A cinco minutos de ti
A cinco minutos de ti
Por: Givanna Rodríguez
CH - 1. AÑO NUEVO

Acaba el conteo, empieza el ruido de los fuegos artificiales y todos salen a la terraza a ver el destello de los mismos en el cielo.

¿Cómo dicen? Nuevo año, nueva yo.

Ciertamente es una mentira. Estoy atrapada desde hace tres años en el mismo ciclo de ¨no saber quién soy¨.

Todos ya tienen su visión board o como le llamen, mi entorno ya tiene planeado que va a empezar el gimnasio, van a beber jugo verde, que el yoga, que esto que lo otro… ¡Que estrés de verdad!

¿Qué quiero? ¿Qué es lo que quieres?

¿Quién realmente soy?

¿Quién carajos debo ser?

Todos te piden perfección: Llegar temprano al trabajo, perfectamente arreglado y con una presencia agradable, tu familia quiere que termines los estudios, que siempre uses los modales, que tengas en cuenta como caminas, como hablas o la forma en la que te diriges a los demás, cuidado en lo que haces porque puedes verte vulgar. La sociedad completa te pide que sigas un modelo pero y ¿si no estoy cómoda con eso?

Me siento atorada con la comida, me dan escalofríos, a veces muevo mi mano de un lado a otro o mis pies de manera incontrolable, muerdo mis uñas y me vibra un ojo, especialmente el ojo derecho.

Aquí estoy, brindando con una compa de champan, con una risa casi fingida, deseando ¨Feliz año nuevo¨. Tengo una cola perfectamente peinada, tanto que mi cabeza duele, unos tacos de punta fina, los llevo puesto por más de dos horas y ya me pesa caminar y mis pies duelen como nunca antes, un maquillaje que hace que la cara me pique por no tener dinero para comprar uno mejor. ¿Esta es la vida que quiero vivir? ¿Esta es la vida que deseo vivir?

Me siento nuevamente sofocada y atorada con la panza llena de gases y lo único que mi cuerpo pudo procesar en toda la noche fue un pedazo de carne y dos uvas, todo lo demás ha sido champan y agua.

Siento que no puedo respirar, que me ahogo. Así que voy al baño y con mis dedos humedezco un poco la cara tratando de no dañar el maquillaje que llevo puesto.

Esta gente es tan ¡falsa! Lo que me hace a mí ser ¨falsa¨ también. Recibí tantos cumplidos esta noche pero ¿Alguien lo habrá dicho de verdad? ¿Alguien lo habrá dicho mirándome a los ojos lo guapa que estaba y no fue solo para acercarse a mí porque querían escapar un poco de sus maridos, de sus hijos o de la presión de sus propias familias?

Esto sin duda es un plato de sopa, no importa que letra o que fideo seas, estamos en el mismo tazón.

Si supieran las veces que no he comido bien porque no me da hambre, todos los desvelos de noche estudiando y ¿para qué? Si he perdido tantas materias solo por tonterías de que no entregue el trabajo a tiempo o porque no pude entrar al examen a tiempo. Siento que todos se aprovechan y al final yo no llego a nada o prolongo más mi tiempo, el tiempo de triunfar, de graduarme o de ser yo misma…

Entro a i*******m y de verdad que admiro a esas chicas del ¨morning routing¨, sea cierto lo que hacen o no, se están ganando su dinero por darnos contenido como ese, y tienen para comprar su maquillaje caro, nunca las ves mal arregladas ni si quiera acabadas de levantar. Tienen un pelo brilloso, una piel brillante, un abdomen plano y siempre van con ropa de gimnasio, intuyo que deben de oler a vainilla y todo en su casa debe de oler a nuevo, de cajas recién abiertas con compras de A****n y demás.

De verdad, que ironía que mi foco este puesto en las que llevan sus vidas perfectamente ordenadas. Sé que lo que vemos en redes no es real pero ¡Que dicha de verdad!

Que a mí no me alcanza ni para comprarme un té verde y esas bebidas de café con un montón de leche, espuma y crema. Ni siquiera para procesos estéticos que pueden durar toda la mañana. Porque me ha tocado la vida de vestirme cada mañana para trabajar en una compañía, organizar sus finanzas y vestir de pantalones de tela y chaqueta todo el día. Con un sueldo casi mínimo teniendo que pagar tarjetas y préstamos sin siquiera tener hijos ni esposo. Solo yo con la renta pendiente, el pago de la luz, el internet, el gas y todo lo demás esperando siempre a fin de mes o a la quincena viviendo por cada quince o treinta de cada mes entonces… ¿Esto es vida? Porque no escuché ni una sola vez en el colegio que de esto se trataría la vida de adulto… depender de un sueldo.

Y eso realmente es desalentador, tener que trabajar porque lo necesitas, realmente lo necesitas, no porque quieres o porque quieres aprender cosas nuevas. Es muy raro cuando alguien trabaja por gusto.

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