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Todos los capítulos de Pequeña Esposa Despreciada: Capítulo 1 - Capítulo 10
13 chapters
Prólogo
Mi nombre es Adeline Loyd, aunque hoy en día me conocen con el apellido Crown. Adeline Crown. Debería sentirme feliz o al menos eso es lo que me han dicho, que yo entre miles de mujeres, me case con Alastair Crown, el famoso millonario, que revolucionó la era digital, pero detrás de mi matrimonio, de los lujos y las joyas, esto es una mentira. Desde pequeña, yo siempre supe que era diferente y no exactamente porque me sintiera una extraña en mi cuerpo o algo parecido, sino que las personas a mi alrededor me hacían sentir así. Sobre todo mi padre. Mi padre trabajaba como CEO en una empresa de seguros desde que tengo uso de razón y mi madre, bueno, ella era la amada hija de una prominente familia. Ambos se amaban o eso me cuentan ya qué mi madre falleció cuando yo nací y su muerte selló mi destino.Mi padre me rechazo culpandome por la muerte de mi madre, me dejo al cuidado de varias niñeras qué a lo largo de mi vida se hicieron cargo de mi, pero en cuanto a mi familia, estaba sola.
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Capítulo 1
Era nuestro aniversario. Iba de camino a casa, había estado toda la mañana de compras buscando el regalo indicado porque tenía algo que decirle a Alistair. Estaba enamorada de él. El día de la boda, al verlo quedé un tanto fascinada por su atractivo, pero lo que logro qué mi corazón latiera desenfrenadamente fue qué él no me pidió que cumpliera mis obligaciones maritales, era su esposa, claro, pero había decidido respetarme y desde aquel día habíamos empezado a llevarnos bien. Por primera vez en mucho tiempo me sentía bien, me sentía libre y por supuesto enamorada de sus atenciones. Viviendo en casa de mi padre, había vivido angustiada de que él decidiera no pagar mi universidad y me echara a la calle por ser una inútil, pero estado con Alistair, eso ya no era ningún problema para mí, lo tenía todo. Ya qué era un día especial, quería decírselo y quizás tal vez comenzar a tener una relación con él, después de todo estábamos casados y el papel de esposa ya me lo sabía muy bien, así q
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Capítulo 2
—Puedes quitar esa cara, por favor—manifestó Alistair mientras me ofrecía su mano para bajar del auto, pero por primera vez desde que nos casamos, lo ignore. Estaba destrozada no solo por la forma en como me había tratado, sino que mi corazón, mis ilusiones, mi amor lo había aplastado como si fuera nada. Baje del otro lado mientras las cámaras apuntaban la inusual escena entre los dos.Ahora entendía que todas esas atenciones que tenía para mí, en realidad siempre las solía hacer cuando había alguien cerca observándonos o fotografiándonos, pero nunca lo hizo con sinceridad, pero... ¿Por qué? ¿Que tenía esa mujer que yo no tuviera? Camine hasta llegar al lado de Alistair, quien mantuvo una sonrisa en todo momento a pesar de mi desplante. El muy hipócrita debía seguir fingiendo ante las cámaras mientras este matrimonio durara y por lo que había escuchado, solo tenía que soportarme un año y ese tiempo finalmente había pasado. ¿Qué iba a ser de mí?Tome el brazo de Alistair quizás por in
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Capítulo 3
Habían sido las rabietas de mi esposo, por quien yo creía, casi fielmente qué Edmond Leblanc, era quizás, la persona más terrible del mundo, pero después de ver la terrible verdad de Alistair y descubrir qué era un maldito mentiroso, ya no sabía que pensar de él, aunque por la manera en como me miraba y sostenía mi cuerpo, lo primero que pensé fue qué era encantador. Nuestras miradas no se separaron en los siguientes tres segundos, quizás porque yo seguía preguntándome qué clase de hombre era él y porque Alistair lo odiaba tanto. —Disculpa, no te vi—dijo con una voz profunda y varonil, una voz qué iba acorde con su cuerpo, alto y por lo poco que dejaba ver su traje, musculoso. Estuve a poco de suspirar, pero me contuve porque recordé que estábamos en un lugar público. —Yo tampoco te vi, disculpa—me atreví a decir sintiéndome como una adolescente, nerviosa y sin saber qué decir o hacer en un caso así porque se suponía qué por ser la persona que Alistair más odiaba, yo también debía
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Capítulo 4
—Haz tu pregunta— lo incité, pero no sin antes mirar de reojo a nuestro alrededor solo para cerciorarme de que no había oídos chismosos atentos a nuestra conversación.—¿Cómo fue que terminaste casada con un tipo como él?—cuestiono y vi que en sus labios se formaba una sutil sonrisa, de hecho, me pareció genuinamente interesado en saberlo, tal vez por todas las pistas que le había dado sobre el estado de nuestro matrimonio.—Con lo que he dicho sobre él. ¿Crees que estaría a su lado por voluntad?— dije sin dar muchos detalles, esperando que mi respuesta fuera suficiente para que entendiera el trasfondo que había entre los dos— podría explicártelo, pero supongo que no lo entenderías.Me di la vuelta dispuesta a irme, pero él me tomó de la mano con una sutil gentileza que le hizo girar de la impresión.—Lo entiendo, pero la verdadera pregunta es ¿Por qué lo has tolerado?—Porque no tengo a donde ir—me sincere y aparte mi mano de la suya, el taco de su piel contra la mía fue un duro golp
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Capítulo 5
Dude si debía entrar o no al ascensor con él, no exactamente por la rivalidad qué Edmond tenía con Alistar, sino por la extraña e inusual propuesta qué me había hecho en el jardín.Mire de reojo hacia atrás, quizás lo hice instintivamente, creyendo qué tal vez podría irme, por otro lado, pero en ese momento vi a Alistar caminar en mi dirección y claro que yo aún no estaba preparada para escucharlo hablar, así que sin dudarlo dos veces, entre junto a Edmond Leblanc mientras veía como Alistair acostaba la distancia qué había entre los dos.—¿¡Qué diablos te sucede!?—bramó sin percatarse de la presencia de su antiguo enemigo y cuando lo hizo ya era muy tarde para arrepentirse de sus palabras—¿Edmond? ¿Tú que haces aquí?Se ajustó su traje y aparento qué las palabras llenas de desdén qué me había dirigido había sido tan solo una ilusión.—¿Así que aún no dejas las malas costumbres, Crown?—era obvio que por el tono qué Edmond había transmitido, se estaba burlando del infantil y caprichoso
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Capítulo 6
No tenía nada que perder, así que tome la tarjeta y llame al número que el mismo Edmond Leblanc me había proporcionado, espere dos tonos diciéndome a mí misma que si al tercero no respondía, ya no insistiría en ello y continuaría con mi vida, pero... ¡Oh sorpresa!—Leblanc—respondió con un tono de voz singular que me hizo cerrar los ojos por un momento para tratar de guardar la calma porque por un momento estuvo a poco mojarme las bragas.—¿Qué tal?— intenté sonar casual, aunque claramente estaba muy nerviosa por hablar de nuevo con él en tan poco tiempo, pero quizás lo que me apenaba era que, al hablar, mi voz sonaba un tanto ebria—¿Te acuerdas de mí?No respondió, al menos no los primeros segundos, luego escuche una especie de gemido.—¿Debería?—expreso, esta vez con un tono un tanto serio y quizás hasta severo, seguramente no hablaba con muchas mujeres, pero había sido muy astuto al hablar conmigo antes.Solté un suspiro un tanto hastiada de esta situación, en primer lugar porque
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Capítulo 7
Edmond me había enviado la ubicación, el día y la hora donde debíamos vernos. Me había arreglado, no más de lo normal para que nadie sospechara de mí, es decir, luego de estar encerrada varios días bebiendo y sin ocuparme de mi higiene personal, seguro alguien se haría preguntas del porqué, de la noche a la mañana, mi tristeza y mi mal humor habían desaparecido y en vez de ello, me sentía motivada y sobre todo, con mucha energía.Había tomado un taxi para que Alistair no supiera de mis movimientos, así fue como llegue a un lujoso club campestre fuera de la ciudad. Aquel lugar no era precisamente un sitio común donde cualquier mortal podía llegar y pagar una membresía, sino que se trataba de un sitio donde los miembros podían acceder únicamente por invitación. Edmond había sido bastante inteligente al invitarme justo en ese lugar, ya que por ser él, miembro del club, Alistair, no había podido entrar.Aún recordaba las palabras de Alistair cuando alguien le mencionaba este sitio. Casi l
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Capítulo 8
—Espero que no te ofendas, solo estoy tratando de protegerme, por si hace falta—menciono y entonces comprendí a lo que se estaba refiriendo. Al igual que yo aún desconfiaba de él, Edmond Leblanc tampoco confiaba plenamente en mí, así que solo estaba asegurándose de que después de nuestro supuesto matrimonio no fuese a aprovecharme de la situación y quizás exigirle una buena pensión monetaria.—En lo absoluto—me animé a decir para hacerle saber que bien podía hacerme una entrevista como si este fuese un trabajo al que estuviera aplicando porque lo único que buscaba de Edmond Leblanc era mi ansiada venganza—solo dime donde debo firmar.Edmond frunció un poco el ceño, quizás porque no esperaba mi respuesta sin siquiera leer lo que estaba frente a mí.—Entiendo que no te importe el asunto legal, pero quiero dejar las cosas en claro, además, hay una recompensa para ti cuando todo esto termine— dijo con una amplia sonrisa y por supuesto sus palabras me dejaron atónita.—¿Cómo que una recomp
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Capítulo 9
Estaba en mi oficina, una habitación que Alistair había destinado para mi uso personal, al principio de nuestro matrimonio había pensado que aquel obsequio era una forma de decir que estaba interesado en mí, pero después de descubrir sus engaños, me di cuenta de que me la había dado para que no tuviera que verme la cara cuando él estaba en casa.Había pasado un día entero desde mi cita con Edmond Leblanc y nadie se había percatado de ello, al menos en casa Y Alistair hasta el momento no había hecho el más mínimo esfuerzo por buscarme, ni siquiera para solucionar el asunto del divorcio.Estaba sentada leyendo una de las tantas revistas que yo misma había comprado, una revista que tenía un artículo sobre Alistair en la que alguna vez me había parecido atractivo, la había comprado porque durante esa entrevista le habían preguntado sobre nuestro matrimonio y él había respondido tantas cosas sobre mí que me parecieron encantadoras, ahora sabia que todas sus palabras eran mentiras. De pron
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