—Por supuesto me encantaría invitarte a almorzar, y no sé, quizás llegar a conocerte un poco mejor. —le respondió él de forma pausada.
—Bueno no lo sé, pues digamos que estoy escapada en este momento porque yo no debería estar sola en este lugar, de hecho, ya debería estar esperando al chofer para que me lleve a casa y él es muy puntual, y si llegó un poco más tarde, no te imaginas el problema en el que estaría. —Lo único que yo no quiero es que tú tengas problemas, pero me encantaría llegar a conocerte mejor, e incluso que podamos ser amigos. —le dijo él en tono preocupado. —La verdad no entiendo qué es lo que te ha llamado la atención de mí, porque yo soy una chica ordinaria, común y corriente, en cambio tú eres… —Ante todo, no te permito que vuelvas a creer que eres una chica ordinaria o común y corriente, porque a simple vista puedo notar, que eres una mujer valiente y muy dulce. Así que te pregunto, ¿Me permitirías conocerte de una forma mucho más profunda? —le dijo el hombre de forma suave —Sí, sí me gustaría que fuéramos amigos y poder conocernos mejor, yo no tengo amigos hombres, soy un poco tímida a la hora de interactuar con otras personas, y es la primera vez que alguien como tú desea conocerme. —le dijo ella con voz baja. —Pues, ¿qué te parece si para celebrar esta nueva amistad que hemos forjado, mañana te busco en la escuela y vamos a almorzar? —Me parece muy bien, pero prefiero que nos encontremos en el parque que está a una cuadra de la escuela donde estudio, si no te importa. —le dijo Sun-Ji con una sonrisa. —Me parece perfecto, pero tendrás entonces que darme la dirección del parque, y también tu número de teléfono. —Claro que sí la dirección es… —y así la chica le dio al hombre, la dirección exacta de la escuela donde ella estudiaba, la dirección del parque y, adicional a ello, también le dio su número de teléfono. —Entonces señorita, nos vemos el día de mañana. Créeme que ya estoy anhelando que llegue el día de mañana. —¿De verdad? Yo también estoy anhelando que llegue el día de mañana, para que podamos almorzar juntos. —¿Quieres que te lleve a tu casa? —No, no es necesario, debo volver a la escuela, como te dije el chofer de mi familia no tarda mucho en llegar a recogerme, y si no me encuentra allí se lo informará a papá, y no te quiero decir el problema que tendré. —Pues entonces, yo te acerco a la escuela y me iré, esperando con ansias nuestra cita de mañana. —y así Kyong lo hizo la llevó a la escuela y luego de intercambiar números telefónicos se marchó. Se marchó a su apartamento privado. Por fortuna, aún lo tenía, de hecho, tenía dinero, gracias a la herencia personal que le dejó su abuelo y su padre, aún así, perder la empresa de su familia equivalía a no tener nada. Él habría sido un simple mortal, por lo que de no ser por el esfuerzo y la iniciativa de su abuelo, siempre con el interés de ayudar a los demás, el sudor de él y sus generaciones junto con su amigo, los viejos Kim levantaron ese imperio. Era bueno que Seok y Jun estuvieran tan arriba, era deseable que todos los Kim, incluyendo a esa chiquilla inocente fueran tan poderosos, porque de esa manera más estrepitosa sería la caída de toda esa familia. —Buenas tardes, señor... ¿pasó algo? —Sí, Seong. Todo salió a pedir de boca. —Le dijo a su empleado personal de años, un hombre inteligente y un prodigio para los negocios, su influencia lo ayudó a formarse y a ser el hombre que era. —Me va a disculpar señor, pero no entiendo a qué se refiere. —Me he dedicado a estudiar a esos infelices de los Kim, a conocer sus rutinas y, de hecho, no sabía que había una niña en el clan Kim. —Asumo que se refiere a la única niña Kim, Sun-ji. —Debe ser ella. —Dijo con una sonrisa tan maliciosa que Seong, que lo conocía desde que era un niño no pasó por alto. —Señor, entiendo que aborrezca a todos los Kim y que quiera cobrar todas las deudas que le deben. Sin embargo, la joven Sun-ji era apenas una niña pequeña cuando... —¡Me importa muy poco lo que tengas que decirme con respecto a ella! Es una Kim, y por ende, también se irá al diablo junto a su padre, a todos sus hermanos y toda su descendencia.— Dio un golpe en su escritorio, pero Seong ni siquiera se inmutó, ya que estaba acostumbrado a los arrebatos de ira de Kyong. —Es una niña inocente. Mire, yo tengo hijas y si alguien quisiera hacerles daño, yo... —¿Acaso yo no era inocente también cuando esa familia no solo me destruyó a mí sino que arrastró con ese engaño a personas inocentes, Seong? ¿Acaso yo merecía todo lo que los hermanos quién me hicieron a mí? —El hombre no respondió, sólo se le hizo un nudo apretado en la garganta. Kyong no había sido el único acusado en ese fraude tan grande, también Seok y Jun se vieron envueltos, pero jugaron demasiado bien sus cartas, porque fueron declarados inocentes de todos los cargos, incluso tuvieron el descaro de engañar al padre de ellos, haciéndolo creer que él era el único culpable de la malversación de fondos que se cometió en la empresa que era de su abuelo, por lo que se había llegado a la decisión de sacar a toda su familia de los asuntos de dicha empresa y romper todo lazo que se estuviera con la familia Park. Después, él supo que el juez que había presidido su caso, había sido comprado. —Seong. —¿Sí, señor? —Ya que estás tan informado sobre el árbol genealógico de los Kim, ¿qué edad tiene la niña? —Acaba de graduarse de la preparatoria señor, debe estar en sus diecisiete o dieciocho. Pero, debe saber algo señor, esa chica está muy mal de salud, ya que desde la muerte de su madre, ella tiene una enfermedad en los pulmones y en sus articulaciones, que le produce mucho dolor, incluso la incapacita, por lo que siempre tiene que estar visitando a los médicos. —¡Así que la niña está enferma! ¡Qué pena! —Expresó él con malvada sonrisa. —Es por eso señor, que le ruego, que la deje fuera de esto porque... —Gracias, Seong, puedes retirarte. —le dijo Kyong cortando de tajo cualquier súplica que pudiese hacer a favor de esa chica, y el empleado luego de suspirar hondo salió. Entretanto, Kyong se quedó pensando en Sun-ji. ¿Cómo no se le ocurrió que fuera menor de edad? Claramente su timidez e ingenuidad, no habían sido las de una mujer madura. ¿De qué iba a servirle una chiquilla enferma que todavía tomaba el té con sus muñecas? Sin embargo, luego pensó que, no iba a tener diecisiete años toda la vida, por lo que esperaría. Planificaría bien su jugada, encontraría la manera de meterse en su vida, no era difícil hacerle perder la cabeza a una niña inocente, que además, estaba vulnerable, era huérfana y su salud no era óptima por lo que vivía asfixiada, por la sobreprotección de su hermano y de su padre, por lo que al principio, él le daría esa libertad y seguridad emocional, que ningún miembro de su familia le estaba proporcionando. —<—¡Es la tercera nota que recibo en un mes! —Jun sudaba frío al decir estas palabras.—Siempre has sido un cobarde Jun. Seguramente debe tratarse de una broma pesada.—O tal vez me quieran extorsionar. ¿La leíste bien? —Al hermano de Seok le estaba temblando hasta la lengua, mientras le entregaba la nota la cual solo decía:.—Eso es justo lo que quiere, asustarte. Ignóralo, porque el dinero y el éxito siempre despertarán envidia en las demás personas.—¡Seok! —Jun tuvo una visión de repente. —¿Hace cuánto que Terrence está fuera de la cárcel? —Al herederos de los Kim, se le abrieron los ojos como platos.—¡Malnacido! Ese idiota sólo quiere atención.—Yo no me fiaría Seok.—No hay nada que pueda hacer en nuestra contra, la empresa ya ni siquiera le pertenece, es un don nadie Jun.—Aún así Seok, yo...—Sólo me gustaría saber dónde se esconde el pobre imbécil, aunque un hombre sin dinero ni posición, y con la reputación por el suelo, debe estar en cualquier ratonera. —Murmuró Seok con
A sus 25 años, el empresario Park Kyong lo tenía todo, los mejores padres, la mejor educación, un título Suma Cum Laude en administración de empresas, con maestría en contabilidad. Por otra parte, él, gozaba de una vida social envidiable y, además, tenía una hermosa y entregada prometida, llamada Bae Eun-ji. ¿Se podía pedir más de la vida?Pues ese era el problema, ya que su padre, el CEO multimillonario Park Dae-hyun y su socio, Kim Min-ho lo querían como presidente de la empresa Sae salm (una vida nueva). Esta compañía se encargaba en el diseño y la fabricación de prótesis de miembros múltiples y de equipos ortopédicos hospitalarios, la cual, fue fundada al terminar la Segunda Guerra Mundial, por el abuelo de Park Kyong. Estos novedosos y gloriosos inventos de la época, los cuales con el pasar de los años, habían sido modernizados para mayor comodidad de quienes los utilizaban, le habían devuelto la vida a miles de discapacitados, ofreciéndoles de esta manera, una nueva vida casi n
Esa noche, Kyong no podía dormir, ya que, el insomnio lo había acompañado desde hacía cinco años. En la cárcel descubrió que dormir, era un privilegio que los demás mortales no sabían que tenían.Y, ¿Cómo iba a dormir en ese lugar, donde el ocio libraba una guerra de poder constante, especialmente, por aquellos convictos por narcotráfico? Él pertenecía al otro bando, aquellos cuyos delitos eran por fraude o delitos intelectuales. Estando en ese encierro, Joon conoció mentes muy mediocres pero, también cerebros excepcionalmente brillantes. Y, en ese momento, a su memoria llegó el recuerdo del día que aprendió, que si no se defendía a si mismo, no sobreviviría a tan horrendo lugar.Flashback: 5 años atrás.—Lindo trasero. —le sorprendió un recluso, mientras Kyong se bañaba.Él lo ignoró y siguió bañándose. El tipo era alto, fuerte y calvo, por su acento Joon dedujo que debía ser ruso o polaco, pero, no le dio importancia.—Eres el nuevo, ¿Verdad? —insistió el recluso, acercándosele más