—Bueno, ese, Alejandro. Yo no quería lanzarme ese día del puente, técnicamente, al principio sí lo pensé… No, omití eso, vos no podés decirle que sí, porque te vas a contradecir —soltó una pequeña risita—. La cosa, para no seguir yéndome por la tangente, es que le vas a decir que tú sí tenés un problema, pero eso no te hace menos que tus compañeros, porque tú eres una chica muy profesional que nunca va a mezclar su trabajo con lo laboral. Y es que, Lily, si tú lo enfrentás, le hablás con seguridad, él va a notar que te preocupa tu trabajo y que eres más que apta para tu puesto como profesora. ¡¿Po-por qué el que sufras de depresión te haría menos persona que una que no lo sufre?! No es por nada, pero he visto a muchas personas que están muy bien de salud mental y son malísimas en su trabajo, en cambio, hay personas como vos, que están mal por dentro, desgarrándose y son buenísimas en lo que hacen, porque saben que, si lo hacen mal, estarán peor, por eso se sobre exigen, y eso no es qu
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