Elian estaba picando algunas cosas para preparar su almuerzo, como siempre, deseaba que mamá Elisa trajera algo que hubiera comprado en el camino. En ese momento música a todo volumen rebotaba en las paredes de aquel apartamento, donde las palabras 'estrecho' y 'desordenado' la describen perfectamente.
Eran las tres de la tarde y alguien tocaba a la puerta, pero la música no dejaba escuchar aquellos golpes atronadores, que de un momento a otro se fueron convirtiendo en patadas y manotazos.
El suelo tembló brevemente y Elian al voltear vio la puerta en el suelo. Habían dos sujetos entrando en el pequeño departamento. Aquellos hombres intrusos, de pantalones de mezclilla azul y chaquetas de cuero; uno tenía una calva prominente y una cicatriz en la mejilla, el otro, bajo en estatura, tenía densa melena y abundante barba.
Ambos ocultaban sus ojos tras unas gafas de sol, pero estas no ocultaban su expresión de cólera por haber tenido que recurrir a derribar la puerta.
El sujeto de la calva corrió hasta el equipo de sonido y lo destrozó con repetidas patadas, mientras el otro arrinconaba al muchacho como depredador asechando a su despavorida presa, que veía todo con expresión de no entender nada.
De manera inconsciente, un cuchillo de carnicero temblaba en la mano de la victima, hasta que el mismo, rebotó en el suelo con el característico sonido metálico cuando una pistola Bersa de 22mm apuntaba amenazante al chico alto y delgado.
Sujeto de la barba: ¿Eres Finnigan Nochett?
Elian negó con nerviosismo con la cabeza.
Sujeto de la calva: Debe ser su hijo, se parece mucho. ¿Dónde está tu padre?
Elian no tenía voz para responder. Era evidente que el miedo se había llevado su lengua e irregulares flujos de aire inaudibles se colaban por sus cuerdas vocales. Fue cuando tuvo el arma mas cerca del pecho y sintió el frío del metal cuando la voz volvió a su sitio.
Elian: Yo, yo no sé. Tiene años sin venir.
Ambos individuos se vieron las caras, y mientras el de la calva inspeccionaba el pequeño apartamento, el de barba se acercó tanto que Elian, quien era más alto, sentía su respiración.
El arma estaba siendo clavada en el cuello de Elian.
Sujeto de la barba: Conque el hijo, ¿no?
Elian asintió con avidez.
Sujeto de la barba: No te pareces a tu padre después de todo. Él debe mucho, pero mucho dinero a gente peligrosa. Qué lástima que no esté aquí, pero le dejaré algo para que recuerde con qué tipo de gente trabaja.
Fue entonces cuando los oídos se le taparon a Elian y sintió que perdió el equilibrio cayendo lentamente al suelo. sentía que la pierna izquierda no le respondía a las órdenes y desde ese momento, el gran dolor hizo que perdiera la noción del tiempo, hasta que instantes después se desmayó.
Sueño con esos dos hombres irrumpiendo en mi casa, el disparo, la desesperación. Finalmente me despierto con el calor y la agitación en el autobús. Termino jadeando y sudoroso aferrándome a mis pertenencias y a los recuerdos de una vida normal. Buscando despejar mi cabeza, reparo en el entorno mirando por la ventanilla de mi asiento. Afuera hay grandes extensiones llanas con muchas vallas salpicadas de animales de corral. Las vacas se veían tan despreocupadas echadas en el pasto a la sombra de los árboles que por un momento intenté recordar la tranquilidad con la que he vivido siempre. No lo logré. Me relaja el sonido ronco del motor, tan constante y profundo. Llego al destino. Green Valley es tal y como lo recuerdo. Una ciudad muy verde y mucha tranquilidad y rodeado de montañas. Tía Eliana esperaba en su pórtico, sentada en su silla colgante con una revista en manos. Al parecer se percató de que había un taxi frente su casa cuando es
Después de que se fuera esa chica a la que empecé a llamar en mi mente "Eva" debido al desconocimiento de su nombre, me apresuré en salir de la casa del anfitrión con la esperanza de encontrar a Frey. El conflicto era entre dos chicas que en algún momento dado, comenzaron a jalarse los cabellos como dos fieras y fueron separadas por sus amigos. Después de unas horas, ya estaba asomándose algún rastro del amanecer y la música se había apaciguado. En lo que quedaba de noche no pude encontrar a "Eva" ni a Frey, hasta que este último lo hallé tirado en un sillón. En una situación normal le hubiera echado agua para que despertara, pero tuve que recurrir a prenderle fuego cerca de las manos. De inmediato despertó molesto, cosa que me causó gracia. Lo convencí para que se vistiera para poder ir a casa, y entonces, aproveche por c
Pasando, en parte, por hacer compañía a un Frey castigado, por las pocas cosas que podía hacer, se dio un tiempo de música acústica en la terraza.Esa plaza de la casa estaba delicadamente adornada con sillas colgantes que eran muy cómodasMientras recitaba una canción que estaba empezando a componer y anotaba en mi librito un título que rezaba: 26 - La chica de la fiesta, Frey navegaba en el teléfono en búsqueda de algo interesante, pero a medida que pasaba el tiempo, se quedaba más hipnotizado con las imágenes de I*******m.Otra vez Elian tenía ese breve presentimiento de que alguien lo estaba viendo desde la ventana en la segunda planta de la casa del vecino. Apenas pudo voltear, el movimiento de las cortinas queriendo regresar a su sitio lo desconcertó.-Hey, Frey. ¿Quién vive en la casa de al lado a demás del viejo Efrén?-Pues, el tiene una hija. No la conozco mucho porque nunca sale pero sé que viene de vez en cuando en las vacaciones de verano. Es algo rara.Habían pasado vario
-Oye, ¿no es un poco exagerado que la llames espía?, digo, solo te miraba por la ventana.-Le decía así porque me espiaba, a demás, no sabia que era Valentina.Elian se hallaba en la sala lanzando una pelota de goma contra la pared, mientras que Frey se concentraba en rebanar cebollín desde la cocina.En el pequeño televisor que estaba en la barra de la cocina figuraba las noticias con leve sonido y se narraba el reciente avistamiento de ciertos felinos en la zona boscosa del pueblo. una mujer rubia con cara severa explicaba que los miembros del modulo de guardabosques estaban estableciendo un perímetro seguro mientras capturaban y reubicaban a los animales.-Sabes, cuando la conocí en la fiesta era distinta, se le veía en los ojos -el constante ¡tac! de la pelota rebotando hacia un sonido acompasado.-Las personas cambian con el alcohol, primito -lagrimas salían de los ojos de Frey.-Ella no bebe, ni yo...-¿No crees que le estas dando muchas vueltas a esto?, digo, a lo mejor le deber
El estadio era todo lo que me imaginaba. Un pequeño campo con gradas de no más de diez escalones y al menos cien personas sentadas esperando el inicio del juego. Ya entendía por qué la entrada era algo general.Algo que realmente me llamó la atención era que muchas personas llevaban puesta la mercancía del equipo local, los pumas blancos, que era un bonito conjunto de color beige. Algo entendible.Buscando entre la multitud, encontró al objetivo en una zona detrás de la almohadilla de home. Desde ahí se podía escuchar a los equipos charlar un poco antes del inicio del partido.Comprando un par de algodones de azúcar, me dirigí a donde se hallaba el viejo Efrén. Al lado, una chica con un au
Yo me hallaba aún en la casita colonial en la zona abandonada del pueblo, dos hambrientos pumas estaban esperando detrás de la puerta. Como si fuera poco, la noche se alzaba y una extraña voz en la penumbra de aquel lugar olvidado hizo acto de presencia después de que se calmaron las aguas. -Tu, ignorante, como te atreves a irrumpir en mi casa. El muchacho no sabía qué hacer. - ¿Quién anda ahí?, ¿¡quién es!? -Oh, no importa quien soy, porque hasta yo lo olvidé. -Pero que... Los receptores olfativos de Elian comenzaban a distinguir el olor del encierro, el sudor y posiblemente de putrefacción. Algo fétido emanado de algún cuerp
Comiendo unas gustosas hamburguesas, estaba el señor Efrén acompañado de Valentina en el pequeño restaurante del tío Ernesto. Ya era de noche y los platos estaban vacíos. El lugar estaba a la mitad de su capacidad y entre el bullicio de la gente se podía distinguir el sonido del televisor. "...Un joven fue rescatado hoy después de ser perseguido y acorralado en la zona norte cerca del bosque. Según ElianNochett, de diecisiete años, un grupo de pumas, también conocidos como leones de montaña, interceptaron al muchacho mientras caminaba al encuentro con su tía en el Cine La Galería. Tras resguardarse en una casa abandonada esperando la llegada de la brigada de guarda bosques, se procedió a llevar a Elian al módulo y se recibieron ordenes estrictas de aumentar la seguridad y programar un toque de queda para las zonas adyacentes. Según las palabras del alcalde Omar Tacoronte, se apura
La noche se hizo eterna y no pude conciliar ni por un momento el sueño. Estaban tantas cosas en mi mente del día, que en la noche me atormentaban con ideas vagas y redundantes. Valentina, la vieja y los pumas. me rompieron el corazón, habló con una moribunda en su lecho de muerte y por poco fui carnada de animal, ninguna de esas cosas me habían sucedido en toda la vida en la ciudad, así que consideré que había sido excesivamente demasiado. Sin embargo, lo que más me atormentaba era lo que quería decir la vieja con sus extrañas palabras. Aunque apenas la mitad de lo que dijo pudo haber tenido algo de sentido, la verdad es que una cosa me llamó mucho la atención, era el hecho de que cuando alguien está sufriendo, tiende a alejar al mundo. ¿Será esa la razón por la cual se quiso ir por el camino mas peligroso hasta llegar al cine?, y, ¿s