La deseaba a rabiar, era demasiado el deseo el que sentía por ella. Mientras más decía o sentía odiarla, más quería tenerla para él, por alguna razón, quería poseerla en todos los sentidos, ¡Y cuanto antes ocurriera mejor!Pero había algo que lo alentaba a continuar. Eran las ganas no expresadas de Sun-Ji por ser poseída. Él se esforzaba por asustarla, quería que le temiera, porque disfrutaba su temor, pero a pesar del miedo, ella tenía una tenacidad inquebrantable, era una virtud que él admiraba en los negociantes, aunque la odiaba en los Kim, pero en ella la amaba, amaba que tuviera esa virtud porque de no tenerla, desde hacía mucho ella hubiese salido de su vida. En un semáforo en rojo, él la miró con un rostro lleno de arrepentimiento, y cuando ya pudo conducir se estacionó en un lugar lejano y le dijo:—¿Todavía estás muy enfadada conmigo? Yo no quiero que tú y yo empecemos esta nueva etapa de nuestra relación, peleándonos y discutiendo.—¿Y tú crees que yo sí quiero eso para nos
—¿Y quieres perder la virginidad conmigo? —Se señaló a sí mismo.—Yo te he conocido y me has gustado siendo virgen, ¿Qué quieres que haga? —Alzó los brazos, sin más explicación.—¿Por qué me has elegido a mí para que sea tu primera vez? —Tomó suave su mentón y la miró a los ojos. Lo que ansiaba era que ella le diera una buena razón, para arrepentirse y dejarla fuera de sus verdaderas intenciones.—No es que te haya escogido para que me desvirgues y ya, es que... creo que me enamoré de ti, y desde que lo descubrí, solo he estado soñando con el momento, de ser completamente tuya. —le respondió ella.—<<¿Cree que se enamoró de mí? Él no creía en esos sentimientos. Y lo que ella sentía, no era más que un capricho del momento. Una niña curiosa que quería experimentar, cómo sería perder su virginidad con un hombre mayor. Entonces, ¿Él era su conejillo de Indias? No, no iba a ser utilizado por ninguna otra mujer, fuera de la manera que fuera, y mucho menos, por una niña boba como Sun-Ji, que
A sus 25 años, el empresario Park Kyong lo tenía todo, los mejores padres, la mejor educación, un título Suma Cum Laude en administración de empresas, con maestría en contabilidad. Por otra parte, él, gozaba de una vida social envidiable y, además, tenía una hermosa y entregada prometida, llamada Bae Eun-ji. ¿Se podía pedir más de la vida?Pues ese era el problema, ya que su padre, el CEO multimillonario Park Dae-hyun y su socio, Kim Min-ho lo querían como presidente de la empresa Sae salm (una vida nueva). Esta compañía se encargaba en el diseño y la fabricación de prótesis de miembros múltiples y de equipos ortopédicos hospitalarios, la cual, fue fundada al terminar la Segunda Guerra Mundial, por el abuelo de Park Kyong. Estos novedosos y gloriosos inventos de la época, los cuales con el pasar de los años, habían sido modernizados para mayor comodidad de quienes los utilizaban, le habían devuelto la vida a miles de discapacitados, ofreciéndoles de esta manera, una nueva vida casi n
Esa noche, Kyong no podía dormir, ya que, el insomnio lo había acompañado desde hacía cinco años. En la cárcel descubrió que dormir, era un privilegio que los demás mortales no sabían que tenían.Y, ¿Cómo iba a dormir en ese lugar, donde el ocio libraba una guerra de poder constante, especialmente, por aquellos convictos por narcotráfico? Él pertenecía al otro bando, aquellos cuyos delitos eran por fraude o delitos intelectuales. Estando en ese encierro, Joon conoció mentes muy mediocres pero, también cerebros excepcionalmente brillantes. Y, en ese momento, a su memoria llegó el recuerdo del día que aprendió, que si no se defendía a si mismo, no sobreviviría a tan horrendo lugar.Flashback: 5 años atrás.—Lindo trasero. —le sorprendió un recluso, mientras Kyong se bañaba.Él lo ignoró y siguió bañándose. El tipo era alto, fuerte y calvo, por su acento Joon dedujo que debía ser ruso o polaco, pero, no le dio importancia.—Eres el nuevo, ¿Verdad? —insistió el recluso, acercándosele más
—Por supuesto me encantaría invitarte a almorzar, y no sé, quizás llegar a conocerte un poco mejor. —le respondió él de forma pausada.—Bueno no lo sé, pues digamos que estoy escapada en este momento porque yo no debería estar sola en este lugar, de hecho, ya debería estar esperando al chofer para que me lleve a casa y él es muy puntual, y si llegó un poco más tarde, no te imaginas el problema en el que estaría.—Lo único que yo no quiero es que tú tengas problemas, pero me encantaría llegar a conocerte mejor, e incluso que podamos ser amigos. —le dijo él en tono preocupado.—La verdad no entiendo qué es lo que te ha llamado la atención de mí, porque yo soy una chica ordinaria, común y corriente, en cambio tú eres…—Ante todo, no te permito que vuelvas a creer que eres una chica ordinaria o común y corriente, porque a simple vista puedo notar, que eres una mujer valiente y muy dulce. Así que te pregunto, ¿Me permitirías conocerte de una forma mucho más profunda? —le dijo el hombre de
—¡Es la tercera nota que recibo en un mes! —Jun sudaba frío al decir estas palabras.—Siempre has sido un cobarde Jun. Seguramente debe tratarse de una broma pesada.—O tal vez me quieran extorsionar. ¿La leíste bien? —Al hermano de Seok le estaba temblando hasta la lengua, mientras le entregaba la nota la cual solo decía:.—Eso es justo lo que quiere, asustarte. Ignóralo, porque el dinero y el éxito siempre despertarán envidia en las demás personas.—¡Seok! —Jun tuvo una visión de repente. —¿Hace cuánto que Terrence está fuera de la cárcel? —Al herederos de los Kim, se le abrieron los ojos como platos.—¡Malnacido! Ese idiota sólo quiere atención.—Yo no me fiaría Seok.—No hay nada que pueda hacer en nuestra contra, la empresa ya ni siquiera le pertenece, es un don nadie Jun.—Aún así Seok, yo...—Sólo me gustaría saber dónde se esconde el pobre imbécil, aunque un hombre sin dinero ni posición, y con la reputación por el suelo, debe estar en cualquier ratonera. —Murmuró Seok con
Seok fue a la habitación de Sun-Ji para que ambos pudiesen hablar de una forma calmada y sincera, ya que él quería ponerse en el lugar de su hermana y entender cómo se sentía. Al llegar e identificarse estando en la puerta solo pudo decir:—Sun-Ji por favor, ábreme la puerta porque tenemos que hablar.—Ya no más, ya no quiero seguir escuchándote, por favor respeta mi espacio.—Siento mucho haberte hablado como lo hice, por eso, tenemos que hablar, ya que yo no quiero estar distanciado de ti. —Ella se levantó de la cama y fue a abrirle la puerta.—Está bien, hablemos. —ella cerró la puerta y se sentaron juntos en la cama.—Te quiero pedir perdón, por haberte gritado, sé que no debí haberlo hecho, es que últimamente las cosas no están saliendo como yo esperaba en los negocios, y eso me ha tenido muy tenso. Pero, ahora yo quiero que seas sincera conmigo y me digas, ¿Qué te pasa, Sun-Ji? —Le acarició el rostro con dulzura.—No sé de qué hablas.—Por supuesto que lo sabes, esa respuesta qu
—¿Cómo me quedó? —le preguntó la madre de Kyong a su hijo.—Están muy bonito, mamá.— Respondió Kyong con un nudo en la garganta y la mandíbula apretada por la rabia, ante el dibujo que su madre había terminado de colorear, y el motivo era porque su madre, al saber a su hijo en la cárcel durante tanto tiempo por robo y malversación de fondos, perdió un poco la razón, aunque no estaba del todo fuera de ella, estaba bajo tratamiento psiquiátrico.—Me salí un poco del contorno, pero…—¡Mamá!— Le gritó y la sujetó por los hombros.—¿Qué? ¿Por qué gritas? —Su semblante era el de una niña asustada.—Necesito que regreses. —Y él Chasqueó los dedos.— Te necesito completa, ¿Entiendes? —La miró a los ojos, desesperado.Los ojos de ella se cristalizaron, como si de pronto hubiera recuperado un grado de lucidez completa, ante la desesperación de su hijo.—Perdóname hijo, por favor. Tienes toda la razón, quizás debo visitar de nuevo al doctor Yang para que me haga un chequeo y me suba la dosis de l