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Capítulo 4: Este es el castigo que ella merece.

Aitana al ver que él no tenía planeado tenerle ninguna piedad se enfureció aún más, mientras Julia estaba disfrutando del espectáculo.

— Dominic estás siendo demasiado injusto conmigo, ni siquiera puedes tener un poco de consideración a la madre de tu hijo. — Rugió Aitana sin poder parar de llorar ni de temblar cuando los guardias pusieron sus manos en ella.

— No deberías quejarte ni hablar así de nuestro Alfa, si no fuera considerado ya estarías muerta por tu falta de respeto, de hecho está teniendo misericordia contigo deberías estar agradecida. — Dijo Julia con una sonrisa burlona mientras miraba a Aitana y está última al darse cuenta de la maldad de esta mujer apretó sus manos en puños.

— Alfa Dominic si elige a esta mujer como Luna se arrepentirá tarde o temprano. — Sentenció Aitana antes de ser arrastrada por los guardias lejos del salón.

Cuando llegaron al oscuro calabozo, Aitana se sentía completamente agotada porque había intentado soltarse del agarre de los guardias, pero solo había conseguido que la lastimaran y cansarse, por lo que cuando la encerraron en una de las celdas oscuras solo pudo llorar llena de miedo al mismo tiempo que los recuerdos llegaban a ella como balas, lastimándola más.

Se vio a ella hace unos cuantos años, antes de llegar a esta manada, aún era demasiado joven, pero después de la muerte de sus padres su tío la había encerrado en los calabozos, dónde los guardias intentaron abusar de ella.

— Por favor déjame, no quiero esto. — Gritaba desesperada, intentando proteger su cuerpo de esos hombres que intentaba arrancarle la ropa y la golpeaban sin miedo a lastimarla.

Estaba tan aterrada en ese momento y al recordarlo sentía el mismo miedo apoderarse de ella, sintiendo que estaba ahí de nuevo, pero está vez sentía que por alguna razón nadie la salvaría.

Y no podía parar llorar desconsolada sumergida en los recuerdos y él pánico, cuando escuchó la voz del Beta de Dominic, Liam y también la voz de Julia.

— Mi Luna, ella es mestiza, no tiene a su loba, azotarla igual que a los demás podría matarla. — Escuchó a Liam decir con preocupación y Aitana se tensó.

— Este es el castigo que ella merece y son las órdenes de tu Alfa, ¿Piensas desobedecerlo? — Replicó Julia autoritaria.

— Por supuesto que no mi Luna, haré que la azoten ya mismo. — Cedió Liam sin más opción, sintiéndose mal por Aitana, pero no podía hacer nada para ayudarla, ya que él no podía desobedecer a las órdenes de el Alfa o la Luna. — Guardia trae el látigo y encárgate de darle a la esclava diez azotes.

Aitana al escucharlo se estremeció y empezó a jadear, al mismo tiempo que su cuerpo temblaba descontroladamente sentía que no podía respirar, pensando en que su débil cuerpo no podría soportar tal cosa.

— ¿Diez? Creo que eso es muy poco, quieres ser demasiado indulgente Liam, que sean 30 azotes para ella. — Dijo Julia con rapidez y Liam asintió robóticamente, pensando que la futura Luna simplemente se estaba ensañando con Aitana por haber estado con el Alfa en su ausencia, ya que 30 azotes eran demasiado difíciles de soportar incluso para un lobo normal. .

— Ya escuchaste a Luna, preparen todo. — Ordenó Liam y dos guardias entraron a la celda de Aitana.

Luego la tomaron de los brazos a pesar de su lucha, para sujetarlos a una cadenas que caían del techo y así le impidiera intentar escapar para evitar los azotes y apenas ella estuvo sujeta le dieron el primer latigazo que la hizo dar un grito demasiado doloroso, era desgarrador escucharlo, a tal punto que Liam tuvo que apretar los dientes para no detener esto en ese instante.

Rápidamente volvió a escucharse el segundo acompañado del grito desgarrador de Aitana, el dolor del latigazo recorriendo su cuerpo era demasiado intenso y ella se retorcía ansiosamente mientras lloraba, pero esto no detuvo al guardia que volvió a golpear su cuerpo con el látigo y sin poderlo soportar más, ella suplicó con voz rota: — Beta por favor detén esto, ten piedad.

Al escuchar esta súplica desesperada las manos de Liam se apretaron en puños, pero no hizo nada por ayudarla y volvió a escucharse otro azote acompañado de unos cuantos más, pero cuando iban en 15 ya Aitana estaba desmayada y ni siquiera se inmutaba por los latigazos que caían contra su débil espalda, por lo que Julia se aburrió.

— Ya me tengo que ir, pero deben terminar de darle los azotes.

— Si mi Luna. — Aceptó Liam y ella se retiró con una sonrisa en el rostro al mismo tiempo que el guardia volvía a azotar a Aitana, pero cuando Liam se dio cuenta que Julia ya no estaba cerca y el guardia estaba por volver a golpear a Aitana, gritó: — Ya basta, no la golpees más.

— Pero Beta, la luna dijo que…

— Ella no se va a enterar, ya está bastante golpeada y si continúas azotándola la vas a matar y ella sigue siendo la madre del heredero al trono. — Espetó Liam ingresando a la celda. — Vamos a soltarla y acostémosla boca abajo para no lastimar más su espalda.

— Está bien. — Accedieron los guardias y obedecieron a la orden de Liam y dejaron a Aitana sobre el descuidado colchón que había en un lado de la celda.

— Me duele, Dominic me duele mucho, por favor ayúdame… — Pidió ella divagando, su mente no estaba lucida luego de tanto dolor.

— Traigan a un doctor para que atienda sus heridas, pero que la luna no se entere. — Exigió Liam antes de salir de la celda para empezar a alejarse, sabía que estaba sobrepasando la línea por ayudar a Aitana, pero sabia que si ella no era atendida pronto, probablemente moriría en unas horas desangrada o por hemorragia interna, porque una mestiza sin lobo no podría sobrevivir a algo así sin ayuda médica, debido a que sus heridas no podrían curarse tan rápido como la de los que si tenían a sus lobos.

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