontraba vendiendo ejemplares y más ejemplares, junto a Vanessa y otra chica que había llegado en apoyo, ¡era una locura! Los libros se vendían como pan caliente y en menos de lo que creíamos, ya no teníamos más. Pronto se dio paso a la firma de libros y solo fue hasta ese momento que
El sábado pasé casi todo el día con Kyan; fuimos a comer y luego al cine. Por la noche se quedó un rato con mi madre y conmigo, mientras ella y yo cocinábamos los alimentos para recibir a mi papá al día siguiente, y esto último me tenía tan nerviosa, ya que, no sabía cuál iba a ser su reacción. No obstante, Kyan, a pesar que mi madre le hacía bromas con respecto a que su esposo era muy celoso, se mostraba tranquilo, relajado y muy seguro.Domingo muy temprano salimos con mi madre a traer a papá al aeropuerto y pasado el mediodía llegamos por fin a casa. A media tarde, nos sentamos a ver una película en familia. Más tarde, me levanté a ayudarle a mi mamá con la cena, pero no pasó desapercibido por ella que no me despegaba de mi celular. Pero a quién podía engañar, comenzaba a adentrarme en aguas profundas; extrañaba a Kyan y saberlo a pocos metros de distancia no me hacía fácil la tarea de tolerar mi necesidad de su cercanía. Cada día con él empeoraba esa aprehensión, esa pe
A la mañana siguiente les conté a mis padres que Keith me había invitado a cenar con ellos, me dieron permiso, dándome consejos, como era de esperar, que lleváramos todo con calma. Y estuve de acuerdo con ellos. Pero algo dentro de mí me dijo que eso no estaba en mis manos.Pasé un tanto nerviosa todo el día en el trabajo, pues la noche anterior, cuando Kyan me llamó, intenté saber el motivo de esa cena. Pero se limitó a decir que no había nada especial de por medio, solamente una cena a la cual su madre quería que estuviera presente. No le creí ni un poquito, pero siempre cambiaba ágilmente el tema de conversación cuando trataba de inquirir más. Y me arrepentí enormemente en no haberlo cuestionado cuando me lo dijo en persona, pero estaba tan sumida en las sensaciones que me hacía sentir que, simplemente, no pensé en nada. Ese chico me tenía en sus manos.Kyan llegó puntual a la hora de mi salida. Y mientras nos dirigíamos a casa aproveché para intentar sacarle un
Y así fue, ya que, tan pronto puse un pie en las afueras de la casa, la brisa cálida de finales de marzo bailó sobre mí, desordenando mi cabello y haciendo que la colonia de Kyan se extendiera hasta llegar a mi nariz. Cerré los ojos y tomé una inspiración, solo eso necesitaba, solamente su cercanía, para tomar la fuerza que necesitaba. Sonreí al percibirlo en mi espalda, sus manos se colaron por entre mis brazos y aferraron con suavidad mi cintura, se acercó un poco a mí, hasta que su calor y el mío comenzaron a sentirse y a reflejarse. Apoyó su barbilla en mi hombro y la sensación de la barba incipiente hizo que mi piel se erizara, todas las emociones comenzaron a arremolinarse y a pelear por emerger. Pasé saliva, tratando de mantenerme a raya. Uno de sus dedos delineó el contorno de mi ombligo, era la primera vez que me tocaba de esa forma, no era atrevida pero delataba una cercanía que se me antojó como una caricia muy íntima.—Eres tan hermosa… —susurró, su nariz ascend
Una semana después.Y dos semanas de mi relación con Kyan.Era poco el tiempo que llevábamos juntos, no obstante, muchas veces sentía que lo estábamos desde siempre. Y aunque trataba, con todas mis fuerzas, de dominar lo que en mi corazón se desataba cada que estaba con él, me resultaba una labor titánica. Ya que, todas esas emociones que se arremolinaban en mi pecho, apretándose, debido a la cantidad de cosas que me provocaba sentir, exigiendo salir y darse a conocer, aún no me sentía preparada para liberarlos. Así que, decidí que no me atormentaría con eso, que no pensaría que quizás estábamos yendo muy rápido, que quizás no había garantía de que todo fuera a funcionar y que solo me dejaría llevar.Era miércoles, mi día de descanso, y me encontraba en la sala; pasando los canales en una forma de buscar algo que me distrajera y me ayudara a matar el tiempo, pues no vería a mi novio hasta entrada la tarde y eso me tenía sumamente emocionada y ansiosa. Y todo eso era tan nuevo para mí,