A este ritmo, los días pasaban volando. El anuncio se hizo llegar y sorpresivamente estaba dentro de los veinte mejores solistas en el festival. Entre la lista de desconocidos que también habían calificado, estaba Kevin Johnson, el chico rechoncho que conocí en la fila de espera.
Estaba verdaderamente impresionado, y sutilmente aliviado de conocer a uno de las personas con las que competiría.
El comunicado no tardó en llegarme al correo electrónico en donde tenía que ir el día siguiente al ensayo en tarima. La locación era el teatro “Maximiliano”, una estructura llamativa con un gran ojo en la entrada. El lugar era muy excéntrico, con gradas alrededor de una tarima reflectada con luces y un piso negro como la noche. También había una pasarela que iba desde la tarima hasta la ubicación del puesto de jurados.
Cuando tocó mi turno, muchos de los conc
Un día antes de la presentación que me correspondía, habían actualizado los premios que iba a presentar el festival de música. Al parecer, el cofundador del festival, el señor Bruno Vidali contactó con todos los artistas invitados y la discográfica para ofrecer a los dos primeros lugares una remuneración gorda de 25.000 y 5.000 dólares más un contrato con la discográfica.El premio para el tercer lugar iba a ser una beca en las universidades admitidas y para el cuarto lugar, un regalo sorpresa.Al parecer el magnate millonario se sentía generoso en esta temporada del festival. Según la prensa, se cree que quiere hacer que el programa sea famoso, pero hay algo que no me gusta de todo esto.Desde que hablé con Víctor, desconfío de todas las movidas del tal Bruno Vidali, y cuando le conté a Frey lo sucedido, este reacciono de manera similar.
Mientras me retiraba del festival, me crucé con la persona que menos quería ver en mi vida.Aunque era cierto que era alguien a quien no le debía de tener miedo, lo cierto es que tenía el temor de que el simple hecho de hablar con el, me trajera problemas.Víctor se acercó a mí y tras de él estaba el hombre metalero.Parecía que al metalero no le importara lo más mínimo otra persona que no fuera él mismo, a pesar de estar con Víctor quien considero una persona muy influyente.-Hey, enclenque. Me alegra verte por estos lados -dijo con una sonrisa pretenciosa en la cara-. Resulta que si cantabas bien. Ya me preguntaba por qué Luna quería ayudarte a llegar a la final.-¿Pero qué dices? -dije mientras me quitaba la mano de Víctor de mi hombro.-Por lo visto la nena está enojada. Deberías agradecer a mi padre
-Entonces, ¿dices que Bruno quiere que participes hasta el final? -Rachel le daba vueltas al asunto mientras nos hallábamos en la entrada del arcade.-Si. Es algo extraño -le respondí sentándome en uno de los muebles mientras pedía una malteada.-Todo por esa Luna Vidali -dijo Frey con los ojos puestos en la máquina de matar zombies 3000.-Que mal debe ser que tu padre te utilice como recompensa, ¿eh? -Rachel denotó petulancia.-Como sea, nadie se merece eso. Ella es una chica muy agradable -dije lanzando el comentario a la deriva a ver como reaccionaban.-Puede ser muy maja y todo, pero… -interrumpí a Frey antes de que terminara.-¿Y si le pedimos ayuda a Christy? -mi tono vivaz hizo que los otros comenzaran a analizar la propuesta.Habían llegado las malteadas y Rachel con su pinta de rebelde acomodó sus pies en la mesita mientras beb&i
Apenas estuvimos en el horario de visitas, llegamos a donde tenían a mamá Elisa recluida.Tenía una vía intravenosa conectada al dorso de su mano. En ese momento ella estaba durmiendo y el médico a cargo nos contó que sus defensas bajaron peligrosamente por unos motivos que no llegué a entender.Estuvimos ahí tres horas acompañándola.La noche anterior no había dormido bien, así que aproveché el mueble para poder dormir un tanto más. Todos en la sala estábamos preocupados por el estado de salud de mamá Elisa.El tiempo pasaba lento y en ocasiones, veíamos como mamá Elisa abría brevemente los ojos, pero los volvía a cerrar. Procuré agarrar sus delicadas manos frías para que ella sintiera que estábamos ahí con ella.Cuando llegaba la hora del ensayo, no quería ir. Sin embargo, F
Estuve la mañana siguiente en la habitación de mamá Elisa cantándole la canción que componía con los acordes que me dio Teddy.Viendo uno de los periódicos sueltos en recepción, me di cuenta que el titular era un mosaico de los favoritos dentro del festival, y uno de ellos era yo por alguna razón.Le pregunté a la recepcionista si era de alguien, pero me hizo una seña de que no sabía.Me lo llevé de vuelta a la habitación donde yendo a la pagina citada, encontré el texto completo.Mamá Elisa estaba dormida pero aun así le leí.“…Los participantes destacaron con presentaciones impresionantes dignas del festival de Green Valley, con participación de personas de todo el país, con historias felices, trágicas, pero todas con un buen ritmo… Uno de ellos fue Elian, un chico apuesto quien
Luna estaba sentada con las piernas cruzadas con la mirada clavada en mí.Su bufanda color café resaltaba el brillo de sus ojos avellana, y su piel blanca y delicada parecía que ahora estuviera más hermosa que nunca.Aunque sus ojos me expresaban peligro.Ella se levantó lenta y elegantemente dando pasos estilizados hasta llegar a mí.- Luna, yo…- Shh -hizo un gesto con las manos con mucha energía para que no dijera nada-. Tengo que darte un mensaje que me dijo papá. No vayas a confundir las cosas.Los hombres que me escoltaron seguían tras de mí, y con Luna hecha una furia a mi frente, no tenía mucho a donde moverme.- Tengo preguntas -me adelanté a decir.- Me temo que responderás las mías primero -el gen Vidali se hacía notar en Luna en ese momento. La dureza de las palabras ocasionaba eso, mas no su presencia.
El tiempo que pasé en esa pequeña oficina no fue mayor a cinco minutos. ¿Quién está preparado para ver a la persona que le ha flechado el corazón después de tanto tiempo y esperar que las cosas estén en paz con tan solo cinco minutos de charla?Eso era imposible.Sin embargo pasó y no podía hacer nada.Me encontré con los Cidarte y me llevaron a casa. Los vi sonrientes, contentos por mi, mientras yo me consumía por dentro en intriga y conflictos sin resolver.Quería volver a donde estaba Luna, abrazarla y hacerle mil preguntas, sentir que realmente ella iba a estar ahí para mí, pero no era tan fácil.Valentina me habló un par de veces, pero estuve inmerso en mis pensamientos, por lo que ella me preguntó si ocurría algo.Yo le negué el derecho de saber lo que estaba aconteciendo en ese momento, donde tras
El peor de mis temores se hizo realidad. Kaleb resultó ser una persona patética a la hora de ensayar, ya que nada de lo que pensábamos nosotros coincidía y eso ocasionó muchos conflictos.Nos habían dado seis días para preparar la siguiente presentación, y yo había propuesto escribir una canción para la presentación.Kaleb accedió curioso, pero al no saber componer en piano, esto se complicó. Naturalmente para mí la guitarra era protagonista en mis canciones, pero, a su vez, para Kaleb el piano era protagonista.Perdimos dos días en esa discusión. Entre encontrar una canción que se ajustara a mi tesitura y que pudiéramos destacar los dos, como también por el estilo de canción que permitiera el uso de mi guitarra.“Asqueroso esclavo afroamericano”, llegó a decir en un momento dado con cara de repudio