Dos días después fue que Aitana consiguió despertar, sintiendo su cuerpo completamente débil y adolorido por todas partes, sin atreverse a tocar su espalda, pero sabiendo que quedaría con horribles marcas y quería volver a llorar, pero ya no podía, sabía bien que de nada le serviría hacerlo, solo podía soportar el dolor, porque esta vez no había ningún héroe para ella, porque de hecho quien la rescató en el pasado había sido el mismo que ahora la hacía sufrir sin ninguna piedad. «Dominic cuando pensé que ya no había ninguna luz, tú me la mostraste al salvarme, pero ahora me estás hundiendo en la completa oscuridad, una mucho más dolorosas, tal vez habría sido mejor que no me salvarás ese día y así no me habría enamorado de ti, así no estaría sufriendo todo esto, al mismo tiempo que el dolor de saber que el amor que no me diste a mí se lo darás a otra e incluso quieres darle mi propio hijo a ella.» Pensó Aitana intentando levantarse de la cama con dificultad, sudando frío por el esfu
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