Alison pasó varios días inmersa en la rutina del despacho, días en los que no recibió ninguna noticia de Zander, lo cual fue en realidad un respiro, Alison tendría que reunirse con él en algún momento para hablar de su caso, sin embargo, en ese momento no era necesario y tampoco quería hacerlo.Por otro lado, tampoco había visto a Zane. Según había escuchado entre los pasillos, él estaba fuera de la ciudad por asuntos de negocios. No podía negar que, en cierta forma, la ausencia de Zane la había dejado respirar más tranquila, como si su presencia inminente hubiera cesado de presionarla con esa energía que parecía siempre emanaba. Pero también había una sombra de inquietud que se cernía sobre ella, sabiendo que en algún momento tendría que enfrentarse nuevamente a él.En la oficina, el ambiente fue más relajado de lo habitual. Hillary, se acercó a su escritorio con un café en la mano, lanzándole una sonrisa cómplice.—¿Has escuchado el último chisme? —preguntó Hillary, bajando la voz co
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