Me bajé del coche.—¿Que están haciendo? —les pregunté a los hombres que cargaban muebles.—Mudanza, señorita, el señor Grayson dijo que trajéramos todo para acá.—¿Y en donde está el señor Grayson? —me crucé de brazos.—Adentro —respondió.Me apresuré a entrar y buscarlo, se escucharon voces en el piso de arriba así que subí las escaleras rápido y lo encontré en mi habitación revisando los cajones.—¡¿Que demonios haces?! —espeté—deja eso —le quité mi babydoll de las manos.—Esta es la habitación principal, ¿no? Será la mía.Inhala, exhala. —Esta es MÍ habitación —le dije entre dientes—Así que vete a buscar la de invitados o la del conserje pero aquí no te metes, largo ¡Shu, shu! —lo empujé fuera pero el tipo era fuerte y ni se inmutó.—Oye, tranquila, el juez dijo que tenemos que compartir todo. Mitad y mitad. Así que... ¿por qué no? Ambos dormimos aquí.Otro mini infarto estaba por darme.—¿Me quieres matar verdad? Si, a eso has venido. Yo muerte y tú te quedas con todo. ¿Estás es
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