Trago saliva con dificultad mientras regreso a mi lugar, resoplo con fuerza enojada por la actitud de este tipo.—Mira, yo no sé si no tienes nada que hacer, pero si no hago mis rondas… mi padre me va a regañar y seguramente me va a castigar…——Yo hablaré con él, tranquila—Miles de voces resuenan por la entrada del inframundo, un ligero suspiro se me escapa y miro al frente, topándome con una enorme cola de almas, un ligero gemido de sorpresa se me escapa al ver tal cantidad de personas, muy raras veces pasa algo como esto.— ¿Qué ha pasado ahí arriba? ——Ares— Contesta con indiferencia sin quitar la vista de enfrente.Al oír su nombre, no puedo evitar sonreír, él viene muy de vez en cuando a coquetear con mis hermanas, mi padre al enterarse de eso decidió mantenerme en la zona principal ya que el viejo Caronte no permite que se acerque a mí.— ¿Lo conoces? ——Lo he visto algunas veces, cuando hemos hablado me ha querido llevar como a muchas de mis hermanas, pero Caronte no se lo per
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