Al escuchar esto Aitana se estremeció, sintiendo como un escalofrío recorría su espina dorsal y el miedo se instalaba en sus huesos, aunque nunca había sido azotada, si había visto como volvían otras esclavas luego de un acto tan cruel y era terrible, apenas podían caminar con dificultad a pesar de que su recuperación era más rápido debido a sus lobas, pero ella no tenía una, por lo que podría morir fácilmente si la lastimaban así debido a que ella era mucho más débil. 

—       Yo no, solo quiero estar con…

—      Si no quieres problemas deja de retrasarme que el Alfa quiere estar con su hijo ya mismo. — Replicó la niñera y Aitana no se atrevió a detenerla, pero luego de que la niñera se había alejado un poco ella decidió seguir sus pasos. 

Al llegar al salón donde estaban, pudo ver a Dominic sosteniendo a Bastian en brazos mientras se lo presentaba a Julia. 

—      Hijo ella es tu nueva mamá, sé bueno y llámala “mamá” — Le pidió Dominic al pequeño y Aitana sintió que esto debía de una cruel broma, mientras un cúmulo de emociones desagradables crecían en su interior. 

¿Cómo podía ser tan cruel y pedirle que llamara mamá a otra mujer cuando ella era quién lo había dado a luz? ¿A él ni siquiera le importaba confundir a Bastian? 

«¿Acaso Dominic no siente ni un poco de empatía por mí a pesar de que estuve estos años junto a él?» Se preguntó Aitana sintiendo como su cuerpo empezaba a temblar por la rabia y el dolor. 

—      No quiero. — Se negó Bastian haciendo un puchero.

—      Bastian, debes llamarla mamá, porque ella es tu madre a partir de ahora. — Dijo Dominic con severidad y el pequeño veía a su padre con cierto desafío.

—      Cariño no seas tan duro con él, aún es pequeño y pronto se va a acostumbrar, le voy a demostrar que soy quien más lo ama, él me va a querer mucho, me verá como su mamá muy pronto. — Aseguró Julia con una sonrisa, acariciando el cabello de Bastian y Aitana no pudo soportar la repulsión ni la rabia en sus venas al ver a esa mujer tocando a su bebé, pretendiendo reemplazarla como madre. 

—      No toques a mi hijo de nuevo. — Gritó Aitana apretando los dientes mientras se acercaba a ellos enloquecida de ira, porque bien aunque le dolía podía soportar que Julia estuviera con Dominic, porque después de todo el corazón de él nunca había sido suyo, pero no podía soportar que quisieran arrebatarle al bebé por quién estuvo horas en trabajo de parto y casi muere.

Ese pequeño que era su rayito de luz, el único que la quería y era cariñoso con ella aquí. 

—      ¿Qué carajos haces aquí? — Preguntó Dominic mirándola con desdén. 

—      Quiero que me entregues a mi hijo, porque yo soy su madre y no puedes pedirle que llame a otra mujer así, Bastian es mi hijo, yo lo cargué nueve meses en mi vientre. — Rugió Aitana plantándose frente a él y estirando los brazos hacia el pequeño que también los estiró hacia ella un poco confundido y los ojos de Dominic se ensombrecieron, estaban tan oscuros que resultaban aterradores para quien sea que los mirase, pero manteniendo la calma volteó hacia la niñera. 

—      Camila lleva a Bastian a su habitación. — Ordenó Dominic extendiéndole al niño a la niñera que se apresuró hacía él y una vez que ella tomó al niño para irse, Aitana iba a seguirla, pero él volvió a hablar. — Tú no vas a ningún lado, te tengo que aclarar algunas cosas. 

Aitana sin más remedio detuvo sus pasos y miró esos ojos aterradores que a ella nunca la habían visto con amor, pero que ahora sabía que si podían ver así, porque cuando miraban a Julia eran realmente cariñosos, mientras a ella parecían mirarla con odio.

—      ¿Qué tiene que aclarar con esta simple esclava Alfa? — Cuestionó Aitana. 

—      Tu papel aquí estos años. — Respondió Dominic con una sonrisa que no llegó a sus ojos mientras se acercaba más a ella. — Creo que aún no lo has logrado entender, pero te lo voy a explicar para que no sigas equivocándote, tú eres una simple esclava a la que usé para tener un hijo, pero tú no tienes nada que ver con él a pesar de que te he dejado estar cerca de él, pero ya basta, quién siempre he tenido en mente para que sea su madre es Julia y ahora que ella está aquí, él no te va a necesitar, así que ya no tienes que acercarte ni tomarte atribuciones que no te corresponden, porque su madre es Julia. 

«Dominic eres un imbécil, estás perdiendo el amor de nuestra compañera por alguien que no lo vale, si sigues así te vas a arrepentir.» Rugió Xander furioso y al mismo tiempo desganado, porque no sabía cómo hacerle entender a Dominic su error, pero Dominic una vez más lo ignoró, sintiendo que no tenía de nada que arrepentirse. 

Aitana lo miró sin poder creer lo que estaba escuchando, porque no entendía como no pudo darse cuenta de lo cruel que él podía ser, ni que era capaz de tal desfachatez. 

—      No, no importa si aquí soy una esclava y si no valgo  nada para ti, pero Bastian sigue siendo mi hijo y no voy a renunciar a él, no voy a dejar que me lo quiten y si tú tanto deseas tener un hijo con esta mujer embarázala, pero con mi hijo no se metan. — Gritó Aitana enardecida y Dominic en un abrir y cerrar de ojos la tomó del mentón con tanta fuerza que ella sentía que podría romperlo. 

—      Él no es tu hijo, tú solo fuiste una incubadora gratuita, su madre es Julia y tú ya no lo verás, ¿Es muy difícil entender eso para tu cerebro con las pocas neuronas que tienes esclava? — Cuestionó Dominic y Aitana con una ira descontrolada hirviendo en sus venas, alzó la mano y lo abofeteó sin pensar. 

Y a pesar de que la cara de Dominic ni siquiera se movió porque la fuerza de Aitana es bastante inferior a la suya, al darse cuenta de su atrevimiento tensó la mandíbula mientras la miraba con una ira aterradora y fue entonces que ella se dio cuenta de su error. 

—      ¿Tú… como te atreves a abofetear al Alfa? Atacar con una falta de respeto de este tipo es suficiente para que se te ejecute. — Gritó Julia. 

—      Yo… yo lo siento, no sé que me pasó, perdí el control, perdón. — Dijo Aitana dando un paso hacia atrás aterrada de las consecuencias. 

Sabía que Julia tenía razón y Dominic podría ejecutarla o castigarla terriblemente por lo que hizo, pero es que ella tenía tanta rabia que simplemente no había conseguido controlarse, pero ahora iba a lamentarlo. 

—      Guardias, vengan aquí y lleven a esta esclava a  los calabozos, yo decidiré su castigo más tarde. — Espetó Dominic apretando los dientes y dos guardias entraron al salón y caminaron directamente hacia Aitana. 

—      Dominic por favor diles que no me lleven al calabozo, realmente lamento lo que hice, perdóname, pero por favor no me encierres en ese lugar. — Sollozó Aitana desesperada, no quería volver a regresar a ningún calabozo en su vida, ahí había vivido uno de sus peores momentos. 

—      Dense prisa, ¿Qué esperan para encerrarla? — Masculló Dominic dándole la espalda, aún lleno de rabia por lo que ella había hecho y está vez Xander ni siquiera se molestó en intentar intervenir por Aitana.