Luego de haber vuelto a casa me siento triste, al menos las rosas rojas y rosadas me hacen compañía, brillando desde la meseta de la cocina. Me hizo muy feliz salir con Andrés pero hoy me vuelvo a sentir triste, desesperada en impaciente por no saber que pasará en el mañana. Me encantaría tener a Andrés a mi lado en este momento, ojalá me abrazara o simplemente permanezca a mi lado. Todo lo que escucho en este momento es las recomendaciones de n*****x mientras pasan de manera aleatoria en la televisión. Mi vista está perdida en el esmalte blanco de los dedos de mis pies y mi cabeza no piensa en nada y todo de mi se refugia en el sentir. He dormido toda la mañana y solo me he parado de la cama a comer, volver a la cama, cansarme de dormir y sentarme en el mueble. Me siento tan cansada que volver a dormir en este momento me desagrada. Por alguna razón he pensado en Andrés, al momento de cambiarse el suéter estuve presente. La marca de sus pecho, sus brazos bien fornidos, su abdomen.
He preparado jugo de naranja a mano y aprovecho de darle un sorbo para probar si esta bien de azúcar. Luego me he servido un vaso con mucho hielo para combatir el calor y he vertido el jugo en el. Me voy al mueble, celebrando que he empezado el día más temprano de lo normal y hoy tengo como propósito no pensar en lo que me desespera, más bien pensar en cosas que me den fortaleza. Recuerdo que los primeros años sufrí mucho viviendo sola, no sabía bien como manejarme con el dinero y nunca me alcanzaba para comprar las cosas que quería, solo me alcanzaba para lo que necesitaba. Estuve condenada a pagar una renta horriblemente cara por mucho tiempo, de hecho en la actualidad no es como que la que pago es muy barata pero sí más asequible. Me dormía llorando en las noches, para luego pararme de la cama y hacerme la fuerte empezando el día y dando mi mejor rendimiento a una empresa que lo que me pagaba no me era suficiente. Pero aguanté porque es lo mejor que había y sigue habien
Hemos pedido un plato de sushi el cual trae 14 piezas variadas de sushi, mientras esperamos, noto el ambiente está raro entre Andrés y yo. Para completar, mi teléfono ha empezado a vibrar seguidas veces y he querido meter mi cabeza dentro de la cartera como si fuera avestruz. Al mirar la pantalla he visto que es de la aplicación de citas, hay alguien que ha estado escribiendo. Andrés se ha dado cuenta y apenada he quitado el modo vibrador de mi celular. Lo hice al paso sin poder verle a la cara y Andrés no me cuestionó. Hoy va vestido de camisa blanca y pantalones jeans, junto a unos zapatos de vestir, su pelo mojado y peinado hacia atrás le da un toque demasiado sexy... Estoy que babeo cuando me quedo viéndolo. El lugar es demasiado lindo, el menú no lo he entendido para nada. Andrés es el conocedor que se ha encargado de todo incluso ha pedido una bebida que sabe a jugo, aunque me la ha pedido que la beba despacio, creo que es exagerado, mientras bebo no siento que se
He despertado cansada, aún cuando he dormido más de lo habitual. Helena me ha llamado diciendo que quería verme y como ya soy una desempleada que no tiene rumbo, he llamado a mamá pata informarle de mi visita, a lo que ella ha aceptado sin siquiera haberlo pensado. Me he parado de la cama con mucho pesar, arrastré los pies al baño y empiezo a lavar los dientes viéndome al espejo que está en frente de mí. Mis ojos lucen tan apagados, estoy más pálida de lo habitual, mi pelo parece un nido de pájaro. Días sin pasarme si quiera un peine. Me estruja la cara y luego me entro a bañar. Pasaron los segundos y los minutos, mientras seguía debajo de la ducha sintiendo el agua acariciar mi cabeza y bajar a mis pies. Me quedé allí hasta sentir que los dedos de las manos empezaban a arrugarse. Con una toalla en la cabeza me he vestido con un pantalón de tela y una blusa holgada junto a unos tenis deportivos, me he soltado el pelo y me he puesto una gorra negra, he ido a por mis llaves y he lle
No miento cuando digo que no recordaba el sabor salado, la arena en mis pies, los rayos de sol en mi cara, el sonido de las olas y el olor a protector solar. Siento la piel pegajosa mientras me siento en la arena, escucho una soda abrirse y luego veo a mi madre acercándose con un vaso, mientras veo la bebida con esas burbujas que me refrescan de inmediato. Por suerte el bikini que me ha prestado Helena para mi sorpresa me ha quedado a la perfección, empiezo a comer un poco de galletas con jamón y queso mientras veo a otras personas solearse con gusto y yo empiezo a buscar la sombra de la sombrilla donde hemos puesto nuestras pertenencias, ya que el sol empieza a picar en mi piel. He aprovechado de tomar algún que otras fotos mientras veo que Andrés me ha seguido hace ya unos días en i*******m, me he sonrojado sin poder evitarlo y como curiosa he ido a su perfil. Me he defraudado un poco cuando veo que su perfil es privado. He querido darle "fallow back" pero he recordado en l
Rubby me ha llamado para una segunda entrevista, ¡Es una locura! Al verme me ha dicho que al principio no le he convencido para nada, pero que ha analizado sus inicios, ella no sabía nada del trabajo en el que hoy es supervisora y gana bien y ha llegado a la conclusión de que si ella pudo yo también puedo aprender. Me ha dicho "no me decepciones", lo cual me ha puestos muy nerviosa, ya que me ha dejado una responsabilidad bastante grande. ¿Podrá alguien de finanzas sobrevivir en ventas? Martha me ha dicho que es muy buen trabajo, que me iba a convenir muchísimo más que enviar mi currículo a otro trabajo relacionado con finanzas y que la vida se trataba de aprender, que era bueno salir un poco más de mi zona de números y compromisos tan peligrosos como lo es ese puesto. Así que aquí estoy. Este es mi día entrenamiento, se supone que aquí nos enseñan de que va la empresa, que tenemos que hacer o que decir y tomar algunos exámenes para ver si somos aptos para sentarnos al fren
—¿Qué piensas de la gente que llora en frente de la pantalla? —digo sentada mientras como una manzana y veo videos en mi celular. —Creo que es porque hay gente muy sola y busca a más gente que se sienta identificada para sentirse mejor —responde Luisa mientras trae consigo un plato de frutas para colocarla en la mesa de en medio, quedando de frente a nosotras y al televisor. —Hay que tener mucho valor para hacer eso, llorar y grabarse y encima que cientos de personas lo vean, es interesante porque logras conectar con el dolor de esa persona, es como si nos estuviera regalando un "reality show" aunque realmente le pagan por el contenido —agrego bastante concentrada en la pantalla, sintiendo el jugo de la manzana verde endulzar mi boca. —¿Pero por que tanto interés por el tema? mejor cuéntame como te va en el trabajo, hace unos días que entraste y no me has contado nada. —No tengo mucho que contar, el estrés vuelve a desordenar mi mente, las noches de insomnio han vuelto y la s
Las paredes y ventanas se mueven por la fuerza del viento, se avecina una semana llena de lluvia y viento fuerte, estoy tranquila ya que han avisado que el trabajo se va a realizar de manera virtual para mayor seguridad. Mi mente ha viajado al momento en donde subí sin pensarlo, llorando toqué a la puerta de Andrés y él sin cuestionarlo dos veces me ha abierto sus puertas entonces ¿por qué ahora no soy capaz? Me siento como una tonta, mientras observo los minutos pasar en la pantalla de mi celular, sintiéndome atrapada en estas paredes a las que llamo hogar, siento que necesito respirar, que necesito hacer algo diferente. He hablado con Luisa y Martha, ambas han llamado avisando de la noticia de imprevisto acerca de la semana y que si quería me podía quedar en una de sus casas, yo me he negado, ya ha sido bastante de su ayuda. Además vivo en un lugar tranquilo y no me hace falta comida. Estoy agradecida por eso. Aún así he mordido las uñas de mis dedos de la mano, me encuent