Los fuegos artificiales explotaban en la noche dibujando hermosas siluetas de luces, el espectáculo arrancaba ‘oh’ y ‘ah’ de los espectadores que, tomados por sorpresa, muchos ni siquiera tuvieron oportunidad de sacar sus móviles para grabar.El Paseo del Río era uno de los lugares más románticos de la ciudad, una zona especial de más de dos kilómetros en el que el río se abría en un ancho canal, permitiendo que los barcos navegaran plácidamente, dándole a los pasajeros la oportunidad de disfrutar de las vistas de los rascacielos a lo lejos, mientras la orilla estaba rodeada de frondosos árboles que flanqueaban los caminos empedrados.Restaurantes para parejas, parques con espacios para picnics, caminos adornados con flores, los árboles frondosos y verdes llenos de vitalidad, los muelles ubicados estratégicamente a lo largo de la orilla, todo era perfecto en ese lugar, el mejor sitio para tener una cita, proponer matrimonio, dar una sorpresa, o… encontrarse con un viejo amor.Estella
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