Capítulo 4

—Haz tu pregunta— lo incité, pero no sin antes mirar de reojo a nuestro alrededor solo para cerciorarme de que no había oídos chismosos atentos a nuestra conversación.

—¿Cómo fue que terminaste casada con un tipo como él?—cuestiono y vi que en sus labios se formaba una sutil sonrisa, de hecho, me pareció genuinamente interesado en saberlo, tal vez por todas las pistas que le había dado sobre el estado de nuestro matrimonio.

—Con lo que he dicho sobre él. ¿Crees que estaría a su lado por voluntad?— dije sin dar muchos detalles, esperando que mi respuesta fuera suficiente para que entendiera el trasfondo que había entre los dos— podría explicártelo, pero supongo que no lo entenderías.

Me di la vuelta dispuesta a irme, pero él me tomó de la mano con una sutil gentileza que le hizo girar de la impresión.

—Lo entiendo, pero la verdadera pregunta es ¿Por qué lo has tolerado?

—Porque no tengo a donde ir—me sincere y aparte mi mano de la suya, el taco de su piel contra la mía fue un duro golpe contra alguien que no había tenido ningún contacto con un hombre en mucho tiempo, así que mi corazón se agitó de sobre manera.

—Déjalo—dijo mientras caminaba de vuelta a la fiesta—acepta el divorcio y conviértete en mi esposa.

Sus palabras me hicieron ruborizar y al mismo tiempo, me sentí extraña ante las tonterías que acaba de decir, era claro que no le iba a creer porque ¿De qué le serviría tenerme?

No respondí, pero lo que sí hice fue huir de ahí y caminar lo más pronto posible al interior del evento para perderme entre la gente, esperando no tener que encontrármelo de nuevo, porque cabía la posibilidad de que pudiera caer en esa tentación.

—¿Qué diablos haces?— alguien oprimió mi mano con fuerza y me jalo. Al momento de ver de quién se trataba, vi a mi madrastra dirigirme la peor mirada que jamás había visto en mi vida desde que la conocía. Verla por supuesto me sorprendió porque ella rara vez se presentaba en ese tipo de eventos a no ser que así lo requiera Alistair, pero en esas pocas ocasiones, al menos mi esposo me lo había avisado con días de anticipación, quizás para saber como debía tratarla porque ambos sabíamos que mi madrastra no era una mujer que se pudiera tratar como una persona civilizada, de hecho, había sido ella quien técnicamente había conseguido que mi padre conservara su empleo gracias a que me había ofrecido como esposa, así que algo malo debía estar ocurriendo para que ella estuviera ahí.

Me arrastro entre la gente hasta llegar a un lugar más privado, justo la zona donde los empleados del lugar, guardaban los abrigos de la gente que se había presentado al evento.

—¿Qué sucede?— exprese al ver a mi padre cruzado de brazos en ese sitio, aguardando, quizás, a que yo llegara y claro que al escucharme, su rostro palideció y mostró una expresión sería y algo desconcertante.

—Tenemos que hablar—dijo con voz seria, pero al mismo tiempo un tanto preocupante.

—¿Por qué diablos no nos dijiste que ese tipo planeaba divorciarte de ti?—reclamo Kassandra con desdén y entonces, al verlos reunidos ahí a los dos, supe que Alistair seguramente ya les habría comunicado su deseo de separarse de mí, quizás para que se abstuvieran a las consecuencias de lo que había hecho esta misma tarde, pero no me arrepentía de nada, es más, estaba aliviada de que todo esto terminara porque quizás, de seguir en mi estúpida nube de amor, habría terminado humillándome a mí misma, rogándole que no me dejara y no exactamente porque sin él, quedaría técnicamente en la ruina, sino porque estaba enamorada de él.

—No lo sabía— mentí o al menos dije una media mentira porque hasta el momento lo que sabía sobre mi divorcio había sido únicamente porque Alistair se lo había dicho a su amante, no a mí.

—Ese imbecil ya le dio un ultimatum a tu padre para que renuncie o de lo contrario va a despedirlo sin ningún tipo de remuneración—detallo Kassandra como si yo pudiera hacer algo para poder ayudarlo.

—¿Porqué me están diciendo esto a mi?—proteste—¿Creen que yo tengo algún tipo de influencia sobre él cuando fueron ustedes los que me obligaron a hacer este teatro?

—Mira niña, no me faltes el respeto...

—¡Kassandra!—levanto la voz mi padre por primera vez hacia su muy amada mujer—¡Aquí no! Qué no ves que este no es el lugar para tratar este asunto.

—Bien—replicó ella cruzando se de brazos—salgamos ahora y vayamos a casa a discutir este asunto como familia.

—¡Yo no voy a ir a ninguna parte con ustedes! —les advertí dando un paso hacia atrás lejos de ellos—ya lo hicieron una vez y no pienso volver a caer en su juego para que vuelvan a manipularme porque no pienso rogarle a ese hombre solo para que mi padre conserve su empleo.

—Si no lo haces...

—¿Si no hace que?—escuche la voz de Alistair detrás de mi y por primera vez sentí miedo de que él hubiera escuchado nuestra conversación. Liego de ver su verdadera actitud y que era un maldito mentiroso y caprichoso, prefería no tenerlo cerca de mi

Kassandra se quedo callada y cuando ninguno de los dos se atrevió a decir algo, fui yo quien rompió el silencio entre nosotros.

—Quiero irme, me siento cansada—me excuse e incluso estaba pensando que de rehusar se, aun así me iría, porque no tolerará otro minuto rodeada de gente que solo quería aprovecharse de mi.

—Iré contigo, hay cosas que tengo que discutir—manifestó y al ver lo rápido qué pretendía deshacerse de mi, asentí con la cabeza viendo que no tenia exactamente otra alternativa

Caminé sin importarme qué Alistair tuviese qué detenerse para despedirse de alguien, creí que al final de cuenta, nos veríamos en el auto y yo tendría tiempo para pensar que podria hacer de mi vida, una vez que me revelará sus planes, pero mientras caminaba hacia el ascensor, me encontré con esa mirada qué me había hecho suspirar hacia una minutos atrás.

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