Esa noche, Kyong no podía dormir, ya que, el insomnio lo había acompañado desde hacía cinco años. En la cárcel descubrió que dormir, era un privilegio que los demás mortales no sabían que tenían.Y, ¿Cómo iba a dormir en ese lugar, donde el ocio libraba una guerra de poder constante, especialmente, por aquellos convictos por narcotráfico? Él pertenecía al otro bando, aquellos cuyos delitos eran por fraude o delitos intelectuales. Estando en ese encierro, Joon conoció mentes muy mediocres pero, también cerebros excepcionalmente brillantes. Y, en ese momento, a su memoria llegó el recuerdo del día que aprendió, que si no se defendía a si mismo, no sobreviviría a tan horrendo lugar.Flashback: 5 años atrás.—Lindo trasero. —le sorprendió un recluso, mientras Kyong se bañaba.Él lo ignoró y siguió bañándose. El tipo era alto, fuerte y calvo, por su acento Joon dedujo que debía ser ruso o polaco, pero, no le dio importancia.—Eres el nuevo, ¿Verdad? —insistió el recluso, acercándosele más
Leer más