El ambiente en la sala era un campo de batalla silencioso. Sandra seguía procesando la propuesta del Jeque. "¿Un viaje a Medio Oriente?" La idea la tomó por sorpresa. No era algo que hubiese considerado, pero antes de que pudiera responder, una voz resonó con firmeza en la sala.—Si ella viaja, no lo hará sola. —Akiro levantó su voz, él sabía que dejarla ir sola era perder toda posibilidad. Sandra se giró, encontrándose su mirada firme. Había hablado con autoridad, con posesión y su intervención no fue casualidad. Él sabía exactamente lo que el Jeque estaba intentando hacer. Haifa Shalabi entrecerró los ojos al ver cómo Akiro se interponía. Él ya conocia quién era Akiro Yamada, entendia que era un rival peligroso si no actuaba pronto.Sandra, por su parte, tardó un segundo en reaccionar, pero antes de que pudiera procesarlo todo, sintió una mirada clavada en ella. Marck, estaba de pie en la entrada, con el ceño fruncido, sus ojos fijos en ella con una mezcla de confusión y dolor. San
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