Hace dos meses por influencia de compañeras de trabajo he empezado a utilizar aplicaciones para citas, al principio me parecía una pérdida de tiempo enorme, pero luego me ha invadido el ¿Por qué no? A veces es realmente una perdedera de tiempo ya que solo entro a dar ¨dislike¨ o a ¨x¨ y con las pocas persona que logro hacer un ¨match¨ no logramos ni entablar una conversación, a lo mejor por el tiempo o simplemente el interés, que de por si cuando no es el trabajo en todo lo demás pierdo el foco.
Actualmente tengo 25 años, hace tiempo que estoy soltera, no puedo decir que ese tiempo ha sido placentero, realmente para mí ha dado lo mismo, lo único que ha cambiado es el calor en las noches frías y el café hecho por otra persona en las mañanas, siempre me he encargado de llevar mis propias cuentas y de satisfacer mis propias necesidades, y sí soy un adulto funcional pero nunca he obtenido ese gran ¨apoyo¨ de una pareja. La brisa entra por la ventana, la cortina no para de moverse por lo que me pongo de pie y dejo el teléfono en el mueble, al caminar he pasado por el espejo viendo mi reflejo, he perdido mucho peso y lo único que me preocupan son las cosas del mañana, cosas que ni siquiera han llegado, vivo en una constante preocupación y siento que vivir así no es vida realmente que disfrute. Cierro las ventanas, voy a la cocina y preparo un poco de sopa instantánea. Vuelvo al sofá y sigo deslizando. Me ha llegado una solicitud, un chico llamado Andrés, tiene 26 años de edad, a juzgar por la apariencia de sus fotos no parece alguien ¨interesante¨ de esos con trajes formales o de esos que quieren mostrar todos sus lujos o incluso hasta lo que no tienen, los quieren reflejar en fotos. Realmente sus fotos solo me dicen que es alguien ¨tranquilo¨, sentado en un parque, o una foto tomando café en las montañas me pregunto ¿en qué momento le habré dado like? Cuando es muy distinto a las personas de mi entorno, tiene barba y pelo un poco largo, su ropa es holgada y sin cuidado. Andrés: Hola, ¿cómo estás? Rebecca: Hola. ¿Bien y tú? Pensé que ahí mismo iba a morir la conversación. Andrés: La aplicación dice que te encuentras a cinco minutos de mí. ¡Eso es excelente! Rebecca: ¿Por qué? Me he quedado un poco intrigada, me pongo de pie y busco la sopa acompañada de una cuchara. He escuchado el sonido de mi celular indicando una notificación pero me he dedicado a disfrutar de estos fideos casi secos. Andrés: Porque podríamos vernos en cualquier momento. La intriga me ha ganado por lo que he visto la notificación de reojo. Rebecca: ¿Vives aquí o estas de paso? Pregunto porque se me hace imposible que viva tan cerca y nunca le haya visto. Andrés: Si, hace ya cuatro años que vivo en la ciudad. Rebecca: Muy interesante… Empiezo a cambiarme para ir al trabajo, me da intriga lo que pudo haber respondido Andrés así que de vez en cuando miro la pantalla. Al final me he puesto una camisa normal de color blanco, chaqueta y pantalones negros, me he hecho un moño bien recogido bajo y me he colocado unos tacos bajitos, ya que debo de caminar unas cuantas calles para llegar. Coloque mis audífonos y recogí mi bolso y me lo puse al hombro sin si quiera haber verificado lo que llevo adentro. Es curioso pero… desde que voy camino al trabajo no puedo evitar no enfocarme en mi entorno, hay muchas personas cuyas caras no reconozco, los mismos edificios enormes de siempre, podría jurar que hoy veo cosas nuevas que probablemente desde siempre estuvieron ahí, un puesto de comida rápida, lavandería, una clínica dental, una plaza… bueno, la plaza desde siempre ha estado ahí y solo entro para ir al supermercado y hacer las compras mensuales para mi hogar. Miré todo lo que mis ojos me permitieron ver, deseando reconocer a Andrés en cualquiera de esas personas que van de prisa o quienes cruzan por mi lado, las que cogen algún taxi o las que esperan el transporte público. Por más que miré no logré verlo, pero está bien, de lo contrario hubiese sido demasiado mágico y perfecto. Aun así, cuando llegué al trabajo estuve pendiente por si escribía, minutos después simplemente me rendí ante un desconocido y simplemente salude a algunas personas del trabajo, subí al piso 29 y me senté en mi espacio, encendí mi computadora y empecé a imprimir los cuadres correspondientes a todo lo que se había hecho en la empresa el día de la fecha de ayer. - Buen día Rebecca –comenta Luisa una compañera de trabajo- ¿vas a estar libre en la noche? Vamos a hacer pizza en mi casa. - Buen día Luisa –respondo con neutralidad en mi voz al igual que ella, trabajamos tanto que es muy raro vernos enérgicas y llenas de alegría, más Luisa quien es madre de dos niñas, realmente no me agrada la idea de salir pero pienso en lo desesperada que me siento últimamente por encontrarme a mí misma o sentirme a gusto con mi vida- Esta bien, estoy disponible ¿a qué hora nos vemos? Quedamos en irnos juntas luego del trabajo, no estaba emocionada pero estaba bien con la idea de salir de mi zona de confort.En casa de Luisa me sentí extraña, el sonido de las niñas riéndose y correteando por toda la casa jugando entre ellas, Luisa entrando la pizza en el horno en compañía de su esposo mientras él le daba un beso en la frente. La copa de vino que nos servía a mí y a otras compañeras de trabajo una señora que trabaja con ellos que ayuda en la limpieza del hogar. En unos minutos acompañe a las otras chicas afuera sentándonos en unos muebles alrededor de una fogata, la vista es el cielo estrellado y el sereno de la noche junto a los sonidos de la naturaleza.Una casa espectacular sin duda, una familia que parece perfecta. Mientras la pareja se divide los gastos, las niñas son atendidas por una nana mientras las dos parejas trabajan y proveen juntos la comida y la seguridad de su hogar, sin duda algo hermoso que me hace sentir rara porque es algo de lo que no gozo y nunca antes viví.La pizza quedó muy rica y jugosa con mucho queso y pepperoni, el vino de seguro es el más caro que he bebido ha
Cada fin de semana aprovecho de lavar mi ropa, buscar el compañero de mi media y hacer café. Pinto las uñas de mis manos de color rojo vino y lavo bien mi pelo para sacar todo el producto que me echo cada semana para que quede bien fijo.A veces aprovecho de hacer mascarilla para mi cara y saco tiempo para limpiar bien mis pies, de esta manera sigo presentable y no tengo que endeudarme más, total los muebles aun los debo y es algo que debo seguir pagando cada mes.En el grupo de trabajo he preguntado que si conocen algún piso céntrico disponible, no es mi intención mudarme pero si encuentro algo más barato lo agradecería en gran manera. Esperé un poco pero no obtuve respuesta, últimamente es muy difícil conseguir donde mudarse en la ciudad, donde vivo tiene una habitación con su baño y una sala junto a la cocina, pero no me quejo, son bien espaciosas, ni siquiera luego de haber comprado muebles he logrado que este lugar se vea lleno o ¨acogedor¨.Mi celular ha tenido varias notificaci
Hoy me ha aparecido una notificación de YouTube ¨entrenamiento completo de glúteos, abdomen y piernas¨, mientras me como un plato de cereal con leche, algo que ciertamente es para nada saludable. De inmediato simplemente he deslizado el dedo en la pantalla para quitar la notificación.Hace una hora que llegué a casa, me bañé, me coloqué una bata de baño y me he puesto otra más pequeña en el pelo que aún permanece húmedo. Estoy sentada en el mueble de frente a la televisión, estoy tan cansada que solo muevo mi mano para agarrar la cuchara y llevarla a mi boca, y eso es porque me estoy obligando a cenar, si no ya estuviera durmiendo debajo de las sabanas en mi cama.Mientras ceno se me ha ocurrido responderle a un chico, se veía muy lindo, cabello rubio y piel blanca, una sonrisa pícara en su foto y se ve bastante elegante, desde ese momento supe que el chico solo buscaba diversión a corto plazo y luego lo confirmé en su descripción. Ya me había escrito y a lo mejor me apetece ver algo
Me encuentro en la casa de Martha, ya casi vacía, solo le queda el refrigerador, algunos cuadros y dos colchones. Este es un quinto piso, la entrada es muy bonita, la recepción tiene muebles muy acogedores y una decoración algo anticuada, el ascensor es un poco lento pero es muy amplio y la entrada a casa me parece familiar.Vengo de una familia de cinco hermanos, ninguno de los cinco es cercano. Mis dos hermanos mayores son gemelos, luego sigo yo, mi hermana y un hermano de seis años producto de un reciente matrimonio de mi madre.Nuestro padre se fue cuando éramos pequeños tras una crisis económica. Luego mi madre hizo lo que pudo para cuidar de cuatro niños. Crecimos en un ambiente donde mi madre nos crió como personas totalmente independientes, al mis hermanos mayores cumplir quince años se fueron a estudiar a otro estado con ayuda del gobierno y nunca más regresaron, lo último que supe hace años es que tienen trabajos estables y de que soy tía y ni siquiera conozco a mis sobrinos
Hace cuatro días que hablo con un chico llamado Felipe, según sus fotos es alguien de pelo corto, tés morena y se ve un poco alto. La conversación va lenta ya que he tenido mucho trabajo últimamente y es algo en lo que he tenido que concentrarme. Desde que llego a casa Felipe está pendiente para conversar, tiene 31 años de edad, una hija y le gusta mucho hablar de sus negocios y de lo mucho que le gustaría tener una numerosa familia en el futuro.Honestamente no me siento atraída por él pero me ha convencido de vernos en persona en un restaurante que me queda cerca, me dijo que podía recogerme pero no me ha parecido seguro que un desconocido sepa donde vivo.Me ha enviado el nombre del restaurante y yo lo he buscado en internet, es cierto que me queda cerca. Hoy parezco arrepentida de haberle dicho que sí pero… Ya me lavé el pelo y me estoy vistiendo con el mismo pantalón del trabajo lo que varía son unos tacos de punta gruesa altos y una blusa de un solo hombro, los he acompañado co
Trabajamos todo el día, llega la noche y ya pensamos en el mañana, en la próxima semana, incluso en el año siguiente.¿Por qué?¿Por qué somos así?Esperando cada semana a que llegue el fin de semana, y en el fin de semana sentir que no lo aprovechamos lo suficiente o que ni siquiera hicimos nada.Hoy me encuentro viendo una casa a las afueras de la ciudad, es realmente grande pero tendría que coger un autobús cada día y realmente la casa es bastante espaciosa para una sola persona. He venido con Luisa la cual insistía en que la viera pero es que aquí no hay ni una pizca de mí, no sé en qué momento se le ocurrió que me gustaban los espacios enormes, aquí me perdería y mi único lugar sería la cocina y la habitación principal que se encuentra en el segundo piso.Luisa me ha invitado a estar con ella este fin de semana, nos hemos ido a su casa de campo y ha aprovechado de enseñarme una casa de unos amigos suyos que están rentando, a mí me ha parecido una casa hermosa por un precio basta
He tenido la maravillosa idea de aceptarle una vez más la cita a Felipe.Me ha llamado y se ha disculpado seguidas veces y bueno… Hoy fue un día realmente abrumador, me lavé el pelo, me he puesto una camisa simple, unos tenis y un pantalón de tela. Quien sabe a dónde va a llevarme el señor con estilo playera que ama hablar sobre sí mismo, honestamente ahora mismo no es un tema de interés, solo quiero salir a cualquier lado.Me he puesto un bolso pequeño en forma de caracol de color dorado y solo he entrado un brillo de labios y algunos menudos por si debo devolverme sola a casa.Le he dicho a Felipe que me recogiera en la esquina de mi casa y él ha aceptado sin titubear, total, ya no es un desconocido, ahora es el intenso de las llamadas sin responder.Mi pelo aún permanece húmedo pero hoy no es un día frío, me aseguro de cerrar bien la puerta y bajo por el ascensor.-Saludos Felipe –le saludo con un beso en la mejilla y luego lo veo bajar de su auto para ir a recibirme y abrirme la
Hoy es uno de esos días en los que no me apetece ser fuerte, valiente o inspiradora, tampoco me dan ganas de ser intrusiva, explosiva o defensora de personas o problemas que ni siquiera deberían de importarme.El día es frío, se ha cancelado el día de trabajo por la muerte de un compañero de trabajo, al cual honestamente nunca fui tan cercana, de hecho si lo vi una vez mucho fue.Estoy vestida con pantalones de pijama, blusa de tirantes y una bata de baño blanca en conjunto con las medias de pelusas.Escucho el tranquilizador ruido de la lluvia y termino mi corto camino desde que me paré de la cama, en la cocina.Veo que se me ha acabado mayoría de los alimentos planeados para la compra del mes y aun me queda una semana. Creo que es lo que nadie te dice cuando te independizas, lo rápido que se acaban los alimentos. Una docena de huevos se puede acabar en una semana o incluso mucho menos, ya que le acompañas con el desayuno, la cena y a veces incluso hasta el almuerzo ya que es algo fá