El sonido de la llamada entrante reverberó furioso en la silenciosa oscuridad sacándolo de su paseo por la memoria; el brillo de la pantalla le indicó quien llamaba e intuyó que le sobrevendría un torrente de insultos una vez más al ver que era Alice.
Resignado, respondió la llamada.
―¡DENZEL TAYLOR! ¿CÓMO PUDISTE HACERLE ESO A ESTELLA?
Por un segundo pensó que su novia había hablado con su hermana, lo cual le dio algo de alivio; si Estella estaba dispuesta a quejarse de lo sucedido con Alice, entonces era señal de que aún pensaba en él y en su relación.
―¿Hablaste con ella? ―preguntó con voz ronca y cansada.
―¿Hablar con ella? ¡Hablar con ella? ―era notable el tono casi histérico de su hermana―. ¡No he sabido nada de Estella desde ayer en la mañana! Y la intenté llamar hace unos minutos, pero su teléfono está desconectado… Denzel, ¿eres imbécil o qué? ¿Cómo pudiste? ¡Y justo el día de su cumpleaños! ¿Piensas cortar con Estella? ¿Vas a terminar con ella porque volvió la estúpida de Aurora? ―lo acribilló a preguntas sin siquiera tomar aire―. ¡Te advierto, Denzel! ¡Qué te quede claro que en nuestra familia todos estamos del lado de Estella! Ruega que la abuela no se entere, donde la vieja se enteré estás condenado…
―¿De qué hablas? ¡No pienso romper con Estella! ―respondió malhumorado masajeándose la sien derecha.
―¿Entonces qué vas a hacer? ―insistió con terquedad―. ¿Cómo te atreves a decir que no vas a terminar tu relación con Estella cuando hiciste toda una parafernalia para recibir a Aurora? ¿Ah? ¡Responde!
Denzel gruñó, no solo era desesperante el incesante sonido de los regaños de Alice, sino que justo había explotado una jaqueca de dimensiones monumentales y solo hasta ese instante lo notó. Tomó varias inspiraciones buscando calmarse; por suerte, los refunfuños de su hermana ya no le taladraban los oídos, sin embargo, aún podía escucharla al fondo, despotricando en su contra y en la de Aurora.
―Espera, Alice… ¿cómo supiste que Aurora regresó? ―Él no se lo contó a nadie, sabía muy bien que nadie de su entorno apoyaría la idea de que fuese a verla; pero lo cierto era que una vez recibió la noticia, pareció que había recibido una inyección de estimulantes.
―¡Ja! Denzel, definitivamente eres un idiota ―lo insultó la mujer.
―Respóndeme, Alice. Si Estella no te dijo nada, entonces cómo…
―¡Está por todo el internet! ―chilló ella furiosa―. ¿De veras creíste que ese despliegue de fuegos artificiales iba a pasar desapercibido? ¡Lo hiciste en el Paseo del Río! El lugar más famoso para sorpresas románticas y propuestas de matrimonio, cualquier cosa medianamente extravagante es notoria allí… ¿Sabes que se volvió viral? Hay videos y fotos de ustedes dos por todas las malditas redes sociales… ―repentinamente Alice se calmó, el tono de voz pasó de ser recriminatorio a llenarse de preocupación―. Estella debió verlo ayer por la noche, ella iba a ir con sus compañeros de trabajo a celebrar su cumpleaños al Paseo. Seguramente todos ellos buscaron en las redes sociales, hay gente que lo transmitió en vivo, Denzel. Estella debió darse cuenta que tú estabas con otra mujer en el lugar más romántico de la ciudad, dándole una hermosa y extravagante bienvenida a tu ex, justo el día de su cumpleaños… ―suspiró―. Estás frito, Denzel… pobre Estella, no se merece esto… ¡Eres un cretino, Denzel! ¿Lo sabías? Un total y completo CRE-TI-NO.
Después de ese arrebato final Alice cortó la llamada, Denzel aún estaba procesando la noticia de que su recibimiento se había hecho viral.
Todo rastro de calor había abandonado su cuerpo, y sus manos firmes pero heladas accedieron a TikTok solo para encontrar como tendencia el espectáculo de fuegos artificiales con etiquetas románticas, cada una más terrible que la anterior.
Y como si eso no fuese suficiente, varios videos eran de él y Aurora.
Ni el mismo Denzel se reconoció en ellos.
Aunque no había un contacto íntimo ni ninguna escena especial de cercanía entre ellos, la mirada y los gestos entre ambos eran obvios; Denzel sintió que el mundo daba vueltas, su estómago se revolvió y tuvo que salir corriendo al baño a vomitar.
No tenía tanto en el estómago, de hecho, lo poco que había logrado ingerir durante el almuerzo había sido digerido horas atrás; no obstante, la bilis amarga quemó todo su esófago, despertándolo a la realidad de una forma bastante dolorosa.
«¿Por qué?» se preguntó, en serio no entendía; una vez abandonada la ensoñación extraña Denzel comprendió lo estúpido de sus acciones.
En ese momento tocaron la puerta del pent-house, él se encaminó con pasos apresurados, pensando que tal vez podría ser Estella, mientras ella estuviese dispuesta a confrontarlo, él podría explicarlo todo, ella siempre había sido compresiva, lo escuchaba, lo aconsejaba o acompañaba, dependiendo del caso; pero siempre, sin lugar a dudas, tomaría acciones tan drásticas como dejarlo sin permitirle la oportunidad de explicarse.
Si él le contaba todo, si le decía lo que había experimentado, entonces ella iba a comprender que todo fue una reacción del momento, una respuesta automática al pasado pero que él no tenía ninguna intención de ser un patán y abandonarla… no después de todo lo que Estella hizo por él…
En la puerta se encontraba Zack, la expresión de su rostro denotaba que no estaba muy contento; Denzel vio la decepción en sus ojos, chasqueó la lengua y habló antes de que su amigo pudiese decir una palabra.
―Si vienes a recriminarme algo, ya Alice te ganó de mano…
Se alejó de la puerta directo a la sala, en el proceso encendió las luces y una vez sentado en la posición anterior, recogió de forma meticulosa las fotos, haciendo una pila ordenada y dejándolas a un lado de la mesa.
―No pienso decirte nada ―aseveró Zack, sentándose en el sofá frente a él. Denzel notó el sobre en sus manos, pero no preguntó nada―. Solo quiero preguntarte una cosa. ¿Cuándo vas a terminar tu relación con Estella?
―No pienso romper con Estella ―respondió a la defensiva entrecerrando los ojos―. ¿Por qué crees que quiero terminar con ella?
―¿No es ese el caso? ―insistió su amigo―. Después de lo de anoche, todos pensamos que estabas preparándote para volver con Aurora. Si ese es el caso, sé un jodido hombre y rompe primero con Estella, sé decente y no la lastimes más de lo necesario.
―¡No voy a romper con ella! ―insistió alzando la voz. Se enderezó en el sofá y se inclinó hacia delante de forma agresiva―. Quiero que quede claro que no voy a romper con Estella, ella es mi novia, no soy esa clase de persona, jamás lo he sido…
―Denzel, ¿estás consciente de que apenas anoche hiciste exactamente la clase de cosas que hacen los hombres que dices no ser? ―el tono inquisitivo y calmado de Zack exacerbó sus nervios.
―¿Qué hice, Zack? ―interrogó enojado―. ¿Qué hice? ¿Recibir a una amiga importante cuando volvió al país después de cinco años? ¿Es eso tan malo?
―¿Amiga importante? ¡Joder, Den! Es tu ex novia, ¡tu m*****a ex novia! ―le recriminó subiendo cada vez más la voz―. Es la mujer que te abandonó de buenas a primeras, te dejó con una explicación estúpida y a la que deberías odiar con todo tu ser por cómo te destrozó…
―Yo no odio a Aurora ―lo paró Denzel, frunciendo el ceño. Aquella aseveración hizo que Zack se detuviera de hablar y lo mirara con una mezcla de incredulidad y decepción.
―¿No la odias? ¿Cómo no? ¿Entonces la amas? ¿Y qué hay de Estella?
―Son dos cosas diferentes ―gruñó por lo bajo―. Aurora es Aurora, y Estella es Estella.
»No odio a Aurora, la verdad es que no; aunque puedan parecer absurdos sus motivos, eran importantes para ella y no la odio por ello. Me dolió, sí. Fue difícil, sí; pero no puedo odiarla por ello.
―Sigues amando a Aurora, entonces… ―conjeturó Zack en voz baja, mirando la superficie de la mesa solo para evitar posar sus ojos en él. Denzel lo notó, sabía que su amigo estaba decepcionado.
―Yo amo a Aurora, pero eso no significa que voy a dejar a Estella…
―¡Denzel! ¡Eres una m*****a basura! ―exclamó su amigo con indignación, él vio cómo la furia iba aumentando en su mejor amigo, sabía que en cualquier momento iba a explotar y todo iba a terminar a los golpes si no se explicaba correctamente.
―¡Espera! Yo amo a Aurora, nunca he dejado de amarla, pero no por ello voy a dejar a Estella y volver con ella. Aurora es el pasado, no voy a negar que me sentí feliz de verla, tal vez es porque no la odio que, por un momento, me abrumó la noticia y me dejé arrastrar por esas emociones e hice todo este desastre… pero te juro, Zack, que no pienso volver con ella, no voy a dejar a Estella, no soy un bastardo mal agradecido, Estella ha sido la mejor y más sólido apoyo para mí, no podría hacerle algo así, jamás l…
―No has dicho ni una sola vez que amas a Estella ―lo cortó Zack, dejando a Denzel sin nada que decir. Se miraron a los ojos por largos minutos, su amigo dándole oportunidad de contradecirlo y Denzel considerando sus sentimientos; al ver que este no respondía, chasqueó la lengua con decepción, se puso en pie y tiró el sobre, que con un claro ‘tuc’ cayó en la mesa―. El portero me dijo que no revisaste tu buzón al llegar, me pidió que te subiera esto.
Denzel miró el sobre y tuvo una mala premonición; desde esa mañana, todo había sido malas noticias, una detrás de otra, sin darle un respiro para poder procesar y encontrar soluciones.
Zack ni siquiera se despidió, abandonó el departamento sin mirar atrás, rumiando entre dientes un par de insultos degradantes en contra de su amigo. Denzel tenía muy en claro que su grupo de amigos cercanos y familia adoraban a Estella de manera proporcional al desagrado que profesaban por Aurora.
Abrió el sobre cuando se quedó solo, en efecto, su mala premonición se concretó en las dos llaves que cayeron en sus manos; lo más desalentador fue no encontrar una carta, una nota; al menos si hubiese un insulto, podría sentirse menos culpable.
Y si ya no se sintiese terriblemente mal tras la última afirmación de Zack, cuando su móvil sonó y vio el mensaje de Aurora, Denzel tuvo que darle la razón a su amigo.
Se sintió como una total y completa basura.
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!Denzel golpeó la puerta por cuarta vez, estaba a punto de perder la paciencia y al borde de sumirse en la furia.Después de que Zack se marchara cayó en una espiral de miseria. A pesar de querer actuar de forma racional, no pudo detener los pensamientos en su cabeza; incluso si ignoró el mensaje de Aurora, esta le escribió varias veces, en lapsos de veinte a treinta minutos, hasta casi la medianoche. Para ese momento, Denzel intentó comer algo, se duchó y procuró dormir, solo para encontrarse en la cama, con la vista perdida en la oscuridad.Media caja de cigarrillos y tres cuartos de botella de bourbon después logró quedarse dormido, justo en el momento en que la noche empezaba a clarear. Durmió solo un par de horas, levantándose con jaqueca y mal humorado.A medida que fue arreglándose, notó que la ropa y otros e
Después de que el reloj pasó de la medianoche el día de su cumpleaños, Estella Cass primero tomó medidas laborales. Revisó y envió el informe de su investigación al correo pertinente, cotejó la data de su otra asignación y cargó al sistema del instituto los archivos preliminares de su tercera investigación.Sumergirse en el trabajo le ayudó a olvidar por un instante cuánto le dolía el corazón.―¿Y qué si duele? ―le preguntó al chorro de la ducha mientras se bañaba. Apenas amanecía y el entumecimiento del trabajo comenzaba a desaparecer dando paso a todas esas emociones contenidas.Había llorado demasiado, abrir los ojos a la cruda realidad dolía más de lo que había imaginado alguna vez. Denzel Taylor no fue su primer amor, sin embargo, sí fue con quien consideró pasar el resto
La noticia de que Estella estaba de vuelta en el trabajo no tardó en alcanzar los oídos de Denzel. Entre una mezcla de alivio, ansiedad y molestia, abandonó su oficina en la zona empresarial de la ciudad y manejó durante todo el camino con algo de nerviosismo hasta el instituto de investigaciones científicas en el que trabaja ella.Era mediodía, a pesar de que el sol estaba alto en el cielo y no había ni una sola nube en este, no hacía calor; el agradable clima invitaba a estar al aire libre y en la zona alrededor del trabajo de Estella se podían ver pequeños grupos de personas entrando y saliendo de los primorosos restaurantes circundantes.Él conocía muy bien el distrito, porque cerca de allí se encontraba la universidad en la que estudió por cuatro años. Y no solo eso, el lugar reunía la mayoría de instituciones educativas y culturales del estado, a
…solo soy un lugar seguro……No has dicho ni una sola vez que amas a Estella……no la persona que amas…Denzel quedó paralizado y sin voz ante esa afirmación. Se sintió desnudo y expuesto, como si un secreto oscuro hubiese salido a la luz. Lo peor de todo, fue la resignación en la voz de Estella, como si el hecho fuese tan rotundo e innegable que no valía la pena molestarse por ello.El silencio los envolvió, como siempre ocurre en esa clase de situaciones, sus propias emociones sirvieron de cortina para cortar todo ruido de fondo; solo quedaban ellos dos, sus sentimientos bullendo en el interior de cada uno y las palabras que faltaban por decir.Quería negarlo. Sin embargo, la triste verdad era que en ningún momento durante los cinco años que llevaba de relación con Estella, le dijo que la amaba.Frunció tanto el ceño que la expresión de su rostro se deformó de una forma fea y desagradable. Estella soltó una risita apenas audible, el sonido cargado de desprecio lo sacó de su estado ent
Tras un breve silencio que contuvo un millón de palabras, Denzel solo pudo sujetarla un poco más fuerte; aunque deseaba hablar, incluso cuando sabía que debía decir algo, lo que fuera, aun si eso solo servía para hacerla gritar, al menos conseguiría que Estella no se desvaneciera entre sus manos.A diferencia de Aurora, sentir que estaba perdiéndola, se convirtió en una fuente de angustia inagotable; un dolor agudo y ensordecedor se apoderó de él, bloqueando su voz y estrangulando su garganta; no salía su voz, pero tampoco entraba el aire, se estaba asfixiando con todo lo que tenía apretado entre el pecho y la espalda; hasta su cuerpo comenzó a temblar ligeramente, como si todo fuese a estallar en cualquier momento.Estella lo sintió, sabía que él estaba agonizando, no obstante, a pesar del dolor, a pesar de la amargura, ella prosiguió en voz baja.
―Ya ha pasado un mes desde que rompiste con el idiota de Denzel ―dijo Rani desde el otro lado del móvil, Estella se reclinó sobre el espaldar de su silla y se frotó los ojos con cansancio―. Ya es hora de salir a divertirte... ¡Tenemos que celebrar Noche de Brujas! ―Tengo mucho por hacer ―replicó ella, mirando por la ventana. Extrañamente, gracias a su privilegiada posición geográfica, la ciudad disfrutaba de estaciones pocos marcadas; a pesar de ser mediados de otoño, pocos árboles perdieron su verdor y la temperatura se mantuvo bastante agradable. A pesar de ello, Estella se sentía sumergida en un perpetuo invierno.―Tú siempre estás ocupada, Estella ―le recordó su amiga―. No hay una época del año que no lo estés, así que no te estamos preguntando, te estamos anunciando y dándote opciones… tú
Rani y Mona intercambiaron miradas dubitativas, Alice parecía estar perdida en sus recuerdos.―¿Hay algo que no sepamos y debamos enterarnos? ―indagó Mona.―No en realidad, es solo que Aurora Carlson es una heredera, ya sabes, hija de una familia adinerada que no solo posee riquezas sino también “historia”. ―Hizo el gesto de comillas con las manos―. ¿Sabían que ella es casi dos años mayor que Denzel? ―Las dos mujeres negaron―. Pues sí, ella es mayor, no es mucha la diferencia, en realidad, pero si uno se fija en los detalles, entonces encuentra el problema.»Mi familia no es millonaria, de todos nosotros, el que tiene estatus de millonario es Denzel, sin embargo, mi familia es acomodada. Mi mamá tiene una buena posición en su trabajo, mi padre construyó su negocio desde cero, y ambos han sido un gran soporte para nosotros.»Mi hermano y hermana mayor, no d
Aurora Carlson era una mujer muy hermosa, de cabellera dorada por debajo de los hombros, ojos claros y rasgos refinados. A pesar de pasar de los treinta, su complexión juvenil y la piel inmaculada, gracias a los cuidados meticulosos a los que se sometía desde pequeña, engañaban al ojo de cualquier espectador, haciéndole pensar que era solo una jovencita que apenas estaba pisando la veintena.Desde muy joven, Aurora fue educada de manera estricta sobre cómo debía comportarse una dama, sus ademanes se encontraban tan profundamente arraigados que eran naturales en ella, convirtiéndola en una mujer elegante y encantadora, que siempre atraía la atención de hombres y mujeres.A donde quiera que fuese, ella siempre era el centro de atención, incluso si estaba en compañía de alguien, siempre había algún caballero atento a sus movimientos esperando el momento indicado para h