Dos días después fue que Aitana consiguió despertar, sintiendo su cuerpo completamente débil y adolorido por todas partes, sin atreverse a tocar su espalda, pero sabiendo que quedaría con horribles marcas y quería volver a llorar, pero ya no podía, sabía bien que de nada le serviría hacerlo, solo podía soportar el dolor, porque esta vez no había ningún héroe para ella, porque de hecho quien la rescató en el pasado había sido el mismo que ahora la hacía sufrir sin ninguna piedad.
«Dominic cuando pensé que ya no había ninguna luz, tú me la mostraste al salvarme, pero ahora me estás hundiendo en la completa oscuridad, una mucho más dolorosas, tal vez habría sido mejor que no me salvarás ese día y así no me habría enamorado de ti, así no estaría sufriendo todo esto, al mismo tiempo que el dolor de saber que el amor que no me diste a mí se lo darás a otra e incluso quieres darle mi propio hijo a ella.» Pensó Aitana intentando levantarse de la cama con dificultad, sudando frío por el esfuerzo y el dolor que avasallaba su cuerpo. Pero al sentir la luz del lugar volver a encenderse al mismo tiempo que él rudo de unos pasos acercándose se congeló en su lugar, con miedo de que fuese esa malvada mujer que disfruta haciéndole daño. — Hola Aitana, que bueno que te encuentras despierta. — Dijo la doctora con amabilidad, acercándose a ella acompañada de un guardia. — ¿Quién… quien es usted? — Tartamudeo Aitana observándola sin moverse. — Yo soy quién ha estado tratando tus heridas. — Explicó la doctora Dinora, mientras el guardia abría la celda para que ella entrara. — Voy a necesitar que vuelvas a acostarte para atender tus heridas. — ¿Por qué me está ayudando? — Cuestionó Aitana arrugando las cejas, desconcertada. — Beta Liam me lo pidió, por favor acuéstate, debemos hacer esto rápido. — La instó Dinora y Aitana obedeció. Dinora rápidamente atendió con cuidado las heridas de su espalda y volvió a vendarla, la ayudó a colocarse un vestido que Liam había traído, pero una vez que terminó, le susurró en el oído a Aitana: — Creo que puedes estar embarazada, aún no he querido cerciorarme porque no se si quieras que esto lo sepan los demás y si yo hago la prueba y sale positiva no podré ocultarle algo así al Alfa porque sería traición, pero si tú quieres que… — No, no lo estoy, no necesito ninguna prueba. — Aseguró Aitana de inmediato ansiosa. Esperaba no estar embarazada, porque no quería tener que luchar porque no le quitarán a otro de sus hijos y además si ella estaba embarazada el bebé en su vientre seguramente correría peligro, porque por lo que se había dado cuenta Julia estaba llena de maldad y Dominic la amaba tanto que estaba completamente ciego, por lo que a él no le importaría que sucediera con ella ni con el bebé, solo podía confiar en si misma para mantener a sus hijos a salvo. Por eso no podía permitir ni siquiera que pudiera sospecharse de su embarazo. — Está bien, entiendo. — Suspiró Dinora mirando el miedo en sus ojos y sintiendo lastima por ella. — Vendré otro día a revisar tus heridas, pero ya que estas despierta te dejaré vendas y medicamentos por si no puedo regresar pronto que te ayude alguien más. — Ok, gracias doctora. … En medio de la noche, Dominic daba vueltas sin parar pensando en las palabras que Aitana le había dicho hace unos días antes de que se la llevarán al calabozo y estás se habían grabado en su mente y le estaban causando insomnio, además de que ya no podía seguir ignorando la insistencia de Xander para que fuera a ver a ver a Aitana y la sacará de ese lugar, por lo que molesto se levantó de la cama, entendiendo que no podría dormir hoy tampoco si no hacia algo, así que salió de su habitación en busca de los calabozos. — Mi Alfa. — Saludó el Guardia que custodiaba la entrada de los calabozos recomponiéndose porque estaba quedándose dormido cuando escuchó los pasos, pero al ver al Rey aquí lo despertó. — Ven a abrir la celda de Aitana. — Exigió Dominic y el guardia asintió levantándose de inmediato de su silla para seguir a su jefe al interior de los calabozos. Aitana estaba durmiendo profundamente cuando el guardia abrió la puerta y Dominic le hizo un gesto para que se retirará antes de entrar a la celda de ella. — Esclava despierta. — Espetó Dominic y Aitana abrió los ojos aturdida, pero en el momento en que se dio que era él, se levantó de la cama con rapidez, antes fe quejarse por el movimiento brusco y Dominic arrugó las cejas. — ¿Qué tienes? Al escuchar esa pregunta Aitana quiso gritarle que como se atrevía a preguntarle eso cuando ella estaba sintiendo demasiado dolor por su culpa y no solo el que le había mandado a causar él en su cuerpo, sino que también el que sin ayuda de nadie más le había causado en su corazón, pero se contuvo, no quería tener más problemas, solo quería salir de este horrible lugar lleno de humedad y oscuro, que la aterrorizaba. — No es nada mi Alfa. — Respondió ella bajando la mirada, tratando de contener la tormenta que había en su interior, porque quería reclamarle tantas cosas a él, pero simplemente no podía, porque ella no era nada y él lo era todo. Por eso debía seguir soportando, ya que enfrentarse a él solo le haría más daño. — Estás mintiendo, dime de una vez que te sucede. — Exigió Dominic y Aitana respiró hondo antes de mirarlo a los ojos, preguntándose, ¿Si él estaba fingiendo no saber lo que le había mandado a hacer o simplemente quería escuchar de ella misma cuánto le dolía? ¿Acaso él no se conformaba con que la lastimaran si no que ahora quería regocijarse al verla sufrir? «¿En qué momento él se volvió tan cruel y por qué me odia tanto?» Pensó Aitana sintiendo un enorme vacío en su corazón, no podía entender como podía seguir amando a este hombre que no le había dado ningún gesto de cariño estos años que llevaba a su lado y como si no fuera suficiente con eso disfrutara lastimándola. — Me duele mucho la espalda, aún siento las heridas en carne viva. — Admitió Aitana rindiéndose, si él quería escuchar sobre cuánto le dolía ella lo complacería para no tener más inconvenientes, pero la reacción de Dominic no fue lo que esperaba, en lugar de verlo sonreír o simplemente asentir, vio que sus ojos se abrían de par en par sorprendidos. — ¿Qué? ¿De que heridas hablas? — Preguntó Dominic frunciendo el ceño desconcertado.Aitana lo miró dudando de si él se estaba burlando de ella, porque era imposible que él diera la orden y luego simplemente lo olvidara. —Aitana responde. — Exigió Dominic, sintiendo como Xander se alteraba queriendo tomar el control. —Los azotes que usted envió a que me dieran como castigo dejaron heridas en mi espalda que aún no se han curado, mi cuerpo tarda en sanar. — Respondió Aitana, suponiendo que en realidad él no sabía a qué heridas ella se refería porque quizás suponía que ya debía haberse curado, como otras mujeres de la manada ya lo hubiesen hecho. Pero Dominic al escucharla se tensó y preguntó: — ¿Quién dijo que yo di está orden y quién te azotó? Aitana frunció el ceño cada vez más confundida de por qué él parecía no saber nada o tal vez simplemente estaba actuando, pero no la dejaría en paz hasta que ella contestara a sus preguntas. —Fue su Luna quién le informó a Beta Liam para que se encargara. — Suspiró y los ojos de Dominic se entrecerraron. «Te dije q
Pero al tener la mirada de Dominic sobre ella, pareciendo molesto por lo que hizo, sabía que debía tener una buena excusa para que él no la culpara, ni cambiará su forma de verla y debía voltear las cosas en contra de Aitana, ya que ahora se daba cuenta que ella podría importarle a Dominic más de lo que pensaba y no debía dejar ningún cabo suelto. —Es que yo fui a verla a solas porque quería explicarle que cuidaré bien de Bastian, que me voy a esforzar por ser la mejor mamá para él, pero ella enloqueció, comenzó a decirme que era una cualquiera a la que muchos hombres habían utilizado, que estaba sucia, que tú no me querrás verdaderamente por eso y se burló de mí porque no puedo darte un bebé y no pude soportarlo más, que me sacará en cara que esos hombres tocaron mi cuerpo y haber perdido la capacidad de embarazarme me dolió demasiado, por eso fui en busca de Liam y le dije que tú habías dado la orden de que la azotaran, lamento si hice mal, discúlpame por haber mentido y haber uti
Aitana estaba intentando quedarse dormida para dejar de sentir dolor, sin conseguirlo, estar en el calabozo a oscuras seguía alterando sus nervios, llenándola de miedo y al mismo tiempo no podía dejar de pensar en que Dominic quería quitarle a su hijo para que una mujer de corazón negro la reemplazara como madre y esto la tenía inquieta, temía que Julia pudiera hacerle daño a Bastian. Esa mujer no le daba buena espina, mucho menos después de que había pedido que la golpearan de manera tan despiadada, sin importarle que ella pudo haber muerto. —Diosa Luna por favor ayúdame a mantener a salvo a mi hijo. — Pidió Aitana sintiendo un enorme peso en su pecho y de repente la luz se encendió y escuchó unos pasos. Su cuerpo se tensó en alerta de inmediato, pensando que Julia podía haber vuelto, pero entonces sintió el delicioso aroma de Dominic y lo vio aparecer. —Eres realmente buena haciéndote la víctima, cuando en realidad eres quien hizo mal, no sé cómo pude creerte. — Masculló Domi
— Yo lamento haberte contestado así, gracias por lo que hiciste por mí. — Musitó Aitana mientras caminaban hacia su habitación, pensando en que había pagado su molestia con la persona equivocada.— Está bien, no te preocupes. — Dijo Liam y ella simplemente asintió. — Descansa, en un momento enviaré a una criada a que te traiga los medicamentos para tus heridas y también algo de comida. — Le informó Liam cuando llegaron.Y Aitana al ver que él estaba por irse, no pudo evitar hacer la pregunta que había estado en su mente en todo el camino hasta aquí.— ¿Tú puedes ayudarme a ver Bastian? Quiero ver cómo está. — Suspiró Aitana, estaba muy preocupada por su bebé y lo extrañaba mucho, quería asegurarse que él estuviera completamente bien, porque no se sentía tranquila sin verlo.— Lo siento, no puedo hacer esto, el Alfa dio claras instrucciones de que no puedes acercarte a él y si lo desobedezco la niñera puede informarle, entonces tendré problemas, pero te aseguro el pequeño Basti
Al día siguiente Aitana tuvo que empezar a realizar sus labores en el palacio a pesar de que el dolor en su cuerpo no solo no se había ido, sino que con el golpe de ayer parecía haber empeorado y el constante esfuerzo no le ayudaba.Ya había sido enviada a ayudar con la limpieza de los ventanales, luego a cortar flores del enorme jardín y al terminar tuvo que dirigirse a la cocina para ayudar en la preparación de la comida y ya estaba sudando frío.Ayer no había podido comer nada porque todo lo terminaba vomitando y hoy ni siquiera lo había intentado porque no había tenido tiempo, pero ahora su cuerpo ya débil le estaba pasando factura, sentía que cada movimiento le costaba demasiado esfuerzo y el dolor en sus heridas aumentaba. — Aitana encárgate de llevarle café al Alfa que está con invitados. — Ordenó la encargada del manejo de las criadas, Silvia.— ¿Yo? No creo que deba… — Intentó negarse Aitana, después de sus interacciones con Dominic y Julia, prefería mantenerse lejos de
Dominic sintió como la rabia recorría su cuerpo, al mismo tiempo que algo desagradable se instalaba en su corazón al imaginar a Jacob alejando a la madre de su hijo de él y haciendo uso de todo su autocontrol para no terminar atacando a Jacob cuando estaba tan furioso, aclaró: — Ella no está a la venta. —¿Por qué no? Si es una simple esclava para ti no veo porque no puedes vendérmela, más cuando estoy dispuesto a pagar mucho, incluso te puedo dar diez de las esclavas de mi manada a cambio de ella si lo que necesitas es más ayuda con las labores, porque aquí solo es útil para eso y yo tengo planes de que en mi manada desempeñe otro papel, uno más cercano a mí, si sabes de… — Jacob Insistió sin notar el cambio en Dominic, ya que estaba demasiado interesado en Aitana como para leer a las personas a su alrededor y pensó que Dominic aceptaría si le hacía una propuesta tentadora, pero antes de que pudiera terminar sus palabras, ya Dominic lo había tomado por el cuello de la camisa, mient
Dinora en este instante se sentía entre la espada y la pared, ella le debía lealtad a Dominic que era su Alfa, por lo que debía ser completamente sincera con él sobre sus sospechas, pero no podía evitar pensar en esta pobre chica que no la estaba pasando nada bien aquí y que a pesar de haberle dado ya un hijo a Dominic, él seguía manteniéndola como esclava y permitía que otros la maltrataran, por lo que decir lo que creía podría empeorar la situación de Aitana, debido a que Dominic tenía planeado casarse con otra persona y ella no deseaba perjudicarla. Además podía recordar lo nerviosa que Aitana se puso cuando le mencionó tal posibilidad, si ella prefería negar este hecho significaba que esto podría ser malo y si se lo decía a Dominic, él podría tomarlo mal. —Mi Alfa ella esta descompensada, su cuerpo sigue débil, sus heridas no se han estado curando adecuadamente y además parece no estar comiendo bien, lo que necesita es descansar, cuidados y alimentarse mejor o su salud se irá
«Mi vida no creo que sea buena idea que yo aparezca por allá aún, no podemos levantar sospechas y creo que tú puedes encargarte, eres muy buena resolviendo cualquier cosa que te de problemas.» «Sé que lo soy, pero quiero tu ayuda en esto, esta esclava puede causarnos grandes problemas si no le ponemos un alto pronto, así que es mejor si vienes.» Replicó Julia, creía que aunque Dominic había dicho que podía castigar a Aitana o decirle a él si ella la volvía a ofender, por el momento era mejor utilizar otro método ya que él parecía sentir algo por Aitana, entonces si ella insistía en castigarla, podría hacer que él la mirara de otra forma, por lo que necesitaba eliminar cualquier sentimiento que él tuviera por Aitana primero para poder lidiar con ella libremente. «Esta bien, pero necesito unos días, tengo algunos asuntos aquí de los que debo encargarme también.» Accedió él finalmente. «Que sea rápido, no podemos perder mucho tiempo y arriesgarnos a que algo salga mal en nuestro pl